04 octubre 2008

La esperanza en un nuevo amanecer


Respiren tranquilamente, profundamente. Sintonícense con los latidos del corazón.

En el encuentro anterior les pedíamos que fueran al reencuentro de otras oraciones y comenzaran a recoger cada enseñanza que en su momento les llegó, y recordaran todo cuanto se les ha ido comunicando para que no descarten absolutamente nada, para que no vayan haciendo parcelas de lo escuchado, para que unifiquen todo lo que llevan en su interior. Recuerden que les decíamos que el hombre se ha habituado a usar lo último que escucha y desechar lo anterior, inconscientemente lo último que escucha es lo que incorpora puntualmente, también.

Y les decíamos que tienen el deber de recopilar hasta donde puedan llegar y reencontrar cada una de las enseñanzas que les hemos ido dando. No se queden con la ultima, es todo un proceso que llevan haciendo para llegar a ese punto de conocimiento de uno mismo que es lo que puede dar la posibilidad a esa esperanza de un nuevo amanecer.

Si escuchan aisladamente, ¿cómo van a poner en práctica sus conocimientos? Si se quedan con lo último que han escuchado, ¿cómo pueden llevar a cabo una idea si la idea se la van descubriendo paulatinamente, semana a semana.

Les decimos constantemente que se observen. Otras tantas veces se les habla de los cambios que el hombre debe hacer y no hace por el miedo. Y se les ha llevado más allá y se les ha descubierto que no existe la muerte, que el llamado miedo es infundado y, por tanto, el hombre no puede tener miedo.

Se les ha ido explicando y desarrollando todo lo necesario para que en este momento que está viviendo la humanidad no se les derrumben sus cimientos. Lógicamente se les está desestructurando, ¿cómo si no puede haber una nueva humanidad? Como les decíamos muchas veces, una nueva humanidad con los mismos seres humanos, ¿cómo puede ser eso si a esos seres que habitan el planeta no se les desestructura?: imposible.

Pero esa incertidumbre que les puede llegar y les llegará la tienen que vivir sencilla y naturalmente, con la esperanza de ser guiados por seres que saben aquello que ustedes han olvidado, aquello que ustedes en un momento eligieron y han olvidado.

Y se les va dirigiendo momento a momento, instante a instante, pero ustedes se aferran a lo ultimo escuchado sin abrir esas mentes y recordar que no cabe el miedo. Ya se les dijo que se les iban a derrumbar muchos conocimientos a los cuales el hombre se aferró, que nada iba a ser parecido a lo que el hombre piensa, que deberían dejar esos referenciales que hasta ese momento les sirvieron pero que a partir de ya no les servirían, ¿recuerdan que todo eso se les dijo? ¿Por qué, pues, el hombre está generando ese miedo, ese pánico que los está paralizando, y están agrediendo a su propio cuerpo?

Recuerden que se les dijo que podrían ser viajeros de luz con el cuerpo que tienen, que no era necesario que sus cuerpos muriesen para poder hacer aquello que el espíritu necesite, y sus cuerpos se están adecuando, todo lo que están sintiendo es porque los cuerpos se están adecuando a la necesidad del espíritu. Tienen que sincronizar su respiración a los latidos del corazón, que les van a ir marcando la secuencia y la pauta de tranquilidad necesaria para cada cual ver y aceptar lo necesario para ese nuevo proceso, para ese nuevo amanecer.

Si el hombre no hace ese esfuerzo -que solo lo puede hacer él- de dejarse llevar, en estos tiempos en los cuales está el ser humano caerá, enfermará y se marchará. Pero si el hombre se deja, de dejarse, ustedes dicen en manos de Dios, y está bien, muy bien dicho, pero nosotros vamos mas allá, déjense llevar por su propio espíritu, porque si se dejan en manos de Dios tal y como ustedes tienen el concepto de Él, se dejan en manos del hombre, sí, porque a Dios lo tienen como el hombre, y a Dios lo tienen que tener como el Gran Espíritu. Por eso déjense llevar por esa parte de cada ser que sabe, por su espíritu, y no hagan más allá ni dejen de hacer aquello que Él les demanda.

Como no lo recuerdan de nuevo se les vuelve a recordar, pero hagan un esfuerzo por ir recordando. Si no pueden desde su comienzo, a partir de ya, y no vayan acotando semana a semana lo último que escuchen.

Recuerden que hemos hablado de que el hombre, el ser de humanidad necesita con urgencia tener un referencial para no sucumbir, pero ese referencial tiene que encontrarlo en su interior porque está en su interior. Hasta ahora el hombre lo ha buscado fuera. Ya no es momento de buscar fuera, por eso se les viene diciendo: conózcanse y reconózcanse, conózcanse en lo más profundo y reconozcan en aquellos que les rodean para el reencuentro. Tienen que llegar a ser su propio referencial, seguir esa intuición que se les está despertando, seguir esa necesidad que se les está despertando. Recuerden que estamos en un nuevo amanecer y todo va a ser novedoso para el hombre, de ahí que deben dejarse guiar por esa intuición, necesidad, sensación, llámenlo como ustedes quieran, pero hagan aquello que en un momento sientan, y no demoren, no den largas, no antepongan la vida que ahora llevan porque la vida que el hombre ha hecho no es la vida, no lo es, hasta ahora ustedes la han llamado vida pero no es la nueva vida. Este nuevo amanecer al cual se refieren los grandes espíritus es el nacimiento de un nuevo ser con nuevas necesidades y nuevos sentires, por tanto una nueva vida, quizás la autentica vida.

Pero para eso, el hombre tiene que soltar todas esas obligaciones, con mayúsculas, obligaciones que él mismo ha adquirido y hoy percibe, siente o intuye que no le sirven, pero como obligaciones tiene que hacerlas para subsistir. Suelten en la medida de lo posible el máximo de obligaciones. Todo aquello que al hombre le suponga una obligación suéltenla, porque en la medida en que ustedes no suelten esa obligación no van a ver con claridad qué es lo que a cada uno de los seres humanos, lo que a cada uno de ustedes, les depara esa nueva vida, ese nuevo amanecer.

En la medida que el hombre no suelta esas grandes responsabilidades sin sentido para lo que es la vida, en la medida que se aferra a eso estructurado, caduco, corrupto, no va a tener la posibilidad de ver cuál es su futuro aquí en la Tierra, y en la medida que no vea su futuro claro en la Tierra se marchara de ella porque todo lo que no sirve de desecha, recuérdenlo, todo lo que no sirve, de servicio a la humanidad y al planeta, se desecha, y las obligaciones no sirven, esa vibración es densa, ya no cabe en este nuevo amanecer. Caben todas las vibraciones sutiles que son creadas por una esperanza nueva, por una sensación de calidez, sin obligación ninguna, esa calidez que da el corazón enamorado, esa calidez que da esa intuición cuando es guiada de saberse satisfecho, o satisfecha, ese alimento sutil que va directo al espíritu sin ninguna obligación.

Y llévenlo a las últimas consecuencias, sean escrupulosos en detectar cómo viven, como son sus vidas, a que dedican sus pensamientos en cada instante, en cada minuto, qué preferencias tienen, cuántas obligaciones han adquirido y cuántas están dispuestos a soltar. En la medida que vayan soltando se les irá dando una nueva visión, un nuevo sentido, una nueva esperanza, la cual cada uno de ustedes la vivirá y verá de nuevo ese sentido a su propia vida que ya no estaba.

No lo escuchen como palabras, vívanlo, observen en sus vidas lo que ahora está ocurriendo, observen que está pasando por ustedes. Vayan más allá de lo mero escuchado, implántenselo, pregúntense qué de cierto hay en lo que están escuchando, qué sensaciones –vívanlo como sensaciones, quizás así lo que escuchen se implante mas en ustedes, arraigue- qué sensaciones les produce lo que escuchan.

Véanse identificados o miren dónde no se identifican, pero cuando identifiquen algo comiencen a soltar lastre, lastre de pensamientos que ya no corresponden, lastre de una vida que ya no les sirve, lastre en cuanto a responsabilidades adquiridas que tampoco corresponden. Todo depende de ustedes, de cómo quieran que sea su vida a partir de ahora mismo.

Y para aquellos que están en su propia mismidad sin ver más allá, se les dice que se preparen para recoger aquello que sus pensamientos están generando, porque si hasta ahora –escuchen bien- si hasta ahora cada pensamiento que ustedes tienen ha generado una causa y un efecto, a partir de ya va a ser inmediato, inmediato. O sea, que profundicen en sus pensamientos, airéenlos, no se obsesionen, airéenlos, apártenlos, motívense con otros pensamientos, estos no sirven, y ya no van a darles más plazos.

Si el pensamiento está caduco retírenlo de su mente, desplieguen nuevos pensamientos, ¡para qué me voy a obsesionar con un pensamiento si no voy a ver más claro!, ya no me va a dar más claridad porque el pensamiento que ahora tengo ya no me sirve para hoy, ni para mañana, por tanto voy a dejar una mente tranquila, voy a hacer caso de esa sensación, de esa intuición o de esa necesidad del instante y la voy a llevar a cabo, y un nuevo pensamiento nacerá de esa conducta y me llevará a vivir quizás la vida que necesito, que deseo, porque la que hoy vivo me está sumiendo en una enfermedad.

No se den plazos, no los hay. Vivan el instante y tengan la esperanza de que ese nuevo amanecer está ocurriendo ya, ya. Ustedes lo miden por minutos, horas, días…, es ya. Pónganle los días que quieran, los meses que quieran, el tiempo que quieran, pero es ya, y si no ocurre ya, si no lo viven ya es porque aun no se han soltado. En la medida que ustedes se suelten es ya, ¿comprenden?, sin minutos, el instante. Un instante de regeneración, un instante de sanación, un instante de un nuevo amanecer de seres.

Y recuerden que en toda esta confusión, apacigüen su mente y sintonicen con los latidos de su corazón, porque éste les irá dando las pautas relajadamente.

Quizás necesiten más tiempo de tranquilidad, de interiorización, de silencio… tómense lo que ustedes necesiten, todo lo demás se les dará, todo.

Así sea.

2 comentarios:

Alma dijo...

La intención de establecer en nuestros registros de la mente, el deseo de paz, interiorización,
conectados con el corazón central, ancládos profundamente dentro de nuestro ser para poder efectuar un nuevo nacimiento, en esta era, como nueva humanidad, es ya un hecho real.

Tan solo es mi deseo.

M@R dijo...

EL NUEVO AMANECER ME GUSTA POR QUE DANDO GRACIAS A DIOS LO PUEDO VER JUNTO CON MIS SERES QUERIDOS,,,

TQM,,,
ABRAZOS,,,

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