07 septiembre 2008

La confusion


Se está observando a todos los grupos de oración y se está sintiendo cómo van asimilando la nueva vibración de la Tierra, cómo van siguiendo -podríamos decir- esas pautas intuitivas y, sobre todo, lo que se viene observando son las decisiones que cada individuo está tomando y llevando a cabo, porque en base a esas observaciones podemos decir que la raza humana puede realmente asimilar y adecuar en su vida armónicamente toda esa nueva vibración de la Tierra.

Si el hombre orante puede, todos pueden. Si el hombre orante asimila, todo ser de humanidad puede asimilar, lo único que varía es que el ser de oración usa su conciencia y el no orante no lo percibe, pero asimilarlo lo asimilan los dos.

Pero realmente el hombre orante es el que está más receptivo a esa nueva vibración por su conocimiento y su estado, y es a él a quien mejor podemos llegar y con quien se puede entablar relación, con lo cual se dan las pautas que la nueva raza de humanidad está consiguiendo. Y a él, a ellos, es a quien se observa.

Y observamos una gran confusión. Recuerden que decíamos que todo conocimiento ha de seguirse de un hacer para que no dañe la mente ni el cuerpo. Cuando la persona asimila y da forma a ese nuevo conocimiento, no confunde a su mente, no confunde su vida y en definitiva al no ser un hombre confundido es un hombre, un ser de humanidad, en armonía.

Cuando el ser humano tiene una mente confusa genera desarmonía en el cuerpo y en su vida. Como está confundido no está receptivo, y deben comprender y recordar que se les van dando todas las pautas que, de seguirlas, su mente no debe generar confusión. Si esas pautas no las siguen, lógicamente están respirando, viviendo y relacionándose con todo el planeta y todos los seres que habitan este planeta, y sí pueden llegar a estar confundidos, es más, pueden incluso no encontrar su ubicación dentro de este mundo.

Queremos que entiendan, y vamos a ir lentamente y a dar todos los ejemplos y pautas que hasta ahora hemos ido trabajando, para que recuerden y retomen.

Cuando el hombre decide dar un paso más hacia un nuevo amanecer, un nuevo estado de conciencia o un mundo espiritual, llámenlo como quieran, cuando el hombre decide voluntariamente dar un paso más es porque la vida que él vive no le complace plenamente. Si la vida que vive el ser humano le complaciese no daría un paso más, estaría viviendo complacido con lo que hace, con lo que es.

Pero todo ese avance energético o despertar al cual el hombre tiene que adecuar su mente y su cuerpo, lógicamente le hace sentir o necesitar algo más de lo que su vida le trae o de lo que a él hasta ahora le ha servido, y ante ese algo mas es cuando el hombre busca y llega a encontrar, y es el paso en el que ustedes llevan tiempo sumergidos.

Pero claro, ustedes escuchan esas pautas y automáticamente creen que ya las tienen incorporadas, y las pautas, cuando se escuchan, se han de trabajar y no vale lo que el hombre está habituado a hacer, que es escuchar, creer que porque lo ha escuchado ya está en él y automáticamente continuar como siempre. ¿Qué ocurre?: entra esa confusión.

Como el hombre cree saber porque lo ha escuchado, y su vida no varía para nada, entra en una desazón, o en un inconformismo, o en un decaimiento importante, porque espera que las cosas varíen o cambien por el mero hecho que escuchó que eran así. Y ahí queremos hacer hincapié. Como otras veces les hemos explicado, cuando el hombre escucha asimila de todo lo escuchado una parte, o su totalidad, quizás. Todo lo que haya asimilado, automáticamente debe ponerlo en funcionamiento en su vida, en lo cotidianidad del momento. Todo lo que cada cual haya escuchado debe incorporarlo, añadirlo a sus vidas, y debe observar que eso que escuchó lo está incorporando desde ese instante, y cada día hacerse esa reflexión: “yo escuché tal y tal y tal y tal, pero he dado una respuesta donde no he incorporado nada de lo escuchado”, o “he dado la respuesta que me muestra que realmente he incorporado aquello que escuché, y a partir de ya es mío”. Porque así, el hombre va reflejando esa luz que inhala en su vida, y no le genera confusión.

Recuerden, en la medida que cada cual quiera pueden realmente ser esos servidores que estuvimos el día anterior hablando, servidores de la Gran Luz, en la medida que quieran. Pero para hacer, no deben entrar en confusión. Lógicamente la luz no se reflejara a través de ustedes si sus mentes están confundidas, y si sus mentes están confundidas sus vidas reflejan confusión.

Deben acostumbrarse, si así lo quieren, a finalizar el día con esa auto reflexión de su vida, de cómo es su vida, de cómo esa actitud es la que genera esa vida en la que están viviendo, cómo es esa actitud que tienen, en qué han cambiado sus actitudes de unos días aquí, de unas semanas aquí. Pero así diariamente, al terminar la jornada háganse esa auto reflexión, qué he hecho o qué estoy haciendo con mi vida. Sin olvidarse, y eso deben implantarlo en sus mentes y en sus corazones, que ese ser individual siempre está conectado con la totalidad de seres de humanidad y la totalidad del Cosmos. Son seres individuales pero a la vez unidos.

Cuando se hacen la reflexión de qué estoy haciendo con mi vida es lo mismo o igual que decir: qué estoy haciendo con la vida en general, en qué estoy participando, en qué estoy apoyando a esa vida, a esa nueva vida, con qué actitud observo yo este nuevo proceso de luz.

Porque aunque aparentemente en ustedes nada haya cambiado, aunque piensen y actúen de la misma forma, no se olviden que la totalidad de la humanidad, seres orantes o no, todos están sumergidos en un nuevo despertar, todos. Aunque en los inicios, como pasa con el bebé recién nacido, que aún esta aturdido y sin conciencia de que ha nacido, está, así el hombre aunque nada observe en su interior ni a su alrededor de que algo ha variado, ha variado, esperen. Pero dentro de esa espera vívanlo sin confusión, porque en la medida que estén confundidos en sus mentes, en esa misma medida no observarán ni se introducirán dentro de esa Luz y dentro de esa necesidad de cambio de humanidad, y lo vivirán mal.

Siempre les decimos: “está en las manos del hombre que su vida sea alegre, sana, que entre esa chispa, esa felicidad o esa alegría, llámenlo como quieran, depende de uno mismo, de cómo piense que es y de cómo piense que puede”.

Recuerden que la única barrera para el hombre es su mente, se pone todas las barreras, todas las trabas, todos los impedimentos, pero en la medida en que vayan haciendo todo aquello que escuchen, todo aquello que asimilen, y no le den más plazo, en esa medida encontraran satisfacción, y se encontraran que realmente están siguiendo ese sendero de luz, que perciben, que respiran, verán que sus vidas se alinean con esa armonía, que sus pensamientos comienzan a tener ese punto de equilibrio que tanto esperan o necesita la raza del hombre.

Comiencen a hacer, tienen demasiada documentación archivada y tienen que comenzar a darle forma en lo más cotidiano, en el día a día, en el instante, de una forma natural pero siempre que esa forma natural vaya tildada de esa armonía o luz en sus vidas, que cuando terminen de hacer algo se sientan satisfechos con lo que han hecho. A eso nos referimos al decir que vaya teñida o tildada de luz. Cuando el hombre se siente satisfecho con lo que acaba de hacer, sea lo que sea, pequeño o grande, importante o sin importancia, pero satisfecho de aquello que ha plasmado, automáticamente eso le genera bienestar, armonía, paz, y sobre todo le da empuje para continuar un nuevo hacer.

Cuando el hombre se sienta y espera que con lo que escuchó va a ser suficiente para que su vida se vuelva a gusto suyo, en esa medida va a entrar en contradicción y generará mucha confusión porque su vida no cambiará. Habrá escuchado que puede pero su realidad es que no puede, esa es su realidad y su realidad solo la va a cambiar él, sólo, y no la va a cambiar pensando que puede, sino cambiándola, haciéndolo, dando un giro a lo que hace hoy, o dejando de hacerlo. Es hacer, es plasmar, tengo que plasmar mi vida. Imagínense, como tantas veces hemos dicho, que están en un gran juego y les toca hacer un movimiento porque si no se acaba el juego, tienen que moverse, y a ese movimiento vendrá una experiencia y tras esa experiencia vendrá un nuevo movimiento. Y así sucesivamente, el hombre entra en esa dimensión de satisfacción, en esa dimensión de armonía como ser de humanidad, como ser de luz, es paso a paso que el hombre va generando su propia luz, genera su luz y deja esa estela para los que están en ese punto de vibración, y ya está, ya ha conseguido lo que en su momento se propuso este ser de humanidad, servir, servir en este planeta Tierra.

Así de sencillo. Un paso lleva a otro y ese paso lleva una experiencia, y esa experiencia a otra, y así es como el hombre asimila quien es, y así es como va a asimilar esta nueva entonación, esta nueva vibración.

Así únicamente, no la va a asimilar quedándose quieto o pensando, no la va a asimilar escuchando, la va a asimilar haciendo. Debe observar qué hace, aparte de su trabajo, aparte de su vida personal, aparte de su vida individual, aparte de los apartes, qué hace el hombre consigo mismo para que le ayude a ver con más claridad, qué hace con la vida, con su vida, sabiendo que ese hacer repercute en la totalidad del universo, qué hace.

Esa debería de ser la reflexión del hombre constantemente, aparte de haber respirado, de haber dado movimiento al cuerpo, a mi cuerpo, a mi mente, qué he hecho para que la totalidad como ser de totalidad se haya beneficiado, incluido yo, sabiendo de antemano que mi confusión no va a ayudar a nadie, ni a mí ni a nadie, sabiendo que la confusión la produzco o la provoco yo, sabiendo todo eso , en el día de hoy y así constantemente, qué he dado, qué he plasmado, qué cambio ha habido en mí que se haya podido reflejar en la totalidad.

Reflexionen sobre eso en la medida en que cada cual tenga la necesidad de avanzar más lento o más rápido. Tengan la seguridad de que el hombre entró en una nueva etapa, la cual depende de cada uno de ustedes el que sean conscientes o no, depende de cada uno de ustedes que esa nueva etapa la vivan dentro de una gran armonía, que sus vidas realmente sean satisfactorias para ustedes mismos o no lo sean, depende de cada uno de ustedes.

Y quizás el mensaje que hoy les podríamos dejar es que depende de ustedes el que ese conocimiento que ya tienen en su interior se plasme con total armonía, depende de cada uno de ustedes que todo el conocimiento que llevan en su interior se plasme en sus vidas con armonía.

Y ahora, como seres individuales, a cada ser individualmente se les dice: “obsérvense, sin comparaciones con nada, con nadie, obsérvense y solo háganse una pregunta, ¿se sienten satisfechos con su vida?, ¿se sienten satisfechos con ella?

Es importante que sean claros y justos con esa respuesta para ustedes mismos, porque esa es la que va a marcar todos los encuentros futuros, esa es.

Así sea.

1 comentario:

Alma dijo...

Nadie nace perfecto.
Es ley de la naturaleza que el hombre vaya creciendo y se perfeccione poco a poco.
Para quien está confundido y desea vencer, la victoria, tan solo es cuestión de tiempo y de trabajarse, perseverando.

Quien en medio de sus fracasos y de sus confusiones, sabe conservar y aun aumentar la confianza en sí mismo y la fe en su futuro, tiene el mejor instrumento para forjarse una personalidad fuerte.Y esta personalidad fuerte acabará por dominar todas las confusiones y dificultades, observandose sin comparase con nadie, solo con tu hacer y tu forma de relacionarte con los demás.

Gracias por esta oración.

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