01 noviembre 2007

ORACION: LA CONTINUIDAD

¿Recuerdan la oración anterior que se les hablaba de la fidelidad hacia uno mismo y la fidelidad al Cielo? Es todo tan sencillo, tan natural… el hombre lo ha complicado todo en base a lo que años y años y años le han ido transmitiendo todas y cada una de las sociedades, hasta tal punto lo ha complicado, que ya el hombre no es capaz de vivir con naturalidad y sencillez cualquier acto o hecho de la vida y, automáticamente, todo lo que toca, cada vez ha de ser mas y mas complejo, complicado.
Parece la sencillez tan natural que hasta, no hasta, cualquier niño, ese niño que no esta programado, replica con esa fidelidad hacia él y hacia el universo porque no esta programado, no tiene que desprogramarse, esta virgen. ¿Recuerdan lo que tantas veces nos han dicho y hemos leído “dejad que los niños se acerquen a mi”? Muchos piensan que es por la sinceridad, por la inocencia que tiene el niño, y sí, pero sobre todo es porque el niño todavía no esta programado por los adultos. Tiene en su interior toda la naturalidad, toda la sencillez de vivir única y básicamente por sus necesidades, no le han dicho lo que esta bien, lo que esta mal, todavía no tiene ningún concepto en su cabeza ni en su corazón que no le haga replicar con la sencillez que replica el universo, pero en la medida en que el hombre se va adentrando en esa educación para ser un niño de bien, de provecho, ya comienzan a adulterar, a entrevesar todo lo natural, toda la sencillez.
¿Qué hacer, qué hacer para que el ser humano retome algo tan sencillo y natural que pueda replicar con la sencillez y naturalidad que replica el universo?: desprogramarse, no cabe otra medida, no cabe. Piensen ustedes, sientan de qué forma si el ser de humanidad es perfecto en sí, qué hacer para retomar esa perfección, qué hacer. No hay, no tiene otra salida el hombre sino desprogramarse. Y,¿cómo se puede desprogramar una persona ya adulta, venida una y mil veces a este lugar, a este planeta, cómo poder de la noche a la mañana decirse a si mismo: “empiezo de cero, como el niño”, pero con 50, con 60, con 70, con la edad que tenga, qué hacer para comenzar con esa naturalidad innata con la cual nacimos, que en mi mente no haya nada programado, que mi sentir sea realmente libre y autentico para poder replicar en base a esa fidelidad del cielo con el hombre?
Algo tan natural el hombre lo tiene complicado, lo tiene complicado porque así lo ve, lo siente y lo percibe. Cuando el hombre lo ve, lo siente, lo piensa, por mas que escuche realmente lo tendrá complicado, porque ¿por qué poro de su cuerpo le puede entrar que puede realmente desprogramarse en un instante?, ¿por donde introducir para que se les quede grabado en lo mas profundo de su ser que pueden desprogramarse, si así lo quieren, de todos los conceptos que llevan arrastrando millones de años?
Cuanto mas sencillo, en esta encarnación -hablamos en esta encarnación de 40, 50…-, no es nada, es un lapsus. Y el hombre puede, puede si así lo quiere, comenzar de cero. ¿Cómo hacerlo?: sintiéndose ese ser perfecto donde no cabe la equivocación, no cabe el egoísmo, no cabe el miedo, y eso es posible y no únicamente a ustedes o únicamente a los seres orantes, a todo ser humano que realmente quiera dar el sentido autentico de la vida porque perciba, porque sienta que las cosas son mas naturales, mas sencillas, que no necesitamos ni tan siquiera saber idiomas para poder relacionarnos con los demás seres de este y de cualquier planeta. Que no necesitamos de ese conocimiento donde hoy tanto hincapié se esta haciendo a los niños y adultos, que nada de todo eso, nada, ¡nada!, va a servir o esta sirviendo para que el hombre sea y replique como se le creó. Todo lo que esta haciendo el hombre es añadido, añadido, a esa Creación natural, a esa Creación sencilla, y ese añadido le esta haciendo cada vez mas opaco, le esta haciendo apartarse de lo que realmente va a hacer que el hombre vea su sentir en la vida, su sentir, ¿Qué siento?: hacia allí voy, ¿que no siento?: me quedo, espero.
Si no existe el miedo a que enjuicien, me van a decir o van a pensar que lo hago por mi propio bien, que soy un ser egoísta, me van a decir o pensar que soy torpe porque he puesto con “v” o con “b” aquello que se pone… y eso genera miedo, miedo a que a uno lo observen como un inculto, a que digan de él algo que el mismo es incapaz ni tan siquiera a sentir ni pensar. Pero ya ha entrado el miedo, ese miedo que paraliza, y al ser humano lo paraliza, ya ha entrado a ese juicio o auto juicio que se hace el propio ser a si mismo en tener que replicar en base a lo que los demás esperan o quieren que haga, y si no es así él mismo se siente egoísta, él mismo se siente mal.
Tanto y tanto nos han querido educar, tanto y tanto nos han querido presionar que realmente en la naturaleza del hombre libre, en la naturaleza del hombre sencillo, no queda ni tan siquiera un recuerdo de vivir la vida sin sentimiento de culpa, de vivir la vida igual que cuando se nace y en los primeros años, que es todo, todo, puesto a nuestro alcance para disfrute. No, ya enseguida empiezan las normas, el horario, y ¿a dónde lleva a la humanidad esa forma de ver y vivir lo que llaman vida?
Todo se lo tienen que replantear en lo mas profundo y sentir si realmente se sienten bien cumpliendo las normas marcadas por la sociedad, que entre la sociedad están todos los seres humanos, o lo que sería lo mismo, si se sienten bien marcándose cada cual a si mismo tantas limitaciones, tantas obligaciones, ¿les hace sentir bien?, bien en cuanto a que sienten que les están llevando a esa vida sencilla y plena donde el hombre debería de disfrutar todas las horas del día, todos los días de su vida. ¿Ven que sienten, que tiene un sentido, esta forma que cada cual se ha puesto, les llega algún sentido en su vida?
Porque no olviden, no lo olviden, lo crean o no lo crean, lo introduzcan en lo mas profundo de ustedes o no, la vida que el hombre vive, cada cual la ha hecho el mismo, la produce el mismo, él, no nos la produce la sociedad, no nos la producen los demás seres humanos. La vida que cada cual vive, le guste o no le guste, la ha creado él mismo y puede cambiarla cuando así lo quiera, puede cambiarla en el mismo instante que se de cuenta que puede crear otra realidad, y no es ninguna metáfora, no queda en una quimera o en un ideal, es mas real que la vida que ustedes están llevando, que la vida que lleva cada ser de humanidad.
Esa es la pura realidad, la vida que cada cual vive la ha creado dentro de esa continuidad, que todo continúa siempre, no existe nunca un final, no existe, es una continuidad tras otra, tras otra, sin fin. Esa continuidad de hechos, es lo que ha hecho que el hombre cree su propia realidad, no la crean los demás. Su forma de hacer, de pensar, de sentir y de actuar ha ido dentro de esa continuidad generando su propia vida, la que lleva cada cual. En el momento, en el instante que el hombre se de cuenta de que esa realidad la puede cambiar en un instante, de la noche a la mañana, sin esperar, sin ir poco a poco, de la noche a la mañana, la cambia sin mas y ahí ya no entra el sentimiento de culpabilidad, de miedo, de egoísmo, no entra, no existe.
Si el hombre, ustedes mismos lo dicen, es realmente hecho a la imagen y semejanza, pero a continuación suele decir el hombre: “sí, pero eso está latente, la realidad es lo que es, lo que hay, la realidad es que el hombre es egoísta, la realidad es que el hombre tiene miedo, la realidad es que el hombre es malicioso, la realidad, la realidad, la realidad…” Es que no estamos hablando de la misma realidad, no estamos hablando de la misma realidad. Ustedes, dentro del concepto que tienen de realidad, dentro de ese concepto, viven la realidad que los demás, que la humanidad quiere que vean y que vivan, pero no les estamos hablando de esa realidad, les estamos hablando de la realidad mas intima, de la realidad del universo, de la realidad del Creador que les creó puros, totalmente libres para poder crearse su propia realidad y replicar con la misma fidelidad que Él, aun hoy les esta replicando a ustedes, de esa realidad estamos hablando.
Fíjense si tienen que cambiar sus conceptos. En esa realidad que les hablamos ya no existe el egoísmo, ya no existe, repito, el miedo al juicio, ni propio ni de los demás, y a partir de ahí, a partir de ese instante, el hombre puede comenzar de cero, puede comenzar como el recién nacido y poco o nada le va a importar que los demás tengan otra opinión, otro punto de vista y otro estilo de vida, poco o nada, y no se van a salir de las normas, no, porque van a crear sus propias normas dentro de otro juicio mas en sintonía con la pura realidad. Pero si observan su realidad desde el concepto que tienen equivocado, siempre se ajustarán a las normas que ustedes mismos incluidos dentro de esa sociedad han creado y están creando y fomentando.
Si un ser, uno, que decida comenzar de cero y sea como el recién nacido, si un solo ser que decida actúa y vive cambiando esa realidad, creando su propia realidad, la gran mayoría observarán y se verán reflejados, porque el hombre necesita, no lo olviden, tener un reflejo al que seguir, ¿por qué creen ustedes que estos servidores pueden hacer este acercamiento hacia los seres orantes?, ¿por qué?, ¿qué vía se puede abrir para que podamos estar explicándoles nuevos conceptos de la vida? Sencillo, ¿no?: la que ustedes quieran abrir.
Así es todo, muy natural, muy sencillo, la vida es muy sencilla. Si todos los seres tuviesen una mínima necesidad de ver otras posibilidades estaríamos hablando, no para una minoría sino para esa mayoría, pero no es así, son seres que han optado por abrir una nueva o posible vía, y son esos seres los que pueden, porque escuchan, comenzar de cero, y es sencillo porque todo lo que existe es sencillo, la complicación está en su forma de ver y de hacer la vida.
Cuando no sea una teoría y ustedes realmente se dejen sentir por ese corazón o por esa sensación, verán que no es difícil y que todo se consigue y la vida se hace y uno disfruta de ella, y poco a poco van teniendo mas alcance a otras posibilidades. Pero si uno está en esa forma de pensar y dentro de ese concepto que tienen comienzan a estructurar “esto no puede ser porque me salgo de estas normas, esto no puede ser porque soy egoísta, esto no puede ser porque y qué pasará después…”, el miedo, no harán nada, continuarán pero no alcanzarán lo que quieren alcanzar.
Y ¿qué es lo que quieren alcanzar? Pregúntenselo, porque es muy sencillo. De nuevo la sencillez, es muy sencillo, ¿qué quiero alcanzar? En una palabra, aunque no les guste la palabra felicidad, el hombre la busca porque nace para ello, la busca porque nace para ser feliz. Pues en una sencilla palabra, si buscan la felicidad, la auténtica felicidad y no la felicidad a plazos que tiene el ser humano y se conforma con ella, si buscan la auténtica felicidad, esa plenitud constante, ese saber que en todo momento, en todo lugar está replicando, está siendo fiel a la Creación, si eso es lo que buscan lo tienen fácil, muy fácil.
Si lo que buscan es teoría también la tienen fácil, pero no continúen escuchando oraciones, no continúen buscando por ese camino o por esa vía. La teoría no va a servir, como no está sirviendo en esta humanidad, no les está haciendo ese cambio necesario de conciencia, le está engullendo la mente de conceptos erróneos, de prohibiciones, de reajustes mal entendidos que lo único que está reajustándose y bien reajustado son las rejas que cada cual se está auto imponiendo. Por allá por donde cada uno de ustedes mire están enrejados con problemas, están enrejados con formas de pensar caóticas y caducas, con miedos. Para eso sí, para eso sí que les están reprogramando y ustedes deben elegir el poder dar un giro y ser los dueños y señores de su propia vida y cambiarla si no en su totalidad hasta el punto que les haga estar plenos constantemente, plenos, sin ningún sentimiento de culpa, sin ningún juicio ni prejuicio hacia nada ni hacia nadie, lo crean o no es la única posibilidad que tiene el hombre para poder alinearse a la Creación, para poder sintonizar con la música que está sonando en el planeta Tierra, la única, el recoger sus propias vidas y hacer de ellas lo que realmente es la vida.
Quizás, con toda seguridad, pocos de ustedes se atrevan a vivir lo que es la vida, en mayúsculas, pero sólo que uno se atreva a vivir su auténtica vida arrastrará a todos los demás, y no hablamos de este pequeño grupo, hablamos de una humanidad, escuchen bien. ¿Cuántas veces no han pensado o sentido la necesidad de ayudar al hombre, cuántas? Muchas, muchísimas veces han tenido la tentación o la necesidad de ayudar a los seres humanos, y unos lo hacen a través de cuidar el cuerpo, a través del dialogo, a través de muchos sistemas establecidos por el hombre, pero mal equivocados, porque la única ayuda que ustedes pueden dar al hombre es enseñarle a vivir la autentica vida cuando ustedes mismos la vivan, eso es el reflejo que nunca desaparece, como el Creador que siempre, lo crean o no, está reflejando su perfección.
Esa es la auténtica forma de poder ayudar al ser humano, rehacer nuestra propia vida, vivirla en consonancia con el universo para ser una réplica donde los demás, si quieren, tengan la posibilidad de ver. Y recuerden, de la noche a la mañana, rehacer sus propias vidas, sin sentimiento de culpa, vivir alegremente, naturalmente, y tienen atisbos de cómo hacerlo, recuerden esos instantes y prolónguenlos. Si pueden elegirlo, si ustedes son los dueños y señores de sus vidas y pueden rehacer su propia vida teniendo el recuerdo de qué, de quien, de quienes les hacen alcanzar esa sensación de felicidad, de plenitud, que no quede en un instante, manténganlo y manténganselo aun estando solos, en todo lo que les rodea, para poder alcanzar ese estado que en la religión llaman “el Ser”. No, el sentir devocional, la religión ya no les llama, pero es el auténtico sentir devocional, sentir devoción por la vida, sentir devoción por los seres, todos los seres creados.
Amén.

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