23 mayo 2008

ORACION: LA COHESION Y LA CONEXION


Todo en el universo existe gracias a una conexión y armonía, la cual se dedican unos a otros, cada cuerpo viviente, véanse galaxias, planetas, seres. Todo existe gracias a esa armonía con que conectan y hacen un único cuerpo celeste armónico.

Esa es quizás una ley que el hombre desatiende casi constantemente, porque él se vive como ser aislado e independiente de todo. Sus vidas no las ven, y mucho menos las viven, como parte de una totalidad, por tanto, al vivirlas de forma aislada, la vida del hombre es totalmente inservible para el universo.

Cuando el hombre, por intuición, sentir, o necesidad ve más allá de lo habitual, se da cuenta de que esa forma de vivir no le hace crecer ni a sí mismo ni a la humanidad, no hace crecer a la tierra ni al universo.

Cuando se da cuenta ve que si aúna su fuerza, si aúna su sabiduría, si se reúne y une tantas y tantas necesidades, es cuando realmente puede hacer una gran obra que sirva, que dé servicio en principio donde estén, en ese lugar, en ese planeta, en esa galaxia, que sirva, que sea útil para generaciones futuras, tanto si son ideas como formas.

Dense cuenta que a nivel de pensamiento el hombre va lejos. Cuando recibe una idea, raro es que no la identifique y a través de su mente la clasifique en un lugar u otro, pero ya le ha dado un espacio, ya le ha dado su aprobación, por decirlo de alguna forma, a nivel mental.

Pocas cosas nuevas recibe el hombre que le hagan decirse “esto no lo había escuchado nunca, esto es sorprendente”, pocas cosas. Normalmente al ir mas allá a través de su pensamiento y sus ideas, lo que maneja habitualmente se lo sabe, es como si esa lección ya la supiese, pero en teoría. Al quedarse estancado en esa teoría repite una y mil veces la misma historia en su propia vida, repite una y mil veces las mismas situaciones cambiándoles el traje, pero la esencia es la misma que vivió el día anterior, la semana anterior, el mes anterior, el año anterior… y así sucesivamente. Simplemente le ha cambiado el traje, pero la esencia es la misma.

Porque el hombre no quiere dar ese paso hacia delante y sumergirse en esa globalidad de perfección y armonía a la cual tiene que sucumbir. Quiere llegar aisladamente y no lo va a conseguir, porque el hombre, aisladamente, no es nada, no es nadie.

¿Qué puede hacer un ser humano, hombre o mujer, da igual, un individuo de su especie aisladamente?: nada. Llegará un momento que su cuerpo se debilitará y ahí dejará su sello, ahí.

Pero aun así, en los últimos tiempos enseñan al hombre a esa individualidad, a ese vivir sin tener en cuenta nada más ni a nadie más. Y amplíenlo, no únicamente en la forma de pensar, sino en la forma de sentir, de actuar… Es como si se creyesen únicos e irrepetibles y al mismo tiempo, como no sienten ninguna viabilidad en eso, decaen en un sin sentir. O sea que no tienen sentimiento ni sentido de la vida.

¡Qué contradicción!, ¡qué complicado ha hecho el hombre algo tan sencillo como es vivir en base a esa cohesión con todo lo que existe! Comenzando con su cuerpo, de no tomar nada aisladamente, de que cada uno de los órganos necesita de los otros, que cada sentimiento y cada emoción necesita de otros sentires, otras emociones, otros pensamientos, otras ideas, otros mundos. No vivir aisladamente como si fuese con ello lo último. No existe ni el comienzo ni el final, existe una interrelación con todo y entre todo, es un ir y venir constante, y en ese ir y venir constante el hombre tiene del deber de aprender a mezclarse y relacionarse sencillamente, vivir cada instante en base a esa armonía y perfección que existe en el universo, porque si el hombre existe es dada a la perfección que hay en su entorno.

Si cada planeta, cada mundo se creyese aislado, sería un caos, ya no existiría la vida. Existe porque se saben necesarios unos a otros y no se acercan demasiado ni se alejan demasiado. Existe entre ellos una conexión armónica que hace que la vida se dé, que hace que ustedes puedan llevar a cabo esa perfección de destino en este instante y momento en la tierra. En otros, Dios dirá, pero ahora, aquí, en este planeta, tienen que dar viabilidad y no entregarse a su propio ombligo viendo sus propias y únicas necesidades, porque no han nacido para ello, han nacido para relacionarse y comprender que la existencia existe en base a esa relación, a ese intercambio, a ese ir y venir sin querer tener la panacea, sin querer tener la razón.

Todo existe, existirá y existió, y el hombre nace y renace para recoger los frutos que otras civilizaciones dejaron y dar curso a nuevas interpretaciones de la vida. Mezclarse de nuevo con otras energías distintas, dar distintas formas de vivir, quizás también distintas formas de pensar, de sentir y hasta distintas formas humanas.

Nadie puede tener la razón y nadie puede quitar la razón. Únicamente el hombre sabe que existe, gracias a esa armonía de universos y de mente, y es el deber de cada ser humano orante, aprender para ser parte de ese movimiento que ayuda a otros con la única intención de servir. Y a veces, en la mayoría de casos, eso se hace en la sombra. En la mayoría de casos el hombre que quiere servir al hombre, a la Tierra y al universo, en definitiva al Creador, lo hace en silencio, en silencio para coger su propio eje armónico, para no elevarse demasiado o bajar demasiado, para coger ese punto de armonía entre su físico, sus emociones y su mente.

Pero en definitiva el hombre tiene que apostar por darle ese sentido autentico a su vida que le sirva, que no le haga decaer, que no fluctúen sus emociones, que le sirva para quedar templado, para poder servir a través de esas ideas, de esa nueva forma de ver la vida, de esa forma de relacionarse desde ese punto a veces invisible. Entiéndanlo, denle la forma que ustedes quieran, invisible.

A veces el hombre se comporta ostentosamente para que los demás vean. En la mayoría de casos, hoy día, el ser que quiere subir de categoría en ese estatus de humanidad, lo hace en base a que le den palmaditas y palmaditas, trabaja poco en la sombra, bien poco, por tanto está tan hacia fuera que ha perdido el verdadero y único sentido de la vida en él.

Y hacia ahí, como el hombre no esté templado, es hacia donde la humanidad se inclina. Pueden interiorizarse unos momentos y verán que alguna o buena parte de sus vidas se inclinan hacia esa palmadita en la espalda, cuando el autentico ser debería saberse útil sin que nadie le premiara, útil a esta humanidad, a este mundo y a la Divinidad.

Y quizá nadie lo sepa nunca, pero él sí, él si sabe que está viviendo lo que realmente le corresponde, que es hacer una cohesión con lo que existe formando parte de todo. Forma parte de la naturaleza porque se siente parte de ella, forma parte del ser humano porque se siente parte del ser humano, forma parte de la Divinidad porque se siente un ser divino.

El hombre tiene que sentirse sin aprobación de nadie, tiene que sentirse, busquen cada cual, pero busquen de verdad, no con palabras, lo que cada cual necesita para sentirse parte de todo lo existente, parte de todo lo que existe, con una función determinada.

No importa que sea en este plano humano, pero siéntanse que realmente su actitud humana está proyectando con un sentir, bajo su forma de ver, que es la que realmente entra en conexión con la parte divina.

Todo lo que el ser humano vive en la actualidad que le hace fluctuar sus emociones, sus sentires y sus pensares, todo lo que él hasta hoy ha dado por bueno y válido en su vida, se está desmoronando. Se está desmoronando porque en un tiempo sirvió y durante poco más a algunos les servirá, pero se está desmoronando.

El hombre no se debe permitir caer mas allá del punto en que tenga que remontar, rápidamente, porque no necesariamente tiene que pasar por la llamada muerte para ponerse en sintonía con la tierra, no necesariamente.

En sus manos, como todo, está el que tengan que pasar por ella, pero no es necesario para la raza de humanidad pasar por lo que ustedes llaman muerte. Es un nacer y renacer constante dentro del mismo cuerpo.

Amén.

6 comentarios:

Alma dijo...

El poder de la divinidad,
su gran amor,el único camino,
y fijaros, nos hace ir dando vueltas
para poder ver hacia todos los confines y lugares en una conexion,
cohesion, como querais decirle,
todos, para que cada cual desde su lugar y en un conjunto, se forme
esta preciosa creacion tan diversa, tan plural, todo, bajo un mismo latido, la Divinidad, la del Amor, la del Padre.

Alimontero dijo...

Hola, hacia mucho no te visitaba y me encuentro con en "casa"...todo me resuena, todo me hace sentido...es el texto que me hubiera gustado escribir...
Estar "en mi centro" me hace totalidad, YO SOY está en mí como yo en EL...
Y en cuanto a la muerte... amigo, por eso mismo tengo un blog sobre eso mismo,El arte de Vivir para Bien Morir...
http://elartedemorir.blogspot.com
Un abrazo a tu corazón,

Ali

Silvia Cristina Cuesta dijo...

Hola Adonai!!
Como siempre imperdibles tus escritos!!
Me quedo sin palabras, est� todo dicho.
Gracias por compartirlos!!
Dios te bendiga!!!

Cari�os!! Silvia

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Mucho para pensar.
Hay ideas que las conversaría... :)

Un abrazo!!!!

Anónimo dijo...

Ola, what's up amigos? :)
In first steps it's very nice if somebody supports you, so hope to meet friendly and helpful people here. Let me know if I can help you.
Thanks and good luck everyone! ;)

Anónimo dijo...

Buenas noches

It is my first time here. I just wanted to say hi!

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