29 marzo 2009

La entrega


Sientan el lugar que cada cual ocupa en la sala.

Visualizándose, vayan alejándose cada vez más, despersonalizándose cada vez más. Sean capaces de no ubicarse en ningún lugar, sabiéndose que son sostenidos por ustedes mismos con la confianza y la fe de ser servidores.

Traten de sentirse entregados allá donde estén. La entrega es en sí una energía que el hombre debe conocer, manejarla como otras tantas, pero en estos momentos es necesaria la entrega hacia lo que cada uno de ustedes sienta que debe fundirse, una entrega total.

La semana anterior se hacía hincapié en que el hombre debe de retomar su parte interna y dejar que este caparazón -el cuerpo- no la limite, conocerse en realidad quien es. Insistíamos en que el ser humano se había atrapado con todas las golosinas –entre comillas- que él mismo ha puesto para entretenerse, pero tanto se entretuvo y se entretiene que perdió su identidad. Ese fue, en resumen, el encuentro anterior.

No es que el hombre deba rechazar, aunque en un inicio sí que debe rechazar todo aquello que lo entretiene, pero no se trata de un rechazo, de un corte, de una negación, sino más bien de un apartado para poder ver sin esas necesidades que el cuerpo le demanda, poder ver más allá, lo auténtico que cada cual llevamos y después unificar en armonía la parte interna y la externa. Pero en este momento, cuando se les propone “rechácenlo, apártenlo”, no se refiere a que el hombre tenga que fustigar su cuerpo, al contrario, es su templo, es para venerar ese cuerpo pero con la sabiduría de que esa veneración no lo va a atrapar, al contrario, va a romper todos los limites para poder salir a la luz el ser que el hombre lleva en su interior.

Pero hoy el hombre no se comporta de esa forma. Está rindiendo culto meramente a la parte exterior, a la belleza –entre comillas-, belleza impuesta también por las necesidades –se podría llamar- del momento que convienen a unos cuantos. Y ahí el ser humano se está atrapando y sólo percibe lo que ve, se obsesiona en lo que ve y cada vez le demanda mas y mas, cada vez necesita rendir más culto a ese cuerpo, de ahí que les aconsejábamos y les aconsejamos que rechacen esa parte de egolatría que están rindiéndose a sí mismos, que vayan a lo más profundo, que se despersonalicen para llegar a sentir quiénes son y darse cuenta que están rindiendo culto a algo falso.

El cuerpo, como tantas veces se les ha dicho, es lo que les da la posibilidad de que su espíritu esté recogiendo experiencias, por eso debemos cuidarlo como a un templo. Pero el templo necesita únicamente limpieza, transparencia, no más; ya no necesita ponerle más atributos. Un templo aireado para que las ideas y pensamientos fluyan, para que las emociones no se estanquen, para que se pueda entrar y salir a voluntad cuando así lo demande el espíritu. Y ya está.

En esa creencia es en la que el hombre debe posicionarse. Desde ahí es donde va a ver la posibilidad de qué hacer y el sentido a tantas y tantas preguntas. Desde ese templo transparente es donde él puede observar y observarse todas las experiencias que las vidas le han ido poniendo para ser quien es, que aun hoy la mayoría no sabe quién es.

Pero si sólo se le mantiene vivo, ese templo nos dará la posibilidad de saber qué estamos haciendo en este preciso momento, en este lugar, a la espera de qué.

Hoy, la mayoría de cosas que escuchamos son palabras, y les insistimos en que dejen de ser palabras para que sientan y vean para qué se les está preparando, para qué ustedes mismos se ha ido preparando vida tras vida. En estos instantes en que la Tierra está, como decíamos el encuentro anterior, todo este tiempo que se les está regalando es para que observen, sientan y vean para qué se estuvieron preparando durante tantas vidas.

De ahí que hacemos hincapié en que deben de apresurar el paso y dejar de escuchar las palabras. Tienen que pasar al siguiente paso, tienen que vivirlas, tienen que saber qué lugar ocupan porque si no saben qué lugar están ocupando, si se les llama –que se les está llamando- no van a escuchar, por tanto no pueden responder.

Si saben el lugar que ocupan, y es más, si saben qué es lo que tienen que hacer la respuesta será inmediata porque verán, y no serán sus imaginaciones ni eso que ustedes llaman coincidencias; podrán ver en todo lo que les rodea la llamada para cada uno de ustedes, la verán, la sentirán y automáticamente estarán preparados para ir, para dar esa respuesta.

Pero si están cultivando todo lo que es exterior, todo lo que no son ustedes, si no saben ni el lugar que ocupan, si no sienten quienes son, porque son ustedes mismos quienes van a percibir el lugar que están ocupando qué lugar es, no se les puede decir con palabras, quedaría en palabras; deben de sentir una vez alejados y despersonalizados del lugar que ocupan cada uno de ustedes, deben de percibir cual es su lugar, deben de sentir para qué se les está preparando y para qué se prepararon ustedes. Y deben de dar la respuesta.

No se les dice que se les va a llamar, se está llamando a toda la humanidad constantemente de un tiempo cercano aquí, constantemente, por muchos medios que ustedes llaman externos, e internos. Se les está llamando de mil formas y maneras y pocos de ustedes escuchan. Todo lo personalizan, todo lo que escuchan creen que es únicamente para ustedes. Es –recuérdenlo- para el ser de humanidad, para todos los seres humanos. La única diferencia que puede haber es que unos escuchan y otros no, que unos hacen y otros no, pero a todos los seres humanos se les está llamando.

Aquellos que escuchan van sintiendo esa llamada y reubicándose en el lugar preciso para cada ser. Aquellos que no escuchan no es que se les deje, no, nunca se les deja, sencillamente no oyen. Habrá un instante que a través del propio hombre, a través de lo que observe quizás, quizás, ahí tengan ese resplandor que los haga reaccionar, pero jamás se deja de llamar al hombre. Por eso se les dice muchas veces: “estén alertas, ya saben que la casualidad no existe, ya saben que todos los seres humanos son elegidos para terminar este ciclo, todos”. Todos se deben de ver en el mismo espacio, con las mismas posibilidades, porque todos tienen las mismas necesidades. Lo que ocurre –volvemos a repetir- es que unos están alertas sintiendo esa llamada y otros todavía no.

No se les puede decir nada más. Llegará un momento en que ustedes mismos ya no necesiten de más palabras. En cada estado de ánimo de cada ser humano, de cada grupo de humanidad, se hace hincapié con unos ejemplos u otros, pero realmente todo está en su interior. Se les recuerda, quizás, se intenta que tengan seguridad en ustedes mismos, que no crean en las casualidades, que no crean que están solos. Se les intenta dirigir hacia dónde ir de mil formas, hasta dar con la que cada uno necesite, pero nada nuevo se les puede decir porque eso nuevo, eso novedoso lo tienen que vivir ustedes, experimentar ustedes, y eso sólo puede ocurrir cuando den un paso hacia adelante, cuando se posicionen en ese punto interno que cada cual tiene y solo den culto a esa parte interna, cuando se den cuenta que lo de fuera no importa, ninguna importancia tiene; lo que vale, lo que interesa es lo que ustedes llevan en su interior, de ahí que decimos: “no juzguen, nadie sabe qué es lo que cada cual lleva en su interior”.

Eso es lo que deben hacer brotar, eso es lo que deben encontrar en su interior y cuando encuentren, cuando lo encuentren, ya sabrán qué posición ocupan, qué es lo que se espera de cada uno de ustedes. Porque cada ser de humanidad está en este momento por algo en el planeta, cada uno de ustedes puede dar algo y sólo lo puede dar uno, que en su conjunto crea armonía para este tiempo, que en su conjunto toma la gran fuerza para hacer que el cambio pueda ocurrir dentro de una armonía.

Pero se tienen que despersonalizar, se tienen que alejar mucho de sus personalidades, de sus cuerpos externos, deben ver a la Tierra desde lejos y a ustedes desde lejos. Cuanto más se acerquen a ese cuerpo con las necesidades que hoy ustedes mismos le han impuesto, éste les pedirá mas y mas, mas placer, pero ese placer es momentáneo, no se rindan a ese placer del cuerpo. El cuerpo -repetimos hasta la saciedad- es su templo pero también es su trampa, y hoy el hombre lo está viviendo como tal y este cuerpo lo está encarcelando. Deben romper esos límites, deben ir directos hacia romper con todo lo que de placer -con mayúsculas- a ese cuerpo, y entiendan que no se trata de fustigar al hombre, se trata de que el ser coja y unifique esa armonía en su interior y en su exterior.

Decíamos que el hombre, cada cual, lleva su ritmo. La Tierra misma lleva su propio ritmo, pero a la vez que ella lo acelera el hombre también lo debe de hacer, y es más, en la medida que acelere esa inercia que tiene le será mucho más fácil identificarse, identificarse, no personalizarse. Hasta no hace mucho el hombre tenía la misma vibración que la Tierra, pero la lentitud que hoy tiene el hombre, la Tierra ya no la tiene.

Deben de reflexionar, como les pedíamos el día anterior, con lo que el hombre necesita como pura necesidad. Si ya lo han identificado obsérven en qué lugar se han posicionado. Si no han identificado todavía qué es lo que el hombre necesita, ahí ya cada cual debe de tener un dato de lo rápido o lento que va, y volvemos a repetir, deben de apresurarse, deben de saber como ser humano, como parte de la raza humana, qué es lo que el hombre necesita.

Hasta que no identifiquen qué es lo que el hombre necesita van a estar vagando por todo lo que sus cuerpos les demandan, que no son las necesidades autenticas. Mientras estén divagando por todo lo que creen necesitar es energía que pierden, y esa energía que pierden es necesaria para que ustedes mismos sepan quienes son. Hoy se trata únicamente de eso, por eso les decimos que se apresuren, se trata de que identifiquen sus propias necesidades, las necesidades del ser humano, se trata de que sepan ya cuáles son superficiales y cuáles necesarias para la vida, se trata de que cuando el hombre identifique quién es ya no necesitará escuchar las palabras, será realmente una palabra viva, un ser que vive la vida.

En estos momentos hay seres que realmente han dado un paso, un paso importante. Hay seres que no necesitan de otros para poder percibir, para poder escuchar, que no necesitan de otros y se ponen, como es necesario, para servir, pero ya no solo con su intención sino con su conciencia despierta.

Se les dice muchas veces: “traten de ser sus propios mensajeros, traten de ser ustedes quienes escuchen, traten de ser quienes sientan”. En la medida en que cada uno no dependa del otro se sentirán con más seguridad en ustedes mismos, y es tiempo de que se sientan con esa confianza. Son seres de luz, tienen que sentirse como tales. Pero deben de acelerar sus pasos y sutilizarse.

Una cosa necesaria es que se unan para un propósito y otra es que necesiten de esa unión. Es distinto, muy distinto. Cada uno debe de saber quién es, el lugar que ocupa y qué hace aquí, para cuando se le llame. Pueden creerlo, pueden creer en lo que escuchan, pero siempre lo escucharán de fuera, y tienen que apresurarse para ser ustedes mismos quienes perciban y escuchen y ahí, con esa fuerza, se aúnen a otros seres que están en el mismo punto evolutivo que ustedes.

No se dispongan únicamente a que alguien les hable. No se dispongan únicamente, aun creyendo en ese ser, a que alguien les dirija. Sean ustedes mismos, y entiéndanlo todo con mayúsculas -recuerden el inicio de la oración-, despersonalícense, aléjense sintiendo el lugar que ocupan pero aléjense, aléjense de sus personalidades que son las que no les dejan entender o malentienden lo que escuchan, aléjense hasta ser únicamente vibración, sin personalidad pero sí con identidad, porque así, por lo menos, cuando escuchen no lo malentenderán, pero traten de ser ustedes mismos quienes tengan las respuestas por una escucha interior.

Deben de ser sus propios canales y hacer de canales para otros. No tienen límites, y menos en el día de hoy. El ser nunca ha tenido limites y en los tiempos actuales todo se les es dado, sólo tienen que ir hacia ello con esa pureza de corazón, no más. Tienen que ir a por ello y ser realmente esos haces de luz allá donde estén, para todo, para todos.

Que así sea.

22 marzo 2009

Momentos inciertos

Todo lo que están escuchando a lo largo de los encuentros deben tomarlo como un aprendizaje para el ser humano, para ustedes y para todos los seres humanos.

No se les intenta dirigir para apartarles de sus pensamientos o personalidades, se intenta recuperar al ser que el hombre lleva dentro, en su interior. En la medida que sientan que se les puede recuperar, en esa medida es que se sienten o se tienen que sentir identificados.

Tampoco se pretende introducir en ustedes algo que no puedan asumir ni asimilar. Bien es cierto que todo lo que escuchan, en un principio les puede venir un poco grande, pero dentro de esa apertura que se les pide, de esa actitud de servicio, poco a poco se irá introduciendo en su interior sin esfuerzos.

Eso es lo que se pretende, ni asustarles ni apartarles de sus formas de hacer. Son ustedes mismos los que, sintiéndose identificados con lo que escuchan, deben ser quienes se aparten o no de la vida que llevan.

No es fácil -ya les decíamos en un inicio- dejar de pensar y, por tanto, dejar de actuar después de estar toda la vida reaccionando y actuando de una misma forma con conceptos dados por otras generaciones. Poco a poco, sin darnos cuenta, hemos ido perdiendo nuestra identidad.

El ser humano no se da cuenta, cree que su personalidad es su identidad, pero si observa, la personalidad está totalmente coloreada de lo que se lleva –entre comillas-, de lo que la sociedad demanda, y en base a esa demanda ustedes reaccionan y dicen que son así, que es su propia personalidad y esa no la quieren cambiar.

Como les decíamos en un inicio, tienen las palabras totalmente cambiadas. Tienen que aprender a usarlas y lo que éstas quieren decir.

Identidad no es personalidad, lo que aquí tratamos que ustedes recuperen es su propia identidad como seres humanos. La personalidad es algo externo y a la mueven los vientos según soplan, no estén orgullosos de ella.

Viven totalmente ajenos a la vida. Entiendan las palabras: viven totalmente ajenos a la vida, creen que lo que viven es la vida, y lo que ustedes están viviendo bajo sus personalidades no es la vida. Ésta es la que queremos recuperar con ustedes y con todo aquel ser humano que se identifique con lo que escucha.

No pueden estar satisfechos con su vida, no pueden, y si se adentra cada cual en sí mismo verá que todo en sí hace aguas, se desmorona, ningún ser humano está satisfecho con su vida, ni tan siquiera contento con ella. Y es lógico y normal, porque la vida que hoy viven no es la auténtica vida. Tanto se ha desidentificado el hombre, tanto ha salido fuera de sí, a su personalidad, que está viviendo sólo una parte externa que es evidente y que él la ha hecho su única vida. Y lo que tratamos de que el hombre recupere es la auténtica. A la que vive hoy el planeta bien se le podría llamar una muerte en vida.

Y ahí queremos que reflexionen internamente cada cual: ¿cómo ven su futuro inmediato, el futuro inmediato de la raza humana? Despersonalícense, ¿cómo ven el futuro inmediato de la raza humana?, ¿cómo -según sus sentires- podría estar actuando el hombre?, ¿qué sobra según ustedes?, ¿qué falta según ustedes?

A lo largo de estos días tienen que hacer hincapié en esta reflexión: ¿qué futuro ven para la raza humana, para el hombre? Ahí es donde nos atrevemos a decir que escuchen las palabras sin ningún concepto en su mente, solo escúchenlas, porque nosotros, seres que están por encima de ustedes en el nivel evolutivo, sí vemos ese futuro inmediato de la Tierra y, realmente, si se hace tanto hincapié en los grupos es porque parte de la raza humana sí puede dar ese salto evolutivo necesario para que la raza continúe, para que el hombre continúe.

Y es ahí donde queremos que se sientan tranquilos, seguros no de seguridades físicas sino de seguridad interna de que la equivocación no cabe en ustedes siendo que se mueven por ese sentir, por esa sensación o sensaciones; éstas les dirigirán por el camino correcto en el momento oportuno. Pero sí que al ver ese futuro incierto para el planeta, para la raza, nos es dado decirles que deben de apresurar, ¡apresurar!, ese paso dentro de lo que cada uno de ustedes conozca como su ritmo, no que todos apresuren a un mismo ritmo, pero dentro del que cada cual tenga, apresúrenlo.

Se les dice que lo apresuren porque como bien les hemos dicho es un futuro inmediato, no estamos hablando de tiempo, es inmediato. Por tanto, ustedes deben reflexionar qué necesita esta raza, qué necesitan cada uno de ustedes, despersonalizándose.

Entiendan bien. Yo, como ser humano, puedo necesitar algo, pero como raza humana, ¿qué necesito? Ahí es donde quiero que vean esa diferencia, despersonalizándose lo más posible para que el cambio sea a través de cada uno de ustedes pero vaya más allá, que salpique a más seres humanos ya que muchos de ellos están dormidos. Si solo observo o reflexiono en lo que yo necesito, lo acotaré tanto que quizás me pierda en esa personalidad, pero si lo miro como un ser de humanidad ya doy la posibilidad de que con ese paso hacia delante puedan más seres humanos dar el mismo paso.

Estén al tanto sin llegar a esa obsesión, por supuesto, desde su interior sin verse –volvemos a insistir- como un ser individualista pero sí mirar en ese interior para reconocer como raza humana qué es necesario: pues yo necesito comer para sustentar el cuerpo, necesito dormir para relajar cuerpo y mente, necesito relacionarme porque soy un ser que abarca universos, necesito la naturaleza porque ésta me nutre, y así constantemente, qué necesita –con palabras mayúsculas- este ser humano.

Y qué estamos dando o dándonos: yo necesito un perfume, yo necesito un ropaje, yo necesito… Así, todo lo que el hombre necesita actualmente, en su inmensa mayoría, es externo. Nutre… ¿qué nutre?; alimenta… ¿qué alimenta?

En base a esas prioridades, ¿qué prioridades está cogiendo ahora el hombre? Háganse todas estas preguntas y apuesten, apuesten por lo que están viviendo, por lo que deberían vivir, por lo que están dando, por lo que deberían dar, en base siempre –recuérdenlo- a que el tiempo a partir de ya es un regalo, están fuera de tiempo, ¡fuera de tiempo!, todo lo que viene, todo, es un regalo.

Y deben de estar observando todo lo que ocurre en su exterior, todo, aquellas noticias lejanas o cercanas. Interiorícenlo y vean, sientan y perciban por qué el hombre está dando esas respuestas, por qué el hombre, ese ser de divinidad, ese haz de luz, ha llegado a esa degradación, por qué ha llegado a vivir únicamente su parte externa y por qué después de tener todo a su alcance -escuchen bien, todo, hoy el hombre tiene todo a su alcance, todo, lo posible y lo imposible-, por qué se decanta únicamente en vivir su parte externa, la parte que decimos que es muerte en vida. Porque realmente esa parte es la que ustedes entierran, es la que ustedes entierran y la están alimentando como si fuese la única, por tanto la están viviendo como la única y la vida a la cual el hombre pertenece, a la cual nos estamos refiriendo, no puede lógicamente darles una satisfacción porque no saben ni que existe.

Ustedes no alimentan la autentica vida, están por las formas, por las modas, por lo que conviene, tanto que han perdido su propia identidad. Y esa es la que han de recuperar rápidamente, ¡ya! Tienen que recuperar lo que realmente son, lo auténtico que lleva el hombre, lo demás no es auténtico, recuérdenlo, visualícenlo si quieren, los cementerios están llenos de sus cuerpos, de los cuerpos de los seres humanos.

Cuerpos es como cuando dejan un coche porque éste se ha estropeado. Ustedes bajan del coche y compran otro pero el coche está en un cementerio de coches. Sus cuerpos terminan en la tierra alimentado a esta, pero no son ustedes, ¿por qué, pues, alimentar como si fuese lo único hasta tal punto de hacerles olvidar que su identidad va mas allá, que tienen ese espíritu que es lo auténtico, que tienen esa alma? Y eso lo han de recuperar ustedes con el apoyo y la creencia que no están solos, que muchos ya han dado ese paso y que por tanto se espera que cada uno de ustedes lo de.

Pero ya no hay tiempo, están por encima de él, les están regalando el tiempo. Aprovéchenlo y hagan los cambios necesarios para realmente sintonizar con la vida autentica, para sintonizar con sus identidades. Y dejen las personalidades, ustedes no son así, ninguno de ustedes es lo que muestra, olvídense de su personalidad, no la tienen, olvídense de ella porque ésta les está cegando tanto que pueden pasar desapercibidos y no es momento de pasar desapercibidos. Ustedes deben sentir que hay seres que ya han dado ese paso y ustedes deben de sentir que se les está esperando; pero deben sentirlo ustedes, y para sentirlo deben olvidarse de su personalidad.

Podríamos decirles que si se aferran a sus identidades es cuando se les podrá dirigir y ustedes podrán ver con los ojos internos, escuchar esas palabras internas, podrán relacionarse con seres que están a nivel vibracional sólo un poco por encima de ustedes, y verán lo que es la auténtica vida.

Hoy lo escuchan. La semana anterior se les decía: dejen la mente a un lado para en su momento retomar. Hoy se les dice: olvídense de su personalidad, ésta no la dejen a un lado, olvídense de ella porque ésta, lo único que les llevará será a una ceguera, no verán lo que va a ocurrir, por tanto no tendrán tiempo de reaccionar.

Por favor, ¡escuchen!, ¡sientan!, es algo inmediato. Deben de reaccionar sintiendo esa parte que todos tienen en su interior, esa sí es la verdadera identidad.

Sientan qué necesitan, no para ser felices sino para ir hacia la autentica vida.

Amen.

15 marzo 2009

Sintonía de amor

Todo lo que existe, todo, se cohesiona con una sintonía.

Esa sintonía es la que cada cual debe percibir, escuchar, y eso depende de la frecuencia con la cual vibre, pero todo, todo está unido dentro de esa frecuencia de amor, los mundos, los universos, los seres, y de nuevo volvemos a los grupos, esos grupos que se van formando dada la frecuencia de vibración que cada cual tiene.

Esa frecuencia el hombre común la detecta por simpatías, coincidencias, y van formando grupos con lo que ellos llaman de simpatía, con lo que ellos denominan coincidencias, “coincido por mi forma de pensar, sentir, mis necesidades son las mismas…”, y así van creándose grupos. Y toda la humanidad y todas las humanidades forman grandes grupos.

Ahora bien, como todo lo existente hay una verdad, hay una sintonía, hay un Creador, y es hacia esa unidad que esos grupos deben marchar y esa es la evolución del ser de humanidad, del hombre. El hombre va evolucionando para llegar a fusionarse con esa Creación, con esa sintonía.

Cierto es que en el camino hacia la evolución, esos grupos se dispersan. Unos, en base a esa frecuencia vibratoria van más directos hacia esa sintonía universal, hacia esa sintonía de amor, y otros se pierden por el camino con sus pequeñas sintonías, con sus pequeñas individualidades.

Pero todo llega un momento que vuelve a coincidir para transmutar ese tiempo de evolución. Cuando el planeta que los acoge ya está preparado para recoger a otros seres de humanidad con otra vibración, automáticamente se unen para escuchar una única sintonía, y de ahí que ya la humanidad da el salto evolutivo con lo que existe, con los seres que habitan el planeta, porque después, cuando ya el planeta haya unificado esa nueva vibración y haya interiorizado ese nuevo estado de conciencia, los seres que nazcan en él, lógicamente, ya traerán esa nueva forma, esa nueva vida, ese estar de perfección que ahora se exige al hombre.

Pero mientras se trabaja con lo que hay, mientras se trata de dirigir a los seres que habitan el planeta, lógicamente este se debe adecuar a esa nueva vibración en base a esa sintonía de amor. Y ustedes dirán: “¿qué quiere decir?, ¿qué me está queriendo decir?, palabras sencillas para que yo las entienda”.

Cuando el hombre se deja llevar por las sensaciones, cuando el ser humano acalla su mente, cuando no la alimenta y únicamente se deja guiar por sus sensaciones, estas mismas sensaciones son las que lo llevan, las que lo dirigen hacia esa sintonía universal. O sea, que para vibrar dentro de esa necesidad de entonación de amor, el hombre se debe dejar guiar por sus propias sensaciones sin acallarlas, sin razonarlas, sin darles ninguna forma con su mente, sencillamente dejarse llevar a donde le lleven.

Cuando esté, cuando se haya atrevido a dejarse llevar y esté en ese lugar escuchando, sintiendo, percibiendo, esa nueva vibración ya le dirá cómo darle forma. Pero si trata de darle forma antes de llegar, lo hará a través de su mente ésta le llevará hacia otras frecuencias vibratorias y no a la sintonía hacia donde el alma debe de ir. O sea, cuando el hombre se deja llevar -como es en la actualidad- por sus pensamientos, por su mente, se aleja de la frecuencia que le va a llevar a sentir esa sintonía de universo.

De ahí que les aconsejamos que no traten ya de actuar en base a lo que sus pensamientos les mandan, en base a lo que les dicen o les hacen ver que es o no correcto para ustedes. No se les está diciendo que se dejen guiar por otros seres humanos, escúchenlo bien, sólo se les dice que no se dejen guiar por sus pensamientos, los suyos, pero sí que se dejen guiar por sus sensaciones, que es lo que les va a aproximar hacia la verdad única, hacia esa sintonía de amor.

Hasta ahora el hombre ha hecho y generado en base a sus pensamientos, les ha dado forma y los ha llevado a cabo y así ha existido hasta hoy. Ahora se les dice: su mente no está en sus pensamientos, o sus pensamientos no están en su mente -como ustedes quieran-, ahora está en sus sensaciones, no en sus sentires, en sus sensaciones, y éstas pueden venir a través de un sentir pero también pueden venir sencillamente a través de nada, pero hagan grande esta palabra, elévenla, nada, o sea, del propio vacío.

Las sensaciones pueden venir de fuera, pueden venir de dentro, de arriba, de abajo, y estas son las que más se están adecuando a esta nueva forma de vibrar la Tierra. La Tierra emite una vibración y el hombre, a través de todos sus sentidos, capta esa vibración en forma de sensaciones: sensación de alegría, sensación de tristeza, sensación sin palabras, no hay palabras para poder expresar esas sensaciones que vienen, que ya no son físicas de frio o calor, de amor o de desamor, son sensaciones que se le escapan al hombre porque está sintiendo la vibración del planeta, está sintiendo el palpitar y la sintonía del planeta, o lo que es lo mismo, ya que el planeta se está adecuando a la sintonía universal, él está sintiendo a través de su planeta esa sintonía de universo.

Y es hacia ahí, hacia esa sensación, que él debe marchar. Pero lógicamente ahí tienen que ser muy sutiles, decimos marchar, o sea, que es avanzar, que es continuar, pero no estamos diciendo “den forma a esa sensación y vayan por ella”, no. Si tratan de darle forma lo harán de momento a través del pensamiento y este lo queremos apartar, no anular, apartar, de momento, sencillamente dejarlo apartado.

Le ha costado muchísimo al hombre confiar en esa parte que no sabe, en esa parte que no se ve, en eso que no se toca, muchísimo, y ha querido darle nombre, forma, y no ha podido ni podrá, pero sí debe dejarse guiar sencillamente por sus sensaciones. Si tiene la necesidad de correr que corra pero que no se ponga meta ni diga hacia dónde va, que corra; si tiene la necesidad de salir que salga, pero que tampoco estructure hacia dónde.

Dense el permiso de asombrarse, dejen que les guíen. A través de la mente no se les puede guiar, porque los conceptos de sus mentes no tienen la vibración adecuada para que seres elevados puedan transmitirles nada, nada de lo que hoy les puede servir. Sería más de lo que ustedes tienen y lo que ustedes tienen no sirve. De la única forma que se pueden acercar hacia esos seres humanos, hacia ustedes, es a través de sus sensaciones, ahí sí que hemos visto una puerta abierta por la cual se les puede dirigir, orientar, inspirar. Pero si esas sensaciones ustedes las acallan queriendo razonarlas, queriendo darles forma, no estamos más que en un umbral sin poder penetrar en él, sin poder tener acceso a ustedes ni ustedes hacia seres más elevados.

Para eso, para todas las nuevas formas de hacer, se necesita confianza, se necesita fe, se necesita sentirse tranquilos. Si algo les perturba, lógicamente no podrá el hombre con esa perturbación abrirse a nuevas formas y quedará en lo que está, en lo que hoy quizás aun le sirva o quizás no, pero se quedará en lo que está, no percibirá por dónde caminar o hacia dónde dirigirse.

No es sencillo dejarse guiar cuando están tan acostumbrados a hacer en base a sus propios pensamientos. Pero no se les dice que se dejen guiar a fe ciega con algo que les sobrepase, solo se les dice que en su interior está naciendo un mar de sensaciones y se les pide que vayan hacia ellas. No traten tampoco de reconocerlas porque en un comienzo no van a poder reconocerlas, déjense guiar y dense, dense el permiso de estar tranquilos, de no plantearse si sus cuerpos enferman, si sus mentes se atrofian, si van en contra de lo que piensan, ¡ojalá se atreviesen a ir en contra de lo que sus propios pensamientos les dirigen, ojalá que sus sensaciones fueran opuestas a sus pensamientos y se diesen el permiso de ir hacia esas sensaciones, a apostar en base a sus palabras, apostar todo en base a lo que la persona siente!

Hacia ahí es hacia donde deben dirigirse, hacia ahí. El tiempo que ustedes necesiten, con la rapidez o lentitud que ustedes necesiten, pero sepan que es hacia ahí hacia donde deben dirigir sus pasos. El tiempo que les cueste también deben marcarlo ustedes. Habrá seres que vayan por delante y los habrá que vayan por atrás, y en el camino se unirán o no con otros seres, pero no importa, cada cual lleva su ritmo, cada cual con sus propios pasos, pero sí que los pasos estén dirigidos para escuchar esa sintonía de universo.

En estos tiempos revueltos habrá lógicamente grupos que tirarán de otros y siempre, siempre habrá seres que se sientan más fuertes. Tampoco debe de importar, no están para basarse en todos los conceptos que conozcan, no importa, todo lo que ustedes conocen no sirve, recuérdenlo, no sirve, por tanto da lo mismo que vean grupos que ustedes hasta ahora han llamado con fuerza, con impulso, con ímpetu. No importa, si cada cual, cada uno de los seres humanos camina única y básicamente con su sentir, con su sensación, ya no importa ni el ritmo, ni la fuerza, ni nada.

Usamos –recuerden- palabras que ustedes conocen, ¿cómo si no podríamos entendernos a la hora de transmitir? Pero todo lo que escuchen lo tienen que filtrar en base a sensaciones, tienen que tragarlo y que esto entre en su interior y de ahí resuene o no, y esa resonancia será lo que en un momento determinado les genere unas sensaciones. Y hacia ellas, hacia ellas.

Recuerden y unifiquen todo lo que están escuchando. Recuerden que hablábamos de seres transfigurados, de seres transmutados, para que escuchen una nueva sintonía.

Con la fuerza del hombre, con sus condiciones mentales, con su -lo que él llama- aplomo en la Tierra, con sus seguridades es difícil que el hombre escuche nada que le pueda servir para esta nueva humanidad, nada.

O sea que todos esos conceptos que hasta hoy tenía, deben de ir cada cual a su ritmo rompiéndolos, soltándolos, atreviéndose a novedades, atreviéndose con la seguridad de que ya no se les puede dejar caer.

Cuando el hombre da un paso hacia el servicio de la propia humanidad, ya tiene un agarre en lugares que ni pueden sospechar, ya no puede caer, atrévanse a dar pasos sin que su mente lo estructure, porque no van a caer, no pueden, eso poco a poco deben entenderlo, ya no puede caer el hombre cuando éste se ha dado hacia un servicio.

Amen.


La transmutacion


Transmutación, transfiguración, son palabras que habrán escuchado, palabras que habrán encasillado en base a la conducta actual de los seres de humanidad. Hoy tenemos que servirnos de estas palabras al igual que tenemos que servirnos de todo el vocabulario que ustedes conocen, pero la intención es que ustedes eleven esas palabras.

En muchos casos, como en estas dos palabras, muchos de ustedes no dan a la palabra el sentido que ésta tiene, pero aunque se lo diesen lo hacen estando la palabra encasillada con los conceptos encasillados de la mente de hombre, o lo que es lo mismo, están atrapando dos palabras que reflejan perfectamente al universo y al hombre, pero que en la medida que el hombre las usó las confinó, las atrapó, las comercializó y las deterioró.

¿Por qué nos relajamos tanto para expresarles el sentido que tienen estas dos palabras?: es necesario que entiendan que el ser humano, incluído el planeta que habita, está pasando por esa transfiguración y esa transmutación, está pasando por ella, por eso es necesario que entiendan perfectamente qué quiere decir y qué conlleva entender la palabra.

Cuando nos referimos a transmutar es lo mismo que decir: hay que convertir a la persona o al hecho en otra cosa siendo la misma. Transmuta, transmutar, soy yo pero a la vez estoy por encima de este concepto humano, de este pensamiento humano, de estas necesidades humanas, he transmutado la materia.

Esa es la definición a la cual se refiere la palabra transmutación. Transmutar la materia valiéndose de ella, estoy en el interior de un cuerpo material, mi espíritu se materializó conformando un cuerpo físico, pero a la vez puedo transmutarlo a voluntad y llegar donde mi cuerpo físico no puede hacerlo por estar atrapado en este planeta concreto y físico por la misma atracción.

Recuerden que les decíamos en varias ocasiones que, en el momento en que la Tierra y el ser humano están no es necesario pasar por la muerte física para alcanzar otros estados de conciencia. Ahí la palabra nos refleja muy bien qué es lo que ella nos quiere decir: estoy transmutando la muerte física con mi cuerpo, con mi materialidad. Se puede perfectamente acoplar a un ser humano o a una situación; en la situación estaríamos igualmente viviendo la misma situación anterior pero la intención y el resultado han transmutado, por tanto el resultado es totalmente distinto antes o después de la transformación.

Se les explica y se les explicará para que no confundan las palabras de las cuales nos debemos servir con las que ustedes tienen aprendidas. Más que las palabras es lo que estas representan, y sobre todo después de saber qué es lo que se quiere decir, elevarla al máximo, o sea, transmutar la palabra.

Parece que a partir de ahora van a ser sencillas porque tienen incorporadas las palabras que vamos a ir usando, pero a la vez complicadas porque ustedes ya se valen de ellas con conceptos equivocados. Cambiar esos conceptos es lo que más va a costar, pero quizás haciéndoles entender en base a sus propias vivencias y experiencias nos resulte más fácil y más cómodo para ustedes. El ejemplo es la figura que están formando. Cuando al hombre se le han dado –y se le han dado muchas veces- herramientas para que transmute ese estado denso para elevar la vibración, para sutilizar la materia para así poder unir y unirse a ese universo que le está esperando, ese es el proceso de todos los seres vivientes, de todos los planetas y de todo lo que existe, ir elevando, elevando y elevando ese nivel vibratorio, ese nivel de conciencia, hasta llegar a lo Supremo.

Pero, ¿qué es lo que ocurre cuando se le ha mostrado al ser humano una herramienta, una forma para que la usen y así les sirva para ese nuevo despertar?: automáticamente, como el hombre está en un planeta denso, en la densidad de su cuerpo y su mente lo atrapa, se apropia de esa idea que se le dio, de ese nuevo concepto que se le dio, de esa herramienta, lo atrapa y comienza a comercializar con ello. Si ha sido una idea se comienza a escribir libros y libros y libros, por ejemplo, se forman entidades, entidades y entidades que pasan por la economía, por el apoderarse del otro, subyugar al otro para resaltar uno, y así ha ido ocurriendo desde que el tiempo es tiempo y el hombre existe en él.

Cada vez que el hombre ha necesitado dar un paso más dentro de la evolución planetaria, se le han dado los conocimientos y herramientas oportunos para llevarlo a cabo, pero lo atrapó. Por eso se dice que el despertar actual no se parece en nada a los anteriores, porque todo lo existente lleva un ritmo y unos plazos. Mientras está dentro del ritmo evolutivo que se contó para él -para la Tierra en este caso- se aceptan todas las intromisiones del hombre, se acepta tanto sin sentido del ser humano, pero cuando ese plazo llega a su culminación ya no se le da más tregua al hombre, ya no se le acepta tanta y tanta equivocación, ya se le ajusta su movimiento y solamente se le deja mover cuando toda la totalidad va a ser en base a ese movimiento, o lo que es lo mismo, se va a beneficiar de ese movimiento.

De ahí que les decimos que el individualismo ya no se permite, ya no es aceptable para la evolución del hombre. Todo tiene que ser pensado y hecho en base a la totalidad, que sea beneficioso para la totalidad, porque esa totalidad y ese beneficio va a ser el que revierta en ese ser individual y lo eleve.

Volvemos a la figura. Hoy se les ha dado a todos los grupos este diamante. Y ya estaban previstas las equivocaciones, estaban previstas las malas interpretaciones. Todo está previsto de antemano y se les regaló porque la pureza de intención es la que lima toda equivocación, y para eso están esos seres que les anteceden, para reorientarles.

Entiendan bien, porque se les pone como ejemplo esta figura del diamante, pero tienen que llevarlo a la vida misma de cada cual, pues es para todo lo que ustedes tocan, todo lo que ustedes piensan, todo lo que ustedes hacen.

Cuando se les dio se les dijo que tenían en sus manos y en sus corazones una herramienta para poder sanar, y se les explicó un poco y se les dijo que se continuaría explicando, pero automáticamente el hombre lo encasilló, ustedes lo encasillaron como han ido haciendo desde que el hombre fue creado, se lo están apropiando. En la medida en que ustedes se lo vayan apropiando y lo vayan acotando y haciendo humano dejará de servir.

Cuando ustedes elevan, sea una situación, una palabra o ustedes mismos –lo cual no es usual porque ustedes todavía no se aprecian como para elevarse, pero sí lo pueden hacer con la palabra, con el verbo, con una situación-, cuando ustedes elevan, elevan el pensamiento, elevan el espíritu, elevan el corazón, elevan el ánimo y lo ponen al alcance de estos servidores y de otros más sutiles, y de ahí que se les puede ayudar. Pero cuando concretizan y concretizan y concretizan la idea o el hecho, llegan a pegarlo tanto a la Tierra que deja de servir porque no tiene suficiente energía, no tiene suficiente vibración, es algo material y hoy la materialidad no nos está sirviendo, de hecho todo lo que se les está ofreciendo es para sutilizar su materialidad, sus cuerpos, su planeta.

Por tanto todo aquello que se les dé tienen que elevarlo. Sí es para el hombre, sí, pero lo tienen que elevar. ¿Cómo pueden elevarlo? Se les va a poner un ejemplo y todos los que necesiten: cuando ustedes comprenden, cuando sus mentes entienden que el proceso de la Tierra, el que está pasando ahora el planeta es –podríamos llamarle- delicado, es un proceso delicado, estamos hablando del planeta, del ser humano que habita en él, ahí están elevando esa energía, ahí están ayudando como se debe ayudar, sin individualismo, sin el egocentrismo, sin el don de importancia, y ahí entra también el hombre que está enfermo, ese ser que ustedes quieren ayudar, esa situación o circunstancia que está en este lugar o en otro, pero no lo están focalizando y no lo están individualizando, no lo están concretizando, lo están elevando, ¿entienden?

Si ustedes con sus figuras, imagínense cada grupo de siete, imagínenselo tal y como lo van escuchando, imagínense el planeta Tierra flotando y ese brillante cubriéndolo en su interior, ese brillante con esos hilos dorados salidos del ser humano, pero es que por encima de estos siete servidores hay otro diamante que cubre a éste y a la Tierra con otros siete servidores, y a la vez estos están siendo protegidos por otros siete. Imagínenselo siete veces, estamos trabajando con el siete y la Tierra y los seres humanos en el centro. Ahí están elevando cualquier situación.

No es que no les haya servido cuando lo hayan hecho con una persona individual, por supuesto que no, pero tienen que habituarse a no acotarlo porque si no se acostumbran. Por hábito el hombre lo hace propio y material y deja de tener servicio aquello que se le dio para su propia evolución, ya lo materializó, dejó de servir.

Si en vez de eso visualizan o imaginan al hombre o esa situación que ustedes quieren apoyar, pero en el interior del planeta, dejen que el planeta lo acoja y engrandézcanlo, pongan como ser vivo a la Tierra. Es necesario, ¿cómo vamos a poder dar a un ser humano, con todo el amor que tengamos, si la Tierra que lo sostiene, lo sustenta, no está?, no podríamos. La Tierra es su cuna, la Tierra es su hogar, tenemos que trabajar con la Tierra en todos sus aspectos.

Recuerden el ejemplo que les hemos puesto, amplíen todo lo que escuchen. La Tierra tiene muchas formas por donde poder ayudar y apoyar. Esta es la forma más sutil y no necesitamos estar en un lugar ni en otro, llevamos nuestra idea e intención a localizarla o focalizarla dentro de esta figura. Pero también hay otras formas de hacerlo, están en ella, están sentados en ella, están viviendo de ella, respirando de ella, alimentándose de ella, tienen que salir, ¡cuántas veces se lo hemos dicho!, salgan a la naturaleza, se están anquilosados en las ciudades y las ciudades están muertas.

Esa transformación, esa transfiguración, esa transmutación es para la Tierra, no para los hogares –entre comillas-, no para las viviendas –entre comillas-, están en la Tierra, sí, pero recuerden, es el hombre quien ha atrapado esa Tierra, ha configurado y dado forma a lo que llama viviendas, hogares, y los ha atrapado. Si el hombre está dentro de ese hogar, de esa torre, está atrapado aun estando dentro de la Tierra.

Por eso deben salir, deben de comulgar con ella sin darle forma, ella ya la tiene y es perfecta. No den forma, no podrían jamás dar una forma tan bella y perfecta, sencillamente respétenla, mantengan esa intención pura de servir a la Tierra porque así servirán al hombre también. Si se mantienen en esa necesidad de querer ayudar al prójimo, de querer ayudar a mi hijo, a mi madre, a mi esposo, están encasillándose, están atrapando algo que es perfecto, en ese afán de ayuda lo están atrapando. Si, en cambio, lo elevan, ustedes se elevan, ese ser se eleva y el planeta recobra su función.

Estamos en los comienzos, es normal que les vaya lo que ustedes llaman un poco grande, es normal que tengan dudas, es normal que se equivoquen. Pero mantengan -que es en realidad lo que ha hecho, hace y hará que sean parte de un Todo- la intención de servicio intacta, porque volver a llamarle pureza, tal y como ustedes entienden las palabras algunos no las reciben bien, vamos a llamarle –hasta que aclaremos la palabra pureza- con la intención, una intención de servir.

Mantengan esa intención de servir al prójimo, al planeta, y no se preocupen porque se equivoquen, no se preocupen, igual que les decíamos no se preocupen de sus cuerpos porque a la vez que ustedes hacen se hace por ustedes, ustedes mismos se están haciendo a la vez que hacen y en cambio no mantienen esa intención en ustedes mismos.

Poco a poco irán asimilando y entendiendo qué se quiere decir porque -volvemos a insistir-, se parte de las mismas palabras que ustedes ya conocen pero dándoles el sentido que realmente tienen o el sentido con el cual fueron creadas.

Amen.

09 marzo 2009

La transfiguracion


En primer lugar atrévanse a no poner límites a sus sensaciones, no las piensen, siéntanlas.

No usen la imaginación, únicamente siéntanse en el lugar que ocupan, vívanse conscientemente el lugar que están ocupando, las figuras que están componiendo.

Ya les venimos tiempo atrás induciendo para que se sientan como seres grupales y dejen atrás el individualismo. Hemos ido ofreciéndoles poco a poco ese camino para que ustedes lo puedan recorrer conscientemente.

El día de hoy para ustedes es especial porque son admitidos como grupo para hacer un trabajo especifico en este planeta. Llevan mucho recorrido, años, internamente ofreciéndose para un servicio, pero como tantas veces les hemos ido haciendo ver que todo tiene un principio, una secuencia y una culminación, hoy es el comienzo como grupo al servicio de la humanidad y del planeta.

Vivan todo lo anterior como su preparación, pues han sido preparados a nivel individual y grupal por libre, y han tenido la suficiente templanza para llegar a esa maduración que se les pueda dirigir e inducir hacia ese servicio que se les irá dando a conocer semana a semana o en cada momento que ustedes se reúnan como grupo. Y vamos a explicarles, para que les quede totalmente claro, lo que a partir de ya deben de hacer.

Hasta ahora sus grupos estaban abiertos. Durante un tiempo que se les irá marcando, indefinido de momento, tienen que trabajar como siete miembros; estamos trabajando con grupos de siete miembros.

Y configuran esta figura geométrica la cual, la miren por dónde la miren, bien si la cogen en tres dimensiones o si sencillamente la observan concreta y físicamente, forma un diamante tallado por seis lados con un vértice en el centro; forman seis pirámides perfectas. El centro podrá ir cambiando a voluntad de ustedes, si así lo quieren, siempre respetando esta figura; es la perfección puesta a la acción del planeta Tierra. En el eje central, en la parte de la cabeza, conectamos con la Divinidad; en la parte de la base del cuerpo, la parte del coxis, penetra formando la misma figura en el interior de la Tierra; y los demás seres están formando las bases de las seis pirámides. Están formando esa figura perfecta para la sanación del planeta y la sanación de los seres que en él habitan.

No importa que uno de ustedes, que dos de ustedes, que tres de ustedes no participen concreta o físicamente en un momento puntual, el espacio será puesto para que continúe formando la figura y la intención de los que estén físicamente irá cubriendo ese espacio vacío, con lo cual los seres ausentes tendrán que estar mentalmente, emocionalmente, espiritualmente reunidos con los seres que concretizan la figura; no hay separación, no existe la separatividad, recuérdenlo, forman un grupo, un grupo de siete que forma esa figura central la cual absorbe una energía del cosmos para sanar la Tierra.

No se ocupen de ustedes. Como les decíamos la semana anterior, de ustedes se ocupan estos servidores. Ocúpense de la tarea que se les encomienda, que se les ofrece, porque esta misma va a ser el elixir que los mime, que los cuide, que los proteja.

Se deben sentir, no únicamente el día que se reúnen formando esta figura. Cuando ustedes a un nivel individual aislado, cada cual en sus haceres, en sus trabajos, sientan la necesidad de ayuda porque el entorno así lo requiera, deben visualizar la figura con los componentes, con la energía de cada uno de ustedes, y depositar aquello que vayan a sanar en el interior del diamante. Obsérvenlo hueco, en esas tres dimensiones, no lo concreticen en la tierra, obsérvenlo como flotando en el espacio, móvil, que pueda ser llevado con el impulso de la necesidad, de sus necesidades, allá donde crean que es necesario, bien sean enfermedades o necesidades del tipo que sea, porque en este tiempo no solo van a necesitar una cura del cuerpo, van a necesitar curas para todo, ese estado de ánimo, ese hecho físico que puede mover a muchos seres, bien sean accidentes, catástrofes, allá donde ustedes sientan que es necesario estar visualícenlo, que es realmente con lo único que van a poder contar.

Se les da, y siéntanlo en lo más profundo, una preciosa herramienta para que ustedes puedan actuar allá donde su físico no pueda llegar, allá donde no sepan que hacer por no entender con la mente o no saber cómo lidiar con ese hecho que está ocurriendo.

No importa que no sepan, los grupos que se están uniendo no tienen por qué entender de medicina, ni de ética, ni de los valores económicos, no tienen por qué entender de nada; se les ha llamado –recuerden- porque sus intenciones son puras, no por lo que saben o creen saber.

Hoy se necesitan seres con intenciones puras y decididos a servir. No se puede inducir a nadie a ser servidor, tiene que nacer de cada ser de humanidad, tienen que sentir la necesidad de servicio, y hasta ahora el hombre ha creído servir cuando sus manos han hecho, cuando sus pies le han llevado a una circunstancia. Ahora se les pide más, visualizando la energía que ustedes generan formando esta figura, elevándola sin depositarla, sin anclarla en ningún lugar, son energías que entre sí se potencian y hacen que esta forma, esta configuración, pueda ser el talismán –llamémosle así-, el talismán sanador en todos los aspectos en el más amplio sentido de la palabra que ustedes tienen para poderlo ofrecer, cuando así lo necesiten, sin decir nada, sin hacer muestras de nada, pero sí se saben, sí se sienten que están formando esa figura de sanación.

En el caso de que uno de ustedes, que dos de ustedes, en el caso que se rompiese este grupo de siete y mermase el número a seis, a cinco, a cuatro, se les tendría que ocupar de distinta forma porque hay muchas formas de servir con esa intención. Hoy están sirviendo con esa porque es lo que sus cuerpos físicos y su energía interna han formado: un diamante perfecto.

Y durante un tiempo no van a recorrerlo con otros seres, será un grupo de siete. Pasado un tiempo, aquel que comprendamos que están ya preparados, podrán abrirlo, pero en un principio déjense guiar únicamente por esos siete. En todos los grupos ha habido momentos de mas expansión, de mas contracción, y hay seres que pueden apoyarles, también se les ira diciendo, pero de momento no, de momento quédense en esos grupos de siete.

Poco a poco, como el hombre necesita y debe saber para potenciar en conciencia lo que está haciendo, se le irá diciendo el por qué, porque es necesario que sepa por qué. Así como vayan asimilando todas las tareas, así como vayan usando esa herramienta que hoy se les regala, que se les ofrenda, así tendrán la oportunidad de poder servir cada vez con más profundidad dentro del plan del universo, del cosmos.

Comenzar con la seguridad de que están sirviendo es tarea de cada uno de ustedes, pero como siempre decimos, si no se miran únicamente ustedes mismos podrán ver y sentir que nunca están solos. Si elevan mínimamente esa energía a través del pensamiento, de las sensaciones, observaran que no están solos, que están trabajando con ustedes para que sus cuerpos, sus mentes y sobre todo su espíritu entre en armonía, pero en la medida en que se pongan a hacer en base a un servicio ese mismo servicio es el que les va a dar el ungüento o el elixir para hacerles sentir cada día mejor.

Muchos de ustedes se sienten vacíos, otros no saben hacia dónde o cómo. Hoy se les dice: llevan tiempo queriendo servir; quizás aún les parezca que les va grande, quizás, pero no trabajen la falsa modestia o la falsa humildad, no les puede ir grande. Nunca, nunca se les deja algo peligroso que les pueda dañar si no están preparados. Cuando se les da es porque ya tienen la suficiente preparación, que es igual que la suficiente suma energética entre todos para poder formar una figura geométrica la cual este imantada para un servicio de sanación en la Tierra.

Y ese es el hacer que tienen a partir de hoy, úsenlo. Como todo, se irán dando cuenta que en la medida que lo usen se van a sentir mejor, mas útiles, van a ver que cada vez se les necesita -entre comillas- mas y mas, y ahí es donde estará su hacer independientemente de a qué se dedique cada cual, de cómo trabaje a nivel de la Tierra cada ser humano.

Basta con la intención de grupo de saber y sentirse, pero tienen que fortalecer los puntos en los que hoy se encuentran. Visualícense en el lugar que están y elévenlo, elévenlo como si flotasen, pero siempre ocuparán el mismo lugar, siempre. Imagínense ahora, en este instante, si algo los elevara como si fueran peonzas pero continuando cada cual en el mismo sitio, ocupando el mismo punto que configura en la figura.

Es necesario para cada uno que se sienta en ese punto porque ahí, en ese mismo punto, está la fuerza que va a tener para mandar, absorber y mandar, recoger y dar energía. No recogerá igual el del centro que el de los lados, pero es necesario que se sientan cada cual como un todo.

El lugar que ocupen no es de más ni de menos valor, ni de más importancia ni de menos, pero sí es importante que se identifiquen con él porque siempre que vayan a trabajar con la figura se tienen que visualizar en su lugar.

Cuando se trate de querer dar aquello que se necesite –como ya hemos dicho-, bien sea para la salud, bien sea para el espíritu, tendrán que llevar al lugar la figura y depositarla allí. No importa que los demás estén sabedores de que se está trabajando, cada cual –recuerden- puede usarlo sin que los demás lo sepan, pero siempre potenciándose, siempre.

Uno no puede servir, dos ya comienzan en ese camino del servicio. Por eso no pueden sentirse como seres individuales, esta figura no tendría vida, no tendría servicio. Recuerden que para que vayan creciendo como grupo no se les pide que rompan con su individualidad, ni mucho menos, pero si con el individualismo, entiéndanlo perfectamente y que no les quepa la menor duda. De hecho se les dice: cada uno de ustedes puede trabajar con este precioso diamante sin que los demás sean conscientes o sabedores. O sea, están individualmente usando lo que saben que sirve porque está formado por un grupo y ustedes forman parte de ese grupo, ¿lo han entendido? No se sientan más importantes ni menos, siéntanse como creadores de una figura, eso sí, pero la figura la componen los siete.

Durante un tiempo, hasta que se observe que está implantado en lo más profundo de cada cual, iremos haciendo hincapié en cuáles son las misiones de los grupos conformados, cuál es la disposición o disponibilidad que como grupo deben tener. Todo eso, poco a poco, se lo iremos mostrando hasta que realmente ya vivan, no escuchen, no crean, sino que vivan lo que es realmente un grupo, un grupo de energía, no un grupo de amigos, un grupo de energía al servicio del planeta y de sus habitantes, al servicio del universo y al servicio de la totalidad.

Pongan en común cuando comiencen a trabajar, cuando se sepan necesarios y hayan vivido una experiencia. Pónganlo en común porque va a ser fundamental para que sus formas concretas, sus cuerpos y sus mentes concretos vayan tomando esa solidez y se vayan afianzando como un trabajo consistente para la humanidad. Eso, por más que estos servidores los arropen, por más que los inspiren no se lo pueden hacer vivir, son ustedes a ustedes mismos los que van a dar forma concreta y física en la medida que trabajen con la figura, y son ustedes mismos los que van a ir afianzándose cada vez más en este trabajo. Por eso se les recomienda que cuando hayan tenido una experiencia en base a esto lo pongan en común, porque así vivirán las experiencias de los demás como propias.

Que así sea.

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