18 agosto 2008

ORACION: El despertar de una nueva humanidad


¿Cómo se sienten cada uno de ustedes? ¿Podrían decir que se sienten distintos? ¿Han notado en sus ideas, en sus emociones, en su cuerpo físico, algún cambio que les haga decirse: “estoy extraño conmigo”?

Recuerden que a lo largo de todo este tiempo les hemos ido induciendo para que se sientan a ustedes mismos, para que noten qué ocurre en su interior, para que nadie ni nada de fuera de ustedes pueda decir o calificar de bueno o malo su estar, que sean ustedes mismos quienes sepan distinguir, diferenciar de un tiempo a otro en qué han cambiado -si han cambiado-.

¿Cómo son sus respuestas ante las circunstancias que la vida les pone? ¿Están satisfechos con esas respuestas?

Nos imaginamos en estos momentos, que cada uno de ustedes se hace estas preguntas y otras muchas para ver en qué momento es adecuada esa respuesta, en qué momento es ese pensamiento correcto, en ese momento, ante esas circunstancias.

A estas alturas, ustedes mismos deben profundizar y llegar a conocerse perfectamente, pero nosotros, como normalmente el hombre se miente, hacemos todas estas preguntas por si a través de ellas se observan a ustedes mismos pillados en alguna necesidad que hasta el momento no habían observado, alguna necesidad de cada cual.

En todas esas preguntas que se les han ido diciendo, su respuesta debería ser para cada una de ellas: perfecta, me conozco, he actuado correctamente, mi forma de pensar es más lúcida o clara, mi forma de expresar es directa, mi forma de hacer es contundente, mi expresión ante los demás es cariñosa, amorosa…, en definitiva, me siento bien conmigo mismo. Esa debería ser la respuesta correcta de cada uno de los seres orantes.

Ya no cabe aquello de la falsa modestia que tanto nos han inculcado. El hombre, para llegar a conocerse, tiene que dejar la modestia en un rincón y el ego en otro, pero sí debe ser osado consigo mismo y profundizar dentro de esa claridad, porque no estamos juzgando a nadie, estamos juzgándonos nosotros mismos a nosotros mismos, y ahí debe de haber claridad, contundencia, osadía para indagar en nuestras propias necesidades, pensamientos, sentimientos, emociones, y no auto engañarnos o auto mentirnos.

Por eso decíamos que a estas alturas las respuestas a cada una de las preguntas debería de ser “perfecto”, que cada uno de ustedes se sintiese a gusto consigo mismo, a gusto, que no quedase pendiente el “podía haberlo hecho mejor”. Eso es lo que el hombre debe de conseguir y no tiene todo el tiempo del mundo. Actualmente el hombre deja para mañana y se auto dice: la próxima vez lo haré mejor. No, es ya, esa respuesta debería -si no lo ha sido- haber sido ya. El hombre debe evaluarse a sí mismo constantemente, pedirse y exigirse la perfección en todo.

Recuerden que cada ser de humanidad, dentro de su independencia e individualidad, tiene formas de pensar individuales y distintas a los demás. No deben exigirse nunca ser igual que los demás, dar la misma respuesta, no, lo que sí deben exigirse es que después de un hecho, después de una respuesta, ustedes se sientan inmejorables, como si hubiesen actuado con la máxima perfección que saben. El hombre tiene que replicar con aquello que sabe, y aquello que sabe es lo autentico para cada uno de los seres de humanidad, autentico. Si es autentico para cada uno es lo perfecto para el momento y para él como ser de humanidad.

Ese es el despertar de la humanidad, no compararse con nada ni con nadie, ser en cada instante consecuente y perfecto con cada respuesta o hecho ante el prójimo y la vida, sentirse satisfecho en cada instante con aquello que ejecute, bien sea de palabra o de hecho. Ese es el despertar de la nueva humanidad y ese es el despertar que se espera con esperanza, de cada uno de los seres orantes. Esa es la respuesta que esperan los Servidores de Luz, sus compañeros, de cada uno de ustedes, que no haya ningún rincón en su interior que no replique con esa perfección y que no se den más tiempo de espera, que sean sabios con ustedes mismos, que sean en cada instante los únicos que se juzguen, que se aplaudan, que se critiquen, a ustedes mismos, para ver en qué y cómo está sucediendo ese cambio en cada uno.

Se sabe que por el momento el hombre está como imbuido en las tinieblas, que él, consciente o no, lo vive como desazón, cansancio físico, bajo de ánimo, quietud. Quizás eso sean síntomas de que la energía distinta que esta respirando el hombre se está adecuando poco a poco en él para dar esa respuesta, pero no deben -como muchas veces hemos dicho- prolongarlo demasiado, y eso está en ustedes.

Cuando el hombre es consciente de que un hecho es así, bien porque lo escucha, porque lo siente, porque se le dice y lo cree, y replica en consecuencia, debe actuar en base a lo escuchado, no prolongar algo si con un tiempo corto de días para el ser humano, tiene suficiente. Es como aquel que bebe unas copas de más y se siente mareado, se acuesta, se relaja y amanece totalmente nuevo.

Así deberían conducirse los seres humanos ante esta nueva energía que respiran. ¡Vale!, se sienten más lentos, mas en quietud, mas desmotivados, como se sientan, pero no lo prolonguen, denle nombre inmediatamente: “estoy así porque aunque no lo sepa estoy respirando algo novedoso para mí, lo asimilo y punto, y aunque no tenga ganas me voy a mover, voy a dar otra respuesta, y aunque un hecho no me motive voy a esforzarme por el momento hasta que se implante en mi ese nuevo despertar de ver y vivir distinto”.

Deben sentirse distintos, ¿cómo se sienten?, les hemos preguntado al principio. Aunque no sepan darle nombre deben sentirse distintos porque lo que están respirando es una energía nueva, distinta, que no la han respirado nunca, jamás, por tanto cuando comienza el hombre a inhalar nuevos vientos, se siente distinto. Y decimos distinto porque en un principio no sabe darle nombre, pero automáticamente, a poco que observe y se observe a si mismo, ya puede comenzar a dar nombre a esa nueva forma de estar: “pues me siento deprimido, me siento alegre y no sé por qué, me siento triste…”, ya debe dar nombre a esas sensaciones. Y tras ponerles nombre, recuerden siempre que tienen que obrar en consecuencia, dar forma a esa nueva forma de pensar y sentir.

Cuando preguntamos cómo se sienten, cuando les preguntamos si han observado cambios en ustedes, ¿qué respuestas han dado? Cuando les hacemos todas estas preguntas, damos por hecho -aun a sabiendas de que no es- que cada cual, cada uno de ustedes, cada uno de los seres orantes se han hecho estas mismas preguntas y aun otras mas y han tenido sus propias respuestas. Damos por hecho que es así, porque de no ser así plantéense qué están haciendo con sus vidas.

Eso es una decisión desde lo más profundo del corazón de luz de estos Servidores, qué están haciendo con sus vidas. Si no se llegan a hacer todas estas preguntas y mas y obtienen una respuesta y tras ella obtienen un hecho, porque hay una réplica inmediata ante un pensamiento y una necesidad de ese pensamiento, automáticamente el cuerpo debe hacer y dar forma a esa sensación, o forma de pensar o inquietud o lo que sea, no pueden permanecer igual, no deben, deben exigirse auto exigirse no permanecer igual, observar si en el día ha habido un ligero o gran cambio. Pero vamos a decir un ligero cambio, porque debe haber cada día un ligero cambio hacia ese despertar de humanidad que les expresamos.

Deben exigírselo ustedes, no pueden permanecer con la misma respuesta de ayer o anteayer, no deben permitírselo. En la medida que rompan esa inercia en que el cuerpo y la mente han vivido o subsistido, en esa medida comenzaran a ver otros nuevos horizontes, otras nuevas vías o caminos que les inducirán a otra forma de hacer.

Pero tienen que romper con esa inercia de replicar siempre lo sabido, lo aprendido, están replicando como hace un mes, un año o toda la vida, no les sirve, tienen que replicar de forma distinta, dar otra respuesta, y no van a poder darla si no la sienten, y no la van a sentir si no rompen la inercia.

El hombre tiene que obligarse a romper con esa inercia que le esta anquilosando, una inercia que no solo es física, es mental de pensar siempre igual, es una inercia emocional de quedarse enganchado en los mimos sentires, es una inercia corporal, en definitiva, es una muerte en vida y no pueden permitir que en el tiempo de la luz, en este nuevo despertar, seres orantes caigan en esa inercia de vida. No se espera eso de ustedes ni ustedes mismos lo esperan de ustedes.

Como el hombre percibe -porque eso lo percibe- que ya nadie lo enjuicia, como percibe que ya nadie repara en él, como percibe de alguna forma que está siendo dejado de lado ante otros seres de humanidad, y no le gusta porque hasta el instante ha sido y se ha creído como el centro del universo, y ahora la energía terrestre pone como excepcional a la Tierra misma y no ya al hombre, de alguna forma quiere hacerse notar ante él y ante los propios hombres y las respuestas son desorbitadas, fuera totalmente de lugar, ya no tiene esa fuerza, ya no hiere a los demás, únicamente se hieren y se hacen daño a sí mismos.

Y como seres de oración que les dirigen, como Seres de Luz que están constantemente apoyándoles se les dice: no se dejen pasar absolutamente nada, porque en tiempos anteriores el hombre tenía temor por un castigo o por un premio, hoy no lo tiene, hoy no tiene un punto de referencia con el cual guiarse y va como dando palos de ciego porque su punto de referencia es él mismo, y tiene que aprender a ser él mismo ese puntal, tiene que aprender a saber que en cada momento tiene que exigirse esa perfección hasta en su forma de pensar y sentir, no permitirse absolutamente ningún pensamiento que no sea positivo para él y para todo aquel que le rodea, no puede permitirse ningún estado emocional que pueda dañar su cuerpo y, por tanto, dañar a los demás.

Y cada cual, cada uno de ustedes, sabe qué le agrada, cada uno de ustedes debe de conocerse ya para saber hacerse su espacio perfecto para sentirse totalmente en paz. Y debe comenzar haciéndose esas preguntas: qué necesito, qué no tengo, qué me falta. Y dárselo.

La semana anterior y las anteriores les decíamos que el hombre no cree en su propia capacidad, no cree que pueda ser realmente un reflejo de Dios y, por tanto, mucho menos cree que es Dios.

Si el hombre creyese que todo aquello que necesita -después de saber qué necesita, por supuesto-, si el hombre creyese que es Dios, automáticamente tendría aquello que necesita, fuese lo que fuese. Si el hombre es su propio puntal de referencia, el que se premia y se castiga, si es autosuficiente para todo, ¿no lo va a ser para darse aquello que realmente necesita?, ¿comprenden?, ¿si el hombre es Dios, si ustedes creyesen que son dioses, no se darían aquello que realmente necesitan? Por supuesto, por supuesto que después de saber lo que yo necesito me lo regalaría, claro que sí, porque no tendría ninguna barrera ni obstáculo para alcanzarlo, sería un pensamiento fuerte y un hecho concreto, sea lo que sea que necesite.

No se pongan limites, todo es energía. Por más que ustedes observen que una cosa es material no deja de ser energía, y la energía se modela a voluntad de Dios, a voluntad del hombre. Si yo necesito una energía sanadora para sanar mi economía, para sanar mi cuerpo, para sanar mi espíritu, para sanar mis circunstancias, la tendré, tendré esa salud porque será tan fuerte la energía que yo modele en mi mente, tan fuerte que automáticamente mis manos la obtendrán. Pero si el hombre no comienza por saber quién es, qué es y creérselo, es tan débil su energía, tan débil, que no forma nada, no forma ni un pensamiento autentico y mucho menos puede formar un hecho concreto.

Si yo tengo un pensamiento débil por miedo, por falta de seguridad, por miles de cosas que hasta hoy me han enseñado a tener dudas hasta de lo que siento, si el hombre se envuelve dentro de esas dudas es tan débil su pensamiento que no puede proyectar nada, nada. Si el hombre creyese y replicase en consecuencia, observaría –como últimamente venimos diciendo- que es el gran mago del universo, es Dios y puede crear de la nada, de la nada, de esa energía que está latente para, aquel que sabe, crear su necesidad.

Este tiempo de Luz, este tiempo que se le da al ser de humanidad para que vaya habituándose, acostumbrándose a través de la respiración a esta nueva forma, se le da para que pueda ver y sentir quien es, pero lo tiene que respirar él mismo. Tiene que adecuar esa respiración a ese latir del corazón y adecuarlo para que cuando salga al exterior en forma de vida sea realmente uno con él mismo.

O sea, cuando a mi me dan un tiempo para adecuarme a la nueva vibración del planeta y yo no replico en consecuencia, pierdo esas puertas o ventanas de las que hablábamos por las cuales puedo sentir qué es, y no tengo que fiarme de nada ni de nadie, puedo sentir lo que es. Hoy no puedo alcanzarlo porque no tengo la suficiente energía, pero puedo sentirlo y en mí está el alcanzar esa energía, adecuar esa energía con la energía del cosmos, del universo, para poder replicar en consecuencia.

Es un tiempo que se les está regalando, recuérdenlo, y ustedes deben ver qué hacen con ese regalo, ¿lo guardan?, ¿lo usan?, ¿qué hacer con él?

El hombre se ancla, se obstina en replicar con sus mismos pensamientos una y otra vez aunque observe que no le sirven, porque observa que no le sirven, que no le hacen feliz, que no se siente a gusto consigo mismo, pero aun así no abre un poco esa mente y ese cuerpo para decir o decirse: aunque no lo crea voy a replicar a ver qué pasa.

Dense la opción, porque este tiempo de transito –podríamos decir- es el momento que se les regala para que puedan adecuar sus cuerpos a esta nueva vibración, pero tienen que replicar en consecuencia.

No me están entendiendo. Observen sus vidas, es más sencillo. Observen sus vidas y quédense solamente con aquello que les haga sentir que han hecho lo correcto y se sienten satisfechos. Quédense con ello y poco a poco, quizás, puedan absorber algo más.

Quédense con lo que en cada instante de la vida les haga sentir que lo han hecho perfecto, que no pueden mejorarlo. Cuando ustedes tengan esa sensación todo lo demás sobrará, porque ante la sensación de perfección no hay nada más, ahí está todo el entendimiento que el hombre necesita para dar este gran cambio hacia la Luz de una Nueva Humanidad.

Si ustedes son con ustedes mismos auto indulgentes y se dan todo el permiso del mundo, todo el tiempo del universo, en estos momentos no les va a servir, se van a sentir decepcionados con ustedes mismos y no les va a servir, se van a sentir apartados de ustedes mismos y del resto.

No sean exigentes con los demás, exíjanse a ustedes mismos.

Así sea.

11 agosto 2008

La Luz, elixir de vida


Relajen sus cuerpos, la respiración pausada, suave, hagan los movimientos necesarios para que su cuerpo no sea un impedimento durante el tiempo de oración.

Vayan más allá de las palabras tratando únicamente de quedarse con las sensaciones que estas les traigan. Recuerden que hoy es un tiempo especial, recuerden y vívanlo en lo más profundo como un regalo del Divino.

Hasta ahora hemos ido induciéndoles para que comprendan el momento de la Tierra, el compromiso del ser humano con la Tierra. Les hemos ido dando pautas para que ustedes mismos, voluntariamente, vayan tomando la responsabilidad que cada cual sepa en todo momento que va a llevar a cabo. No cojan mas allá de lo que comprendan que pueden ejecutar. Cualquier exceso por el momento, el impulso o el ímpetu de coger más de lo que puedan laborar, les perjudicará.

Deben comprender, como hemos venido diciendo, que el hombre debe llevar a cabo sus pensamientos, debe dar forma a esos pensamientos que le inundan. El pensamiento en sí no vale de nada si no se le da forma y se plasma en algo concreto en este espacio concreto que vive el hombre. Todo aquello que ustedes acumulen en el pensamiento y no le den forma dañará sus cuerpos. Deben ser consecuentes porque nadie en ningún momento les induce a coger más de lo que ustedes puedan llevar a cabo. No sirve mejor el que más toma, sino el que más hace.

Si un ser tiene una idea y esa la lleva a la culminación, le da forma, ha servido, ha servido a la vida, si un ser tiene mil ideas pero no da forma a ninguna, no sirve a la idea. No servir a la idea es no servir al prójimo, no servirse a sí mismo y no servir a la Luz. Recuerden que estamos en el tiempo de la Luz, recuerden que voluntariamente ustedes han decidido añadirse, agruparse, unirse a estos Servidores de Luz.

Por tanto, aquel que sirve a la Luz, sirve, de servicio, de humildad y de hacer. Aquel que sirve a la Luz no necesita cantidad, necesita calidad. Aquel que sirve voluntariamente a la Luz debe de dar con su estar ejemplo de lo que es la Luz, que es el elixir de la vida.

Recuerden que decíamos que la mentira se relacionaba con la oscuridad. El hombre no debe mentir y al hombre que sirve a la Luz le está prohibido mentir, prohibido, sí, tal y como ustedes entienden como prohibición, le está prohibido mentir. Aquel ser de humanidad que se dice Servidor de Luz no miente. Y recuerden que la mentira se filtra de mil formas. Callar cuando el hombre debe hablar es realmente una forma de estar mintiendo porque no se está dando el servicio a la verdad. Aquel que amaña sus palabras para alagar es otra forma de mentir. Deben desvelar cualquier forma que tenga la mentira y desecharla de sus vidas desde este instante, por su propio bien.

Y vamos a introducirnos y explicarles el por qué les hablamos así dado que ustedes, cada grupo de oración que se reúne con la intención de avanzar dentro de este estado de consciencia para dar un servicio al hombre pasando por servirse a sí mismos, ya son Servidores de Luz aunque no se den ese nombre. Aquel ser de humanidad que sirve a otro ser de humanidad ya es, sin él saberlo o pretenderlo, un Servidor de la Luz. Si a eso le añadimos que ese ser que sirve a otro ser voluntariamente quiere avanzar dentro de esa consciencia y elevar voluntariamente su vibración, ya se les abren las puertas de estos servidores y es uno más.

Eso depende de cada uno de ustedes, no hay ninguna prisa en querer ser Servidor de Luz, ninguna prisa en querer ser distinto por distinción con otro ser de humanidad. Sí hay urgencia en la vida en que ustedes están, de ese servicio voluntario en estos momentos en que la Tierra está en pleno desarrollo energético y sí hay necesidad de seres conscientes al servicio de la Luz, por eso se les abren las puertas y se les lleva paso a paso para que su cuerpo les acompañe con salud, su mente esté clara y puedan servir y vivir dentro de la necesidad o necesidades de cada ser de humanidad.

Cuando les decimos “por el bien de ustedes”, recuerden que en otras ocasiones les hemos dicho que cuando la documentación que tienen en sus mentes no es clasificada y dan muestras de aquello que está aprendido, todo aquel conocimiento les perjudicará, a eso es a lo que nos referimos en “por el bien de ustedes”. Cada vez que escuchen esta palabra es para que no vayan mentalmente más allá de lo que sus fuerzas físicas puedan llevar a cabo, para que esos momentos de entusiasmo o ímpetu no les lleven a pensar más o a comprometerse más de lo que realmente puedan dar, porque, recuerden, aquel que se compromete aun sin él saberlo, simplemente con su actitud, ese ser ya está cumpliendo y, por tanto, ya se cuenta con él.

Si un ser cuenta con otro y este otro no acude, está dejando de hacer algo que se le encargó. Por eso, no tengan ninguna prisa, ustedes asimilen aquella idea o ideas que saben que van a ejecutar y rechacen todas las demás que se acumulen en sus mentes pero que no vayan a llevar a cabo, así sus mentes se relajaran, no se sentirán frustrados, sus cuerpos les acompañaran en fuerza para llevar a cabo aquello que decidan y éste se sentirá totalmente integrado con los Servidores de Luz, totalmente.

El hombre, normalmente por educación, podríamos decir por inercia, se ha dejado llevar, arrastrar, en ideas, pensamientos y hechos, pero realmente lo que a ese espíritu le hubiese gustado o deseado quizás no fuera nada de lo que hasta el instante ha hecho, mas se dejó llevar y arrastrar por lo que él llama las circunstancias de la vida. Pero si para un mínimo se da cuenta de que esas necesidades de la vida no son realmente las suyas, sino que ha ido más allá, mas rápido de lo que su energía podía, y por tanto ha entrado en un inconformismo con él mismo. Por todo esto es por lo que queremos que acepten lo que son y cómo son después de conocerse.

Conozcan su ritmo, no vayan más allá de él y comprométanse única y exclusivamente con aquello que vayan a llevar a cabo y a dar forma concreta en este espacio-tiempo. Eso es lo primero que el hombre tiene que aprender a hacer, a caminar únicamente con su propio ritmo y no con el impuesto o el auto impuesto.

El siguiente paso debería de ser, ya a estas alturas en que está la Tierra, llevarlo a cabo sin temor alguno, el saberse que en cada instante está siendo arropado por estas fuerzas de Luz que, como otras veces hemos dicho, no puede haber equivocación para el ser humano. En el tiempo de la Luz no puede haber ninguna equivocación, está dentro de la mente del hombre. Elijan lo que elijan no pueden equivocarse porque no existe, igual que no pueden morir porque la muerte no existe, pero lógicamente en sus mentes está y así viven, viven con la equivocación, con el miedo a la muerte y con tantas y tantas limitaciones que se les tienen que ir destapando una por una como a los niños chicos, para que vuelvan a tener fe en sí mismos, en lo que son, para que sepan que cualquier movimiento que decidan hacer, cualquier compromiso que decidan coger, por grande que les parezca, pueden llevarlo a cabo, cualquiera, pero tienen que romper con la inercia en la que ustedes mismos se han metido.

El hombre es vibración constante, movimiento constante, no existe para él la inercia, no existe. La inercia es quietud y la quietud lleva automáticamente a la rigidez, y la rigidez a lo que el hombre llama muerte.

El hombre, dentro de esa energía, puede dosificarse para estar en constante movimiento. Hasta en el sueño está el hombre vivo, porque no existe en él nada que se parezca a la rigidez, nada.

El hombre debe comprender que para hacer y sentirse Servidor de Luz, para crear y respirar vida, el primer requisito es dejar la mentira al lado y el segundo ejecutar cada una de las ideas, darles forma para que todos los seres de humanidad vean que se puede llevar a cabo, que se puede vivir dando alimento de conocimiento a todos los seres de la Tierra.

Sean ese reflejo para que todos puedan ver un destello y seguirlo. Ustedes, sin saberlo, cada grupo que se reúne quizás sin saberlo, están siguiendo un reflejo, un reflejo de la Luz de los Servidores de Luz, y en su día apostaron y se comprometieron con ello. Eso es lo que el hombre debe de dar en este momento a la humanidad, lo mismo que han estado tomando hasta ahora, ser reflejos para otros seres que están durmiendo.

Y no son las palabras lo que va a hacer despertar al hombre, sino la actitud de éste la que va a hacer despertar otras necesidades, otros sentires y, por tanto, otros Servidores de Luz, y así la humanidad seguirá su curso, ese es el paso que lleva la humanidad.

Ustedes van un paso detrás de estos servidores y un paso por delante de los seres que duermen. Deben ubicarse por un sentir, deben ubicarse por un sentir en el punto en el que cada uno de ustedes está y actuar en consecuencia. Recuerden que hemos comenzado diciendo “no cojan más responsabilidad de la que vayan a poder asimilar y dar”, y ahora se les dice, van un paso por detrás de estos servidores y un paso por delante de los durmientes.

Si hasta este instante ustedes han estado dirigiéndose con esa actitud y con plena seguridad de que han sido y están siendo guiados, con la misma actitud deben mostrarse calladamente ante los demás seres, deben guiar a seres que necesitan de ustedes. Pero estos seres que los necesitan van a tener que ver cómo viven lo que sus palabras transmiten, cómo viven, porque lo que van a escuchar son palabras y como dice el hombre “las palabras se las lleva el viento”, van a tener que ver hechos, van a tener que ver su actitud y actitudes en todo momento.

Les hemos estado guiando y en cada momento les hemos dado un conocimiento para que puedan tener plena conciencia de lo que hacen, el por qué y cómo, y en base a eso decidir y actuar. Se les dieron fechas y ustedes se preguntarán qué sentido tiene. No podemos entrar en muchos detalles, pero quédense con la idea de que tiempo atrás les hemos ido diciendo que la energía de la Tierra ha llegado a su gran despertar y los hombres, como hasta ahora observamos, en su gran mayoría aun están durmientes.

Cuando la Tierra alcanza ese despertar no lo hace por casualidad, todo tiene un momento, todo está total y perfectamente sincronizado, recuerden lo que muchas veces les hemos dicho, es como un gran puzle que esta todo siendo encajado; cuando todas las piezas del puzle encajan eso genera una vibración tan alta que puede abrir lo que se llama literalmente ventanas o puertas a otros universos. Esas ventanas o puertas a otros universos es lo que está ocurriendo ahora en la Tierra. Y el mes 8 es el mes de la Luz, por tanto, si les hemos hablado que la mentira es oscuridad y la verdad es la Luz, que la Luz es el elixir de la vida, lógicamente en este mes es cuando se abren todas esas ventanas o puertas porque la Tierra se pone en esa posición y vibración para que entren a ella todos esos Seres de Luz y esa energía sea dada a los seres humanos.

Hay otras fechas que ya se les irán dando, pero quédense únicamente con esas puertas de Luz, esos ventanales donde el hombre puede tanto recibir como dar, porque recuerden que el hombre, el ser de humanidad, tanto aquí en la Tierra como en otros lugares es necesario porque ustedes son hijos de la Luz, no hijos de la Tierra, hijos de la Luz. Si son hijos de la Luz son Servidores de Luz conscientemente en la Tierra y en otros lugares, y en estos instantes tanto pueden laborar en la Tierra como en otros lugares. Y aquel que sabe quién es está trabajando, está formando de esas ideas resultados en todos los espacios en los que se mueve, alternativamente. El hombre cuando así lo sabe y lo desea, puede estar en más de un mundo, en más de un lugar.

Durante un tiempo corto para la Tierra, instantes para los universos, el hombre debería interiorizarse para tratar de sentir todo lo que está ocurriendo en el planeta y darle nombre y forma. Es momento de poder hacerlo.

Les estamos dando posibilidades de todo lo que pueden hacer y, repetimos, no cojan más de lo que vayan a dar forma, pero es el deber de estos servidores decir lo que está ocurriendo en este espacio de tiempo corto para ustedes.

Si así lo desean, si así cada cual se siente, puede realmente darse cuenta de lo que está ocurriendo. Con ese tiempo de interiorización, con esa vibración que ahora les están regalando, no hoy puntualmente, hoy en especial pero continúa, no se corta porque ahora vayan ustedes cada cual a sus haceres, la Tierra la tiene, está respirando y ustedes pueden realmente respirar toda esa maravilla y saber qué hacer con todo ello. Pueden tener miles de ideas y dar forma a esas miles de ideas, pueden saber perfectamente quiénes son y para qué están aquí, y no por ello van a tener lo que ustedes llaman más trabajo o mas compromiso, no, sencillamente, naturalmente, ¿quién soy?: un Ser de Luz, un servidor que decidió estar en la Tierra a oscuras pero que hoy despertó, y hoy he decidido laborar en otros mundos, en otros lugares, con otros seres, y lo voy a hacer porque sé quién soy.

Ese es realmente, ese y no otro, el sentido que tiene el hombre hoy en la Tierra, saber quién es y decidir qué hacer. Cuantísimas posibilidades tengo, todas…, pues voy a hacerlas y voy a dar muestras para aquel que quiera ver porque es momento, es momento de hacer lo que ni tan siquiera el hombre se cree capaz de hacer.

Como decimos, van a tener unos días por delante. Fechas puntuales: el día 17. Pueden o no reunirse, depende de cada uno de ustedes. Lo que sí conviene, decidan lo que decidan, es estar en quietud, estar alertas como aquel niño que está esperando una llamada, que está esperando una indicación, algo maravilloso, alegre.

Estén con esa actitud y estén seguros de que allá donde se encuentren, con esa actitud recogerán su enseñanza.

Estos Servidores de Luz están disponibles para todo aquel que decida hacer en estos momentos y en cualquier otro momento, están dispuestos a darles las enseñanzas que ustedes quieran recoger, están dispuestos a guiarles el tiempo que ustedes decidan que necesitan, porque nadie nos obligó, nadie, por tanto, al ser de humanidad, ¿quién puede obligarle?

Amén.

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