17 enero 2008

ORACION: EL DESPERTAR DE LA VIDA


Si alguien nos preguntara sobre la vida, sobre lo que pensamos sobre la vida, ¿podríamos responderle?, ¿cada uno de nosotros, qué piensa de la vida?

Si la pregunta fuera hacia personas mayores, nos contestarían: “la vida es así, esto es la vida”. Si preguntamos a los más jóvenes nos responderían lo mismo, “la vida es esto”. En realidad, la vida es que no se la puede definir de otra forma, con otro nombre, aunque queramos darle un sentido a esa palabra, pero ¿qué se puede decir de la vida?

La semana anterior decíamos que la vida sin el hombre no tiene sentido, el sentido, a la vida, se lo da el hombre. Por tanto el hombre sí debería definir con una palabra qué es la vida. Además, debería de hacerse el propósito de encontrar su propia definición en una sencilla palabra. Y, ¿por qué debería?: porque en la medida que el hombre llegue a la conclusión, a su propia conclusión, de poder definir en una palabra qué es la vida, verá cosas de la vida, de su vida, tan naturales que hasta ese instante no había caído en la cuenta, no había sido consciente.

Muchas veces el hombre se pierde en grandes elucubraciones, en grandes ideas, pero es bueno que comience a saber qué es la vida para él, cómo vivir su propia vida, dar sentido para él a esa vida, siempre para uno mismo. Recuerden que venimos tiempo diciéndoles que la vida la hace el hombre y que el hombre crea su propio destino, por tanto, esa vida y ese destino no es lógicamente, el mismo para todos, todos no podemos ver la vida del mismo color o forma, pero si podemos ver mi forma, mi color, y en base a esa forma y ese color así la vivo, así le dedico y así me dedica.

Es bueno y necesario que el hombre comience a acotar espacios para definir quién es y donde está. Una vez sepa quién es, quien soy, por qué y para qué estoy aquí, podrá mucho mejor comenzar a dar muestras de ese sentido que se pide al ser humano, ese sentido de vida, esa coherencia de vida y ese saber. No puede el hombre ir buscando, buscando, siempre buscando conocimientos, no puede ir siempre con esa ansia de que le den mas y mas y mas, el hombre tiene que encontrarlo dentro de sí porque ya está preparado para recoger sus propios frutos, pero claro, para eso tiene que saber donde esta, tiene que dar sentido a su vida, tiene que crearla.

Si es todo tan sencillo, tan natural… Uno observa su vida y ve en qué puntos debe mejorarla y cómo mejorarla. Observa toda su vida, observa lo que hay y lo que le gustaría, pero para ello, para ser un observador, tiene que ser fiel de dar forma a lo que observe, “observo que en esto, observo que en lo otro, observo que tengo que mejorar, observo que debo cambiar…” y hacerlo. Ser observador no es estar de brazos cruzados. Muchas veces hemos hablado que el hombre que observa no está parado, no es un parasito. El hombre que observa, en base a esa observación aprende, aprende a usar como corresponde tanto la palabra como la acción. El hombre observa su propia vida y lo que le gusta de ella y la potencia, y observa lo que no debiera estar, por tanto eso es lo que debe cambiar y no esperar. Cambiar es cambiarlo, ser observador conlleva el hacer inmediatamente aquello que ha reconocido.

Y así de sencilla es la vida, así de sencilla es nuestra vida, y así de grandiosa. No es complicada la vida, es sencilla, es grandiosa, y como nos han dicho y dicen constantemente, preparada para el hombre, preparada para que la use el hombre. Pero claro, el hombre no se atreve a coger esa gran responsabilidad porque nunca le han hablado que la vida es suya, de nadie más, y que puede hacerla de la forma que más le guste, la puede moldear a su forma, a su necesidad. Pero en cambio lo manipulan y son los demás los que viven la vida de uno, y claro, a la mayoría de seres humanos cuando les preguntan qué es para ellos la vida no tienen respuesta y su respuesta es “la vida es así, me la arreglan o desarreglan, me gusta o no me gusta, pero ¿yo que puedo hacer ante la vida?, la vida es así”. Y no, la vida la haces tú y esa es tu responsabilidad, no dejar que nadie te arregle la vida, tú debes arreglar tu vida, tú debes dar sentido a la vida sin límites ningunos.

El hombre no tiene que tener ningún límite, ninguna limitación. Aquello en lo que piense, por el hecho de haber sido pensado, ya puede existir y hacerse realidad, lo que sea, no hay límites. A eso tampoco nos han enseñado, con lo cual, cuando la vida de uno, por lo que sea no gusta y observas donde está y pasa por tener más economía, o tener otro trabajo, o tener otra pareja u otra casa, pase por lo que pase, el hombre automáticamente, reconociendo donde está se paraliza, ve imposible llevarlo a cabo. Si pasa por una economía y no la tiene “claro, ¿qué voy a hacer ante eso?”, ya se ha paralizado; si pasa por imaginar que no está con la pareja adecuada automáticamente se dice “pero bueno, las cosas son así, no voy a destrozar una familia porque yo haya visto…”, ya de nuevo se ha paralizado. Y así constantemente. Si observa que su trabajo no es el que le gustaría, automáticamente ya salta la duda de “¿Qué voy a hacer?, no estoy preparado para hacer otra cosa”. Siempre observa que no puede hacer mas, no termina de creerse el hombre que si él ha pensado esa vida, si la ha observado en su propia vida y ha sido consciente de ver donde no está haciendo lo adecuado para él mismo, para su propia vida, no le han enseñado a ser suficientemente fuerte como para decir “lo voy a cambiar pase por donde pase, sé que puedo hacerlo, sé que corresponde al hombre cambiar su propio destino y no sé de donde sacaré el dinero, no sé donde encontraré las fuerzas para dejar a mi mujer o mi marido, no sé cómo encontraré otro trabajo, no lo sé, pero sé que lo voy a hacer”. Es esa confianza y seguridad la que el hombre necesita para coger sus riendas. ¡Claro que no sabe cómo lo va a hacer!

Muchas vidas ha estado escuchando siempre, o bien reproches o limitaciones, no nos han educado en una libertad autentica de ser libres, ese ser siempre atado, enrejado en pensamientos, actitudes y hechos, y ahora de nuevo nos dicen que la vida la podemos hacer nosotros, que nuestra vida es nuestra y siempre ha sido, pero que en base a lo que en cada momento ha ido conviniendo a la sociedad, a las culturas, a las religiones, nos han ido educando de una forma o de otra siempre metidos en religión, siempre acotándonos las necesidades, siempre entre lo bueno y lo malo. Cualquier idea que le surja al hombre no es ni buena ni mala, es una idea y debe ser plasmada en este mundo que es el mundo de lo concreto.

Recuerden que el hombre está de paso, recuerden que el hombre no es de aquí. Y se les dice que lo recuerden para dar sentido a lo que están escuchando. El hombre no es de este planeta, está en este planeta, el planeta de la concretización, deonde nos enseñan a concretizar las ideas, pero una ideas ilimitadas, unas ideas sin miedos, unas ideas libres. Dentro de esa libertad, cualquier idea se debe realizar, claro que anteriormente debe de pasar por el filtro de cada cual con lo bueno, lo malo, lo justo o lo injusto, lo posible o lo imposible, porque nos han educado en base a esos filtros, en base a esas culturas, y ahora de nuevo nos enseñan que no existen los filtros, que no debemos para nada utilizar las limitaciones a las que nos han tenido años y años y años. Solo es probar. Claro, hasta ahora nos han tenido entre religión y no religión, entre lo bueno, lo malo y lo regular, entre profesores, padres, sociedad en general, hasta habernos creído que no somos nada, que no somos ni dueños de nosotros mismos y mucho menos de nuestras ideas.

Y así, más o menos, hemos ido viviendo hasta hoy. No pasa nada. Hoy nos dice que es de otra forma, vale, vamos a probarlo. No pasa nada. ¿Por qué el hombre no se atreve a probar? Porque aun tenemos miedo y estamos muy atados, atados a conceptos de bueno y de malo, nosotros mismos nos lo decimos una y otra vez, “es que si hago esto luego mi conciencia…” Estamos dentro de una cultura y una humanidad maltratada de muchas, muchísimas generaciones. Es lógico que el hombre tenga sus resistencias al creerse o al sentirse mínimamente libre. Tiene sus resistencias, y ya entramos de nuevo, no está ni bien ni mal, simplemente lo que se les dice una vez más es que lo prueben, no dejen nada por probar. Si hasta ahora no les ha servido de una forma, prueben de otra. Que su cultura o su religión o su voz o su conciencia les hacen ir por otros sitios, vayan. Si es tan sencillo. Que su conciencia les deja un poco más libres, perfecto, decídanse a ir más allá, decídanse a sentirse libres de su propia vida, libres para hacer o deshacer, y prueben a ver qué ocurre, seguro que les encantará. Ser dueños de su propio destino, ya no tener ninguna cabeza de turco para decir “por culpa tuya, por esta sociedad, por esta educación” No, no, no, no, eso es pasado, hasta hoy ha sido, ahora ya es pasado, ahora sé que únicamente depende de mí, si yo sueño, si yo idealizo una forma de vida sé que lo voy a conseguir, sé que puedo hacerlo, voy a por ello.

Y recuerden que se les ha dicho muchas veces, cuando el hombre, cuando el ser de humanidad entra en ese estado de seguridad interna y externa, no puede haber nada que dañe al prójimo, a otro ser humano, nada. Quizás, aparentemente, algunos se sientan molestos, heridos con decisiones que uno tome, sí, pero se sienten molestos. Pero hacer daño, dañar, ni física, ni moral, ni mentalmente, el ser humano, cuando entra dentro de esa verdad que muestra la gran seguridad, está fuera de poder dañar nada de lo que existe. Así de perfecto es el hombre. El hombre puede dañar, y daña, dentro de la inconsciencia en la que vive, pero cuando un ser despierta a esa conciencia, automáticamente se pone al servicio de, y ahí no hay daños, ahí no hay dolor para nada de lo que existe.

En otros momentos, aunque se ha hablado muchas veces sobre esos temas, pero en otros momentos se debe refrescar o recordar, y este puede ser uno de ellos. El hombre, todos los seres incluido el hombre, se basan en una ley y dentro de esas leyes no hechas por los hombres, sino leyes divinas, o leyes creadoras para que no lo encasillemos en ninguna religión, leyes que han ido cambiando en base al cambio generacional de los seres humanos, o en base a los cambios planetarios, pero todo se va ajustando dentro de esas leyes. Algunos las llaman leyes de causa y efecto, llámenles como quieran, son leyes de la naturaleza y esas no pueden ser agredidas por el hombre. El hombre las agrede aparentemente por su inconsciencia. Cuando el hombre es consciente de que esas leyes están entre otras cosas para su servicio, se pone en concordancia con ellas, o sea, el hombre es una ley mas para potenciar la ley universal, se pone servidor al planeta y servidor al universo, no puede dañar.

No caigan en esa llamada voz de la conciencia para dejar de hacer lo que en un momento intuyen que deben hacer. Y se les dice esto porque esa voz de su conciencia está muy amañada culturalmente, muy amañada por la religión o religiosidad, y muy mal educada, y a veces les puede confundir y no ser esa voz a la que ustedes son fieles y llaman voz de la conciencia, pueden ser las voces de otros seres a los que no les conviene para nada que ustedes muevan ficha.

¿A qué hombre, a qué ser de humanidad le va a gustar -si no está preparado para ello, por supuesto- escuchar que otro ser es dueño de su propia vida? En principio no lo van a creer, y en segundo es que si lo creyeran no les va a ser muy agradable porque si pasa por ser libre para hacer o deshacer, el hombre no está acostumbrado a ello y se puede sentir amenazado. Por tanto no les va a gustar y va a continuar sintiendo esa necesidad de acallar esa conciencia.

Vamos a ir dejándolo ahí, sintiendo que las cosas se amontonan en sus cabezas y que todas las cosas novedosas, aunque las vivamos en un instante como maravillosas, no se aceptan en su totalidad y hay que dar tiempo al tiempo.

Solo quédense con que ya no les sirve para nada la queja, la queja ante la vida ni ante los seres humanos, no se pueden quejar porque están viviendo lo que ustedes quieren vivir. El cuento que no les guste, pueden cambiarlo. Quédense con ello, ya no hay culpables, es uno mismo el que hace o no.

Amén.

9 comentarios:

Recomenzar dijo...

Poeticamente escrito tu estilo me gusta...se aprende leyéndote

Anónimo dijo...

Si, por supuesto,hay que potenciar la ley universal, el único YO unitario,todas las leyes están a nuestro servicio y nosotros al servicio de todos , pero respetando no dañar nada nosotros somos DIOS,al igual que és el prójimo,todos somos una fusión de ÉL y a ÉL volvemos, todos juntos somos DIOS,si algo o álguien no te gusta és porque no lo has aceptado y no lo amas lo suficiente, nos necesitamos unos a otros para poder aprender y elevarnos.
CON AMOR ALMA.

Luciano Gil dijo...

mi despertar, gracias por tu visita y tus palabras, lo que lees en este blog está inspirado y lo mas importante es el mensaje, del que todos aprendemos. Besos.

alma, de acuerdo con lo que expresas, mas aparte la importancia de renunciar ya y para siempre a la queja, porque podemos cambiar lo que sea. Besos y gracias...

Jayja para tí... dijo...

Adonai:

Gracias por visitar mi espacio,
es agradable ver como un hombre puede coincidir con la mujer, y como un hombre puede saber la belleza de la mujer, lejos de la belleza física, y de los años de la juventud, yo particularmente, fui una joven explendorosa y ahora soy una mujer madura pero me siento tan satisfecha de mis años, que me siento capáz de competir con cualquier mujer, al fin que yo tengo mis armas y esas pueden satisfacer a cualquier hombre, porque el hombre no es solo cuerpo y deseo, el hombre tiene corazón, sentimientos y lo más que puede unir un hombre a la mujer amada, es admiración!

Gracias por su comentario, saludos,

jayja

Jayja para tí... dijo...

Respecto a su escrito, creo que con sus últimas palabras lo resume todo, porque es cierto, es uno mismo el que escoje, hacer lo correcto o no, uno mismo escoje su propio camino, a quién amar, a quién tener por amigos, o que cosa llegaremos a ser en la vida, entonces, por qué esa obseción de echarle culpas a otros?

Cariños,

Jayja

Luciano Gil dijo...

hola jayja: gracias por tu visita y tus comentarios tan sabios, que te invito a expresar y compartir con tod@s los que los quieran escuchar. Y sí, la queja no sirve para nada, hay que tomar ya la decisión de cambiar lo que a uno no le valga y punto, y seguir caminando. La vida puede ser mucho mas bonita, pero cada uno tiene que hacer su pequeña parte. Besos.

Jayja para tí... dijo...

Hola, es bonito ver que el ser humano pese a ser de diferentes lugares del Mundo pueda coincidir en sus criterios y su forma de amar, y pensar, yo creo que tdoos deberíamos hablar una misma lengua, tal vez así el Mundo podría quererse más!

Cariños,

jayja

Luciano Gil dijo...

hola jayja, yo pienso que nacimos en diferentes lugares pero venimos del mismo, por eso es posible que lleguemos a entendernos, y el lenguaje de ese lugar es el amor. Besos y gracias por tus comentarios.

Anónimo dijo...

Hola, Dios te Bendiga, leí atentamente lo que escribiste, hermoso...Soy especialista Bíblica, y me gustaría hacer una simple apreciación...Nosotros, no somos Dios, somos criaturas, creadas por Dios, Hijos suyos, pero me parece que igualarnos en naturaleza a Dios, es un concepto equivocado..."Acaso puede decirle el cántaro al alfarero me has hecho mal? Quién eres tú para contender con tu Creador?" Isaias 51..."Cómo barro entre mis manos, así eres tu". Ezequiel 18..."puesto que nuestra naturaleza es falente, mientras la Suya, divina y perfecta"...San Pablo...sólo una opinión...Y en cuanto a lo que dices que el Amor es la lengua Universal, concuerdo plenamente contigo, Babel fue la separación de todos los hombres, Pentecostés,(la Venida del Espíritu Santo) la vuelta a la unidad perfecta en el Amor..."y cada uno escuchó al Espíritu hablando en su propia lengua"...o sea, la lengua del Amor...qué hermoso!!!Paz y Bien de parte de Nuestro Señor.

Frases