09 julio 2009

La continuidad

La continuidad se podría asemejar al gran círculo cósmico, nada tiene comienzo ni final, todo es simultáneamente una continuidad y el hombre es así como a partir de ahora va a ver y vivir su vida, unos más temprano, otros más tardíos, pero todos los seres van a llegar a sentir que realmente la separación no existe, no forma parte del Plan.

Cuando entre dentro del hombre el recuerdo, podrá ver que estuvo totalmente viviendo una ilusión, o perdido dentro de una ilusión, que no existe la vida tal como él la imaginaba, que la Creación nada tiene que ver a lo que su mente ha conformado, va mucho más allá de lo que él ve, cree o piensa, pero ya en este momento va a entender porque va a poder experimentar cómo es el Ser, cómo se desenvuelve este espíritu que hoy, ayer y quizás mañana está en el interior de un cuerpo el cual, su personalidad, le hace ver o creer que existe un nacimiento y una muerte, o un principio y un final, y por más que él estudia, por más que él teóricamente comprende que no existe la separación, que no existe la muerte, que es un constante reciclarse, por más que él trata de comprenderlo se le quedó en una teoría.

Sus vidas están conformadas en base a un nacimiento y a una muerte y todo va relacionado de esa forma, por tanto el hombre ve su corta vida, se aferra a ella, se aferra a esa juventud, a ese hecho puntual, a ese ser, a ese hijo, a esa pareja, a ese trabajo, a esa juventud como si nada después existiese y eso le hace vivir la vida equivocadamente y que estreche cada vez más su mente y encarcele cada vez más a su espíritu.

En este momento actual de la humanidad en el cual esa vibración ya ha cambiado y ha superado la densidad, se le van a abrir esas puertas al hombre para que vea su propia continuidad, para que vea quien es él realmente, para que se dé cuenta que simultáneamente está en distintos planos, que no solamente tiene este cuerpo físico, que a través de cuerpos más sutiles labora, coordina con otros seres en otros lugares.

Por tanto, ese gran cambio de visión va a hacer que automáticamente su vida de un giro, que esa pequeñez, esa estrecha mente se amplíe hasta darse cuenta que lo que hoy vive, lo que ayer vivió, no sirve para dentro de un momento, no sirve para que ese espíritu recobre su esencia, para que unifique y se unifique totalmente. Y es el momento planetario, el momento de humanidad que hace que el hombre pueda fundirse y llegar a ese conocimiento puro.

Pero lógicamente, para que pase de ser una teoría y el hombre descorra voluntariamente ese velo o esa oscuridad en la que él planificó su vida, tiene que mover, movilizar lo que él llama su medio en el que se desenvuelve, unos conscientemente, otros inconscientemente, pero todos los seres del planeta están viendo cómo sus cimientos familiares, sus cimientos de vida se les derrumban.

Cuantas veces no se les decía y se continuará diciendo: cojan ustedes mismos las riendas de su vida para que los movimientos sean suaves, porque el movimiento tiene que ocurrir, debe ocurrir para que el hombre vea su totalidad. Es totalmente necesario que el hombre vea esa totalidad, pero para ello tiene que ocurrir ese movimiento, movimiento energético, movimiento físico, movimiento a todos los niveles, a todos.

Por supuesto que si el hombre no ha ido poco a poco haciendo pequeños movimientos en su vida personal, de pronto se va a resentir, tanto que quizás su vida se desmorone sin ver sentido alguno a esta.

Pero a poco que sientan, a poco que retrocedan en todo lo que han estado escuchando, observarán que constantemente se les ha ido induciendo, dirigiendo para que todo lo que va a ocurrir y está ocurriendo les hiciese el menor daño posible porque en realidad el dolor, el sufrimiento, lo hace ni más ni menos que la incomprensión. Si el hombre no comprende, lo que ocurra no lo va a poder asimilar y eso lo hará sufrir.

Ahora bien, si él ya comprende que eso que está ocurriendo a él o a otros es una necesidad vital para ver una totalidad de perfección, si él ya, aun en teoría, lo ha ido sintiendo y haciendo pequeños movimientos, lógicamente lo va a coger como algo natural y necesario y no va a sufrir. Y le ocurre lo mismo que a otro ser, pero este ha ido modificando hasta el punto que llegado el momento lo vive natural.

Para que se reajuste el ser humano, para que todas las vibraciones que esta inhalando vayan reajustando cada uno de los órganos físicos, cada uno de los cuerpos energéticos que en él hay, incluido su cuerpo físico, lógicamente tiene que haber un resentir. El cuerpo se resiente bien con dolor, se resiente por un humor que no se conocía, el pensamiento parece que sea caótico, las emociones revueltas que no sabe si llorar o reír, el corazón por momentos triste, por momentos alegre, eufórico… Hay un reajuste sutil que todos los seres están sintiendo.

Si no hay una fe, si no hay una cohesión espiritual, si no hay una necesidad, necesidad de fundirse con algo superior, el hombre no va a saber salir de este estado que no reconoce y puede sumirse en lo que ustedes llaman depresión, en una desesperación, puede comenzar a dar giros caóticos en su vida cuando todo, todo es natural, sencillo, cuando solo tienen que dejarse llevar por todo lo que sienten, por todo lo que escuchan, por aquello que les hace vibrar.

Déjense llevar, no lo cristalicen, hagan de sus vidas esa constante, una constante de sentir y hacer, una constante de percibir y dejarse llevar, una constante de ideas y ejecutarlas. No se encasillen en su familia, no se encasillen en su trabajo, no se encasillen en nada, déjense llevar por ese sentir.

Cuántas veces se les ha dicho que todo está en el interior del hombre, todo. Necesitan recordar y para ello se les dan todos los datos que el hombre necesita, solo los tienen que poner en práctica. Pero optan por dejarse llevar por la densidad del momento, enfrascarse en sus propias vidas pequeñitas, y cada vez van a ser mas pequeñitas puesto que las miras van a ser mucho más amplias. Se está –repetimos- descorriendo el velo que les nubla, van a ver y a sentir quienes son. Por tanto sus vidas les van a parecer cada vez más minúsculas, sus problemas cotidianos cada vez los van a ver más y más grandes. Lógicamente, si no dan un paso hacia adelante en ese nuevo despertar de la totalidad y se enfrascan en viejos esquemas familiares y de vida, como no van a sentir ni a ver la salida, cualquier acontecimiento les va a parecer grandísimo, enorme, insalvable.

Tienen que romper esa forma de vivir y tienen todo lo necesario en su interior, solo tienen que recordar todas las conversaciones que han escuchado, todo lo que estas les han hecho sentir en un momento determinado y apostar a hacer, dejar que la inercia no les oprima, coger aquello que sintieron, aquello que les hizo vibrar en un momento y llevarlo a cabo. Será de la única forma que descorrerán ese velo en su totalidad y comprenderán la grandiosidad que les esperaba, y se dirán a ustedes mismos: “¿por qué sufrí tanto?, ¿por qué no me decidí a dar este pequeño paso?, ¿por qué tuve que pasar, si tantas y tantas veces me lo dijeron, por tanto sufrimiento que me hice yo, por supuesto?” Pero eso ya debe quedar atrás. Una vez se descorra el velo solamente es necesario ir, ir dentro de esa continuidad hacia otro momento, hacia otros lugares, con otras necesidades.

Recuerden que todo esto que están escuchando ya lo han escuchado muchas veces, y llegará un momento que se digan a ustedes mismos: “¿cómo ocurrió?, ¿qué pasó?, no se nos avisó”. Comprendan y sientan, sientan en lo más profundo que siempre se les está apoyando, siempre, pero también comprendan que sus decisiones las toman únicamente ustedes, que se les puede aconsejar, se les puede inducir, se les puede dirigir, pero nunca se puede dar los pasos por ustedes, y si ustedes no dan ese paso, lógicamente estos seres de divinidad, aun apoyándoles constantemente les dejarán para que reflexionen y valoren esa necesidad de cambio en base a lo vivido y escuchado con ellos.

Valórenlo, valórenlo porque se les pone un ejemplo que quizás ustedes comprendan mucho mejor: Cuando al hombre se le pone un plato de comida si él pedirlo pueden ocurrir dos cosas, o bien que le siente mal por no tener apetito, o bien que lo engulla sin prestar ninguna atención a lo que está comiendo, de lo que se está alimentando. Es preciso que ustedes pidan la comida porque será que tienen hambre, es preciso que al pedir la comida valoren esta que se les da. Y eso, de nuevo, esta en sus manos.

El hombre cree que nada va a cambiar. Sí escuchó que estamos dentro de un cambio, escuchó que el planeta está modificando su forma, que también las propias formas del hombre están cambiando o deben cambiar, pero es una escucha no vivida, por tanto no asimilada. Ahí es cuando llegara ese instante en que ustedes se pregunten: “¿por qué ocurrió así?, no nos avisaron”. Sí que se les estuvo avisando, sí se les dijo que deben de dar un paso más y sí se les dijo y se les dice que deben de dar ese paso consciente, un paso voluntario para que ustedes valoren lo escuchado y vivan aquello que asimilaron. Ahí es cuando tienen que estar alertas, ahí es cuando tienen que ver de qué forma llevan ustedes a cabo en sus vidas aquello que asimilan de lo que escuchan.

Y tienen que hacer una auto valoración, nadie les va a valorar por ustedes, ustedes deben de ver cómo están aplicando a sus vidas aquello que asimilan de lo que escuchan, ver si hay alguna diferencia, a ver si hay un paso más hacia esa evolución planetaria como ser de humanidad o están en las mismas necesidades humanas, con los mismos requerimientos humanos, con las mismas respuestas humanas.

Se les repite que jamás se juzga al hombre, se le deja hacer y se le apoya en aquello que decide, pero tiene que hacer y tiene que decidir, no puede dejarse arrastrar por una Totalidad que no sabe hacia dónde va. Ustedes tienen medios y conocimiento para sí saber hacia dónde dirigirse, y tienen que mostrarlo, tienen que mostrarlo. ¿Cómo?: valorando aquello que escuchan, reafirmándose en si quieren continuar escuchando o darse un tiempo para pedir ese alimento.

En este tiempo de continuidad también está el tiempo del cambio. Todo constantemente, todo, está cambiando. Aunque el hombre crea que no, aunque el hombre se aferre a lo que le agrade, constantemente, con cada latir del corazón, hay un cambio.

Cogidos a ese gran cambio de evolución, lógicamente el hombre no puede permanecer como esta, y dentro de ese cambio es que les sugerimos que cambien su forma de reunirse. Pidan cuando así deseen reunirse, pídanlo, no den por hecho absolutamente nada porque podrán reunirse, podrán reunirse como amigos, podrán reunirse como seres para conversar de unas teorías, de un conocimiento, cada uno con sus necesidades. Pero esa fuente de inspiración a la que ustedes están ligados, si ustedes no se reafirman estará únicamente latente.

Es otra forma de ayudarles, se les ayuda calladamente, se les ayuda para que ustedes valoren qué necesitan, para que observen su vida y vean si realmente necesitaban tanta información, para que realmente, considerando profundamente sus vidas y sus movimientos en estas, vean si realmente se han estado nutriendo. Y valórenlo ustedes y en base a sus necesidades así, una vez más, serán las respuestas.

Es una forma de ayudarles para que reconsideren sus vidas dentro de este gran cambio planetario. Cierto es que muchos de ustedes, la inmensa mayoría de todos los grupos, creerán que en un momento en el que necesitan más ayuda que nunca se les deja libres, pero cuántas veces no se les ha dicho que al hombre, aun sin gustarle, le gusta más que le dirijan que ser el propio creador de su vida. Y no es correcto, ni por seres espirituales ni por seres humanos es correcto que se dejen dirigir sin que ustedes se interrelacionen con aquello que piden. Tienen que interrelacionar sus vidas y verse esa interrelación para que ocurra.

No se les deja, se les pide que sean ustedes los que elijan. Después de la experiencia vivida con estos servidores elijan si quieren continuar o si se adentran dentro de este nuevo cambio.

Cualquier decisión que tomen, cualquier decisión, será apoyada y será lo mas amorosa posible aunque ustedes así no lo sientan. Cualquier decisión que tomen. Siempre se les apoyará aunque ustedes no lo sientan.

Pero reléanse las oraciones, está en especial. Observen, sientan y en base a esa observación, en base a ese sentir, se les pide por el amor de Dios que se decidan, porque esa decisión, sea la que sea, es lo que les va a ayudar, lo que les va a ayudar a vivir este transito planetario suavemente, suavemente, sin necesidad de pasar por grandes sufrimientos.

Pero tienen que optar por dirigir sus vidas. Y sólo se les pide: decidan si continuar o no, decidan y sean conscientes de sus decisiones.

Amén.

1 comentario:

Jayja para tí... dijo...

Es hoy por primera vez que leo con profundidad el título de tu blog, El sentir de la vida: el espíritu...sí...cómo es posible que hay quien no crea en el espíritu? es algo grandioso que imagino nos pusos Dios, para parecernos a EL, etéreos...así puedo volar a donde deseo, puedo amar como deseo, al Mundo, a quien este en el fin del Mundo, con el espíritu mio infinito, cada uno, un Mundo, unidos, una fuerza impresionante...mis respetos amigo Adonai

Frases