16 octubre 2009

Buscando el Centro

En el encuentro anterior hablábamos de la búsqueda de la armonía. En este, la búsqueda es hacia el centro del hombre.
Lógicamente, cuando el hombre busca el centro tiene que ir acompañado de la armonía: armonía interior, armonía exterior, armonía de ideas, armonía de hechos, para, sin tan siquiera saberlo, llegar a ese encuentro con su propio centro, con su esencia divina. Existe y está ubicada en el hombre, pero como tantas cosas que existen en su interior, desde su parte divina, su parte sagrada, y el hombre no conoce o reconoce pero están, pues este centro existe físicamente y es trabajo suyo el llegar hasta él.
Muchas veces se ha hablado que el hombre debe reconocer lo que es suyo y lo que es impuesto por otros, lo que es su necesidad y las necesidades impuestas por él mismo. Mucho se ha hablado sobre la fuerza que tiene toda la parte que le rodea, incluidos los demás seres humanos que están pero que no son él, y que se deja arrastrar por lo que no es él. Hemos hablado de todo ello para llegar a recordarles que en su interior existe ese centro, punto de armonía y equilibrio para hacer que su personalidad y su esencia divina, su espíritu, encuentren una comunión, una unión.
Y también se les ha recordado que toda la actividad que usan a lo largo del día, siempre buscando fuera, buscando lo que sea, pero siempre fuera de uno, todo lo que el hombre busca, sea lo que sea, siempre lo busca fuera, sea conocimiento, sea lo que fuere, y es en su interior donde deben buscar. Y ahí el hombre se pierde, se pierde con cosas ajenas a él que le gustan, que le apetecen, que lo embelesan pero lo entretienen, lo atrapan.
Es preciso que, en la medida en que cada cual necesite, sean ustedes los que evalúen sus necesidades. Cada cual, según su necesidad, debe descubrir qué es lo que necesita y qué es lo que su personalidad le pide o quiere, y una vez descubierto, si lo que buscan y quieren es ir hacia su propio encuentro, deben apartar de ustedes aquello que les aleja.
Al principio es una tarea bastante ardua, porque están habituados a conseguir todo aquello que les hace gozar -entre comillas-, y cuando el hombre se divierte, lógicamente esta entreteniendo esa búsqueda, ese anhelo. No es que no pueda divertirse, pero tiene, si así es lo que quiere, que divertirse y encontrar ese gozo en la búsqueda de sí mismo, porque realmente es lo que le va a enseñar el autentico gozo, el encontrarse y reconocer quién es.
Eso de antemano les va a suplir cualesquiera otras necesidades, tanto físicas como espirituales, les va a dejar plenos. Pero sobre todo, en esa búsqueda hacia el centro de uno mismo, lo que van a lograr es poder dar esa respuesta que quieren ustedes dar, que hoy es mental. Pero en la medida que encuentren ese centro, toda su actitud va a estar realmente en mostrar quiénes son y en hacer lo que han venido a hacer al planeta. Todo lo demás son entretenimientos que sus mentes y sus necesidades mentales les hacen tener para no llegar a ese fondo.
Por costumbre, por inercia, por comodidad, esa es la gran lucha que tiene el ser humano hoy. Por una parte quiere encontrar esa fusión con la esencia divina, y por la otra quiere llevar el mismo ritmo que su mente le marca, que sus necesidades le marcan. Es incompatible, por eso hemos comenzado diciendo: “sean ustedes quienes evalúen sus necesidades”. Pero si sus necesidades son profundas tienen que ir eliminando todos esos obstáculos impuestos por su mente, obstáculos de necesidades, obstáculos que se les ponen delante para ver la flexibilidad y la profundidad de lo que cada cual quiere o necesita, obstáculos en gran medida impuestos por el hombre, por él mismo, y en otra cierta medida por los seres que les ayudan y apoyan para, de nuevo, fortalecerles.
Recuerden que están entrando en ese manantial de energías nuevas, para lo cual tienen que prepararse, ponerse fuertes emocional, mental y físicamente. De ahí también que se les apoya haciendo que en gran parte, problemas, que así los viven ustedes, que solo son experiencias necesarias para su evolución, se les está apoyando para que esos “problemas” no les impregnen demasiado y los quiebren.
¿Recuerdan que les decíamos: “intenten que todo lo externo les resbale, que cerraran los poros para que todo resbalara”? Pues se está apoyando a toda la humanidad para que esos llamados por ustedes “problemas” sean más ligeros, porque en ese tránsito en que están sumergidos, el hombre es quebradizo, es un recién nacido, y tanto los apuros, las necesidades que este se ha impuesto, los problemas que no son tales pero así lo vive, todo, todo lo introducen en lo más profundo haciendo que su fortaleza de espíritu se quiebre, enfermando sus cuerpos y quedándose -que eso es lo más peligroso- atrapados en lo que ustedes llaman su vida, sus problemas.
A todo ello se les está ayudando porque el momento necesita de esa ayuda, el hombre necesita de esa ayuda. Y aunque ustedes no lo crean -se les repite- se les está ayudando, y una de las formas es la ya nombrada, hacer que todos los problemas no los vivan como tales, hacer que vean sus dificultades, pero salvables, ver que crecen detrás de una dificultad, que esa dificultad les ha dado más ánimo para continuar. En todo ello no están solos. Si ustedes fueran capaces de ver la energía que están recibiendo el planeta y los seres humanos, seria para mostrar las gracias y dejar las quejas a un lado.
Se trabaja contra reloj con todos ustedes, contra reloj. Lo que ustedes hoy no comprenden, lo que ustedes hoy no ven, lo que ustedes hoy ni tan siquiera atisban, todo ello se les está configurando. Están creando una nueva atmosfera para poder acoger a todos los seres que estén en su centro, de ahí que es importante que cada cual reconozca la ayuda que se les está mostrando, que se les está dando a nivel colectivo e individual, y poner todas esas fuerzas, poner todo ese ánimo en salvar lo mejor con la mayor dignidad.
Esos problemillas o dificultades que se les presentan en su vida diaria son solo experiencias, recuérdenlo, no se impregnen de ellas, son experiencias para crecer, experiencias para el alma. No pueden entrar en esos recintos sagrados con esas dificultades para entender su propia vida. Dado que no entienden, dado que todavía no están al cien por cien despiertos, cuanto menos, valoren y sientan la gran ayuda que está teniendo en estos momentos la humanidad. Eso ya es un paso de humildad, un paso hacia el agradecimiento que el hombre debe mostrar por tan semejante ayuda.
No se quejen por sus vidas. Eleven esos problemas, eleven esas dificultades, pidan ayuda a su centro, a su interior donde reside el que sabe. No busquen fuera absolutamente nada, porque nada van a encontrar. Es tiempo de buscar hacia adentro. Es tiempo de encontrarse con su centro, con su alma. Es el momento divino para hacer esa fusión. Todo lo demás que busquen son entretenimientos, y no está ni mal ni bien, recuerden, no existe la dualidad, ni el mal ni el bien, existe una necesidad que cada cual debe sentir con qué fuerza clama e ir a darle lo que clama.
Sepan distinguir cuando se están entreteniendo voluntariamente o cuando se están dejando arrastrar por la masa, una masa ciega, una energía potente, no la subestimen. Cuando el hombre está durmiendo, cuando tiene los ojos cerrados, tiene una energía que atrapa esa energía sutil y le hace desear necesidades que ni tan siquiera pasaron por él.
Y no se quejen por el momento en el que están. Al contrario, den gracias por estar participando de este nuevo amanecer, y recuerden que todo lo que se les está presentando en sus vidas es para templarlos y que puedan ingresar en esa gran burbuja.
¿Cómo encontrar su propio centro? ¿Recuerdan cuando hablábamos de la resonancia? Cuando algo resuena es porque está en vacio, una resonancia no puede como tal vibrar si no está hueca, vacía. Para poder encontrar ese punto de encuentro solo es necesario sentirse en vacio y desearlo, el centro viene hacia ti. Tu disposición es la de entrar en vacio sin que los pensamientos penetren, con un cuerpo tranquilo para que no moleste, y lógicamente, en el tronco del hombre, porque es un tronco hueco donde puede tener cabida esa vibración. Y resuena en el interior como las palabras cuando salen por la garganta, y esa resonancia despierta a esa conciencia y le hace recordar su unión con el hombre. Ahí la fusión voluntaria por parte de la personalidad del humano. Por tanto, lógicamente, si esta en el interior del hombre no se puede buscar fuera, por tanto tampoco importa el lugar donde uno busque, puesto que está en el interior.
Todo lo que el hombre necesita para llegar a ese vacío es una necesidad de equilibrarse, de armonizarse, pero no es necesaria para encontrar o llegar al centro, son adornos que se pone el hombre y que si los necesita para llegar ahí está todo muy bien, pero recuerden que es en la quietud allá donde elijan estar en quietud, es en el vacio total de pensamientos allá donde uno quiera estar en vacio. ¿Comprenden por qué el lugar no es tan importante? Ahora bien, si ese lugar hace que la persona esté en pura armonía, bendito sea el lugar, pero no se empeñen, que no interfiera absolutamente nada físico ni de pensamiento para poder fundirse con esa esencia que hay en el interior del hombre, con ese centro vital. Todos los problemas que el hombre se ponga se los está poniendo él, no existen, porque en cualquier lugar si así lo desea, puede quedar en quietud y en vacio.
Todos los impedimentos que la mente pone al hombre son producto de ella, es la mente la que los pone, no los hay. El hombre ha hecho de su vida un gran problema, y no es así, no existe. Desde que nace lo educaron para vivir una vida llena de dificultades, de tristezas, de lamentos, y no existe tal vida, eso más bien lo podríamos llamar una muerte lenta. Es lo que ustedes han creado y llaman vida, pero es una ilusión, no existe lo que están viviendo, es parte –recuérdenlo- de una experiencia necesaria para el alma. No la atrapen como vida, no es vida, es una experiencia más de la autentica vida.
Y la autentica vida no depende de este cuerpo físico, pues el hombre es esencia. Y es hacia esa esencia que queremos ir con nuestro cuerpo físico, para encontrarla. Pero el hombre –repetimos- es esencia y adopta mil y una formas, y en un preciso momento y lugar optó por una forma humana, pero esa forma humana es una ilusión momentánea para vivir unas experiencias en este planeta, recuérdenlo. No se impregnen como si fuese la vida, no lo es, es una experiencia más. Háganlo como un juego, y si no les gusta el juego cámbienlo, porque es un juego, es una experiencia que coge el alma para llevársela a su lugar, a la autentica vida, y es ahí hacia donde están entrando.
Pero a la autentica vida se entra despiertos, se entra conscientes, de ahí que esa burbuja está siendo creada para el hombre que está despierto, para aquel que quiere hacer ese tránsito consciente, y para eso no hay elucubraciones.
Sus mentes les preguntaran: “¿lo hare bien?, ¿lo hare mal?, ¿será así?, ¿será asa?, ¿qué debo de hacer?” Se les está diciendo: ir al encuentro de la esencia que reside en su interior. La esencia que reside en el interior necesita que conscientemente se vaya hacia ella para ella poder fusionarse. Es entrar en quietud, quedar en vacío y llamarla, y esta acude a la llamada. Esa vibración es tan poderosa, es tan mágica que cuando encuentra el camino correcto se fusiona, y todo, todo lo que ustedes están escuchando, todo lo que ustedes intuyen, todo lo que ustedes presienten se da al instante, y ahí se dice: han culminado su tarea, ahora sí pueden ir a su casa –con mayúsculas-, a su hogar, a su autentica vida. Mientras tanto son experiencias, es el gran juego que adoptan para impregnarse de lo necesario, experiencias necesarias, vibraciones que simultáneamente están enriqueciendo al espíritu, y las están encontrando aquí, en este planeta, dentro de estos cuerpos.
Así de grandiosa es la autentica vida. Pero si ustedes hacen de sus pequeños o grandes cuerpos el todo, de sus vidas el todo, ¿qué van a encontrar si ya creen tenerlo todo?, ¿qué pueden encontrar?: nada. Si creen que esta vida es ya la autentica vida, si creen que sus cuerpos es lo máximo que pueden alcanzar, pues ya lo tienen, no busquen mas. Es que es más sencillo de lo que sus mentes les muestran, es muy sencillo. Si ustedes creen que la vida es lo que están viviendo, si creen que todo es su cuerpo y sus dolores o sus maravillas, si creen que todo lo tienen ya, no busquen más, gocen de lo que tienen. Pero si realmente hay una necesidad vital porque intuyen, presienten, o llámenlo como quieran, que esto es una pequeña facción de una gran, grandiosa idea, no se queden atrapados en sus cuerpos, ni en sus cuerpos ni en sus experiencias, vívanlas como eso, una experiencia que viene, la tomo y la suelto. Cualquier tinte que se le ponga a esa experiencia como buena, mala o regular, ya es su mente; la experiencia es la experiencia.
No se dejen atrapar, es muy sencillo, todo es muy sencillo. La gran problemática es lo que sus mentes quieren hacer y ustedes dan por bueno, que como son sus pensamientos es lo real o lo correcto. Ni es real ni es correcto, de ahí que se les dice en cada encuentro y cada vez con más ahínco: no se dejen arrastrar por sus pensamientos, vayan a la sensación, a la sensación, vivan tras la sensación, que no sea la mente la que dirija sus vidas.
La mente no quiere entrar en ese estado de conciencia, entiéndanlo, no quiere entrar, se resiste a no ser ella la poderosa. Al resistirse hará que crean que sus cuerpos enferman, hará que crean que sus vidas son caóticas, hará que crean que es lo único que existe para encerrarlos bajo llave. Ahí son ustedes mismos quienes la tienen que acallar.
Entren en dialogo con ella: no me des más órdenes, tú estás, sí, estás, pero estás a la disposición de mi sentir, y siento blanco y tu vas a actuar en blanco, y si no tranquila, no te voy a obedecer. Hablen con sus mentes, y una vez entrados en ese dialogo hagan que calle, sí: ahora no te toca hablar, estoy relajándome, estoy entrando en mi interior, luego hablamos. Trátenla como si de otro ser se tratase: ahora te hablo, ahora no, ahora es tu turno, ahora te callas… pero con contundencia, como el que sabe, porque saben.
Recuerden que únicamente se les orienta hacia un recuerdo, pero ustedes saben. Repliquen como el que sabe.
Que así sea.

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