21 junio 2009

La llamada

Bien podríamos decir que es la llamada al recuerdo, la llamada a la oración, la llamada a la intención, la llamada al compromiso, a tantas y tantas cosas que el hombre va dejando en su camino pero sobre todo es una llamada de alerta para cada uno de ustedes, para cada ser de oración.

El ser de oración es aquel que se reconoce el gran buscador, aquel que no dice sí a una vida sin sentido, y a ese buscador se le habla y trata de dirigir en base a esa llamada de alerta, de atención y a ese despertar en su recuerdo.

Deben fusionar su vida en una sola dirección, sentir hacia donde la quieren dirigir y hacer esa llamada de elección contundente para que se dirija en esa sola dirección. Reflexionen cómo está la vida de cada uno de ustedes en base a lo que necesitan internamente, qué pasos han dado, qué movimientos han hecho para que en base a esa reflexión den fuerza a sus ideas iniciales, a sus sentires más profundos, a lo que ustedes hayan querido que sus vida se dirijan, hacia dónde se han propuesto.

El hombre se propone muchas veces cambiar su vida y se propone otras tantas realizar tantas y tantas pequeñas o grandes obras, pero son decisiones sin fuerza, decisiones que solo quedan en la mente sin ser realizadas.

La idea de estos servidores es hacerles recordar cuál es su intención en la vida, qué intención tienen ustedes ante la vida y ante su hacer en ella. Cuál es su intención, reflexiónenlo, no en este instante pero reflexionen, no deben dejarse llevar por ninguna idea –recuérdenlo-, es una llamada de alerta para que no se dejen arrastrar por una idea que no sea la de cada uno.

Deben coger las riendas de su propia vida pero antes tienen que saber qué hacer y hacia dónde quieren ir. La mayoría de seres se dejan llevar, no por un ser en especial o varios seres en especial, pero se dejan llevar por la vida, se dejan arrastrar por las circunstancias y en la mayoría de casos esas circunstancias no les gustan, no les son agradables, van en contra de su sentir pero no sienten la fuerza para cambiar esa inercia, y ahí es donde queremos hacer hincapié, deben romper la inercia que tienen de dejarse arrastrar por los acontecimientos, por la vida.

Una cosa es esa vida en mayúsculas que uno reconoce que es la auténtica vida y es a la que debe y quiere llegar. Ahí sí se deja, se deja. Cuando uno siente que es lo que él quiere vivir, como él quiere que sea su vida, se deja, pero ¿cuántos seres –y ahí es nuestra llamada de alerta- están dejándose llevar por esa vida que ellos contemplan como fundamental y única?, ¿cuántos no son los mas que viven arrastrados por una inercia esperando en su mente que llegue el momento -no sé cual-, para cambiar?

La inercia educacional, la inercia de la sociedad, la inercia de vidas y vidas pensando y haciendo de un modo determinado, ha hecho que el hombre vaya muy rápido con su mente y muy lento en su acción, que idee una vida espectacular sin fundamento para no poder vivirla jamás, ha hecho una ilusión en su mente y una desesperación en su hacer, una inconformidad con lo que piensa y con lo que vive, y ahí entra esa llamada de recuerdo o al recuerdo para que recuerden que sus vidas sólo dependen de ustedes, de cada uno de ustedes, que cada modificación, por imposible que le parezca, está en sus manos, que cada necesidad por grande o lejana que les parezca esta en sus manos.

Se les recuerda que todo depende solo de cada uno de ustedes, pero para ello deben tener una voluntad firme, una idea clara, un hacer contundente, sin esperar resultados, sin esperar aprobación, sin esperar que los demás le lleven. Deben dejarse guiar por esa parte de ustedes que sabe y hacer frente a cada una de sus necesidades. No deben dejarlo para mañana, no deben esperar que se arregle solo; no se puede arreglar solo porque cada vida depende de uno mismo, no de otro u otros, depende sólo de uno y cuando uno hace aquello que siente que debe hacer toda su vida comienza a tomar forma.

Y esa es la reflexión que el hombre da por hecho o la reflexión que no aborda en la mayoría de casos, sencillamente le es más fácil y cómodo levantarse y dejarse arrastrar por las circunstancias del día, sean personas, hechos, circunstancias en general. Y un día y otro día y otro día, y pasa el tiempo y el hombre se ve apagado, ve que esa vida que él ansiaba o imaginaba no se produce y en general se siente desmotivado.

Todo esto que escuchan cansados están de escucharlo. Y, ¿por qué hacemos esta reflexión si aparentemente el hombre ya lo sabe? Porque como les decíamos días atrás, el tiempo es ya aunque ustedes lo escuchen mil veces, aunque de tanto escucharlo lo olviden. Y es bueno que el hombre, a un nivel interno, tenga la idea de su vida bien plasmada, clara y fuerte para poder visionar, tanto ustedes hacia dónde, como los seres que les apoyan dar con cada uno de ustedes.

Si están mezclados entre tanta humanidad, energía sin voluntad, energía sin identidad -puesto que todos hacen lo mismo-, la inquietud del momento parece ser la inquietud de todos los seres aunque no sea así. Pero se dejan arrastrar hasta el punto que se confunden entre tanto sin sentido, hasta el punto que no se da por ustedes mismos y el orante debe tener la intención clara para poder escuchar la llamada, debe tener su idea bien estructurada en su corazón de qué quiere hacer con su propia vida para poder dar con el antídoto necesario para que esa vida sea fecunda, que no sea una más mezclada sin identidad propia.

Cada ser de humanidad tiene que recordar y recoger cuál es su hacer en el planeta en este momento. Ya lo han escuchado muchas veces, muchas, y llegará un momento en que ya dejen de escuchar y pasen a la acción, eso depende de cada uno de ustedes, de cada uno de ustedes, conforme se vayan sintiendo y vayan dando los pasos. Lo único que deben procurar es no confundirse con la totalidad sin una intención clara. Ojala esa totalidad de humanidad fuera una –como decíamos- con una misma idea, una idea clara y única, pero no es así, cada ser de humanidad debe de hacer su propia vida como así lo sienta, aunando toda la intención de amor hacia el prójimo, por supuesto, pero con identidad propia.

La inmensa mayoría se han sumergido en una decisión común que nada tiene que ver con sus sentires más profundos. Y esa decisión común no va precisamente con la intención de amor al prójimo. Es una intención que ha montado la sociedad para embaucar al hombre, dejarle en quietud y, así, poder mover los hilos a voluntad –llamémosle- de la sociedad.

No son marionetas, no lo son, no son marionetas ante los ojos humanos. Son seres responsables de ustedes mismos, perfectos hasta la saciedad, y deben dar muestras cada uno de ustedes de esa perfección.

Deben reflexionar sobre la vida que cada uno se ha formado, si están o no conformes con ella. Si están conformes, adelante, y sean realmente esos pioneros para mostrar una vida de amor y perfección. Y si no, si no están satisfechos con su vida, por lo menos reconózcanlo y afiáncense en que no están satisfechos con su vida, porque de esa forma se les puede encontrar, porque también de esa forma podemos hacer esa llamada de intención tanto por su parte como por la nuestra.

Pero si el hombre ha conformado su vida dejando que los demás lo dirijan, ya ahí ha querido sumarse a esa energía sin identidad, a esos seres humanos que parece que hayan perdido ese espíritu dejándose arrastrar por las ideas y necesidades de la mayoría.

Reflexionen y tómense tiempo para hacerlo diariamente. Sólo con la vida de cada cual. No la imaginen, no, no traten de fantasear, no. Cuando el hombre fantasea sobre su propia vida se pierde en esa fantasía. La vida no es así. La vida dentro de la grandeza, cuando se vive en perfección, claro que entra la fantasía, claro que entra la ilusión, pero es una ilusión vivida y una fantasía que ya deja de serlo porque es vivida.

El hombre fantasea con una vida que, de no cambiar mucho esa forma de hacer, se quedará solo en eso, en una fantasía o en una ilusión. Y pierden y pierden y pierden… -y hablamos de perder- instantes maravillosos esperando que algo surja fuera. Bien, puede que ese algo surja fuera, pero si tienen la idea clara. No tienen la idea clara en base a sus propias vidas, desechen lo que no aunque sea internamente, y vayan a lo que sí quieren, un día y otro y otro, para que de alguna forma se les pueda ayudar.

Dicen con palabras y pensamientos que necesitan la ayuda. Llaman -de nuevo la llamada- para que se les ayude, pero su inercia vuelve a involucrarse en esa necesidad que no es la de cada uno. Así, por más que se quiera apoyar ustedes no perciben. Y en este momento necesitan retomar su propia vida, es suya. Recapaciten en lo que quieren, reestructuren su vida y expresen con palabras lo que quieren y lo que no quieren, lo que son y lo que les gustaría ser, porque de ese modo unifican y no se pierden.

Hay muchas formas de poder llegar. De formas distintas se lo hemos mostrado, unas sencillas, otras no tanto, pero todo pasa por el movimiento de cada uno de ustedes, de cada ser de humanidad. Por más que escuchen cómo hacerlo, si ustedes no lo hacen no pueden encontrar lo que buscan.

Y pasan y pasan y pasan, y día tras día -reflexionen y lo observarán- se dejan llevar por la inercia de una sociedad que no ha cogido su rumbo, una sociedad que va a que los demás le arreglen su vida. Y lógicamente eso no puede ocurrir. La vida la compone y descompone cada uno con sus actos.

Y hablando de estructuras, les recordamos que el hombre es una estructura y en base a su necesidad su estructura está. Si no encuentra la necesidad, su necesidad de permanecer, la estructura lógicamente dejará de estar para que el espíritu pueda retomar una nueva forma. Y son los momentos que está viviendo la humanidad, los momentos que vive y menos le gustan al hombre.

Pero, ¿qué hace para que ello no ocurra?, ¿cuáles son sus pensamientos y acciones para hacer de su necesidad su vida y no ir en contra de esa necesidad?, ¿qué hace el hombre?, ¿qué hace cada uno de ustedes para no ir en contra de lo que necesita?, ¿cuáles son sus pasos?

Reflexionen. Esta es la llamada de alerta. Reflexionen cada uno con la vida que está viviendo, y de no ser de su gusto traten de ser contundentes para marcar una vida con la que estén satisfechos. Márquenla, diséñenla, estructúrenla para que pueda ocurrir y en ningún momento se dejen arrastrar por las circunstancias venideras.

Amén.

1 comentario:

Alma dijo...

Una llamada dentro de tí, una necesidad grande de despertar.
Despertar todo lo que existe dentro de tu eséncia, el por y el para qué???.
Caminar hacía esa llamada, contemplarla, escucharla, sentirla, vivirla, para poder ser, y desde esto, hacer, sin que nada ya te pueda parar, porque ya estás lanzada dentro de tu deseo con verdaderas ganas, maravilloso viaje latente en vida, escuchar, disfrutar, sentir, compartir, hacer y sobre todo amar por amor al Dios que llevas dentro de tí.

Gracias.

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