22 febrero 2009

La llamada


Todos los grupos, todos los seres que los componen, han sido llamados.

Cada cual que haya sentido esa llamada es quien debe de darse con pureza, con integridad, sin individualismos, sin egocentrismo, con humildad, con sencillez, con pureza.

No todos los que componen los grupos han escuchado la llamada, por tanto solo debe de sentirse integrado hasta lo más profundo de su ser aquel que sí la haya escuchado, porque es a éste al ser que se necesita.

¿Recuerdan que hace poco hablábamos de que el hombre no era necesario?, que comenzaba a ser útil cuando se daba, cuando se pronunciaba hacia ese servicio a la humanidad y al universo. Entonces sí comenzaba a ser necesario, entonces sí se contaba con ese ser. Mientras tanto él puede continuar formando grupo. Mientras tanto, mientras que él aprenda se le dejan pasar pequeños errores. Y comprendan lo de “se le dejan pasar”, compréndanlo.

Estos servidores constantemente les dicen que les dirigen hacia un conocimiento pero que son ustedes los que aceptan o no llevarlo a cabo. Ahí es cuando nos referimos, para que no confundan la palabra, para que no crean que se les exige como ser de grupo, ciertas actitudes. No. Ahora bien, se comienza a ser pulcros y puros y ahí sí que no hay fisuras para aquel que se ofreció hacia un servicio. De ahí que decimos “se le deja”.

El ser que se involucró con la palabra, con el sentir, con el pensamiento hacia un servicio a la humanidad no puede tener fisuras. Comprendan que en el momento actual la humanidad necesita auto exigirse, romper con tanta y tanta comodidad y tanto y tanto incidir en más de lo mismo, tiene que romper con todo ello.

Pero no se le exige -entre comillas- lo mismo a un ser que no es consciente, que no dijo servir en estos momentos; también se le apoya, por supuesto, porque es el tiempo, se le apoya sutilmente a través del sueño, se le induce a nuevos comportamientos, a nuevas actitudes, a nuevos sentires y pensares, sutilmente.

Pero con los seres que se agrupan con una intención sentida y expresada hacia un servicio ya no se va con sutileza, aunque no sean conscientes en su totalidad no se les trata con sutileza, se les trata con amor pero no con sutileza, se les pondrá delante y claramente situaciones para que vean y comprendan cómo mejorarse, para que vean y comprendan que esa actitud ya no les corresponde, y siempre se la harán ver cuando más evidente y profundo les pueda llegar, o sea, quizás cuando más se sientan dolidos, porque será tan evidente que han podido mejorar esas respuestas que ustedes se van a sentir muy mal consigo mismos. Y nadie, nadie les va a juzgar, nadie, van a ser ustedes mismos quienes van a ver que no han estado a la altura de las pruebas que se les han puesto. Y comprendan –muchas veces se les ha dicho-, que cuanto más avancen en el camino del servicio más pruebas les van a poner y más comprometidas serán esas pruebas, hasta que llegue un momento en que ustedes sientan que ya están preparados para que se les llame, porque cada uno de ustedes que permanecen en los grupos serán llamados individual y colectivamente, cada grupo tendrá un puesto, una tarea que hacer dentro de los grandes cambios de la Tierra. Cada ser individual, pero no como individualismo, sabrá cual es su papel en el grupo, sabrá cual es su punto fuerte dentro del grupo.

Y ahora, como les decíamos el encuentro anterior, se les irá poco a poco desarrollando cuáles son las tareas –vamos a expresarlo de esa forma- que un grupo precisa tener para ser llamado. Vamos a decirles cuales son las misiones o requisitos que tiene que cumplir individualmente el ser humano para que se conforme un grupo. De las dos formas creo que se comprenderá.

Hasta ahora el hombre, aunque no lo crea, vive dentro de su individualidad y lo expresa constantemente aun no siendo consciente de ello. Por ejemplo, todos los seres que conforman un grupo, salvo pequeñas excepciones, viven su individualismo, aun no saben comportarse, aun no han sentido la llamada del grupo.

El hombre se comporta como ser individual constantemente, y se puede ver en las relaciones de pareja, en las relaciones familiares, en las relaciones con amigos, en las relaciones de trabajo. El hombre siempre mira por sí mismo y después por los demás, incluso hasta hoy se han dicho a sí mismos: me tengo que mejorar para poder dar lo mejor de mí, si yo no estoy, ¿cómo puedo dar?

Siempre el hombre se ha ido refiriendo a sí mismo para después darse o dar, porque darse…, cuando empleamos la palabra darse aquí se vive con mayúsculas: darse es fundirse con aquello que uno se da, y esa fusión el hombre aun hoy no la vive.

Cuando dentro de su buena intención –comprendan y recuerden que tienen que unificar todas las oraciones para ver el contexto en que se les está hablando- quiere el hombre prepararse, esa intención es quizás lo único que le ha hecho elevarse un poco más que los demás, por su intención. Pero como se les decía, aquello que aprendieron les ha llevado a estar para poder hoy recoger nuevas formas de vivir, por tanto, aquella intención fue correcta, se creían que preparándose podrían reflejar o servir a los demás.

Ahora se les dice: no se preparen ustedes a sí mismos, se les está preparando. Comprendan la intención que llevan las palabras: ustedes a sí mismos no se pueden preparar porque no tienen referencia para hacerlo. Deben estar receptivos para que podamos trabajar con ustedes.

Por tanto, lo que ahora corresponde al hombre es darse, fundirse a nivel grupal para poder dar un servicio a la humanidad y al universo. No podemos coger al hombre como individuo en solitario, no sirve la individualidad, sirve aquel que sirve.

Nos sirve el grupo para poder hacer un nuevo amanecer de humanidad en el cual ya el ser individual debe fundirse totalmente. Que no sea su necesidad la que vaya por delante, que sea la necesidad de aquellos que componen un grupo. Ahí la intención de grupo debe ser pura, debe ser totalmente unificada, totalmente apoyada, y deben implantar esa nueva forma de ser que es la que hoy corresponde al hombre, no pensar en sí mismos. Desde la pareja no puedo pensar en mí, en mi necesidad, voy a pensar en la necesidad del otro, en la necesidad de la familia, en la necesidad grupal.

Es fundamental que el hombre deje ese ego, ese lastre de individualismo que nunca ha tenido, que ha ido adquiriendo como tantas y tantas cosas que esta humanidad actual ha ido añadiendo a ese ser puro. Nunca, nunca fue atraído a este planeta como ser individual o como individualismo, siempre fue atraído para cumplir con un hacer que no pasaba ni muchísimo menos por su individualismo. Es que nada existe individualmente, ¿lo comprenden?, nada, todo lo que nació desde sus comienzos ha sido constantemente uniéndose en armonía hasta no existir nada que no esté relacionado completamente, desde haceres, pensares, todo es uno, no existe la separatividad. ¿Cómo pues el hombre va a pensar en él mismo, en su propia individualidad, cuando todo está unido al Todo?

En estos nuevos comienzos como raza nueva ya deben dejar de pensar para ustedes mismos y comenzar en pequeñas escalas, pequeños o grandes grupos. Pero ahí tienen que ser puros de intención. Su intención debe ser únicamente la de servir a un plan siempre mayor, no de servicio a uno mismo, siempre de servir a un plan aún mayor. Si la intención es esa, individual y grupalmente, porque ahí el ser de humanidad no pierde para nada su individualidad pero sí su individualismo, se sabe, se siente, tiene plena conciencia de quien es, pero a la vez esa misma conciencia de quien es, se siente y se sabe que es parte del Todo, que por sí mismo no es nada si no se une y se siente a ese Todo.

Cuando el hombre comienza a implantar ese nuevo pensamiento, su actitud por tanto cambia totalmente, encuentra ese sentido que tanto andan buscando a nivel individual, y lo vive. Quien lo busca dentro de un individualismo, no lo va a encontrar por ahí, y tienen que encontrarlo porque si no van a tener su culminación, su tránsito, su cambio, lo que ustedes llaman pronto.

Tiene que dejar de pensar en sí mismos para que ese nuevo pensamiento dé el sentido a su vida. No se pueden imaginar cómo van a sentirse cuando comiencen a acercarse a lo que es la esencia vital del hombre, que es a compartir. Recuerden tantas veces que les decimos: el grupo, el ser, debe comenzar dentro de lo que tiene; hoy tiene la palabra, el verbo, úsenlo, exprésense, expresen lo que necesitan, lo que sienten, lo que intuyen, lo que saben, den forma con esa intención de aportar aquello que cada cual tiene como único, que es su esencia vital, son sus recuerdos más profundos de quién es.

Y eso va saliendo poco a poco a través de la palabra y de la intención de unirse para reconocerse, porque –volvemos a insistir- no se van a reconocer dentro de su individualidad. No es lo mismo que la soledad, entiéndanlo, pueden estar en solitario todo el tiempo que necesiten, deben de estar dentro de ese recogimiento todo el tiempo que necesiten, pero cuando sientan esa necesidad de compartir, cuando acudan a esas reuniones con la intención de grupo deben de resurgir, resurgir, deben de dar muestras de ese tiempo de silencio y recogimiento que han tenido, deben tener la intención pura de que están dando todo aquello que tienen en su interior para hacer un grupo con cimientos fuertes, que cuando sean llamados puedan ser llamados en su conjunto.

Tienen que prestar toda su atención e intención. Estar atentos, alertas, y poner toda su intención, y aquello que les cale en lo más profundo, aquello que sientan que es eso y no otra cosa lo que les va a servir, ahí es donde tienen el deber de fundirse, de darse a esa nueva idea, de experimentar esa nueva forma de pensar, de ver cómo es tan sencillo y a la vez tan complicado, sencillo porque no es más que dejar de pensar en sí mismos, y complicado porque llevan muchísimos años haciéndolo y se van a pillar una y otra vez en los mismos patrones.

Y deben reconfirmarse a ustedes mismos si realmente quieren permanecer en un grupo, pertenecer a un grupo para que se les pueda llamar. No estamos hablando de los grupos de amigos. Aquí, realmente, es otra la intención y esa la deben de reconocer. Si realmente se reafirman en querer ser miembros de un grupo su intención debe de ser muy transparente, muy pura y fuerte, porque de lo contrario se servirán de cualquier persona o personas para hacerles ver por dónde están flaqueando, por dónde tienen una fisura, y sólo se les mostrará para que ustedes lo vean, para que avancen.

No se les exige, recuerden, se les pide. Es como cuando ustedes reclaman ayuda. La humanidad necesita de grupos conscientes con intención pura.

Sean ustedes los que se reafirmen dentro de este nuevo concepto de grupo que se les ha dado. Si sienten que no van a poder cumplirlo reflexiónenlo y no se adentren más, porque si no se adentran más, como se les está explicando, de igual modo se les irá induciendo sutilmente para que hagan ese cambio de humanidad pero no se les exigirá, no se verán en esas tesituras que se van a ver si deciden continuar; se les dirigirá con amor, sí, se les irá induciendo con amor con mayúsculas, no con el amor que ustedes conocen, no es el amor por conveniencia, es realmente el amor que eleva un cuerpo físico hacia las puertas del Gran Espíritu, es ese amor que refleja una constancia y templanza sin igual, ese amor que sin exigir súplica, ese amor que constantemente le hace a uno verse en dónde no está dando.

Reflexionen unos instantes antes de culminar la oración y reafírmense en su continuidad, no como grupo físico en el que cada cual puede permanecer si así lo desea hasta que uno mismo observe que nada de lo que escucha va con él, pero estos servidores no tendrán en cuenta esa energía porque no la podremos corregir.

Estos servidores, sirviendo al amor, pueden tener aquel, aquellos a los cuales se les pueda corregir, a los cuales se les pueda inducir para que en un momento determinado se les llame y puedan contestar.

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Recuerden que esa súplica es grupal. Ya se puede trabajar con cada ser individual, pero con la intención de formar un grupo el cual se irá supervisando y dirigiendo.

Que así sea.

17 febrero 2009

La culminacion


El ser humano ya ha dado por hecho que todo tiene un comienzo y, por tanto, una culminación.

Pero el hombre no lo vive como culminación, sino como principio y final. Ha dado por hecho que nace, vive y muere como algo natural, que va creciendo, adquiere unos conocimientos, consigue un trabajo, forma una familia y ahí acaba todo. Ha dado por hecho que la Tierra lo acoge, lo alimenta y es la obligación de ella.

Tantas y tantas cosas ha dado el hombre por hecho que ha perdido la magia del instante, la magia de la ofrenda, la magia de la sonrisa. Sin darse cuenta ha ido tomando la vida como obligación, hasta el punto en que la humanidad como especie está llegando a su culminación.

Todo lo que se ha aprendido ha servido. Ha servido para que el hombre viva y conviva con sus semejantes, ha servido para que sus vidas cobren un cierto estado de estabilidad, de comodidad, para que sus mentes se hagan ligeras y puedan absorber conocimiento, o sea, que toda la etapa que lleva la humanidad en el planeta ha servido.

Pero, ¿qué ocurre cuando el ser humano deja de cumplir un servicio? Ya lo hemos hablado muchas veces: cuando el hombre intuye, siente o presiente que su vida deja de tener un sentido, ya ha dado por hecho que se tiene que marchar, y se marcha.

Lo que queremos que observen, lo que necesitamos que asimilen, es que el hombre ya debió y debe por tanto dar otra respuesta, que observen la trayectoria de los seres humanos y no vivan todos los procesos que están aconteciendo como catástrofes o como señales de que esto se acaba, pero sí como que el hombre debe dar otra respuesta.

A poco que vayan observando en todos los encuentros, se darán cuenta que les han ido dirigiendo para que den esa respuesta y que sus vidas tengan para cada cual un sentido, y que no sea un final sino un comienzo a una nueva forma de hacer, de sentir y de pensar.

Claro es que todas las referencias a las cuales hacemos mención ya han ocurrido, pero siempre, siempre han servido, con lo cual el hombre puede y debe observar la trayectoria de vida de su propia vida como ser humano, como ser individual y como ser grupal de un todo, y ver que en cada momento los conocimientos que se le dan le sirven para ese espacio de tiempo más o menos corto, dependiendo de la evolución del ser humano, pero tienen que estar abiertos a que cuando se les dice “hasta ahí llegó ese conocimiento, ahora es otro momento”, eso es real.

Por eso decimos que observen la trayectoria desde que tienen conciencia, lo que les cuenta la propia historia, aunque se tengan que quedar con una pequeña parcela de lo contado, pero lógicamente ahí tienen pequeños referenciales que pueden darles esa luz para que sean ustedes mismos los que con seguridad digan: hasta ahí ha servido al ser humano ese conocimiento o esas actitudes, pero es evidente que no es que me lo digan, que no es que me quieran atemorizar, es evidente que tal y como siente y piensa el ser humano esto ha llegado a su culminación.

Pero también, si se dan cuenta y no cogen parcelas de todo lo que se les está expresando, si engloban lo que les haya llegado en un contexto más o menos claro para ustedes y tratan de recopilar, observarán que se les dicen hoy ciertas cosas y quizás el próximo encuentro se les diga “ya no sirve lo que se les dijo el día anterior”. Y no deben de asombrarse. Deben verlo como un estado de aprendizaje, diríamos rápido, porque es más que rápido todo lo que está aconteciendo. Lo que quizás en algunas religiones o filosofías ha supuesto 40 o 30 años trabajando un mismo aspecto, bien la respiración, bien una postura corporal, bien una ideología, y han estado años trabajando en ella, hoy quizás en una semana, en un día, en unas horas deje de servir, ¡deje de servir, entiendan!, lo cual no quiere decir que no sirvió, deja de servir, pero de haberlo llevado a cabo, al ser humano lo ha puesto en un punto necesario para absorber otros conocimientos.

Tienen que verlo tal y como es, porque si se cogen a lo que la mayoría se está cogiendo, que es decir “ah, ¿lo que yo he estado haciendo no me sirve?, ¡pues vaya!”, y empieza el hombre a desmotivarse con esa filosofía, ¿qué sentido tiene?, ¿qué sentido tiene continuar con la sensación de que un día me dicen blanco y al siguiente negro? No tiene sentido. Tenemos que ampliar lo que escuchamos y no necesitar que vayan desmenuzando el por qué de las cuestiones, porque si se tiene que desmenuzar el por qué se avanza lento, lento, y no es tiempo de lentitud, es tiempo de asimilar y actuar inmediatamente en base a lo que, como decíamos el encuentro anterior y otros tantos, aquello que yo asimile tengo que vivirlo para tomar una experiencia y que sea esta la que me haga fuerte, que sea esta experiencia la que ponga esos pilares para continuar.

No debemos continuar por lo que escuchamos, debemos continuar por lo que vivimos, por eso tienen que observar sus vidas, el avance que han tenido, las sensaciones que les vienen en cuanto a la propia relación con sus vidas, cómo se relacionan con su vida, qué hacen de ésta, cómo lo viven, cómo la sienten, cómo la perciben, en base –volvemos a insistir- a lo hemos aprendido, a lo que hemos asimilado y a lo que hemos vivido, a nuestra propia experiencia, y poner realmente esos cimientos fuertes porque de nada vale que el hombre se introduzca dentro del mundo espiritual por lo que oye, ya no es momento de esa fe ciega, es momento de vivir aquello que nos hace vibrar el corazón sin filtrarlo por la mente, es tiempo de dejar que el corazón llegue a ese punto límite que arda.

Es el fuego auténtico del corazón el que va a posibilitar que sus vidas no culminen en esta etapa o tiempo de la Tierra, que continúe. Esa continuidad se la va a proporcionar el sentir del corazón cuando éste esté totalmente vibrando hasta el punto de poder combustionar. Esa vibración les va a decir o hacer sentir sus caminos correctos, hacia dónde y cómo tienen que vivir sus vidas. Tienen que encontrar con todo lo aprendido, soltando y recogiendo, soltando conceptos que se les dice que ya no es posible continuar con ellos porque están caducos y los tienen que ir soltando para poder reconocer otros conceptos nuevos, para poder asimilar otros conceptos nuevos.

De ahí que hacemos hincapié en que ustedes revisen cómo está la humanidad hoy, incluyéndose ustedes como seres humanos, cómo está viviendo la humanidad este proceso histórico del planeta, estos últimos coletazos del planeta.

Decimos últimos porque entra en un nuevo renacer, al igual que el hombre. Su forma de pensar y de ser ha llegado a su culminación, ya no puede, no puede más, ya nada coincide con la vibración densa que él tiene. Mire por donde mire algo tiene que haber cambiado en su vida, en su disposición y disponibilidad para que vea mínimamente una motivación en su vida, porque tal y como piensa o pensaba, tal y como actúa o actuaba se va a sentir vacío y se va a dar cuenta de que no cumple una función porque sus sensaciones, sus sensaciones mas intimas, les dicen que están entrando en un vacío sin sentido.

Y tienen que cogerse en la medida que así lo quieran, lo decidan o lo sientan, a lo primero, a la primera sensación del corazón que les llegue. De ahí que venimos tiempo diciéndoles: salgan a la naturaleza, sientan, pero no sientan en sus hogares, no sientan con sus compromisos, porque eso no les va a dar la luz, eso es más de lo mismo que tienen hoy y hoy no les sirve, no les está sirviendo, hoy no están dando la respuesta que se espera del ser humano.

Cierto es que hay seres que ya han atisbado, ya han sentido por dónde, y lógicamente mientras estén escuchando se da la opción a que ocurra, pero no se sabe cuánto más van a poder escuchar. Y no va a ser, recuerden lo que tantas veces les hemos dejado entrever, no va a ser la decisión, ni muchísimo menos, de estos servidores. Van a ser sus propias decisiones, ustedes se auto seleccionaron y ustedes se están auto seleccionando constantemente aun sin ustedes saberlo, constantemente. Lo único que hacen estos seres que apoyan el plan de la Tierra es orientarles, sustentarles, apoyarles para que no se sientan solos con sus propias decisiones, para que cuando ustedes entrevén sientan que hay seres que ya han recorrido su mismo camino, pero no para inducirles a que hagan esto o lo otro. Se les da un conocimiento y un apoyo para que puedan apostar por ese sentir de sus corazones, para que no crean en ningún momento que decidan lo que decidan van a encontrarse en solitario, en ningún momento, de ahí que son ustedes mismos.

Hasta ahora el hombre se ha dejado dirigir, y lo ha hecho también porque entre otras cosas no tenía todo el conocimiento dentro de sí, y cuando se les decía blanco era blanco y así actuaban. Cuando las religiones impusieron todos los castigos o auto castigos, los seres que seguían esas religiones los cumplían sin chistar, se querían dejar dirigir, pero hoy ya no es necesario, no es necesario que hagan nada, no es necesario que se pasen horas y días meditando, hoy no es necesario que hagan ayunos, hoy no es necesario que cultiven sus cuerpos con estas u otras posturas.

Hoy, lo único necesario es que encuentren en su propio interior el sentir que dé a cada una de sus vidas un auténtico sentido, una motivación para continuar. Lo único que se les dice es que se cultiven para poder convivir en otras estancias, y la forma de cultivarse la tienen que encontrar entre el propio hombre y en la naturaleza, no en espacios cerrados ni con conceptos antiguos. Es salir en compañía y dejarse imbuir de todo lo que inhalan, de todo lo que respiran, de todo lo que siente su corazón, y expresarlo, que por eso se les dice: vayan en compañía, no es tiempo de soledades, expresen, que pasen a través del corazón las palabras, sean transparentes con ellas y expresen las sensaciones del corazón para que éste pueda vibrar tan fuerte, tan alto, tan sutil que sea posible su estancia en este planeta si así lo decidiesen.

Es usar esa respiración profunda para aquietar todos los sentidos, aquietarlos, pero hasta incluso la conciencia de estar aquietando esos sentidos, hasta incluso la conciencia de que están aquietando esos sentidos les va a servir por un corto espacio. De ahí que volvemos a hacer hincapié, hoy se les dice esto, asúmanlo, asimílenlo, porque cuando esa respiración les haya elevado mínimamente su energía, su conciencia, pasaremos a otros grados.

¿Qué ocurre si no se trabaja con ello por pensar como anteriormente decíamos?: que siempre irán a rastras con lo que escuchan, no irán con la experiencia de lo vivido, y eso no les va a servir.

Cuando se habla del silencio no es el silencio al que ustedes están acostumbrados, no es el mutismo, la palabra aún es creadora, las relaciones humanas aún necesitan de la palabra, la Creación aún necesita de la palabra. Cuando hablamos del silencio es el silencio interno el que deben cultivar, es el silencio de la mente. La mente es la que tiene que parar.

Cuando el hombre está en solitario –y escuchen bien, asimílenlo- está en silencio, según él, porque no habla con nadie, porque no usa el verbo, pero su mente es un dialogo constante, un dialogo viciado y vicioso que lo lleva únicamente a embotarlo hasta tal punto que no hay acceso a él.

No se puede trabajar con el ser humano si no entra en ese silencio. Y es necesario, si así lo quiso y lo propuso él mismo, tener acceso a él para inducirle hacia la verdad, para inducirle hacia la nueva vida. Por tanto tienen que dejar ese silencio en su interior, tienen que trabajar con el silencio interno y cultivar la palabra con los seres humanos. De ahí que hace un instante decíamos que no es tiempo de soledades, es tiempo de reencuentros con el propio hombre porque, recuérdenlo y no lo vivan como teoría, el hombre es el espejo, su propio espejo, todo lo que vean en él es necesario resolverlo, elevarlo, y en soledad no se puede elevar, nada se vive en soledad, nada.

Todo lo creado esta interrelacionado con la máxima armonía que existe, es el hombre quien está perdiendo la capacidad de relación queriendo entrar en ese individualismo, en ese egoísmo.

Para que el hombre pueda despertar, para que los seres que les acompañan tengan acceso a ustedes, tienen que convivir entre ustedes y con la Tierra viva, tienen que ofrendar a la Tierra, ser dadivosos con la Tierra para ésta les continúe acogiendo. Recuerden que el planeta es un ser vivo, no lo teoricen, es un ser vivo como lo son cada uno de ustedes, y ésta también selecciona con quién quiere relacionarse, ¿recuerdan las auto selecciones? El hombre auto selecciona con qué, con quién, cuándo, dónde; la Tierra también, y es su deber como ser.

Si el hombre no ofrenda a ésta su saber estar, su amor hacia ella, su servicio hacia ella, ésta no le va a permitir quedarse. Véanlo como un ejercicio, no como una imposición. En sus manos está –repetimos de nuevo- el creer o no creer, solo en ustedes. Pero si realmente algo de lo que escuchan les llega comiencen a vivirlo, porque si no, si solo se queda en su mente no les servirá de nada, y tienen que comenzar a dar un servicio a este planeta, un servicio al planeta y un servicio a la humanidad. Es de la única forma que se les va a permitir la continuidad dentro del planeta, si no, vívanlo realmente como una culminación porque será así, será su culminación.

Relájense en la medida de lo posible. No tengan la mente totalmente ofuscada, no quieran encontrar ninguna solución. La solución está en vivir aquellas palabras, aquellos sentires, aquellas vivencias que ustedes decidan.

Tener entretenida a la mente con pensamientos es no dejar que seres más elevados que ustedes, seres que ya han pasado por el mismo proceso que ustedes, los cuales están a la disposición y al servicio del universo, les puedan ayudar.

En la medida que sus mentes se relajan, que saben o sienten que se les irá dirigiendo, lógicamente se aquietarán, no querrán encontrar obcecándose en la misma idea y dando vueltas a la misma cosa dentro, lógicamente, de los mismos conceptos que aun sus mentes tienen.

No encontraran la respuesta, no la van a encontrar dentro, por tanto relájense, no piensen, sientan, dejen espacios blancos en su mente. Vivan, únicamente vivan, pero vivan como se les está induciendo, vivan realmente, no se encasillen en los viejos hábitos de sus casas, de su familia, de sus necesidades.

La Tierra que les acoge tiene una gran necesidad de nuevas formas de vivir del ser humano, de nuevas formas de comportamiento del ser humano, y si ustedes dan a la Tierra lo que ésta necesita ella les dará a ustedes la posibilidad de continuar dentro de este nuevo mundo.

Así sea.

05 febrero 2009

El Ser Cristalino


Respiren tranquilamente, pausadamente.

Tomen conciencia a partir de este instante de sus respiraciones en la vida. Háganlo conscientemente, que sus respiraciones sean lo más profundas, lentas y con las pausas necesarias sin forzar.

Implántenlo de forma natural. Al principio costará porque el hombre no está habituado a respirar tranquilamente, pausadamente y profundamente.

Traten de hacerlo con conciencia, es decir, como un requerimiento necesario para que sus cuerpos físicos se vayan transformando en cuerpos cristalinos. Eso se consigue a través de la respiración.

Cuando el hombre respira agitadamente, su cuerpo, sus órganos internos, todo, pensamientos, emociones, todo se desequilibra, se desajusta, y no se da cuenta porque es casi lo habitual para él, siempre hay cosas externas que hacen que su respiración se acelere. Ya no se trata tanto de que respiren con el abdomen o con el pecho, no se trata tanto de eso, se trata de que profundicen conscientemente y que ralenticen sus respiraciones.

Poco a poco se les irá diciendo el por qué, aparte de que hoy se les dice que es necesario que sus cuerpos se sutilicen, se cristalicen para que así cada órgano físico pueda respirar por sí solo para que a la vez se vaya sintonizando con la energía que despide el planeta Tierra. ¿Recuerdan que hace un corto tiempo, unos encuentros atrás se les decía que era necesario que los órganos físicos de los seres hicieran un cambio físicamente? Y llegaba un poco más allá, incluso se les decía que algunos de los órganos físicos se desplazarían.

Poco a poco les vamos dirigiendo para que sus cuerpos y sus mentes vayan asimilando sin que se dañe nada de su estructura. En ciertos momentos se les deja entrever, en otros se les hace más hincapié, en otros sencillamente se nombra sin profundizar en el hecho, pero todo es necesario para que lo vivan tan natural que todo lo novedoso, todo ese cambio vibracional, no dañe ninguno de sus órganos internos, o sea, que entre todo el conocimiento dentro de la armonía más profunda que pueda respirar el hombre.

A eso le llamamos cuerpo cristalino. El cuerpo denso del hombre tiene que ir paulatinamente sutilizándose, perdiendo densidad hasta que en ciertos momentos se haga tan transparente que de hombre a hombre, de ser a ser se pueda detectar la necesidad al instante sin mediar palabra.

Todo lo que están escuchando de un tiempo a esta parte es nuevo para todos ustedes, pero no se trata de que recojan el conocimiento como algo novedoso sino de que asimilen, aun siendo nuevo, aquello que cada uno de ustedes esté más preparado para comprender o asimilar y, poco a poco, a través de la compresión que a cada cual le llegue lo vivan, no que lo escuchen y lo crean, que lo vivan, que tengan experiencias al respecto de todo lo que están escuchando.

En el primer momento traten de que se impregne algo de lo que escuchen, en el primer momento, pero no traten de creerlo o rechazarlo, sencillamente dejen que entre y poco a poco esa vibración irá ajustándose o reajustándose en su interior, y en la medida en que eso ocurra comenzarán a tener experiencias al respecto y ahí ya nadie les tiene que decir nada, ya no tienen que creer, ven, sienten, perciben, les está ocurriendo a ustedes mismos, por tanto ya no tienen que creer en las palabras de los demás.

Hace ya un tiempo se les dijo a cada uno de los grupos que el hombre estaba ya preparado para ser su propio canal o hilo conductor con los seres que les hablan, que dependía de cada uno de ustedes el que afinase o canalizara a esos seres a su voluntad, que dependía de cada cual, de cada uno.

Hoy se les está diciendo lo mismo con otras palabras: el hombre está preparado para ser su propio maestro, su propio alumno, su propio todo. Hoy ya no es necesario depender de nada externo, todo se está configurando en el interior del ser humano, todo, pero para ello éste tiene que conocer y después del conocimiento tiene que pasar por la propia experiencia, y en base a ella el hombre actúa y lo hace dentro de esa nueva forma de vida, de esos nuevos requerimientos para los seres humanos que habitan el planeta, porque recuerden que en todos los tiempos y momentos, en todas las humanidades que han existido, el hombre, el ser humano siempre ha cumplido una función en el planeta en el que ha encarnado, siempre, siempre tiene una función, y normalmente la vida le pone para que cumpla esa función.

Anteriormente el hombre la cumplía a través de sus encarnaciones, reencarnaba una y otra y otra hasta vivir e impregnarse de todas las experiencias que hacían que el alma llegara a esa culminación, a esa nueva vibración. Hoy ya no es así. Hoy ya no le es necesario al hombre reencarnarse, ya no es necesario, de ahí que los órganos internos están retomando otras funciones a través de la respiración, por eso les hacemos hincapié en la forma de respirar.

Ustedes dirán que respiran bien, o reconocerán que no respiran bien por los hábitos adquiridos. Cada cual debe ver cómo es su respiración, no ya tanto se repite de dónde, no estamos diciendo de dónde, sencillamente olvídense de todo lo aprendido, hoy se les dice: todo lo que aprendieron en todas las cuestiones, no solo en las respiraciones que ahora hacemos hincapié, olvídense de todo lo aprendido, atrévanse a vivir lo que se les explica para así experimentarlo en sus propios cuerpos.

Hoy la importancia es que ralenticen al máximo sus respiraciones. Lógicamente, a poco que el hombre intuya, sabe que para ralentizar sus respiraciones tienen que controlar sus emociones, sus sentimientos y su mente, porque cuando el hombre, cuando el cuerpo humano recibe un impacto emocional lo primero que se desajusta es la respiración, que se acelera hasta el punto que en algunos cuerpos se colapsa.

O sea, que el hombre ya debe intuir a estas alturas que debe seleccionar los espacios en los que se mueve y las situaciones que vive, porque estas ya las conoce y sabe que si determina ir o hacer determinadas cosas su respiración la va a poder controlar más o menos.

Si yo sé que hay circunstancias en la vida que me emocionan hasta el punto de no controlarme, evitaré –cójanlo literalmente- tener una experiencia en base a lo que hoy estoy escuchando. Es decir, primero cojan al pie de la letra el ralentizar la respiración y llévenlo cada cual el tiempo necesario hasta llegar a tener una experiencia con esta nueva forma de respirar, porque en cuanto lleguen a tener su propia vivencia de ese hecho novedoso para ustedes, nos va a ser muchísimo más fácil que entiendan todo lo que viene después porque ya no solamente creerán en las palabras, habrán evidenciado eso que se les ha dicho. El ser humano necesita de ello y como lo necesita deben de dárselo.

Podríamos explayarnos y explicarles el por qué de estas situaciones y ustedes, en base a la credibilidad que den a esta persona que les habla y a estos instructores que les dirigen, pueden creer en mayor o menor medida. Pero será una creencia, no una vivencia, y de lo que se trata es que vivan todo lo que se les está explicando, porque es necesario que ustedes lo vivan para que el salto a nivel personal de todo el planeta Tierra se pueda dar. Primero es como les explicábamos el día anterior, a un nivel personal, y después ya repercute en un grupo o nivel global.

Pero el hombre no puede, no puede no, es que no se mueve, que es lo que está ocurriendo con la raza humana, que se ha ido diseccionando poco a poco con religiones y filosofías y de nada ha valido porque hay sectores, no se ha unificado porque no han vivido, lo han creído, han creído una palabra, una idea, un grupo, un ser, han creído a ese ser, a esa religión, esa filosofía, esa forma, pero no lo han vivenciado.

Y hoy ya no se trata de seguir a ningún grupo, filosofía o religión. Se trata de agrupar todas las almas en una con la plena consciencia de esa individualidad regalada a la globalidad. Yo regalo mi saber, regalo todo mi ser, todo mi cuerpo para que se cumpla el plan de la humanidad. Así uno, otro, esa es la función de servicio del hombre en este planeta, pero con consciencia, no con creencia. Yo no creo que sea así, voy a experimentar que es así. Y para eso poco a poco se nos irán dando pautas, pero claro está las tienen que llevar a cabo porque si no no van a vivir la experiencia y durante un tiempo estarán creyendo y les servirá, sólo durante un tiempo más largo o menos, dependiendo del punto en que esté cada persona, pero esa creencia tendrá un final. En cambio, si hay una vivencia ya no habrá principio ni final, será una consecuencia de haber y de sentir lo que cada cual debe de hacer en este momento actual en el planeta, en este momento, no al año que viene, no dentro de unos años, ¡no, estamos involucrados ya en el gran cambio de humanidad!.

Ralenticen la respiración, den las pausas de inhalación y exhalación necesarias para que esa vibración llegue a cada uno de los órganos, a cada uno, pero no los enumeren, no tengan presente si va al corazón, al hígado, a los riñones…, no, no, no, den por hecho que ya saben en cada inhalación profunda, relajada, pausada, cada vez más pausada, y no más.

Tengan presente que el hombre siempre, siempre, siempre, desde que es un ser consciente e individual, ha estado, está y estará dirigido, protegido, amparado. Nunca ha estado solo, pero él no lo ha percibido. Y dentro de todos esos cambios que la Tierra ha ido haciendo, y por tanto los seres que han habitado en ella, en el tiempo en que hoy le toca vivir a la humanidad, hoy ya debe de ser consciente de todo, de ahí que se le llama el ser de luz, el ser que resplandece, por tanto ya no hay nada que no sepa, nada que no pueda hacer.

Es y debe ser consciente de todo lo que le rodea física y energéticamente. De nada le vale ya que le digan que siempre ha estado protegido, tiene que ver por sí mismo los distintos planos que hay a los cuales él tiene alcance, porque está dotado cada uno de los órganos físicos, y lo repetimos, no crean que estamos hablando de algo esotérico ni privilegiado para unos pocos, todos los órganos físicos densos y concretos que existen en el interior y fuera del interior del cuerpo tienen que percibir y cumplir su función, la función de cada uno de ellos es ser consciente de todo lo que existe.

Es posible que él pueda habitar en la Tierra y fuera de ella, es posible que con su cuerpo pueda y deba estar en el instante y momento requerido, sea dentro o fuera del planeta. Lo crean o no, es; pero para ello se les dice cómo el hombre tiene que conocer, adentrarse en ese conocimiento, y el conocimiento no se amplía si no tiene la experiencia, si no lo vive, con la creencia no le vale porque no vive la experiencia. Y se les invita que a través de su respiración puedan tener esa experiencia.

Al principio, lógicamente, van a ser experiencias que ustedes puedan realmente, concretamente, percibir que son dadas desde el mismo momento en que comenzaron a respirar; quizás no lo puedan explicar, pero sí reconocerán que es a partir de ese instante, y lógicamente esas experiencias serán de igual medida a su profundidad, es decir, en principio serán suaves pero bien definidas, bien reconocidas. Es raro que en un comienzo puedan tener sensaciones –vamos a explicárselas para que entiendan- grandiosas, porque el hombre no está viviendo en esa grandiosidad; serán experiencias cotidianas, pero dentro de ser cotidianas sí serán reconocidas por cada cual.

Y eso alentará, alentará a profundizar más en esa respiración. Y en la medida en que lleven un cierto tiempo, corto, corto en la medida en que ustedes emplean el tiempo, con esa respiración, irán –como se les ha dicho- sutilizando su cuerpo, perdiendo densidad ese cuerpo, cristalizando ese cuerpo para que, en un momento necesario -porque ocurre y ocurrirá- no necesiten palabras para entenderse. Las palabras cuestan porque no existen para todo lo que se necesita expresar, no se encuentran las palabras, de ahí que llegará un momento en que el hombre tenga que dejarse llevar por el sentir que le ofrece otro ser humano, y ese sentir cada vez más sutil y transparente será dado porque su cuerpo pierde densidad y el otro percibe, percibe, y no necesita palabras. De ahí…, lo dejamos ahí.

Hacemos hincapié solamente para que cada cual, de nuevo y una vez más, sea quien decida hacer o no hacer lo que en este instante el hombre debe de hacer.

Ya no les explicamos ni les decimos qué es lo que estos servidores recomiendan, no. Deben ser ya adultos o entrar dentro de esa adultez para que no se les tenga que estar recordando constantemente. Sean ustedes mismos quienes valoren, quienes sientan, quienes perciban si adentrarse dentro de este nuevo –podríamos decir- programa o no. Y en base a sus experiencias podremos trabajar dentro de otros parámetros, de otras energías, de otras profundidades, o continuar dentro de la densidad de cada grupo.

Pero eso está en ustedes, en cada uno de ustedes individualmente. Nosotros, los seres que apoyamos este plan de la Tierra, del planeta, trabajamos a nivel grupal sea el hombre consciente o no, por tanto no nos es necesario que ustedes individualmente estén o no estén, eso depende de cada cual, pero no es necesario para el planeta.

Recuérdenlo, no tienen la obligación, no se sientan obligados, ni mal ni bien, de hacer aquello que se les dice estén o no perteneciendo a un grupo. Deben de sentir si eso que han escuchado lo van a implantar porque quieren vivir esa experiencia, porque necesitan vivir esas nuevas formas de vida.

Tienen que ser ustedes, pero como ya se les dijo nadie les va a juzgar, nadie, porque el hombre no es imprescindible para la evolución del planeta, no lo es. El hombre es imprescindible cuando él así lo quiere ser. Cuando el hombre ve, siente, necesita, decide realmente involucrarse hasta ese punto, ahí sí comienza a ser necesario. Pero mientras está aprendiendo no se les exige, no se les pide, se les aconseja y se les induce a que adquieran un conocimiento y en base a ese conocimiento cada cual, cada uno que lo aplique así en su interior y decida qué hacer con lo aprendido.

Pero hagan lo que hagan siéntanse tranquilos y bien, que nadie, nadie les juzga. Y no dejen que el propio hombre les enjuicie, no admitan que el propio hombre les enjuicie, sean ustedes mismos quienes valoren su propia vida y decidan qué hacer y cuándo hacerlo, porque si el Altísimo les deja para que ustedes mismos decidan, ¿cómo el hombre puede decidir por uno?

Ese es el juego en el cual se está y se ha desenvuelto esta humanidad, pero aquel que sienta que debe de ir de otra forma no debe dejar que los demás enjuicien sus actos, su vida, sus decisiones. Nadie les puede enjuiciar, son libres hasta el punto de decidir qué hacer o no hacer y de sentirse bien, de sentirse bien.

Como ya les hemos dicho, poco a poco, en la medida en que vayan ralentizando la respiración iremos explicándoles para que tengan conocimiento, únicamente para que conozcan qué y cómo hacer para que sus cuerpos mantengan la vibración alta que está recogiendo la Tierra y, por tanto, respirándola cada uno de los seres humanos, qué hacer para que sus órganos no se dañen.

Amen.

01 febrero 2009

Oración - 28 de enero de 2009


Vayan sintonizándose con los latidos de su corazón.

Vamos a profundizar, dentro de las enseñanzas que están escuchando, con lo que es un grupo. No hablamos de lo que los seres humanos viven como grupo, sino de lo que es.

Si damos por hecho que el hombre, consciente o no esta interrelacionado con el hombre y con todo lo que le rodea, lógicamente ya, en sí, forma un grupo de humanidad, grupos de animales, grupos de seres humanos, y todo debería hacerse en base a la necesidad del grupo, de la humanidad en este caso.

Pero yendo más allá, como todo debe ir en estos tiempos, no puede quedarse el hombre con su grupo de humanidad. Yendo mas allá, todo se relaciona de igual forma, los planetas crean su núcleo, su grupo, las galaxias, todo va formando pequeños o grandes grupos y en sí todos ellos se aúnan, todos ellos se interrelacionan para trabajar, para mejorar o para elevar en el momento necesario o requerido un punto específico, un punto que necesite ese apoyo de todo lo existente, de todos los grupos físicos o no físicos. Todo se relaciona en armonía y bajo esa gran ley grupal.

Pero parece que eso queda muy grande para la mente del hombre y tenemos que ir recogiéndonos, recogiéndonos, recogiéndonos hasta llegar a un núcleo o grupo que pueda el hombre ver, tratar y relacionarse de tú a tú. Y ahí es donde debemos comenzar, en los grupos, grupos de seres humanos pero con el conocimiento de que todo lo existente se relaciona de igual forma y que en un momento puntual, cuando se es requerida más energía, sólo hay que pedirla.

Y eso deben ampliarlo y ampliarlo y ampliarlo a cualquier situación o acontecimiento que esté viviendo la Tierra y, por tanto, los grupos. No importa el numero que forme el grupo, no hay un número determinado, de hecho, cuando dos seres se reúnen, energéticamente ya forman un grupo.

No importa el número de seres. Cada momento o situación necesita un determinado número de seres para que potencien esa energía y ocurra el hecho que necesita ese acontecimiento.

Cuando hay un acontecimiento que necesita de una energía mayor y el grupo es pequeño, siendo consciente este grupo de que la ley de los universos, la ley de la vida es esa, automáticamente requiere a esos seres que no son físicos, que no tienen cuerpo físico pero son seres. No hablamos de espíritus, hablamos de seres de otros espacios, seres con otra vibración que están en constante velo de la humanidad y de las humanidades que lo requieren.

En cuanto un acontecimiento necesite mayor energía de la que el grupo tenga, solo hay que pedirla y a veces, incluso sin pedirla, cuando el gran o pequeño grupo es consistente y trabaja en una vía bien dirigida, bien dada al servicio, esa energía es dada sin pedirla, regalada para que el hecho se concretice, y esa es la ley que rige todo lo viviente, o lo que es lo mismo, todo lo que existe, porque todo es vida.

En base a ese nuevo concepto de grupo no teórico en este momento, es donde entran en especial o en concreto cada uno de los seres que trabajan, o cada uno de los seres que su intención es estar al servicio de las necesidades del planeta, de los seres humanos. A esos seres se les habla y se les dirige para que sepan cómo abordar su vida, cómo mostrarse a partir de este conocimiento, cómo incorporarlo para que sus vidas vayan en esa dirección de servicio a la humanidad.

Y comenzamos por hacerles hincapié una y mil veces de formas distintas. Se les irá induciendo en principio para que se conozcan desde lo más profundo, para que sepan cuáles son sus verdaderas o auténticas necesidades. Después, para que lleven a cabo esas necesidades y no otras que las sociedades les quieran inculcar. Y así, de esa forma, cuando el hombre vive sus necesidades, cuando las lleva a cabo, es cuando se da cuenta y comienza a percibir que realmente no está solo, que hay fuerzas superiores que están velando porque cumpla con sus necesidades y las plasme para que con ello llegue a tener otras visiones que vayan más allá de la forma física y concreta del cuerpo y, por tanto, más allá de las necesidades físicas que tenga ese cuerpo.

Con ello queremos decir que una vez el hombre reconoce esas necesidades más profundas, íntimas o internas, es ayudado para mostrarlas y llevarlas a cabo y genera una confianza en sí de no estar solo, que sin necesidad de ver son sus ojos físicos ya percibe que hay otras existencias con la cuales él debe formar grupo.

Ya el grupo solidario humano lo debe elevar y saber que no sólo existe la vida que conoce y ve con sus ojos. Esa es la ilusión de la materia que ha conformado y solidificado formas que puede ver sus ojos, que puede acariciar su tacto, pero esa es la forma más grosera, más salvaje del ser humano, la que más le impide rozar esa forma sutil del espíritu en la que están viviendo y trabajando los seres que les dirigen, seres sin forma física, por tanto sin impedimentos concretos del cuerpo, de la mente, de los sentimientos, de las emociones, seres conscientes de todo lo que hacen y del por qué lo hacen, con la necesidad de unificar los mundos y a cada uno de los seres que habitan en esos distintos planos de existencia para que sean conscientes unos de los otros, aun teniendo el tiempo que cada cual necesite vivir en la existencia en la que esté.

Por ejemplo, el hombre está viviendo en el planeta Tierra con la densidad del planeta Tierra, con la necesidad de cambio del planeta, pero percibe o debe percibir que hay seres que están elevando esa conciencia o tasa de vibración para que quienes despierten mínimamente y se pongan en la frecuencia que los puedan sentir sepan que no están solos, que pueden hacer ese tránsito con la armonía necesaria para que todo permanezca en perfecto estado evolutivo.

Y debe de ser el hombre quien se acerque a esa frecuencia. Es lo único que en estos momentos se les pide a los seres que quieren estar o entrar al servicio de la humanidad, que una vez sentida, una vez aceptada la nueva visión del grupo, puedan trabajar hacia esa nueva forma de vivir para sutilizar un mínimo sus formas concretas y físicas, y sintonizar esa frecuencia y así poder percibir a todos los seres que trabajan con cada uno de ustedes.

En otras ocasiones se les ha explicado que al hombre -sea él consciente o no, quiera él o no- como raza se le está induciendo a través del sueño a un nuevo cambio de pensamiento y luego él despierta y no es consciente de nada, de nada, su vida la continua igual. De ahí que les decíamos: no se preocupen, no juzguen, vivan únicamente, vivan, porque a través del sueño se les induce a este nuevo estado necesario para estar en este planeta.

Ahora bien, también se les dice: aquel que busca al Gran Buscador, aquel que despertó a cómo hacer para ser consciente de que eso está ocurriendo y así posibilitar que conscientemente cada uno de ustedes se ponga al servicio a la par que estos servidores, eso sí depende de ustedes.

Se les está induciendo, a cada grupo de oración y no grupos de oración, pero sobre todo a cada grupo de oración, y se les están dando unas pautas por si hicieran vibrar algo en su interior que se pongan a trabajar con ese conocimiento o esos nuevos conceptos en cada uno de ustedes para sintonizar con otras frecuencias, con otros servidores. Y eso, repetimos, depende de cada uno de ustedes.

Si lo que escuchan les resuena en el interior, poco a poco observarán que necesitan hacer cambios, y poco a poco cada cual irá pidiendo esos cambios y se les darán, se les darán con armonía y se les inducirá para que piensen totalmente en consonancia con la vibración del planeta y las necesidades del momento.

Es así, tan sencillo y tan grandioso a la vez. Formar o entrar a formar parte de lo que cada cual sienta en la medida que lo sienta, en la medida que lo necesite y estar esas fuerzas espirituales, se podrían decir planetarias, se podría decir como ustedes quieran, pero son fuerzas que no dependen del propio hombre, fuerzas traídas de otros lugares puestas ya al servicio de esta humanidad.

Y el ser humano en su gran mayoría quiere permanecer dormido. Pues bien, pues bien, pero para aquel que quiera despertar ya sabe qué debe de hacer: debe de sentir que existen seres que están al servicio de la humanidad, de las humanidades, grupos de seres que están deseosos de unificar todo lo que existe para que el hombre, de una vez por todas, vea y sienta la gran obra que es, para que vea y sienta que en él no existe separatividad en nada, que está unido a todas las conciencias de cada uno de los seres que existen, que ya el sentir o pensar aisladamente lo único que lo va a llevar es a la desesperación, que debe de abrirse a esas necesidades que ya como raza humana siente, y es a la globalidad de lo existente, ser ese grano de arena pero consciente de que existen millones y millones y millones de granos mas, independientes pero a la vez con alma de grupo, con alma de un todo.

Y como decíamos al principio, parece que todo esto el hombre lo vea como lejano de él, como que no se lo acaba de creer. No lo vivan como un privilegio, no son seres privilegiados en ese aspecto. Como raza, como seres vivientes, como espíritus latentes forman parte de esa grandiosidad, no es que los han elegido, no es que esto es una elección para unos pocos, no, es la elección de vida para todo lo que palpita. Lo que sí es –lo crean o no- un gran privilegio, es estar despiertos, ser conscientes de ese tránsito, de lo que yo puedo aportar conscientemente, porque ahí no es que se duplique, es que no hay palabras para expresar lo que el ser siente cuando sabe que está sirviendo a la vida, no hay palabras para poder expresarlo.

Cada uno debe de ir a eso si es su necesidad, se repite, si es la necesidad. Por eso vayan reconociendo sus necesidades más intimas y se les irá dando en base a lo que cada uno necesite. Pero si ustedes no hacen el esfuerzo de reconocer cuáles son sus verdaderas necesidades no les van a poder aportar nada porque no se definen, no saben cuáles son y creen que sólo es aquello que ven. Y eso que ven, eso que ustedes tocan hoy con las manos se les está desmoronando. Lo que les pedimos es que se abran a estos niveles de consciencia que son los que no se van a desmoronar, los que les van a posibilitar estar, continuar estando.

En la medida en que en cada encuentro vayan ustedes abriéndose a la posibilidad de que el hombre está existiendo con otras existencias a la vez, en esa medida que lo haga suyo verá que no es tan importante esta vida concreta que ve hoy con los ojos, porque lo que ve hoy con los ojos mañana dejará de verlo, pero lo que siente en el alma, aquello que toca su espíritu, es lo eterno, lo que permanece y posibilita hoy que el cuerpo físico y concreto le acompañe.

En la medida en que cada uno de ustedes recoja este conocimiento como algo mas y no tenga la necesidad de ir más allá, observará poco a poco que si no lo eleva, si no lo agranda, si no se abre para ver todas esas nuevas posibilidades se sentirá desengañado, se sentirá falto de ánimo, en cuanto a grupos nos referimos. Y podrá buscar en otros grupos, podrá ir a otros lugares y podrá relacionarse con quien quiera, pero se sentirá de nuevo falto de algo que aun no sabrá darle nombre, porque es la nueva energía del planeta, la nueva necesidad del ser de humanidad, saber que convive con otros seres que no son extraterrestres y que no tiene que salir del planeta para convivir con ellos. Son seres que están, seres que estarán y que siempre han existido en los momentos puntuales de transición para un mundo, hoy en el nuestro, en el planeta Tierra, pero siempre allá donde sean requeridos, al igual que cada uno de ustedes si así es su necesidad.

Bienvenidos y que así sea.

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