04 octubre 2007

ORACION: EL NUEVO AMANECER


Al hombre constantemente se le están dando nuevas oportunidades, nuevos sentires, nuevas necesidades, nuevas inquietudes para que resurja un nuevo amanecer en su interior, para que resurja una nueva forma de pensar, una nueva forma de sentir que haga que le lleve al sentido autentico de la vida. Pero, ¿cómo vive el hombre esas oportunidades y esas nuevas formas de pensar y sentir? Las vive como un castigo, las vive como una enfermedad y las vive sin dar el sentido que se necesita para que la vida renazca, resurja.
El hombre está, en su gran mayoría, anclado al pasado. ¿Qué ocurre cuando el ser, el hombre, tiene su referencial de vida apoyado en un pasado? Que si ese pasado ya no sirve, lógicamente él no sabe por donde coger sus ideas, sus pensamientos, no sabe cómo estructurarlos porque es novedoso para él. Realmente el hombre, todos los seres humanos, tienen una nueva forma de pensar pero no saben canalizarla ni encauzarla, por tanto se quedan en lo ya conocido y quizás no sea suyo lo que conocen, sino de sus familiares, de sus antepasados, pero aun siendo de su propia experiencia de nada sirve, porque el hombre tiene que habituarse a vivir el presente y a darse permiso para poder sentir cosas distintas en un mismo momento, y actuar en consecuencia.
No puede haber un nuevo amanecer de la raza humana si el hombre no deja el pasado quieto y no retoma un referencial en el presente. El presente es el ahora.
Debe habituarse, debe dar el sentido a su corazón para que éste mande a su mente, porque es la mente la que guarda el recuerdo, no es el sentir, no es el corazón. Cuando el ser siente un impulso, automáticamente el cerebro lo procesa y al instante se referencia en un pasado y ve si le conviene o no, si lo hace o no, y lógicamente, haga lo que haga, habiéndolo procesado con la mente será repetido. Y repetirá una y otra vez los mismos patrones.
Recuerden que les estamos diciendo una y otra vez que la vibración del planeta tierra es totalmente distinta, distinta a lo anterior o a lo que ustedes conocen del planeta en su evolución. Es una nueva era y no es una teoría, es una nueva era con una nueva vibración y de nuevo recordamos que todo aquel que no sintonice con esa vibración que la tierra ha alcanzado no podrá continuar con su cuerpo físico en este planeta.
Y lógicamente, el hombre observa a su alrededor y todo lo achaca al cambio climático en vez de sentir, escuchen bien, en vez de sentir que la raza, como tal, no es viable. Y aunque el hombre lo viva como catástrofes, como desgracias, la misma tierra esta haciendo todo lo que debe de hacer para quedarse con lo más selecto al nivel de su misma vibración. Es, como les decíamos varias veces, como el ser humano cuando le duele algo y se toma un fármaco o cualquier otra cosa para que se le vaya el dolor o curar su enfermedad. La tierra esta sanándose y todo aquel ser humano que no tenga su vibración ya, automáticamente lo desecha. El hombre vive esto, quizás como enfermedad -enferme y se marche-, quizás como un sacrificio, que tampoco sirve.
El hombre, para potenciar ese nuevo renacer, tiene que situarse únicamente en el presente, con su forma de sentir en el presente, con su forma de pensar en el presente, y no referenciarse en el pasado ni en el ayer; ayer fue ayer, hoy es hoy. Para que el hombre pueda regenerar su forma de pensar, porque está caduca, lo que nos servía, nuestra forma de pensar anterior, no sirve actualmente, no renueva nada actualmente.
Es una nueva raza la que va a quedar, como en anteriores de anteriores eras quedaron seres para quizás dar testimonio de que en su día existió el ser humano. En todos los momentos, desde que el planeta acoge al hombre, ha habido selecciones o auto selección con respecto a todo ser viviente, humano o no, pero en este instante es el hombre el que ha de poner todo ese sentir para dar un autentico sentido a su vida.
Y ya saben qué es lo correcto, ya saben cómo actuar para que su nivel de conciencia se eleve, para que su vibración se ponga en sintonía con la vibración del planeta y sus semejantes. Lo saben, pero lógicamente cuesta un hacer, ni mas ni menos, es hacerlo, y el hombre se detiene en lo ya conocido y la inercia lo paraliza hasta el punto que tiene que ser a través de una enfermedad que quizás el hombre retome su pulso, el pulso con la tierra, y se ponga en su sintonía.
Cuando el hombre observa que su forma de pensar es igual que la anterior, igual que en el pasado, ¿qué debe hacer, cómo darse cuenta?, porque al hombre, en esa inercia, en ese sedentarismo, su mente, su propia mente lo lleva a lugares que cree novedosos, y cree que está haciendo el cambio, que está cambiando ¿qué forma tiene el ser humano para darse cuenta de que su actitud es la misma, idénticamente igual que anteriormente, que en su pasado inmediato y en su pasado lejano, qué forma tiene el hombre de darse cuenta de que por más que su mente le lleve a esos rincones que parecen novedosos está repitiendo lo mismo?
Enlacen con la oración anterior y observen sus relaciones.
Cuando el hombre está satisfecho su sentir es desbordante, sus ideas y sus pensamientos son realmente ingeniosos, cuando observa que se siente totalmente satisfecho, en paz, cuando la mente no lo lleva y lo trae, cuando la mente no escudriña en ese interior, cuando hay una claridad, una sinceridad. Es la única forma de ver que el hombre está repitiendo y quedándose únicamente en un pensamiento caduco que no es viable, que mas pronto o mas tarde le pasará factura.
Observen sus necesidades inmediatas, inmediatas, y no den tiempo -lo que el hombre llama tiempo-, no den tiempo, ¡háganlo! Cualquier idea, cualquier sentir, cuando el hombre lo siente es porque está preparado para darle cauce ya, es el momento ya. Siempre, siempre, el hombre ha debido vivir el presente y nunca lo ha vivido. Siempre se ha detenido o ha replicado en un pasado. Y así el hombre no puede avanzar, la raza humana no puede avanzar. La relación con los demás seres y con la naturaleza no es armónica. Al no ser armónica no es viable.
Ya no dan tiempo, es pensado y hecho, es sentido y ejecutado. Sin detenerse en el ayer, sin prorrogarlo al mañana, es el cambio.
Cuando algo dejen de hacer, aunque les parezca sencillo, simple, están replicando en el pasado. El hombre no debe tener la sensación de dejar algo para el mañana, es un nuevo amanecer y será un constante nuevo amanecer, siempre. No se preocupen por cambiar de opinión, por cambiar de idea, por cambiar de forma de pensar, si automáticamente va seguido de un hacer.
Tiene, el hombre, el deber de plasmar, hacer concreto en este planeta, sus ideas. Y no mañana, no la semana ni el mes ni el año que viene. Es ya. Primero la idea se siente, sí, la idea, el ideal se siente; el corazón es el primero que debe sentir si es o no viable la idea. ¿Cómo saber si es viable la idea? Por el regocijo que pueda sentir o no el corazón. Cuando una idea hace palpitar el corazón, automáticamente deben de llevarla a la mente para que la mente ejecute, sí, porque la mente es muy buena cuando se la pone en el lugar que le corresponde, ella no puede decir si es bueno o es malo, si es viable o no, es el corazón quien da permiso. Cuando el corazón da permiso a la idea, la lleva a la mente y la mente, como mente concreta, concretiza, para eso sirve la mente, para concretizar una idea, para concretizar un sentir, no para dar a esas ideas vueltas y vueltas y más vueltas, y no llevarlas a cabo nunca.
Todo, ya lo saben, es energía, todo. Cualquier pensamiento emite una energía, cualquier sentimiento emite una energía, cualquier acción emite una energía, ¿qué ocurre con toda esa energía del pensamiento que no se lleva a cabo? Se entrelazan unas con otras y entra esa obsesión en donde el hombre sucumbe, se obsesiona con algo que jamás llevó a cabo aunque crea que sí, ¿dónde está, dónde lo has plasmado? Te has confundido, aún lo llevas en tu cabeza, en tu pensamiento, pero ¿lo has plasmado, le has dado forma, lo has concretizado, has empleado tus manos para dar forma a esa idea? Observa y verás que no, que a la edad que cada uno de ustedes tiene pueden contarse con sus manos las ideas que han tenido y las que han concretizado. Dentro de esa energía que mandan al universo, una energía viciada, una energía oscura, entrelazadas unas con otras, es un caos, y eso no sale del planeta, no le dejan salir del planeta, retorna a cada ser multiplicado con las mismas ideas de otros seres que actúan idénticamente igual, con lo cual el hombre es un caos.
Hasta incluso cuando se les da tanta información es dañino para cada uno de ustedes si no la llevan a cabo y le dan forma en su hacer cotidiano.
Que salga toda esa energía para que a ustedes les quede espacio para nuevas ideas, para que a otros seres, cuando les lleguen sus ideas, sean capaces de dar cumplimiento y concretizar otras.
Todo se entrelaza, no lo olviden, cualquier relación, aunque no se conozcan, el ser, por ser un ser pensante, por ser un ser inteligente, emite involuntariamente un sonido y ese sonido, en un conjunto, crea armonía o desarmonía. Actualmente en la tierra, una total desarmonía, de ahí que la tierra necesita un nuevo impulso y se lo esta tomando por si misma, porque es tiempo de nuevos pensamientos, de nuevos resurgimientos.
El hombre sólo se pondrá en sintonía con el planeta cuando actué en base a su forma de sentir y no le de fuerza a su mente hasta que el corazón le mande, le de un mandato, para que concretice el hecho, la idea. No hay mas formas, en el tiempo actual, de actuar. Es regirse por el sentir, por aquello que siente el corazón. Por lo regocijante, por lo alegre, por lo tranquilo o en paz que se sienta, se puede uno dar cuenta si su idea va a ser viable. Cuando el corazón no se mueve, cuando realmente ni se siente, no hace falta que pierdan el tiempo en mandarle una orden a la mente, esta no sabrá como ejecutarla. Pero cuando algo siente el corazón, cuando hay un movimiento, una alegría, automáticamente dense tiempo, dense tiempo para darle forma a través de su mente y que ésta les diga cómo, cuándo, dónde… y plasmarlo. Las ideas se han de plasmar, ya no pueden quedarse en el interior del hombre, deben plasmarse. Y no se queden con las ideas del pasado, no le den tregua a la mente, lo de hoy es hoy, ahora, ya.
En todos los ámbitos de su vida mas cotidiana, con cualquier pensamiento, actúen ya, no lo dejen pasar. Dejar pasar un pensamiento es dejar de hacerlo, dejar de hacerlo es estancar toda la energía y producir un agobio a la humanidad, a la humanidad, no a la tierra, a la humanidad. La humanidad esta agobiada, no sabe por dónde, y cada vez pierde más su sentido. Nuestro deber es ayudar a esa humanidad aunque nadie sepa que está ayudando, aunque nadie se entere, pero uno sabe que su forma de pensar puede perjudicar, por tanto todo aquello que piensa es correcto y todo aquello que piensa lo plasma y da muestras de esa corrección, de ese hacer.
No se detengan en las ideas, háganlas para que todo entre dentro de este gran juego, de este circo, sí, circo. Cada cual debe hacer y no esperar a que otros hagan, cada cual debe dar y no esperar a recibir, con ideas nuevas, con sentires nuevos, para que realmente esta humanidad pueda entrar, se le deje entrar en este nuevo renacer del planeta.
Es una energía totalmente nueva que el hombre tiene que adecuarse a ella, no lo olviden. Tienen que adecuarse cada uno de ustedes y no lo van a poder hacer si no es dando cauce a este sentir, dando testimonio de esa gran obra que es el hombre. El hombre, el ser de humanidad, se cree pequeñito, hasta ese que cree ser un “Don”, ante el universo se siente pequeño e inútil, y no sabe que dentro del universo el ser humano es la energía mas divina que existe, y el hombre tiene que ser consecuente de coger su medida justa para integrarse dentro de esa divinidad, su justa medida, ni mas ni menos.
Ya no le sirve el “Don”, pero sí sabe quien es, y sabiendo quien es replica con la misma perfección que replica todo el universo.
Amén.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces siento como si no fuera yo quien viviera mi vida sino una extraña que se empeña en llevarme por caminos que me alejan de mi. Cada decisión, cada paso ¿cómo saber si estoy haciendo lo correcto? un futuro se deshace entre la nada de lo no sido ¿qué caso tiene pensar en lo que no fue? Sólo tengo este presente elegido, este minuto en fuga

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