19 octubre 2008

El recuerdo, una via hacia la inmortalidad


Muchas veces se ha hablado de que es importante que el ser humano recuerde, recuerde quien es, recuerde qué fue lo que en su inicio aceptó, decidió, pero pocas veces se ha escuchado que el recuerdo esté relacionado con la inmortalidad, entre otras cosas porque el ser humano ha confundido el término inmortal.

En esta ocasión vamos a desarrollar qué es la inmortalidad porque es necesario que el hombre reconozca la necesidad de querer ir hacia esa inmortalidad. Hasta hoy ha leído, ha escuchado, pero lo ha visto muy lejano, muy bonito pero muy lejano, muy inaccesible para él.

Como la mayoría de cosas novedosas que escuchan les agrada, creen que lo incorporan, pero no es real, no pueden incorporar aunque así les guste y quisieran si el hombre no recuerda o atisba mínimamente quien es, de ahí que en los últimos encuentros hacemos tanto hincapié y damos tanta importancia a que el hombre se conozca a sí mismo, sepa quién es, qué hace aquí y para qué está aquí. Eso sí va unido a la inmortalidad, eso sí va unido al recuerdo.

Hasta ahora el hombre cree que ser inmortal es conservar el cuerpo, cumplir y cumplir años con el mismo cuerpo. Háganse esta reflexión para poder comenzar a atisbar la inmortalidad de la cual hablamos, háganse esta reflexión: si la inmortalidad fuese conservar estos cuerpos actuales, ¿para qué serviría ese ser inmortal con sus mismas necesidades, puntos de vista, hechos, inquietudes, miedos?, ¿serviría de algo si fuese inmortal?, ¿para qué querría prolongar años y años un cuerpo como el de ahora?

¿Ven donde está la gran diferencia entre la inmortalidad que ustedes hablan o piensan y la que queremos que comprendan? No serviría de nada que el hombre conservara el cuerpo y fuese inmortal con las mismas necesidades de hoy. Si hoy el hombre no está contento, satisfecho, ¿para qué prolongar su estancia en el planeta? Si realmente todo lo que está ocurriendo actualmente es voluntad del hombre, es voluntad del hombre marcharse,-morir como él le llama- porque no ve otra salida, consciente o inconscientemente el hombre atenta contra sí mismo, contra la especie humana, porque no ve otra salida, por tanto ¿para qué prolongar esa angustia concediéndole lo que ustedes piensan que es la inmortalidad? Sería más que un don, sería lo que ustedes llaman venganza, porque si un ser humano es desgraciado, si no sabe qué hacer con su vida, dejémosle marchar, no prolonguemos su estancia en el planeta, dejémosle que se recicle. No es esa inmortalidad la que nosotros queremos que conozcan y apuesten por ella, hablamos de la inmortalidad como la cumbre máxima a la que el hombre consciente debe llegar.

Si el hombre es un ser de luz tiene que apostar a través de la fe que hablábamos el encuentro anterior, debe apostar a ir hacia ella, y para ir hacia esa luz tiene que recordar. Para poder recordar tiene que relajar esa mente activa pero a la vez sugestionada y obsesionada en un circulo sin salida. La mente del hombre está dando vueltas y vueltas a un mismo circulo donde inconscientemente, cuando llega al final de ese círculo, de ese punto de partida, está tan exhausto y a la vez tan vacío que entra en un desasosiego y en un sin sentido que le hace agredir a la misma raza humana, a sí mismo.

Ese movimiento, esa actividad que tiene la mente, es una actividad dañina para el hombre. Bien es cierto que el hombre debe ser activo puesto que la inercia no lleva a la vida, la vida es movimiento y actividad, pero siempre una actividad novedosa, una actividad que lleve al hombre a realizarse como ser de luz, una actividad creadora y creativa, no repetitiva, una actividad que lleva al hombre a sentirse satisfecho con él y con la vida, una actividad que no agrede ni a sí mismo ni a nada de lo que existe. Es entonces cuando el hombre recuerda que a través de ese estar, de ese comportamiento, tiene las muestras de que él es un ser de luz y el ser de luz automáticamente deja de ser dañino para la humanidad y para el universo y es cuando reconoce, se reconoce y es inmortal.

Cuando el hombre se reconoce inmortal ya da lo mismo que quiera vivir esa inmortalidad con el cuerpo físico o con otro, porque el recuerdo, la consciencia, la lleva consigo de uno al otro constantemente, para él ya no existe el olvido, ya relaciona lo que es, lo que existe, lo que existió y lo que existirá en uno, en él, y es cuando se siente Dios y creador, cuando es activo, productivo en este lugar y en otros, en este momento y en otros.

Esa es la automática inmortalidad, el ser consciente de lo que es, un ser dotado de todo lo necesario para prolongar y prolongarse dando vida, que todo su hacer, que toda su idea, todo él genere vida. La vida, lo que es la vida, no lo que ustedes llaman vida, nunca se repite igual, jamás, la vida va progresivamente cambiando y cambiando y cambiando hasta que llega a su máxima evolución y de ahí de nuevo se auto recicla.

La vida no es lo que el ser humano está viviendo, que repite una y mil veces los mismos patrones, eso es dar vueltas y vueltas a una misma forma de pensar, a una misma forma de actuar, y eso les lleva a corromper el espacio en el que habitan, véase sus cuerpos y todo lo que se relaciona con sus cuerpos, espacio, planeta y universo. De ahí que el hombre opta por dejar el cuerpo y mezclarse con esa bondad infinita para que sea ésta la que le recicle, se ve incapaz porque su pensamiento vuelve al mismo punto de partida, no ve salida, no recuerda quien es, no tiene intención de recordar quién es, le es mas cómodo dejarse llevar por esa decrepitud y marcharse.

Si amplían todo lo que están escuchando les será fácil llegar a la conclusión o a la deducción de que sus vidas tienen la necesidad de cambio. Son seres de humanidad que entraron por un punto en sus mentes y todo lo que les lleve al mismo punto de partida no les sirve, todo lo que les lleve al mismo punto de partida donde les va a llevar es a enfermar sus cuerpos y dejarlos, de ahí que venimos diciéndoles que recuerden todas las oraciones, todos los encuentros que han tenido, que estudien los puntos que les han ido explicando y observen sus vidas cómo han ido mejorando, observen si han dado a sus vidas otro enfoque, si ha habido ligeros, grandes o pequeños cambios.

Porque si una vez más les decimos que todo depende del hombre, que nadie le obliga, nadie, que todo depende de él, depende de él también que no enferme, y también depende de él que una vez enfermo sane, pero con una nueva visión de la vida, de su vida, una nueva visión de pensamiento, una nueva visión de actuar, una nueva forma de hacer. Si repite los mismos patrones se mueve dentro de la misma energía que ha generado, y esa energía esta descomponiéndose, está putrefacta, por tanto llega la enfermedad, física, psíquica, mental, emocional, enfermedad, y la enfermedad lleva a lo que ustedes llaman muerte.

Si es ahí porque lo ven más fácil, sean conscientes también de que son ustedes mismos quienes han optado por esa salida. No importa por qué salida opten, no importa, el camino y el fin van a ser el mismo, de lo que se trata es de que sean conscientes de quienes son para que ustedes, libremente como seres de luz, como dioses que son, opten por el camino que quieren, por la vía que quieren, ¿quieren realmente ser conscientes en todo momento de quién es ese ser de humanidad?: tienen que recordar, y para recordar -les repetimos- tienen que interiorizarse, aquietarse, que no significa pararse, nada está en paro, todo es actividad pero una actividad no repetitiva. El hombre está en plena actividad mental dentro de su obsesión por las formas que hoy conoce de vida y esas no sirven, están enfermas.

Si el hombre opta y decide ir a descubrirse como ser de luz hoy tiene todas las posibilidades a su alcance, todos los apoyos, todos, porque la Tierra así lo decidió, la Tierra así se ha dispuesto para que el hombre pueda ver, y la forma que tienen de distinguir qué han elegido es observar sus vidas, sus haceres, si se repiten, si sus pensamientos han hecho ligeros cambios pero al fin les llevan al mismo punto de partida recuerden que están girando dentro de esa peonza que no es vida. Tienen que ver, observar esos pensamientos donde les van a llevar a corto plazo, donde les va a llevar a corto plazo ese hacer, ¿a repetir los mismos patrones o realmente les dan nuevas posibilidades?, nuevas, aunque no sepan, pero nuevas, no les pueden dar nombre porque no las conocen, eso es lo novedoso.

Si ya de antemano con esos pequeños o quizás piensen que son grandes cambios, observan su vida y pueden determinar a donde les lleva, es que están girando dentro de ese círculo vicioso, y las muestras son tan sencillas de reconocer. El hombre debe de reconocerse, porque es todo muy sencillo, puede hacerlo todo lo complicado que quiera pero es muy sencillo, mi vida o la vida es muy sencilla, es poner los pies en la tierra y saber que aunque solo sea una idea es novedosa, y esa idea novedosa al instante se lleva a cabo, se le da forma, y así sucesivamente, eso es entrar dentro de esa inmortalidad, de ese recuerdo de ser de luz que tras una idea le surge otra, y tras otra idea le surge otra y así el mismo se va renovando, y así es como sale de esa rueda en la que está.

Todo lo complicado que el hombre ve es porque aun no se ha atrevido a moverse. Él cree que se mueve porque su mente está en actividad constante, pero observa qué has movido, observa, ¿si tienes 24 horas qué has hecho de novedoso hoy, de nuevo, qué has ofrecido a la humanidad, al planeta, a ti como ser de divinidad de nuevo? Has repetido lo de ayer, has repetido lo de la semana, el mes, el año y años pasados, ¿qué de nuevo has incorporado en tu vida, no en tu pensamiento, en tu vida?, ¿qué has llevado a cabo hoy? Háganselo pequeño, ¿qué has llevado a cabo hoy novedoso?

Así de sencillo es, no se pierdan en los pensamientos repetitivos, no se pierdan en la enfermedad. Recréense, recréense como seres de luz capaces de aportar algo nuevo a esta raza humana, a este planeta y a este universo. Apuesten de una vez por todas por lo que hoy se les ha explicado de la inmortalidad, quieran aferrarse a ella, quieran ser conscientes en cada instante de quienes son, elijan ustedes mismos qué hacer y háganlo.

Tienen todo el apoyo, todo, siempre se le ha dicho a la humanidad que no están solos, jamás el hombre ha estado solo, pero en este momento, a poco que ustedes despierten, a poco que salgan de esa inercia que les corrompe podrán ver, sentir, intuir que tienen miles de seres apoyándoles para que salgan de ese círculo vicioso, a la espera, a la espera de que ustedes se dejen guiar, a la espera de que ustedes rompan de una vez por todas ese círculo en el cual se han metido. Pero para ello tienen que dar muestras y las muestras son su hacer.

Así sea.

12 octubre 2008

El hombre y sus limitaciones


Podríamos decir que hay dos razas de seres humanos, la raza que se auto limita y la raza que ha roto con sus límites.

Realmente la gran mayoría de los seres humanos son de la raza que se limita. Hay pocos seres humanos que hayan roto totalmente los límites y muchos que están rompiéndolos.

¿Por qué les decimos todo esto? Lo van a comprender inmediatamente porque a partir de ya, ustedes van a ir escuchando semana tras semana, o cada vez que así lo requieran, cada vez que así lo demanden, qué hacer para entrar en ese espacio iluminado dentro de este planeta como seres de luz.

Todos aquellos que están rompiendo con sus limitaciones, con sus barreras, con sus impedimentos, con sus mentes concretas y racionales, van a ir comprendiendo lo que escuchan. Pero no así, aunque así lo escuchen en el mismo momento o lugar, aquellos que todavía no se han dado el permiso de ir soltando limitaciones o rompiéndolas, y van a ser ellos mismos, puesto que los seres que les acompañan no tienen predilección por nada, por nadie, están al servicio de la luz y de la verdad, es el propio hombre quien está limitando su entendimiento y su escucha por no romper con tantas y tantas limitaciones que ha ido haciendo suyas y le impiden entender y, en ocasiones, hasta escuchar.

Como ven es el propio ser humano el que se está auto seleccionando, él solo, puesto que –repetimos- estos servidores se reúnen para todo aquel que quiera escuchar.

Todos los seres humanos, los seres orantes que se reúnen para escuchar y tratar de llevar a cabo aquello que asimilan al escuchar, la mayoría sencillamente están, están, pero no escuchan, y si escuchan se sienten tan atrapados en sus propias vidas y limitaciones que lo dejan sencillamente como algo que no es para ellos, que es para los demás, y así se ponen sus impedimentos, sus barreras, y así ellos mismos se van acotando y acotando y acotando hasta el punto de sentirse a años luz de aquellos que escuchan y que van llevando a cabo, rompiendo sus inercias, sus limitaciones, pero llevando a cabo poco a poco aquello que escuchan. O sea, que el propio hombre se está auto seleccionando.

Y así ha sido constantemente desde que la raza existe. Nadie ha limitado al hombre, nadie, es él mismo quien se ha limitado porque le ha sido mucho mas cómodo, mas fácil, dejar que le dirijan. Ha visto, quizás, menos responsabilidad en dejarse guiar, de ahí que venimos últimamente rompiendo sus esquemas mentales diciéndoles que el guía, el referencial, es el hombre mismo, existe en el interior del ser humano, y es en su interior donde debe buscar, y ese interior se va haciendo visible en la medida que el hombre va rompiendo sus limitaciones.

Si el hombre desde el inicio hubiese creído en todo el potencial con el que fue creado, nunca se hubiese dejado arrastrar por las ideas de otros seres humanos. Si hubiese creído en su interior y en su calidad como ser de humanidad hubiese visto que en él está el máximo potencial, pero así no lo creyó y comenzó a crear sus reyes, sus faraones, sus religiones, sus políticos en la actualidad, todo lo ha manejado el hombre a su propia comodidad para que así lo vayan dirigiendo, se siente más cómodo en esas aguas tibias donde se deja arrastrar.

Y ¿qué ocurre?, ¿qué ha ocurrido?: que el hombre ha llegado a corromperse como ser de luz, de tanto dejarse arrastrar por la parte más densa del ser humano perdió todo su referencial como ser de luz y en la actualidad, donde las sombras se han disipado y el ser de luz resplandece, la limitación de la raza del hombre está generándose de nuevo, es el propio hombre quien se hace una oscuridad aparente para él donde no ve los cambios que están ocurriendo a su alrededor, donde se ha cerrado y se está cerrando a su mala suerte, a su todo me toca a mí, todo me pasa a mí, y no ve que lo están cogiendo, estirando de él para que no se sumerja mas y mas y sólo aquel que pueda levantarse por encima de esa oscuridad a través de su intuición, de su sensación, quizás a través de su visión, y se esfuerce en quedar no mas que templado, ya se hará lo que se deba de hacer por él. Porque recuerden esto, el hombre, el ser de humanidad, la raza humana por sí sola, hoy, no puede despegar, tanto se ha sumergido en sus propias limitaciones, en su propia oscuridad, que ya no ve salida por sus propios medios.

Pero como el hombre, aunque así la mayoría lo crea, nunca ha estado solo, jamás ha existido como raza humana única. Hay muchas razas superiores e inferiores a la humana, nunca ha estado solo aunque así lo haya creído, él ha tenido la visión única y exclusivamente focalizada tres dedos delante de él, nunca ha ampliado esa visión para ver que existen mundos dentro de éste, que existen seres dentro de éste, que hay una inter relación e inter comunicación constante, pero que de la misma forma que el hombre se ha limitado, ha limitado así sus sentidos hasta el punto de creerse aislado en el universo, de centralizarse y perder la capacidad, el potencial divino. Por eso él, por sus propios medios, no lo puede conseguir. Es como si esta densidad del pensamiento humano lo atrapara y lo imposibilitase para levantar el vuelo.

Por eso están ahí estos seres para recibirles, para elevarlos, para estirar de ustedes, que vean y perciban un poco más allá, pero ustedes tienen que hacer el esfuerzo de dejarse llevar. Déjense que les muevan, no se desesperen, dejen que arrastren de sus ideas hasta elevarlos, recuerden que les decíamos que no puede existir una nueva raza de humanidad con la misma que hay sin romper todos los esquemas que estas mentes de hoy tienen. Han de remover todos sus sentidos, cada uno de sus átomos, y dejarlos en posición distinta a la de hoy para que vayan renovándose y rompiendo con tantas y tantas limitaciones que el hombre se ha auto impuesto.

La semana pasada decíamos la responsabilidad, pero es que están llenos, llenos de limitaciones. Todo lo que al hombre le ha servido hasta ahora es una limitación para el mañana, para el ya, para la nueva forma de ver y vivir la vida, para un nuevo pensamiento, para un nuevo renacer. ¿Cómo, si no, en un mundo de luz puede existir la mentira?, ¿cómo en un mundo de luz puede existir la envidia?

El hombre ha de despegar de todo esto que es una gran limitación y debe dejarse arrastrar sin saber qué va a ocurrir, sin envidiar nada de los demás, sin querer llevar a rastras a nadie ni a nada, dejándose llevar por ese sentir. Pero para que ustedes puedan dejarse llevar por el sentir tienen que sentir, y no pueden sentir con esas limitaciones, tienen que dejarse guiar por su intuición y no puede aparecer la intuición con tantas limitaciones que ustedes se ponen.

¿Cómo poder arrastrar, cómo poder elevarles a ustedes, si a cualquier movimiento mínimo que haya se aferran a lo establecido? Contesten ustedes a sí mismos, ¿cómo poder recoger a un ser de luz si este se quiere sumergir en la sombra?: no se puede, literalmente no se puede. Si el hombre, por miedo, por indecisión, por sus límites, quiere conservar su forma de ser, de ver la vida, de vivir la vida, y no quiere soltar nada, lógicamente se va a perder dentro de esa oscuridad, no va a ver salida de ninguna clase.

En este momento una de las cosas que quizás el hombre debería de recuperar sería la fe, fe en que les están guiando, fe en que nada puede faltarle a un ser de luz que así él dispone, fe en que en cada instante lo están conduciendo hacia la propia libertad. Si no es así, con ese miedo, con esa indecisión, no se puede hacer nada por el ser humano, no se puede sacar al hombre de esas tinieblas si éste no quiere salir. Es de nuevo el propio ser, el propio hombre, quien decide.

Entonces les hacemos una pequeña reflexión, pero estúdienla, siéntanla y en base a ese sentir conduzcan sus vidas por lo menos estos siete días, hasta la próxima reunión.

Sientan como en estos momentos la humanidad replica y se mueve únicamente por lo que ve, que los valores no existen y a la humanidad le ha sido más cómodo dejarse arrastrar aun sabiendo que tenía su propia voluntad, su propia idea, su propia necesidad, pero le ha sido más cómodo dejarse arrastrar. Este ser de humanidad que fue creado con esa libertad, con mayúsculas, para que pudiese elegir en cada instante qué hacer con su energía, decidió libremente dejarse arrastrar, y esa es la reflexión: ¿quieren continuar dejándose arrastrar aun siendo plenamente conscientes de que esta humanidad va a su propio deterioro y aniquilación, o por el contrario se sumergen en sí mismos para encontrar un mínimo de paz en la cual estos servidores puedan elevar un poco sus instintos, también, –subrayando con mayúsculas- para que ustedes mismos puedan ver y sentir y en base a ese sentir actúen?, porque nos pueden sentir, porque nos pueden llegar a ver, porque pueden ver quiénes son ustedes y lo limitado que se ha hecho el ser humano. Y en cuanto ustedes vean, en cuanto ustedes sientan, ya nuestro apoyo no será necesario, ustedes serán apoyo de otros seres de humanidad. Pero el hombre tiene que sentir, tiene que ver, tiene que intuir, no dejarse arrastrar por esa densidad que les lleva a la propia destrucción.

Reflexionen sobre qué hacer, pero no lo vivan como un pensamiento, vívanlo como un hecho, ¿qué están haciendo?, ¿se están dejando arrastrar por las actitudes de los demás seres humanos o se están dejando llevar por esa intuición, por ese ser interno, por esa sensación?, ¿qué están haciendo?

Identifíquenlo y cuando lo tengan identificado potencien aquello que quieran, poténcienlo. Si han identificado que se dejan arrastrar y se están dejando y así lo quieren está bien, todo está bien. Pero si ustedes identifican que se están dejando arrastrar inconscientemente por la inercia, por la costumbre, y no lo quieren porque sienten que puede ser de otra forma, retomen, retomen esa actitud, sincronicen con esos latidos del corazón, aquieten sus mentes para que así pueda entrar esa energía, esos seres que los eleven para que ustedes puedan ver que no solo el hombre está con lo que ven sus ojos, el hombre está sumergido por todos los poros de su cuerpo, e inter relacionándose con seres, con mundos, con espacios distintos y diferentes. Y sí, es capaz, porque es perfecto, de estar mezclándose entre ellos, entre este y el otro, entre los otros y este.

Retomen la fe, pero retomen la fe consciente de que en su interior está la fuente, retomen la fe pero consciente de que son seres de luz capacitados para ser sus propios guías, para ser seres que pueden inducir, ayudar, aportar a otros seres de humanidad.

Así sea.

04 octubre 2008

La esperanza en un nuevo amanecer


Respiren tranquilamente, profundamente. Sintonícense con los latidos del corazón.

En el encuentro anterior les pedíamos que fueran al reencuentro de otras oraciones y comenzaran a recoger cada enseñanza que en su momento les llegó, y recordaran todo cuanto se les ha ido comunicando para que no descarten absolutamente nada, para que no vayan haciendo parcelas de lo escuchado, para que unifiquen todo lo que llevan en su interior. Recuerden que les decíamos que el hombre se ha habituado a usar lo último que escucha y desechar lo anterior, inconscientemente lo último que escucha es lo que incorpora puntualmente, también.

Y les decíamos que tienen el deber de recopilar hasta donde puedan llegar y reencontrar cada una de las enseñanzas que les hemos ido dando. No se queden con la ultima, es todo un proceso que llevan haciendo para llegar a ese punto de conocimiento de uno mismo que es lo que puede dar la posibilidad a esa esperanza de un nuevo amanecer.

Si escuchan aisladamente, ¿cómo van a poner en práctica sus conocimientos? Si se quedan con lo último que han escuchado, ¿cómo pueden llevar a cabo una idea si la idea se la van descubriendo paulatinamente, semana a semana.

Les decimos constantemente que se observen. Otras tantas veces se les habla de los cambios que el hombre debe hacer y no hace por el miedo. Y se les ha llevado más allá y se les ha descubierto que no existe la muerte, que el llamado miedo es infundado y, por tanto, el hombre no puede tener miedo.

Se les ha ido explicando y desarrollando todo lo necesario para que en este momento que está viviendo la humanidad no se les derrumben sus cimientos. Lógicamente se les está desestructurando, ¿cómo si no puede haber una nueva humanidad? Como les decíamos muchas veces, una nueva humanidad con los mismos seres humanos, ¿cómo puede ser eso si a esos seres que habitan el planeta no se les desestructura?: imposible.

Pero esa incertidumbre que les puede llegar y les llegará la tienen que vivir sencilla y naturalmente, con la esperanza de ser guiados por seres que saben aquello que ustedes han olvidado, aquello que ustedes en un momento eligieron y han olvidado.

Y se les va dirigiendo momento a momento, instante a instante, pero ustedes se aferran a lo ultimo escuchado sin abrir esas mentes y recordar que no cabe el miedo. Ya se les dijo que se les iban a derrumbar muchos conocimientos a los cuales el hombre se aferró, que nada iba a ser parecido a lo que el hombre piensa, que deberían dejar esos referenciales que hasta ese momento les sirvieron pero que a partir de ya no les servirían, ¿recuerdan que todo eso se les dijo? ¿Por qué, pues, el hombre está generando ese miedo, ese pánico que los está paralizando, y están agrediendo a su propio cuerpo?

Recuerden que se les dijo que podrían ser viajeros de luz con el cuerpo que tienen, que no era necesario que sus cuerpos muriesen para poder hacer aquello que el espíritu necesite, y sus cuerpos se están adecuando, todo lo que están sintiendo es porque los cuerpos se están adecuando a la necesidad del espíritu. Tienen que sincronizar su respiración a los latidos del corazón, que les van a ir marcando la secuencia y la pauta de tranquilidad necesaria para cada cual ver y aceptar lo necesario para ese nuevo proceso, para ese nuevo amanecer.

Si el hombre no hace ese esfuerzo -que solo lo puede hacer él- de dejarse llevar, en estos tiempos en los cuales está el ser humano caerá, enfermará y se marchará. Pero si el hombre se deja, de dejarse, ustedes dicen en manos de Dios, y está bien, muy bien dicho, pero nosotros vamos mas allá, déjense llevar por su propio espíritu, porque si se dejan en manos de Dios tal y como ustedes tienen el concepto de Él, se dejan en manos del hombre, sí, porque a Dios lo tienen como el hombre, y a Dios lo tienen que tener como el Gran Espíritu. Por eso déjense llevar por esa parte de cada ser que sabe, por su espíritu, y no hagan más allá ni dejen de hacer aquello que Él les demanda.

Como no lo recuerdan de nuevo se les vuelve a recordar, pero hagan un esfuerzo por ir recordando. Si no pueden desde su comienzo, a partir de ya, y no vayan acotando semana a semana lo último que escuchen.

Recuerden que hemos hablado de que el hombre, el ser de humanidad necesita con urgencia tener un referencial para no sucumbir, pero ese referencial tiene que encontrarlo en su interior porque está en su interior. Hasta ahora el hombre lo ha buscado fuera. Ya no es momento de buscar fuera, por eso se les viene diciendo: conózcanse y reconózcanse, conózcanse en lo más profundo y reconozcan en aquellos que les rodean para el reencuentro. Tienen que llegar a ser su propio referencial, seguir esa intuición que se les está despertando, seguir esa necesidad que se les está despertando. Recuerden que estamos en un nuevo amanecer y todo va a ser novedoso para el hombre, de ahí que deben dejarse guiar por esa intuición, necesidad, sensación, llámenlo como ustedes quieran, pero hagan aquello que en un momento sientan, y no demoren, no den largas, no antepongan la vida que ahora llevan porque la vida que el hombre ha hecho no es la vida, no lo es, hasta ahora ustedes la han llamado vida pero no es la nueva vida. Este nuevo amanecer al cual se refieren los grandes espíritus es el nacimiento de un nuevo ser con nuevas necesidades y nuevos sentires, por tanto una nueva vida, quizás la autentica vida.

Pero para eso, el hombre tiene que soltar todas esas obligaciones, con mayúsculas, obligaciones que él mismo ha adquirido y hoy percibe, siente o intuye que no le sirven, pero como obligaciones tiene que hacerlas para subsistir. Suelten en la medida de lo posible el máximo de obligaciones. Todo aquello que al hombre le suponga una obligación suéltenla, porque en la medida en que ustedes no suelten esa obligación no van a ver con claridad qué es lo que a cada uno de los seres humanos, lo que a cada uno de ustedes, les depara esa nueva vida, ese nuevo amanecer.

En la medida que el hombre no suelta esas grandes responsabilidades sin sentido para lo que es la vida, en la medida que se aferra a eso estructurado, caduco, corrupto, no va a tener la posibilidad de ver cuál es su futuro aquí en la Tierra, y en la medida que no vea su futuro claro en la Tierra se marchara de ella porque todo lo que no sirve de desecha, recuérdenlo, todo lo que no sirve, de servicio a la humanidad y al planeta, se desecha, y las obligaciones no sirven, esa vibración es densa, ya no cabe en este nuevo amanecer. Caben todas las vibraciones sutiles que son creadas por una esperanza nueva, por una sensación de calidez, sin obligación ninguna, esa calidez que da el corazón enamorado, esa calidez que da esa intuición cuando es guiada de saberse satisfecho, o satisfecha, ese alimento sutil que va directo al espíritu sin ninguna obligación.

Y llévenlo a las últimas consecuencias, sean escrupulosos en detectar cómo viven, como son sus vidas, a que dedican sus pensamientos en cada instante, en cada minuto, qué preferencias tienen, cuántas obligaciones han adquirido y cuántas están dispuestos a soltar. En la medida que vayan soltando se les irá dando una nueva visión, un nuevo sentido, una nueva esperanza, la cual cada uno de ustedes la vivirá y verá de nuevo ese sentido a su propia vida que ya no estaba.

No lo escuchen como palabras, vívanlo, observen en sus vidas lo que ahora está ocurriendo, observen que está pasando por ustedes. Vayan más allá de lo mero escuchado, implántenselo, pregúntense qué de cierto hay en lo que están escuchando, qué sensaciones –vívanlo como sensaciones, quizás así lo que escuchen se implante mas en ustedes, arraigue- qué sensaciones les produce lo que escuchan.

Véanse identificados o miren dónde no se identifican, pero cuando identifiquen algo comiencen a soltar lastre, lastre de pensamientos que ya no corresponden, lastre de una vida que ya no les sirve, lastre en cuanto a responsabilidades adquiridas que tampoco corresponden. Todo depende de ustedes, de cómo quieran que sea su vida a partir de ahora mismo.

Y para aquellos que están en su propia mismidad sin ver más allá, se les dice que se preparen para recoger aquello que sus pensamientos están generando, porque si hasta ahora –escuchen bien- si hasta ahora cada pensamiento que ustedes tienen ha generado una causa y un efecto, a partir de ya va a ser inmediato, inmediato. O sea, que profundicen en sus pensamientos, airéenlos, no se obsesionen, airéenlos, apártenlos, motívense con otros pensamientos, estos no sirven, y ya no van a darles más plazos.

Si el pensamiento está caduco retírenlo de su mente, desplieguen nuevos pensamientos, ¡para qué me voy a obsesionar con un pensamiento si no voy a ver más claro!, ya no me va a dar más claridad porque el pensamiento que ahora tengo ya no me sirve para hoy, ni para mañana, por tanto voy a dejar una mente tranquila, voy a hacer caso de esa sensación, de esa intuición o de esa necesidad del instante y la voy a llevar a cabo, y un nuevo pensamiento nacerá de esa conducta y me llevará a vivir quizás la vida que necesito, que deseo, porque la que hoy vivo me está sumiendo en una enfermedad.

No se den plazos, no los hay. Vivan el instante y tengan la esperanza de que ese nuevo amanecer está ocurriendo ya, ya. Ustedes lo miden por minutos, horas, días…, es ya. Pónganle los días que quieran, los meses que quieran, el tiempo que quieran, pero es ya, y si no ocurre ya, si no lo viven ya es porque aun no se han soltado. En la medida que ustedes se suelten es ya, ¿comprenden?, sin minutos, el instante. Un instante de regeneración, un instante de sanación, un instante de un nuevo amanecer de seres.

Y recuerden que en toda esta confusión, apacigüen su mente y sintonicen con los latidos de su corazón, porque éste les irá dando las pautas relajadamente.

Quizás necesiten más tiempo de tranquilidad, de interiorización, de silencio… tómense lo que ustedes necesiten, todo lo demás se les dará, todo.

Así sea.

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