24 octubre 2009

La fusión

Cuando escuchan la palabra “fusión”, ¿qué les resuena en su interior?
La fusión es quizás el nuevo dialogo del hombre en estos nuevos tiempos. La forma de vivir actual ya no vale, no sirve, no lleva al hombre hacia el encuentro de sí mismo. La vida que él ha compuesto ya no es necesaria para este nuevo paso, debe dejarla como está y comenzar a recoger nuevos puntos de referencia.
Pero estos puntos de referencia han de resonarle. Para que las nuevas palabras les resuenen han de quedar en vacío, sino no existe resonancia en su interior. Las palabras que el hombre escuche cuando se dispone en ese silencio interno y en ese vacío, sin ser voluntad de éste, comienza a hacerlas suyas o a desecharlas, pero tiene que entrar en esa fusión con el silencio, en esa fusión con la paz interna, con la armonía interior, de ahí que le llamamos el nuevo diálogo del ser de humanidad para esta nueva etapa.
El hombre ha de aprender a fusionarse con todo, interna y externamente, para dirigirse hacia aquello que le resuena en el amplio sentido de la palabra resonancia: puede resonarle una idea, puede resonarle una intuición, puede resonarle el silencio. Debe ir a fusionarse con aquello que le resuene, fundirse y hacerse uno, tanto si es del exterior como de su interior.
No confundan las palabras con lo que creen saber, con lo que creen entender, no las confundan, siéntanlas, hagan que en su interior resuenen. En la medida que hagan que las palabras les resuenen, verán la sencillez y facilidad que tienen para adaptarse a esta nueva forma de vivir. Así, a voz de pronto, parece que con una sola palabra, fusión, vaya a ser la palabra mágica que lleve al ser humano a esa nueva etapa. Y aunque no lo crean, aunque les parezca extraño o lo dejen ahí en el aire, en la medida que se fusionen con esa palabra irán viviendo esa nueva etapa. Así, sencillamente, naturalmente.
Ya hace tiempo que les decíamos -y les recordamos- que todo el trabajo que la mente ha estado haciendo, recogiendo, elucubrando, engordando, sirvió, hizo su función, pero lo quiso hacer difícil y le hizo creer al hombre que en las dificultades este crece. Y él lo creyó tanto que realmente la mayoría de seres humanos viven una vida dificultosa. Pero eso fue, no es. Hoy es la sencillez, la naturalidad, lo que va a ayudar a dar al hombre ese salto; le va a dar la fuerza y la energía para ver hacia dónde y cómo.
Somos conscientes de que al hombre, este hombre al cual están todos apegados, le queda poco tiempo. Pasa de ser un hombre, un ser humano, a ser un Ser. Y a ese ser es al que nos referiremos y estamos refiriéndonos en estos instantes, ya no mas al ser de humanidad. Vamos a fusionarnos con el dialogo a la fuente, al Ser.
Para ir directamente al Ser, este tiene que observar su vida, lo que ha hecho y lo que él llama su vida. “Yo tengo mi vida”, dicen la mayoría de seres humanos, “yo he conformado mi vida y a lo largo de esta he hecho esto o aquello”. Bien, esa vida es la que tiene que observar e ir –escuchen y sientan bien- despidiéndose. Tienen que despedirse de lo que ustedes llaman vida para poder fusionarse con la autentica vida. Pasan de ser seres humanos a ser esencia divina, que con una palabra se define: pasan a ser Seres, Seres de energía que hoy pueden adoptar un cuerpo humano pero en dos instantes pueden adoptar otro cuerpo no humano. A ese ser es al que hablamos –recuerden- y al que ustedes deben fusionarse, y para ello, para fusionarse con su Ser, tienen que observar lo que llaman sus vidas e ir diciéndoles adiós.
¿Por qué si el hombre está lo que ustedes llaman “a gusto”, si el hombre esta de alguna forma “contento” con lo que vive, por qué tiene que ir diciendo adiós?
Recuerden que se les está induciendo para que decidan y sean ustedes los únicos que dirijan sus vidas. Y repetimos hasta la saciedad para que les quede bien grabado: sólo en la medida en que ustedes quieran ir hacia esa nueva vida, sólo entonces. Si están contentos, acoplados, conformados con sus vidas, está todo bien. Hablamos con palabras mayúsculas a ese Ser que se entiende, o así lo entienden estos que les hablan, que quiere ir más allá. Si es así tienen que ir despidiéndose de sus vidas para poder formar, fusionar y fusionarse con la auténtica vida. Mientras estén creyendo y actuando como tal con las vidas que llevan, recuerden que no cabe la posibilidad de nadar y guardar la ropa, no cabe la posibilidad de llevar las dos vidas paralelas, no cabe, entre otras cosas porque su nivel de energía, su tasa vibratoria es distinta en la medida que vayan fusionándose con su Ser, nada de lo que hoy llaman vida les servirá en esa medida que vayan adentrándose dentro de esa nueva vibración.
Y entren en el principio de la oración, dejen que las palabras les resuenen en su interior para poder comprender. Hoy no se les puede hablar, no se puede, si no es a través de este verbo. Pero no lo confundan con el verbo o la palabra coloquial a la que ustedes están acostumbrados, háganlo a través de ese eco que en su interior les haga ver o sentir la autenticidad de aquello que escuchan, porque si no es así lo dejaran en meras palabras. Tampoco ocurriría absolutamente nada, recuerden que todo está bien, sencillamente costaría más si quedan solo en las palabras a las cuales ustedes están acostumbrados. Pero no hay otro modo, hoy, para cercarse a ustedes y hacerles entender cuál es el nuevo camino a seguir. Por eso tantas veces repetimos: entren en ese silencio interno en que es mucho más fácil acercarnos a ustedes, entren en esa quietud para que a través de ella podamos estar más accesibles. Entre otras cosas, esa quietud y ese silencio en esta nueva etapa van a ser y están siendo uno de los requisitos para que el hombre se sienta más tranquilo, para que viva estos tiempos con un poco más de esperanza.
En la medida que dejen un tiempo para ese silencio interno y esa quietud de mente, verán esos atisbos de luz en su interior que les darán fuerza para continuar viviendo estos últimos coletazos en la Tierra.
Pero nos adentramos un poco más.
Les aclaramos cuando decimos “cuando aquel que así lo sienta comience a ir despidiéndose de su vida” para que no lo confundan: no es que van a despedirse de sus seres queridos, de sus trabajos, de sus haceres, no, pero sí internamente está en la disposición de estar de paso, pero un paso muy ligero, muy, muy, muy ligero, o lo que es lo mismo, no estar apegado a nada. Mientras continúa estando en esta vibración, lógicamente tendrá que tener un sustento que sostenga su cuerpo y sus necesidades, tendrá que relacionarse y, aparte de relacionarse, fundirse, ¡fundirse! con esas relaciones. De ahí que tiene que elegir sus relaciones, relacionarse con seres con quienes pueda fusionarse totalmente, al igual que consigo mismo, con esa tranquilidad y esa paz de que es lo que es sin dobleces. A eso llamamos “ir despidiéndose de la vida actual”.
El hombre, con su vida, esta apegado. Tanto, que cualquier imprevisto que él no haya decidido le hace entrar en un desasosiego que le genera enfermedad, en una preocupación que ya no cabe dejar espacio para atisbar una nueva forma de hacer. Está convencido de que es a través de esas relaciones, de esa vida que él ha conformado, que tiene que hacer ese cambio. Y no es así, no es así.
No todos –compréndanlo, siéntanlo-, no todos los seres humanos quieren hacer ese cambio; nos atrevemos a decir que son una minoría. Por tanto, la inmensa mayoría se está aferrando a algo que ya no cabe. De ahí que les decimos y les estamos preparando para que puedan ayudar a esos seres humanos que se han aferrado a esas vidas, a lo que ellos llaman vida, y que todo lo viven como enfermedad y catástrofe. Pero aquel que ya no está en ese estado es el hombre que tiene que apoyar, lógicamente, dando ejemplo de cómo se puede vivir en estos momentos con una sonrisa en la boca, cómo se puede vivir sin generar una enfermedad, cómo se puede vivir sin que le vaya –como la mayoría dicen- la vida en ello, vivir una vida más sencilla que hoy está aquí pero que puede, y así lo sabe, así lo siente y así lo decide, estar en otro lugar en cualquier momento.
Por tanto, no se aferren a la vida que llevan. Dense tiempo para entrar en ese nuevo estado de vida, un nuevo estado en el que las palabras no existen como ustedes las entienden. En ese nuevo estado de vida es a un nivel de sensación y fusión por amor, ese es el nuevo dialogo del Ser. Mientras estemos con este cuerpo físico sí necesitamos de estas palabras, sí necesitamos del verbo, pero seguido de un sentir, seguido o a la par de una sensación, que ese verbo me evoque un sentir, que me evoque una necesidad de fusionarme con aquel que habla.
Pues bien, si hoy el hombre quiere llegar a fusionarse con su Ser ha de ir diciendo adiós a esta vida a la cual se ha aferrado, tiene que ir soltando y dando importancia a esa nueva forma de ver la vida que es a través del silencio esté quien esté, es a través de relacionarse con un Amor con mayúsculas, no por parentescos, no por simpatías, aquel que haga que en mi interior resuene algo.
Vayan aquietando sus cuerpos físicos, dénse tiempo para todo lo que emprendan, vívanlo con la idea de que es para una nueva forma de hacer. Y ese tiempo y ese darse –se les repite- no es a través de la palabra, es a través del silencio y la quietud, silencio externo e interno, ahí la mente no habla, es ese silencio que comunica y se fusiona con otros estados de consciencia.
¿Por qué -quizás se lo hayan preguntado alguna vez- les hemos expresado en varias ocasiones que nos resulta más próximo acercarnos a ustedes a través del sueño?, ¿se lo han preguntado?: porque sus mentes están en quietud. Pero claro, en la mayoría de casos ustedes no son conscientes. Y de nuevo se les dice: depende de ustedes el que quieran hacer toda esta tarea conscientemente. Pero para poder hacerlo consciente tienen que parar la mente, por tanto, a un nivel físico tienen que dejar tiempo de quietud mental, de silencio mental y quietud física.
No se puede de otro modo hoy. No podemos llegar a ustedes cuando están dentro de una tarea, pues toda su energía o gran parte de ella está laborando en esa tarea. Pueden intuirnos, podemos acercarnos, pero nunca puede ser a un nivel consciente, pues no puede el hombre hacer dos cosas a la vez. El Ser puede hacer millones de cosas a la vez, de hecho las hace. Pero hoy están siendo hombres, hoy son seres humanos, más humanos que Seres.
Por tanto, nuevos requisitos, nuevas directrices, nuevas vías para coger nuevas formas de vivir: fusión con nuestro Ser, fusión con aquel, aquellos que elegimos, fusión con la Vida en mayúsculas, e ir despidiéndose de lo que el hombre llama vida.
Esto, poco a poco lo irán entendiendo porque lo van a ir viviendo. Y entenderán lo que hoy las palabras no les llegan, entenderán perfectamente a qué nos estamos refiriendo.
Todo se está poniendo en el lugar que le corresponde aunque el hombre así no lo crea, todo. Todo tiene una perfección tal que se asombrarían, hasta lo que ustedes llaman equivocaciones, hasta lo que no se atreven a hacer, es porque ha de ser de esa forma y no de otra. Todo está bien, recuérdenlo, todo está bien, no se agobien. Estén únicamente pendientes de cómo lo viven, cómo, eso sí. Estén pendientes de cómo lo viven, cómo viven su vida: que la viven a gusto, ¡adelante!, se les apoya sea la vida que sea. Cómo viven su vida, y si quieren algo mas porque así lo sienten, vayan a por ello, también se les apoya.
Están realmente sostenidos por la auténtica vida, ¡por la auténtica vida! Entiendan o no lo que se les quiere decir, tampoco importa. Y ustedes dirán: ¿qué es pues lo que importa? Su Ser, éste sabe, se habla a su Ser, al Ser, lo demás no importa, son sus personalidades, son la vida que sus personalidades han creado y eso, con todos los respetos, no es importante ni para ustedes ni para la Creación, son experiencias que han decidido vivir para fusionarse con su Ser.
Todas las explicaciones que les estamos dando, todas y cada una de ellas, son para hacerles comprender lo que está ocurriendo en estos instantes en sus vidas y en el planeta, pero que lo entiendan o no, no importa, no importa porque ocurre. Entonces, en la medida que ustedes quieran entender es en la medida que se han de involucrar, no más ni menos.
Un instante, sólo un instante de reflexión.
Así sea.
Amén.

2 comentarios:

Jayja para tí... dijo...

Es cierto amigo, la fusión es soldadura inquebrantable del corazón...yo sé , sé porque lo siento, con los ojos abiertos con los ojos cerrados, sólo lo siento, que vivo dentro del alma de un se si lo amo, del ser querido, respetado, yo sé que si respira, esta respirando aire de mi aire, que si ama, esta amando mi amor, que si ríe, ríe conmigo, que si es hombre,se siente hombre amante, entregado, es porque sabe que yo lo recibo, lo recibo dentro, fuera, por cada célula, mio, como si fuésemos sólo él y yo, aire, volcán fuego, esencia, en fin una maravillosa fusión de entrega...incomprensible además...

Un saludo amigo, vi su historia de la gatica, bellísima, si llegó a ustedes por amor...lo mejor, el amor que pudieron ustedes ofrecerle a pesar de ser nosotros, seres tan imperfectos aún fue lindo hacer su parte, mis respetos...

con cariño, jayja

Alma dijo...

Existe una fusión!!!

Si hay algo bello en el universo, es el amor que se esparce desde Él.


Si hay algo bello en el universo, es esa Humanidad que lucha
para que la Luz prevalezca.


Si hay algo bello en el universo, es ese Amor que todo lo sana con una simple caricia o palabra.


Si hay algo bello en el universo, es Poder amar sin esperar resultados.


Si hay algo bello en el universo, es esa Conecsión que existe desde el todo.


Si hay algo bello en el universo, es darse cuenta que tú eres parte del SER.


¡SÍ existe algo bello en el universo! es Dios manifestado y fusionado en todo lo creado.


Saludos.

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