Todos los grupos, todos los seres que los componen, han sido llamados.
Cada cual que haya sentido esa llamada es quien debe de darse con pureza, con integridad, sin individualismos, sin egocentrismo, con humildad, con sencillez, con pureza.
No todos los que componen los grupos han escuchado la llamada, por tanto solo debe de sentirse integrado hasta lo más profundo de su ser aquel que sí la haya escuchado, porque es a éste al ser que se necesita.
¿Recuerdan que hace poco hablábamos de que el hombre no era necesario?, que comenzaba a ser útil cuando se daba, cuando se pronunciaba hacia ese servicio a la humanidad y al universo. Entonces sí comenzaba a ser necesario, entonces sí se contaba con ese ser. Mientras tanto él puede continuar formando grupo. Mientras tanto, mientras que él aprenda se le dejan pasar pequeños errores. Y comprendan lo de “se le dejan pasar”, compréndanlo.
Estos servidores constantemente les dicen que les dirigen hacia un conocimiento pero que son ustedes los que aceptan o no llevarlo a cabo. Ahí es cuando nos referimos, para que no confundan la palabra, para que no crean que se les exige como ser de grupo, ciertas actitudes. No. Ahora bien, se comienza a ser pulcros y puros y ahí sí que no hay fisuras para aquel que se ofreció hacia un servicio. De ahí que decimos “se le deja”.
El ser que se involucró con la palabra, con el sentir, con el pensamiento hacia un servicio a la humanidad no puede tener fisuras. Comprendan que en el momento actual la humanidad necesita auto exigirse, romper con tanta y tanta comodidad y tanto y tanto incidir en más de lo mismo, tiene que romper con todo ello.
Pero no se le exige -entre comillas- lo mismo a un ser que no es consciente, que no dijo servir en estos momentos; también se le apoya, por supuesto, porque es el tiempo, se le apoya sutilmente a través del sueño, se le induce a nuevos comportamientos, a nuevas actitudes, a nuevos sentires y pensares, sutilmente.
Pero con los seres que se agrupan con una intención sentida y expresada hacia un servicio ya no se va con sutileza, aunque no sean conscientes en su totalidad no se les trata con sutileza, se les trata con amor pero no con sutileza, se les pondrá delante y claramente situaciones para que vean y comprendan cómo mejorarse, para que vean y comprendan que esa actitud ya no les corresponde, y siempre se la harán ver cuando más evidente y profundo les pueda llegar, o sea, quizás cuando más se sientan dolidos, porque será tan evidente que han podido mejorar esas respuestas que ustedes se van a sentir muy mal consigo mismos. Y nadie, nadie les va a juzgar, nadie, van a ser ustedes mismos quienes van a ver que no han estado a la altura de las pruebas que se les han puesto. Y comprendan –muchas veces se les ha dicho-, que cuanto más avancen en el camino del servicio más pruebas les van a poner y más comprometidas serán esas pruebas, hasta que llegue un momento en que ustedes sientan que ya están preparados para que se les llame, porque cada uno de ustedes que permanecen en los grupos serán llamados individual y colectivamente, cada grupo tendrá un puesto, una tarea que hacer dentro de los grandes cambios de la Tierra. Cada ser individual, pero no como individualismo, sabrá cual es su papel en el grupo, sabrá cual es su punto fuerte dentro del grupo.
Y ahora, como les decíamos el encuentro anterior, se les irá poco a poco desarrollando cuáles son las tareas –vamos a expresarlo de esa forma- que un grupo precisa tener para ser llamado. Vamos a decirles cuales son las misiones o requisitos que tiene que cumplir individualmente el ser humano para que se conforme un grupo. De las dos formas creo que se comprenderá.
Hasta ahora el hombre, aunque no lo crea, vive dentro de su individualidad y lo expresa constantemente aun no siendo consciente de ello. Por ejemplo, todos los seres que conforman un grupo, salvo pequeñas excepciones, viven su individualismo, aun no saben comportarse, aun no han sentido la llamada del grupo.
El hombre se comporta como ser individual constantemente, y se puede ver en las relaciones de pareja, en las relaciones familiares, en las relaciones con amigos, en las relaciones de trabajo. El hombre siempre mira por sí mismo y después por los demás, incluso hasta hoy se han dicho a sí mismos: me tengo que mejorar para poder dar lo mejor de mí, si yo no estoy, ¿cómo puedo dar?
Siempre el hombre se ha ido refiriendo a sí mismo para después darse o dar, porque darse…, cuando empleamos la palabra darse aquí se vive con mayúsculas: darse es fundirse con aquello que uno se da, y esa fusión el hombre aun hoy no la vive.
Cuando dentro de su buena intención –comprendan y recuerden que tienen que unificar todas las oraciones para ver el contexto en que se les está hablando- quiere el hombre prepararse, esa intención es quizás lo único que le ha hecho elevarse un poco más que los demás, por su intención. Pero como se les decía, aquello que aprendieron les ha llevado a estar para poder hoy recoger nuevas formas de vivir, por tanto, aquella intención fue correcta, se creían que preparándose podrían reflejar o servir a los demás.
Ahora se les dice: no se preparen ustedes a sí mismos, se les está preparando. Comprendan la intención que llevan las palabras: ustedes a sí mismos no se pueden preparar porque no tienen referencia para hacerlo. Deben estar receptivos para que podamos trabajar con ustedes.
Por tanto, lo que ahora corresponde al hombre es darse, fundirse a nivel grupal para poder dar un servicio a la humanidad y al universo. No podemos coger al hombre como individuo en solitario, no sirve la individualidad, sirve aquel que sirve.
Nos sirve el grupo para poder hacer un nuevo amanecer de humanidad en el cual ya el ser individual debe fundirse totalmente. Que no sea su necesidad la que vaya por delante, que sea la necesidad de aquellos que componen un grupo. Ahí la intención de grupo debe ser pura, debe ser totalmente unificada, totalmente apoyada, y deben implantar esa nueva forma de ser que es la que hoy corresponde al hombre, no pensar en sí mismos. Desde la pareja no puedo pensar en mí, en mi necesidad, voy a pensar en la necesidad del otro, en la necesidad de la familia, en la necesidad grupal.
Es fundamental que el hombre deje ese ego, ese lastre de individualismo que nunca ha tenido, que ha ido adquiriendo como tantas y tantas cosas que esta humanidad actual ha ido añadiendo a ese ser puro. Nunca, nunca fue atraído a este planeta como ser individual o como individualismo, siempre fue atraído para cumplir con un hacer que no pasaba ni muchísimo menos por su individualismo. Es que nada existe individualmente, ¿lo comprenden?, nada, todo lo que nació desde sus comienzos ha sido constantemente uniéndose en armonía hasta no existir nada que no esté relacionado completamente, desde haceres, pensares, todo es uno, no existe la separatividad. ¿Cómo pues el hombre va a pensar en él mismo, en su propia individualidad, cuando todo está unido al Todo?
En estos nuevos comienzos como raza nueva ya deben dejar de pensar para ustedes mismos y comenzar en pequeñas escalas, pequeños o grandes grupos. Pero ahí tienen que ser puros de intención. Su intención debe ser únicamente la de servir a un plan siempre mayor, no de servicio a uno mismo, siempre de servir a un plan aún mayor. Si la intención es esa, individual y grupalmente, porque ahí el ser de humanidad no pierde para nada su individualidad pero sí su individualismo, se sabe, se siente, tiene plena conciencia de quien es, pero a la vez esa misma conciencia de quien es, se siente y se sabe que es parte del Todo, que por sí mismo no es nada si no se une y se siente a ese Todo.
Cuando el hombre comienza a implantar ese nuevo pensamiento, su actitud por tanto cambia totalmente, encuentra ese sentido que tanto andan buscando a nivel individual, y lo vive. Quien lo busca dentro de un individualismo, no lo va a encontrar por ahí, y tienen que encontrarlo porque si no van a tener su culminación, su tránsito, su cambio, lo que ustedes llaman pronto.
Tiene que dejar de pensar en sí mismos para que ese nuevo pensamiento dé el sentido a su vida. No se pueden imaginar cómo van a sentirse cuando comiencen a acercarse a lo que es la esencia vital del hombre, que es a compartir. Recuerden tantas veces que les decimos: el grupo, el ser, debe comenzar dentro de lo que tiene; hoy tiene la palabra, el verbo, úsenlo, exprésense, expresen lo que necesitan, lo que sienten, lo que intuyen, lo que saben, den forma con esa intención de aportar aquello que cada cual tiene como único, que es su esencia vital, son sus recuerdos más profundos de quién es.
Y eso va saliendo poco a poco a través de la palabra y de la intención de unirse para reconocerse, porque –volvemos a insistir- no se van a reconocer dentro de su individualidad. No es lo mismo que la soledad, entiéndanlo, pueden estar en solitario todo el tiempo que necesiten, deben de estar dentro de ese recogimiento todo el tiempo que necesiten, pero cuando sientan esa necesidad de compartir, cuando acudan a esas reuniones con la intención de grupo deben de resurgir, resurgir, deben de dar muestras de ese tiempo de silencio y recogimiento que han tenido, deben tener la intención pura de que están dando todo aquello que tienen en su interior para hacer un grupo con cimientos fuertes, que cuando sean llamados puedan ser llamados en su conjunto.
Tienen que prestar toda su atención e intención. Estar atentos, alertas, y poner toda su intención, y aquello que les cale en lo más profundo, aquello que sientan que es eso y no otra cosa lo que les va a servir, ahí es donde tienen el deber de fundirse, de darse a esa nueva idea, de experimentar esa nueva forma de pensar, de ver cómo es tan sencillo y a la vez tan complicado, sencillo porque no es más que dejar de pensar en sí mismos, y complicado porque llevan muchísimos años haciéndolo y se van a pillar una y otra vez en los mismos patrones.
Y deben reconfirmarse a ustedes mismos si realmente quieren permanecer en un grupo, pertenecer a un grupo para que se les pueda llamar. No estamos hablando de los grupos de amigos. Aquí, realmente, es otra la intención y esa la deben de reconocer. Si realmente se reafirman en querer ser miembros de un grupo su intención debe de ser muy transparente, muy pura y fuerte, porque de lo contrario se servirán de cualquier persona o personas para hacerles ver por dónde están flaqueando, por dónde tienen una fisura, y sólo se les mostrará para que ustedes lo vean, para que avancen.
No se les exige, recuerden, se les pide. Es como cuando ustedes reclaman ayuda. La humanidad necesita de grupos conscientes con intención pura.
Sean ustedes los que se reafirmen dentro de este nuevo concepto de grupo que se les ha dado. Si sienten que no van a poder cumplirlo reflexiónenlo y no se adentren más, porque si no se adentran más, como se les está explicando, de igual modo se les irá induciendo sutilmente para que hagan ese cambio de humanidad pero no se les exigirá, no se verán en esas tesituras que se van a ver si deciden continuar; se les dirigirá con amor, sí, se les irá induciendo con amor con mayúsculas, no con el amor que ustedes conocen, no es el amor por conveniencia, es realmente el amor que eleva un cuerpo físico hacia las puertas del Gran Espíritu, es ese amor que refleja una constancia y templanza sin igual, ese amor que sin exigir súplica, ese amor que constantemente le hace a uno verse en dónde no está dando.
Reflexionen unos instantes antes de culminar la oración y reafírmense en su continuidad, no como grupo físico en el que cada cual puede permanecer si así lo desea hasta que uno mismo observe que nada de lo que escucha va con él, pero estos servidores no tendrán en cuenta esa energía porque no la podremos corregir.
Estos servidores, sirviendo al amor, pueden tener aquel, aquellos a los cuales se les pueda corregir, a los cuales se les pueda inducir para que en un momento determinado se les llame y puedan contestar.
…………………………………………………………
Recuerden que esa súplica es grupal. Ya se puede trabajar con cada ser individual, pero con la intención de formar un grupo el cual se irá supervisando y dirigiendo.
Que así sea.
1 comentario:
hola,,,
te dejo saludos y abrazos,,,
DTB,,,TQM,,,
Publicar un comentario