21 noviembre 2007

ORACION: LA GRANDIOSIDAD DEL ALMA


Para que puedan vivir esta oración tienen que retroceder a algún instante de sus vidas en que un hecho, para ustedes, les haya sobrepasado hasta el punto de llamarlo grandioso. Remóntense a ese instante.
¿Qué hecho o circunstancia han vivido en su vida, que haya surgido del alma esa exclamación, grandioso? No es fácil que el hombre encuentre algo grandioso en su vida.
Poder expresar esta oración y hacer que lleguen a sus corazones estas palabras no resulta fácil, porque aquello que el hombre pueda llamar grandioso, aquel hecho o circunstancia que él pueda llamar grandioso se queda tan pequeñito en comparación a la grandiosidad del alma, que nos hemos atrevido a adentrarnos en ese nuevo mundo tangible para ustedes, sí, tangible, que van a poder sentirlo, tocarlo, lo que para la mayoría el alma es intangible, etérea.
Pero lógicamente les hemos hecho la sugerencia de que se remonten a algún momento puntual de sus vidas que hayan podido llamar grandioso, y les ha resultado difícil poder coger un momento en el que les haya sobrepasado. Es difícil, insistimos, que el hombre hoy que está tan materializado, tan seguro en esa materia, tan concretizado, pueda sentir a través de una oración esa exclamación porque, ¿dónde está mi alma?, ¿en qué lugar la ubico?, ¿qué es lo que conmueve al alma?, ¿qué hecho o hechos hacen, como decíamos la semana anterior, que el alma y el espíritu clamen? Porque hoy, hasta lo que ustedes llaman muerte, entristece al hombre, pero no le llega al alma. El hombre ha endurecido tanto su caparazón, ha materializado y concretizado tanto su cuerpo que tiene que encontrar el modo de saber, o sentir, o llegar a abrir las puertas del alma y ahí, cuando consiga entrar, realmente se asombrará de la magnitud.
Y ahí ya surge la exclamación, “¡qué grandiosidad!” Quizá lo mas parecido que nos lleve a sentir la necesidad de exclamar sea la naturaleza, cuando de pronto se mezclan olores, cuando de momento ves aparecer el arcoíris, cuando la brisa roza todo el cuerpo. Ahí quizá sea lo mas próximo a esa exclamación, ¡qué grandiosidad!
En los actos del hombre, en su hacer diario, ya no surge que algo grandioso nos invada. En las vidas cotidianas ¿qué de grandioso ocurre?, y ocurre ¿eh?, pero ¿qué de grandioso ven en sus vidas diarias, en el hacer cotidiano?
Queremos hacer hincapié y llevar a cada uno de ustedes a darse cuenta que los hechos grandiosos, maravillosos, ocurren en cada instante de la vida pero el hombre no los ve, se ha apartado voluntariamente de la grandiosidad de lo existente.
El hombre en sí es grandioso, y no lo tomen como normalmente. Hace tiempo les decíamos “aparten de sus mentes todo lo conocido”. Si parten de la base que todo lo saben y conocen, que es lo mismo de lo mismo, están equivocados y esa equivocación no va a dejar que entre otro sentir y otra visión de la vida. Cuando exclaman cotidianamente “eso es así en teoría, pero la realidad es la que es” -esa exclamación la tienen constantemente-, u otra exclamación que también usan mucho “todo eso es muy bonito pero luego la realidad es otra”, quiten esas exclamaciones de su mente, apártenlas del corazón, puede ser grandioso cada instante, cada instante puede y debe ser grandioso.
Olvídense totalmente de todo conocimiento que hasta hoy han adquirido, comiencen de nuevo porque todo, a partir de no hace mucho tiempo, es nuevo aunque ustedes no lo puedan ver, aunque ustedes no lo puedan sentir, aunque aparentemente estén en el momento mas caótico del planeta y su raza, aparentemente. Pero si sienten en lo mas profundo que todo tiene una causa, que todo tiene su principio y su culminación, que la casualidad no existe, que el Creador lo creó perfecto, podrán sentir que todo este proceso caótico en apariencia merece, escuchen, merece la exclamación ¡qué grandioso!
¿Cómo puede ser que ante la perdida de un ser querido el alma no se conmueva y ante este mundo, el cual el hombre ha ido tejiendo con su comportamiento, unos servidores le den la exclamación de grandioso ante todo lo que ustedes viven como caótico? ¿Qué les hace sentir lo que aparentemente esta tan alejado de sus ideas? Puede ser que digan “están locos, estos seres que nos hablan están locos”, puede ser que digan “¿cómo miro el mundo, cómo lo veo, que yo veo que todo lo que me rodea esta sin valores, llegando a la crueldad y estos seres digan que merece la exclamación de grandioso?, no lo veo”. Porque lo miran bajo unos conceptos totalmente olvidados, sí, olvidados, unos conceptos que ya no sirven y deberían estar olvidados, unos conceptos que para el momento de vida actual no sirven y no pueden ser puntos de referencia.
No tienen donde acogerse a sus recuerdos porque todo es novedoso. La Tierra tiene una vibración, tiene, no va a alcanzar ni está entrando, tiene, ya la ha alcanzado, una vibración tan grandiosa, tan sutil, que necesita renovar todo lo que en ella permanece, todo, incluido el ser humano. ¿Y el ser humano se renueva?, ¡claro que sí!, por eso damos la palabra de grandioso, por eso la exclamación es tan valida, porque el hombre se renueva, a través de lo que ustedes llaman muerte el hombre se renueva para que así el alma pueda retornar con otros conceptos, con otras necesidades.
Escuchen y presten atención, que estamos hablando del alma, y no del espíritu, no se confundan, el alma necesita renovarse para vivir su grandiosidad, para vivir tal y como es. Podríamos remontarnos a las grandezas del alma, a las grandezas del espíritu y a las grandezas del cuerpo, para que observaran que cada uno por separado necesita de ciertos alimentos para poder existir. El alma necesita del alimento que el cuerpo le tiene que dar de movimiento y asimilación para vivir su grandiosidad y hacerlo concreto, concretizar la grandiosidad del alma, que no es ni mas ni menos que expresarse el ser de humanidad, el hombre, con tal perfección que esa exclamación sea natural para cada ser humano, que no veamos, que no pensemos, que no sintamos como ahora la necesidad de decir “¡cómo está el mundo!, ¡dónde vamos a llegar!, ¿qué está ocurriendo?” Que sea todo lo contrario, que el hombre observe que el mismo hombre se ha regenerado hasta el punto de que todo su hacer, toda la expresión de su espíritu y de su alma, rebosa por el cuerpo hasta llegar a concretizar lo que piensa, lo que hace y lo que siente de una forma totalmente en armonía con el universo. Que esa exclamación de grandiosidad ya no esté latente en el alma, sea un hecho real.
Y eso, volvemos a repetir, no es algo que puedan decir “estará latente pero lo que se vive es otra cosa”. No lo pueden decir, no lo deben decir porque si se fijan está desapareciendo la mayor parte de la humanidad. Y no es una exageración, atentos al día de hoy, atentos a partir de hoy y cuéntenlo si quieren para reafirmarse. No nos importa que nos tengan siempre en tela de juicio, de si será, no será, no importa, cuéntenlos si eso les va a hacer vivir una oración, una oración de las que estos servidores quieren hacerles llegar. Si para que ustedes vivan una oración tiene que contar los seres, por ejemplo, a lo que hoy estamos haciendo alusión, los seres que están renovándose, sí, pasando por el trance que ustedes llaman muerte, se van a asustar. Muchos seres no tienen otra opción, no ven viable o no sienten que puedan ser viables para este nuevo latir de la vida.
Y es tan grandioso el Creador, que pone todos los medios a Su alcance para que ocurra lo que ustedes llaman muerte a través de lo que sea, y les da la oportunidad de volver a nacer, pero bajo otros patrones. Ya no tienen esa vibración densa, ese culto al cuerpo, ya no tienen esa densidad que tienen que ver, tocar, para creer. Son seres sutiles según a la vibración del planeta, seres que no les tienen que enseñar absolutamente nada, seres que traen recién aprendido que por ahí no puede vivir.
Enseguida, el hombre, a esos seres que nacen les da un nombre. No les importen los nombres, solo les debe importar que la tierra esta cambiando, que el hombre esta cambiando, sí, y sobre todo que no debe pasar por ese trance llamado muerte para hacer ese cambio, para vibrar a mayor frecuencia, no necesita pasar por la muerte, puede hacerlo con este cuerpo pero no puede hacerlo con la forma de pensar y con los conceptos erróneos que tiene ese cuerpo.
Y volvemos de nuevo al alma, la vibración del alma sí tiene la frecuencia correcta para estar en el planeta, la tiene, es la mente la que no le obedece y la que pone al hombre en esa tesitura de enfrentarse con otros hombres, de corromper su cuerpo hasta pasar por la muerte. Por eso el alma inmediatamente, inmediatamente vuelve a nacer.
¿Por qué?, se preguntarán, ¿por qué inmediatamente?, ¿por qué no sigue el curso que hasta hoy ha tenido?, ¿por qué el proceso es mas rápido?. Por lo mismo que les estamos diciendo, los conceptos de hoy no sirven, los conceptos de vida que tiene el hombre ya no sirven en su gran mayoría, por tanto el hombre tiene dos elecciones, sencillas las dos. Sentir que realmente, a pesar de todo lo que aparentemente se ponga en contra de él, apostar por dirigir su vida únicamente con lo que su corazón o su instinto le vaya marcando sin tener en cuenta nada de lo que el resto diga o haga, esa es una posibilidad que tiene el hombre dejarse guiar por su sentir y no mover absolutamente si no es guiado por ese sentir, ocurra lo que ocurra. Otra posibilidad que tiene es continuar como está. Cualquiera de las dos elecciones le va a llevar al mismo punto.
De nuevo, ahí, debemos usar esa admiración de grandiosidad, que haga lo que haga el hombre, tome la decisión que tome, al fin le lleva al mismo sitio, al mismo. En la primera opción el hombre es dueño de su vida y hace y se regocija a través de ese sentir y ese hacer. En la segunda el dueño son las circunstancias y pasará por lo que las circunstancias y los demás seres quieran que pase y ocurrirá lógicamente lo que llaman la muerte física, pero, repetimos, al fin llegará a la misma conclusión con una u otra opción.
¡El alma es tan grandiosa!, ¡el hombre es tan grandioso!, que haga lo que haga no existe equivocación. Puede tardar, puede retrasar, eso sí, puede retrasar el hecho, puede acortar el hecho, pero que el hombre tiene que ser y será lo que el Creador creó, ese ser de perfección, ese ser grandioso, lo quiera este cuerpo o no, será, porque la tierra ya ha alcanzado esa vibración para mantener seres perfectos.
Es lo mas parecido a eso que a ustedes les muestran a través de alguna película, de otros mundos en los cuales exclaman: “así debería vivir el hombre, así desearía vivir yo, en ese lugar, en ese planeta, con esos seres”. Pues bien, la tierra ya es ese planeta, ya lo tienen aquí. Lógicamente, bajo esa visión, si les estamos mostrando un planeta totalmente perfecto, en armonía con todo lo que existe, que puede recoger seres sutiles con sus grandes necesidades pero con esa vibración que no daña, con esa sutileza que engrandece todo lo que toca, lógicamente podrán observar que el hombre actual, con su forma de vivir, con su forma de hacer, de pensar y de sentir, lógicamente tiene que morir, ¿o no?, ¿no lo ven?
Si les hemos puesto el ejemplo de ese mundo que ven o han visto a través de películas, ese mundo donde todo es maravilloso, y ahí, lógicamente, no está la raza humana porque no podría sobrevivir dentro de esa vibración, si hoy se les dice que la tierra ya ha comenzado dentro de ese giro de armonía y está preparada para acoger seres con esa vibración y sutileza, si el hombre no equilibra su vibración, si no la hace sutil a través de dejar expresar al alma que es mas cercana que el espíritu –se lo estamos haciendo todo mas cercano para que les resulte mas fácil si optan por esa opción de no dejar el cuerpo y dar ese giro a través del cuerpo actual- lógicamente les puede surgir automáticamente el pensamiento de decir “tengo que cambiar, sí, porque yo vibro mucho mas denso, mis repuestas son mucho mas groseras, de densidad, son densas, como el pensamiento es denso mi hacer es denso y no corresponde, no van a dejar que lo haga, no tengo posibilidades”.
Todas esas preguntas tienen que surgirles. En la medida en que esas preguntas les surjan ustedes ya sabrán las respuestas, pero antes tienen surgir las preguntas, “yo tengo que cambiar, tengo que pensar de otra forma, tengo que dar menos importancia a esto que hoy es vital porque me han dicho –cójanlo así- que no me sirve, tengo que optar por la sencillez de vida que no me hace pasar por venderme ni vender a nadie, tengo que coger la sencillez mas pura que no me haga, en cada respuesta, sentirme mal, que cada respuesta me regocije el alma, me ponga en el lugar que me corresponde, ¡qué respuesta mas bonita he tenido!, ¡qué pensamiento mas grandioso he tenido!, ¡qué hermosa es mi vida!, ¡qué sensación de felicidad recorre mi cuerpo!”. Eso tiene que surgirles. En la medida que no les surja observen que es porque sus pensamientos están donde ya no corresponde.
Hasta que no les surjan todas estas exclamaciones de sus propias vidas y haceres es porque no están alcanzando la vibración para quedar en este planeta, para “servir” a esta nueva humanidad. Y esta es su elección porque están hoy aquí, porque están escuchando, porque están vivos.
Y olvídense, para poder cambiar la vibración que hoy tiene todo ser humano, no olviden cambiar las exclamaciones de todo lo que actualmente esta ocurriendo en el planeta, de todo lo que esta ocurriendo, todo, todas las catástrofes, todo el deterioro –entre comillas- del hombre, no usen las exclamaciones “qué lastima, cómo está el planeta, cómo está el hombre”, no, ¡qué grandiosidad!, ¡qué maravilla que el alma pueda expresarse a través de todo lo ocurrido con un nuevo cuerpo al instante, qué grandiosidad de Creador que pensó en lo mas insignificante para el hombre para ponérselo todo frente a él, que solamente el hombre tenga que elegir y hasta ahí, hasta esa elección es bien recibida y muy valorada, cualquier elección.
Pero sean ustedes los que se hagan ese auto examen, “mi alma esta constreñida, mi alma, que es lo mas grandioso de mí, no puede resurgir y me voy a tener que marchar, tengo que cambiar mi forma de ver la vida, mi forma de pensar en la vida, mi forma de actuar ante las circunstancias de la vida, y dar esa respuesta que yo mismo valore como grandiosidad”.
¡Qué grandiosidad, que me das a elegir, y acepte lo que acepte, decida lo que decida, aun estas ahí!
Dentro de esta oración sería bueno para cada uno valorar un mínimo sus vidas, un mínimo, para hacerles sentir cuanto y cómo pueden alcanzar, cuanto y cómo tienen que trabajar, cómo hacer para que sean ustedes mismos los que vayan poniendo ese listón para que nadie les mida, que sean ustedes mismos los que vayan observando en qué momento están en base a las respuestas que dan, no a las respuestas que piensan, a las respuestas que dan, no aquello que sienten sino aquello que hacen.
El sentir es autentico, porque son seres auténticos, pero el cuerpo, el sentir pasa por el cuerpo, muestra a través de sus manos, de su boca, muestra ese sentir, por eso les decimos que observen su hacer y no su sentir, observen el hecho concreto del pensamiento, el hecho concreto, una idea se piensa, ¿se ha concretizado?, ahí, así es donde tienen que hacer hincapié, el hombre debe mostrar aquello que esta en su interior, el hombre debe mostrar la grandeza del alma, de nada sirve que únicamente la sienta si no lo muestra.
El hombre es la muestra de la Divinidad, el hombre es la muestra de Dios, recuerden la oración de la semana anterior, el Dios Creador habita en el interior del hombre, el hombre es creador, crea, hace, no piensa, no únicamente siente, hace, por eso, repetimos, observen sus respuestas, no sus pensamientos, observen sus hechos y no solo su sentir, que vayan unidos. Muestren la perfección para que el alma realmente pueda habitar en ustedes y ser grandiosa.
Amén.

3 comentarios:

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Hola! Cómo estás? paso a devolver tu saludo :)
La verdad, no he podido leer todo, pero la oración es muy importante, a nustro Dios que tanto nos ama.
La oración es un diálogo, hablo, me Habla... Dulce será tu meditación.

Dios te bendiga! :)

Cristi dijo...

Hola adonai: Muchas gracias por el hermoso consejo que me diste y te prometo que lo pondre en practica. La verdad que la oracion para mi es importante, desafortunadamente me he olvidado mucho de platicar con dios y pedirle fostaleza para las pruebas que nos ponen. Pero se que es necesario hacerlo de ves en cuando y platicar con el, siempre recuerdo que mi padre me decia que dios siempre sera nuestro mejor amigo, el no traiciona, el ama, el perdona y sobretodo escucha.
Buen inicio de semana.
Besos!!

Anónimo dijo...

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Meditación
¡Vamos, débil criatura, ánimo! Alejate un poco de tus ocupaciones. Sustráete un momento del tumulto de tus pensmaientos. Arroja de ti las embarazosas inquietudes y deja de lado el ajetreo. Dedica un breve instante a Dios y reposa en él. Entra en el habitáculo de tu espíritu, y no dejes penetrar nada en él, que no sea el mismo Dios o lo que pueda ayudarte a buscar a Dios. Cierra la puerta y búscale.
Ahora, corazón mío, habla; ábrete todo entero y dirígete a Dios: Busco tu rostro; sí, Yahvé, busco tu rostro. Y tú, Señor, mi Dios, enseña a mi corazón cómo y dónde he de buscarte; cómo y dónde he de encontrate. Señor, si tú no estás aquí, si estás ausente, ¿dónde te buscaré? Y si es que estás presente en todas partes, ¿por qué yo no puedo verte? Ciertamente, tú habitas en una luz inaccesible. Pero ¿dónde está esa luz inaccesible? ¿Quién me conducirá hasta ella y me introducirá en ella para que yo pueda verte? Y luego, ¿bajo qué signos, bajo que figura podré descubrirte?
No te he visto jamás, Señor, Dios mío, y no conzco tu rostro. Altísimo Señor, ¿qué puedo hacer, qué hará este desterrado lejos de ti?¿Qué puede hacer tu siervo, ansioso de tu amor y alejado de tu rostro?Aspirar a contemplarte y tu rostro se le oculta enteramente. Desea reunirse contigo, pero tu mansión es inaccesible. Ansía encontrate, pero no sabe dónde habitas. Me has hecho con la única finalidad de que te vea, y sin embargo yo no he realizado aún mi destino.
Te buscaré a través de mis deseos y te desearé a lo largo de mi búsqueda. Te encontraré al amarte y te amaré mientras te encuentró.
ALMA

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