28 septiembre 2008

El reencuentro


Continuamos en vías de un conocimiento mayor de cada cual. Continuamos adentrándonos para llegar a tener ese reencuentro con la esencia de lo que el hombre es.

El hombre implantado aquí en la Tierra ha hecho de sí, podríamos decir, un trozo de carne y huesos sin conciencia de lo que es. De hecho, no hace tanto que se llamaba a sí mismo un animal consciente. Sea que a sí mismo se definía como animal.

El hombre ha ido progresando a través del conocimiento, pero ha llegado hasta un punto en el que ha creído y cree que ese conocimiento, esa mente, ese saber o esa inteligencia lo es todo y ya no se molesta, ya no indaga si hay algo más. Se ha ubicado, se ha confinado a ese espacio concreto del planeta Tierra y ahí hace y deshace a voluntad y casi cree tenerlo todo controlado. Y el hombre, esa mente inteligente que se mueve perfectamente en el planeta Tierra, cada vez se aísla más del exterior y cada vez se aísla más de su esencia, le cuesta reconocer que su esencia no pertenece a este planeta, le cuesta sentir que no es de aquí.

Si el hombre expandiese la mente e intentase ir mas allá a ver, a sentir, se daría cuenta que él mismo ha ido acotando todas sus posibilidades de ser ese ser de luz que hoy vive en un cuerpo humano y ese cuerpo humano vive en el planeta Tierra, hoy, pero que mañana puede estar en otro lugar y anteriormente vino de otro lugar, que es un viajero de luz, que está aquí por decisión propia pero no es de aquí.

Si hoy el hombre contemplase esa posibilidad, si en su interior hiciera un hueco para contemplar esa posibilidad, cambiaria totalmente el comportamiento que hoy tiene y de ese modo vería toda la potencialidad de la cual no se está sirviendo, vería la pequeñez que ha hecho de tanta y tanta energía que no trabaja, tanta y tanta que está durmiendo a la espera de que se dé a que pueda ser de otra forma, a que no se encasille en este cuerpo y en este lugar.

Es lo único que le falta al hombre, creer. Es lo único que necesita el hombre, creer. Porque cuando el hombre crea que no es de aquí automáticamente sentirá qué debe de hacer para recoger todo ese potencial latente que hay en su interior. ¿Por qué está durmiendo todavía?, ¿por qué únicamente está en esa parcela de cerebro sin poderlo usar? Porque estar, está. Científicamente ustedes ya han llegado a esa conclusión de que el hombre usa un porcentaje mínimo de su capacidad, la demás está acumulada a la espera, a la espera de que el hombre crea en ello, de que se dé a sí mismo la oportunidad de hacerla posible.

Y ¿por qué, si está dentro de cada cual, el hombre se conforma con esa pequeñez, con esa pequeñez que encima a él lo está aprisionando, con esa pequeñez que al hombre lo está ahogando?

Pero no quiere abrir ese espacio y dar la posibilidad de que eso es un hecho, de que en cuanto él decida puede ir a por ese espacio propio, a ese reencuentro con sus ancestros, con toda la inteligencia que él trae, con toda la sabiduría almacenada.

Pero cuando el hombre sale de su propia mismidad y observa su entorno, lo que ve es igual a lo que él piensa y siente. Todo el ser humano está en similar condición, quizás unos despunten, pero la materia que vibra con más fuerza es la de encasillar al hombre como un animal dentro de este pequeño espacio en el universo.

¿A quién, a quien interesa -por interés- acotar a la raza humana?, ¿quién está aprisionando a este ser de luz capaz de estar allá donde sienta que debe estar en el momento que él decida?, un ser volátil con la posibilidad de viajar con su propio cuerpo allá donde desee. ¿A quién interesa que permanezcan cerrados todos esos conocimientos? Es fácil saber a quién: al propio hombre, a cada uno de ustedes. Les interesa porque se han acomodado, les interesa porque les es fácil escuchar y no mover su energía hacia ese despertar, no quieren tener ese reencuentro con seres de su propia especie, con seres de luz. Al propio hombre no le interesa.

Si a aquel que escucha le llegase a interesar el recoger, el retornar a ese punto inicial en el cual pueden realmente sentir y hacer como seres de luz, en el momento que así lo sientan podrán hacerlo. Pero recuerden que si su energía habitual está conformada de determinada forma que les hace pensar de determinada manera, tendrán que mover las ideas para hacer que sus mentes les lleven a ese reencuentro. Es a través de la mente que pueden hacer.

Recuerden que sus movimientos están dirigidos por una necesidad mandada desde el cerebro. Si sus cuerpos están recreados en esa comodidad o en esa inercia, sus mentes no van a poder llevarles a ese reencuentro.

Siempre el hombre tiene excusas, siempre, y siempre puede decir que el tiempo no le es favorable, que su educación no ha sido la correcta, que los han tenido entretenidos, que los que mandan les llevan o les incitan a hacer o a dejar de hacer. Pero eso piénsenlo y observaran que no es mas que una excusa que se pone el ser, el hombre, para no mover y enfrentarse lógicamente con aquellos que tienen la actitud pasiva de dejar hacer, dejar que hagan por ellos, y siempre habrá si así lo quiere el hombre una excusa para ello.

En los momentos actuales pueden decir que los que manejan la Tierra los tienen cogidos por su economía, por su forma de hacer, por la envidia, por la injusticia, pero ¿quién hace para que ustedes repliquen de la misma forma?, ¿quién?: ustedes mismos, ustedes mismos se dejan impregnar y replican de igual forma, en lo pequeño, pero replican de igual forma, sus respuestas son como las de arriba pero en pequeño, acotando su forma de pensar, acotando su forma de sentir, empequeñeciendo sus necesidades porque no se creen capaces, porque no se creen que son seres de luz sin ninguna barrera ni obstáculo. Si llegasen a creerse quienes son, ¿quién creen que les podría atrapar?, ¿el mundo de la política?, ¿el mundo de la economía?, ¿quién? Creyendo que soy un haz de luz que me puedo mezclar, que me puedo fusionar con otros seres de otras humanidades, que me puedo fusionar con seres de mi misma raza, que puedo atravesar aquello que yo tenga que atravesar, si yo creyese en eso ¿quién podría pararme?

¿Se dan cuenta cómo es el propio hombre quien se atrapa a sí mismo?, ¿se dan cuenta como no hay excusas para decir que nos tienen aprisionados?, ¿observan que es el propio miedo del hombre a soltar esa pequeña y acotada comodidad a la que se ha aferrado?, ¿comprenden que todo está en sus manos?, ¿llegan a entender a través de la visión que les estamos induciendo hoy que son ustedes mismos los que se están cortando de la posibilidad de ser seres de luz?

Porque en potencia todo ser humano es ser de luz, en potencia, pero recuerden que les estamos animando encuentro tras encuentro a que se reencuentren ustedes mismos con conciencia de lo que son para potenciar e ir en busca de, porque no pueden venir a por ustedes si ustedes no van en busca de su propio ser, al reencuentro de quienes son ustedes mismos.

El hombre no es de aquí, no pueden aparcelarlo por más tiempo dentro de ese cuerpo ni de este espacio en este mundo, no pueden aparcelarlo. Si así lo eligen pueden estar a voluntad, pero también sabiendo y pudiendo estar en otros lugares. Ser libre para hacer o no hacer aquí o en otro lugar, para realmente vivir dentro de toda la potencia o el potencial del cual el ser humano fue dotado.

No se creó a un ser humano con un potencial divino para que éste no lo usara, todo lo que existe se ha de usar, se ha de mover, ahí entran todas las inter relaciones de las que tantas veces hemos hablado. No puede el hombre encasillarse y relacionarse únicamente con seres de su misma especie y, hasta si nos apuran, ni con ellos se relaciona. El hombre tiene que aspirar y actuar en consecuencia, a poder relacionarse con todos los seres existentes y no conformarse únicamente con los seres humanos.

Imagínense la grandeza del hombre, imagínense la perfección de él y cómo se está consumiendo, porque aunque se les dice el momento, aunque se les está llevando y se les está abriendo la conciencia para que sepan que es un momento especial en el planeta, que es un momento especial en la historia, aunque se les está guiando para que sean conscientes de ello, si no despiertan a su propio potencial no van a ver, no van a sentir.

Se olvidan de tantas cosas de las cuales hemos hablado y hemos ido trabajando, viven encasillando hasta el conocimiento, “esta semana me han llevado hasta allí…”, pero se han olvidado de otras semanas, no han unificado todo el conocimiento que están recibiendo. ¿Por qué quieren encasillar y encasillarse, y por qué luego dan muestras de querer abrirse?, ¿qué es lo que quieren ustedes?

Se les induce poco a poco para que vayan asimilando poco a poco todo el conocimiento y tomen conciencia de quienes son. Si ahora escuchan esto pero no hacen ese reencuentro con otros conocimientos que les han inducido y no hacen una recopilación y comienzan a trabajárselo, siempre estarán en el mismo punto de partida.

Y el tiempo es ya y se lo van a perder, no lo van a ver, van a pasar por delante de ustedes y van a estar dormidos, van a estar dormidos. Se les pregunta, ¿por qué?, ¿acaso eso es lo que quieren? Si realmente es eso lo que quieren se les respeta, pero si no fuese eso de estar dormidos, si no fuese eso lo que ustedes buscan tienen que despertar ya, tienen que hacer un reencuentro con todos los conocimientos que han ido recibiendo y hacer un reajuste. Háganlo, porque está todo ahí latente. Hace poco que se les ha llevado, hace poco, pueden recordarlo.

Recuerden cuando se les habló de las relaciones humanas, de cómo tendrían que comportarse para tomar conciencia de quienes eran, y recuerden que siempre, en cada ocasión se les ha ido diciendo “amplíenlo”. Si nos cogemos a las relaciones no lo encasillen con las relaciones humanas, vayan mas allá, tienen que relacionarse con todo lo que existe, sean seres de la Tierra o no, es energía, y tienen que relacionarse con su propia energía y con la energía existente en el cosmos.

Recuerden que se les dijo de que la necesidad del hombre era, sin perder su individualidad, fusionarse con lo que existe, pero llévenlo más allá. Fusionarse con todo lo que existe es abrirse a la posibilidad de poder fusionarme con otras energías y así sucesivamente.

No se encasillen con la energía del planeta Tierra, porque si ustedes se acotan solo a la energía de la Tierra pasarán otras energías y no las percibirán porque ustedes se están cerrando y están haciendo que su vibración sea densa para, solamente, percibir la energía terrestre.

Pero hay otras energías y ustedes deben prepararse para poder fusionarse con ellas, para poder sentir que al fin esas otras energías, entre comillas, son realmente las mismas que ustedes tienen en su interior, no las de la Tierra, las de su ser. Por eso venimos diciéndoles: “conózcanse, deben de reencontrarse con ustedes mismos, con quienes son”.

¿Quiénes son ustedes?: son seres de luz, no seres terrestres, seres de luz, seres auténticos de divinidad.

Amén.

2 comentarios:

Alma dijo...

Hay un inmenso cielo abierto en el exterior esperándote; existen todas las posibilidades de comunicación con todo y con todos.

Lo único que tienes que hacer, es creer en tí mismo, en tu luz y en tu poder.

No necesitas alas para volar,
ni hablar para poder comunicarte,
tan solo desde el sentimiento sentido se llega.

Dios te dió deseo razón y comprensión, para que puedas llegar allá donde quisieras....y actuar.

TODO ESTÁ DENTRO DE TÍ.

M@R dijo...

que lindo,,,
el poder esta dentro cada uno de nosotros,,,

abrazos,,,

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