28 septiembre 2008

El reencuentro


Continuamos en vías de un conocimiento mayor de cada cual. Continuamos adentrándonos para llegar a tener ese reencuentro con la esencia de lo que el hombre es.

El hombre implantado aquí en la Tierra ha hecho de sí, podríamos decir, un trozo de carne y huesos sin conciencia de lo que es. De hecho, no hace tanto que se llamaba a sí mismo un animal consciente. Sea que a sí mismo se definía como animal.

El hombre ha ido progresando a través del conocimiento, pero ha llegado hasta un punto en el que ha creído y cree que ese conocimiento, esa mente, ese saber o esa inteligencia lo es todo y ya no se molesta, ya no indaga si hay algo más. Se ha ubicado, se ha confinado a ese espacio concreto del planeta Tierra y ahí hace y deshace a voluntad y casi cree tenerlo todo controlado. Y el hombre, esa mente inteligente que se mueve perfectamente en el planeta Tierra, cada vez se aísla más del exterior y cada vez se aísla más de su esencia, le cuesta reconocer que su esencia no pertenece a este planeta, le cuesta sentir que no es de aquí.

Si el hombre expandiese la mente e intentase ir mas allá a ver, a sentir, se daría cuenta que él mismo ha ido acotando todas sus posibilidades de ser ese ser de luz que hoy vive en un cuerpo humano y ese cuerpo humano vive en el planeta Tierra, hoy, pero que mañana puede estar en otro lugar y anteriormente vino de otro lugar, que es un viajero de luz, que está aquí por decisión propia pero no es de aquí.

Si hoy el hombre contemplase esa posibilidad, si en su interior hiciera un hueco para contemplar esa posibilidad, cambiaria totalmente el comportamiento que hoy tiene y de ese modo vería toda la potencialidad de la cual no se está sirviendo, vería la pequeñez que ha hecho de tanta y tanta energía que no trabaja, tanta y tanta que está durmiendo a la espera de que se dé a que pueda ser de otra forma, a que no se encasille en este cuerpo y en este lugar.

Es lo único que le falta al hombre, creer. Es lo único que necesita el hombre, creer. Porque cuando el hombre crea que no es de aquí automáticamente sentirá qué debe de hacer para recoger todo ese potencial latente que hay en su interior. ¿Por qué está durmiendo todavía?, ¿por qué únicamente está en esa parcela de cerebro sin poderlo usar? Porque estar, está. Científicamente ustedes ya han llegado a esa conclusión de que el hombre usa un porcentaje mínimo de su capacidad, la demás está acumulada a la espera, a la espera de que el hombre crea en ello, de que se dé a sí mismo la oportunidad de hacerla posible.

Y ¿por qué, si está dentro de cada cual, el hombre se conforma con esa pequeñez, con esa pequeñez que encima a él lo está aprisionando, con esa pequeñez que al hombre lo está ahogando?

Pero no quiere abrir ese espacio y dar la posibilidad de que eso es un hecho, de que en cuanto él decida puede ir a por ese espacio propio, a ese reencuentro con sus ancestros, con toda la inteligencia que él trae, con toda la sabiduría almacenada.

Pero cuando el hombre sale de su propia mismidad y observa su entorno, lo que ve es igual a lo que él piensa y siente. Todo el ser humano está en similar condición, quizás unos despunten, pero la materia que vibra con más fuerza es la de encasillar al hombre como un animal dentro de este pequeño espacio en el universo.

¿A quién, a quien interesa -por interés- acotar a la raza humana?, ¿quién está aprisionando a este ser de luz capaz de estar allá donde sienta que debe estar en el momento que él decida?, un ser volátil con la posibilidad de viajar con su propio cuerpo allá donde desee. ¿A quién interesa que permanezcan cerrados todos esos conocimientos? Es fácil saber a quién: al propio hombre, a cada uno de ustedes. Les interesa porque se han acomodado, les interesa porque les es fácil escuchar y no mover su energía hacia ese despertar, no quieren tener ese reencuentro con seres de su propia especie, con seres de luz. Al propio hombre no le interesa.

Si a aquel que escucha le llegase a interesar el recoger, el retornar a ese punto inicial en el cual pueden realmente sentir y hacer como seres de luz, en el momento que así lo sientan podrán hacerlo. Pero recuerden que si su energía habitual está conformada de determinada forma que les hace pensar de determinada manera, tendrán que mover las ideas para hacer que sus mentes les lleven a ese reencuentro. Es a través de la mente que pueden hacer.

Recuerden que sus movimientos están dirigidos por una necesidad mandada desde el cerebro. Si sus cuerpos están recreados en esa comodidad o en esa inercia, sus mentes no van a poder llevarles a ese reencuentro.

Siempre el hombre tiene excusas, siempre, y siempre puede decir que el tiempo no le es favorable, que su educación no ha sido la correcta, que los han tenido entretenidos, que los que mandan les llevan o les incitan a hacer o a dejar de hacer. Pero eso piénsenlo y observaran que no es mas que una excusa que se pone el ser, el hombre, para no mover y enfrentarse lógicamente con aquellos que tienen la actitud pasiva de dejar hacer, dejar que hagan por ellos, y siempre habrá si así lo quiere el hombre una excusa para ello.

En los momentos actuales pueden decir que los que manejan la Tierra los tienen cogidos por su economía, por su forma de hacer, por la envidia, por la injusticia, pero ¿quién hace para que ustedes repliquen de la misma forma?, ¿quién?: ustedes mismos, ustedes mismos se dejan impregnar y replican de igual forma, en lo pequeño, pero replican de igual forma, sus respuestas son como las de arriba pero en pequeño, acotando su forma de pensar, acotando su forma de sentir, empequeñeciendo sus necesidades porque no se creen capaces, porque no se creen que son seres de luz sin ninguna barrera ni obstáculo. Si llegasen a creerse quienes son, ¿quién creen que les podría atrapar?, ¿el mundo de la política?, ¿el mundo de la economía?, ¿quién? Creyendo que soy un haz de luz que me puedo mezclar, que me puedo fusionar con otros seres de otras humanidades, que me puedo fusionar con seres de mi misma raza, que puedo atravesar aquello que yo tenga que atravesar, si yo creyese en eso ¿quién podría pararme?

¿Se dan cuenta cómo es el propio hombre quien se atrapa a sí mismo?, ¿se dan cuenta como no hay excusas para decir que nos tienen aprisionados?, ¿observan que es el propio miedo del hombre a soltar esa pequeña y acotada comodidad a la que se ha aferrado?, ¿comprenden que todo está en sus manos?, ¿llegan a entender a través de la visión que les estamos induciendo hoy que son ustedes mismos los que se están cortando de la posibilidad de ser seres de luz?

Porque en potencia todo ser humano es ser de luz, en potencia, pero recuerden que les estamos animando encuentro tras encuentro a que se reencuentren ustedes mismos con conciencia de lo que son para potenciar e ir en busca de, porque no pueden venir a por ustedes si ustedes no van en busca de su propio ser, al reencuentro de quienes son ustedes mismos.

El hombre no es de aquí, no pueden aparcelarlo por más tiempo dentro de ese cuerpo ni de este espacio en este mundo, no pueden aparcelarlo. Si así lo eligen pueden estar a voluntad, pero también sabiendo y pudiendo estar en otros lugares. Ser libre para hacer o no hacer aquí o en otro lugar, para realmente vivir dentro de toda la potencia o el potencial del cual el ser humano fue dotado.

No se creó a un ser humano con un potencial divino para que éste no lo usara, todo lo que existe se ha de usar, se ha de mover, ahí entran todas las inter relaciones de las que tantas veces hemos hablado. No puede el hombre encasillarse y relacionarse únicamente con seres de su misma especie y, hasta si nos apuran, ni con ellos se relaciona. El hombre tiene que aspirar y actuar en consecuencia, a poder relacionarse con todos los seres existentes y no conformarse únicamente con los seres humanos.

Imagínense la grandeza del hombre, imagínense la perfección de él y cómo se está consumiendo, porque aunque se les dice el momento, aunque se les está llevando y se les está abriendo la conciencia para que sepan que es un momento especial en el planeta, que es un momento especial en la historia, aunque se les está guiando para que sean conscientes de ello, si no despiertan a su propio potencial no van a ver, no van a sentir.

Se olvidan de tantas cosas de las cuales hemos hablado y hemos ido trabajando, viven encasillando hasta el conocimiento, “esta semana me han llevado hasta allí…”, pero se han olvidado de otras semanas, no han unificado todo el conocimiento que están recibiendo. ¿Por qué quieren encasillar y encasillarse, y por qué luego dan muestras de querer abrirse?, ¿qué es lo que quieren ustedes?

Se les induce poco a poco para que vayan asimilando poco a poco todo el conocimiento y tomen conciencia de quienes son. Si ahora escuchan esto pero no hacen ese reencuentro con otros conocimientos que les han inducido y no hacen una recopilación y comienzan a trabajárselo, siempre estarán en el mismo punto de partida.

Y el tiempo es ya y se lo van a perder, no lo van a ver, van a pasar por delante de ustedes y van a estar dormidos, van a estar dormidos. Se les pregunta, ¿por qué?, ¿acaso eso es lo que quieren? Si realmente es eso lo que quieren se les respeta, pero si no fuese eso de estar dormidos, si no fuese eso lo que ustedes buscan tienen que despertar ya, tienen que hacer un reencuentro con todos los conocimientos que han ido recibiendo y hacer un reajuste. Háganlo, porque está todo ahí latente. Hace poco que se les ha llevado, hace poco, pueden recordarlo.

Recuerden cuando se les habló de las relaciones humanas, de cómo tendrían que comportarse para tomar conciencia de quienes eran, y recuerden que siempre, en cada ocasión se les ha ido diciendo “amplíenlo”. Si nos cogemos a las relaciones no lo encasillen con las relaciones humanas, vayan mas allá, tienen que relacionarse con todo lo que existe, sean seres de la Tierra o no, es energía, y tienen que relacionarse con su propia energía y con la energía existente en el cosmos.

Recuerden que se les dijo de que la necesidad del hombre era, sin perder su individualidad, fusionarse con lo que existe, pero llévenlo más allá. Fusionarse con todo lo que existe es abrirse a la posibilidad de poder fusionarme con otras energías y así sucesivamente.

No se encasillen con la energía del planeta Tierra, porque si ustedes se acotan solo a la energía de la Tierra pasarán otras energías y no las percibirán porque ustedes se están cerrando y están haciendo que su vibración sea densa para, solamente, percibir la energía terrestre.

Pero hay otras energías y ustedes deben prepararse para poder fusionarse con ellas, para poder sentir que al fin esas otras energías, entre comillas, son realmente las mismas que ustedes tienen en su interior, no las de la Tierra, las de su ser. Por eso venimos diciéndoles: “conózcanse, deben de reencontrarse con ustedes mismos, con quienes son”.

¿Quiénes son ustedes?: son seres de luz, no seres terrestres, seres de luz, seres auténticos de divinidad.

Amén.

21 septiembre 2008

Destellos de inspiracion


¿Dirían cada uno de ustedes mismos que son personas especiales? ¿Se consideran distintos en relación a su entorno?

Si se consideran distintos, ¿en qué?, ¿en la forma de vivir?, ¿en la forma de pensar?, ¿en qué se consideran distintos?

Si se consideran iguales, ¿por qué?, ¿iguales con esa idea de confusión, con ese trato de envidia?, ¿por qué se consideran iguales al resto de la humanidad?

Últimamente venimos diciéndoles que deben evaluarse hasta llegar a conocerse en lo más profundo, tanto individual como colectivamente. Tanto en lo más profundo de su ser como en el momento de relacionarse con los demás, deben observar que cada ser de humanidad es totalmente un ser único, único e irrepetible, por tanto esa falsa modestia que tanto usa el hombre debe de saber si realmente está usándola o, por el contrario, se siente igual que el resto.

Deben saber que, como decíamos el día anterior, siendo distintos a la vez están dentro de la Totalidad pero con su propia individualidad. Deben llegar a conocerse en lo más íntimo, y para ello el hombre siempre necesita un punto de referencia, y en este momento ese punto de referencia es la propia humanidad, como seres de humanidad que somos.

Saber cómo soy con relación a los demás quitando todo ese don de importancia, quitando todo ese ego y poniendo, realmente, ese corazón para saber quién soy.

Es muy importante que se conozcan, porque en la medida que el hombre se conozca, en la misma medida podrá realmente saber quién es y qué respuesta ha de dar en cada momento. Y la respuesta que de él se espera es en relación a lo común, a lo que será especial.

Siempre se espera un respuesta especial porque realmente el hombre es un ser excepcional y él mismo, a sí mismo, se tiene que sentir dentro de esa importancia para saber que es un ser especial. No puede comportarse como se está comportando.

Es distinto y tienen que sentirse y actuar en consecuencia, no pueden dar la respuesta que da el común de los seres. Se espera que den otra respuesta, esa que realmente centellea con su resplandor de luz aproximándose a esa inspiración divina. Esa es la respuesta del ser de cada uno de ustedes como ser especial, sacar ese don que cada cual lleva en su interior siendo consciente que lo están haciendo a propósito,” yo quiero ser especial, me siento una persona especial, ni mejor ni peor, especial, distinta, y esa distinción me va a hacer tener otra respuesta y sentir esa inspiración divina, no puedo actuar como el común de los seres, porque no soy igual”.

Todas estas preguntas se las tienen que hacer cada uno de ustedes, y es muy importante que no rayen la modestia. En la medida que el hombre raya la modestia está dejando de ser ese ser de divinidad porque, observen a su alrededor, observen la humanidad y el planeta; salvo excepciones, ¿qué respuesta está dando el ser humano?, ¿les agrada?, ¿les agrada la respuesta comunitaria del ser humano?

Salvo esas excepciones que siempre las hay, lo que muestra el hombre es una total confrontación con él mismo y con todo lo que le rodea, un inconformismo con él mismo y con todo lo que existe, una envidia con todo, y más allá, es como si lo quisiera poseer para deteriorarlo al instante. Ese no es el ser de humanidad, pero así se comporta.

Cuando el hombre siente esos destellos de inspiración no puede comportarse así, se debe sentir distinto, se debe sentir especial, debe de saber que jamás dará una respuesta que dañe a nada ni a nadie, debe saber que está retomando, reconociendo, reuniéndose con lo más auténtico y sagrado que hay en su interior para así mostrarlo, sin humildad, no, sin esa falsa humildad.

Debe mostrarlo sabiendo que lo ha conseguido, con orgullo, “soy distinto, soy un ser especial y como tal actúo y no me importa ser único, que no lo soy, pero no me importa ser único. No quiero parecerme a esa humanidad que está deteriorándose como raza y deteriorando todo lo que toca. Quiero darme la oportunidad de sentirme un ser especial”.

Y así, a lo largo del día, hay momentos en que ya no necesito repetírmelo con palabras, lo siento, siento esa fusión con algo, ¡algo!, no sé el nombre, no le quiero tildar de nada, pero me fusiono con algo especial, algo distinto a lo que me rodea y a lo que toco, algo que no es de aquí, algo que percibo que es para mí y quiero fusionarme con esa calidad de ser.

Si para ello tengo que repetirme que soy un ser especial así lo haré, sin ninguna falsa modestia, si tengo que repetirme que soy distinto a los demás así lo haré, sin ningún remordimiento, porque tengo que ser distinto a lo que veo que no me agrada, que no me aporta ninguna inspiración para ser mejor, mejor persona, mejor ser, tengo que apartarme de todo aquello que me hace vulgar, de todo aquello que siento que no va conmigo, que aunque me hayan educado así no va con lo más profundo e intimo de mi ser.

Sé que debo replicar de otra forma, sé que debo replicar con esos aromas de inspiración divina porque soy divino, y no me canso de repetírmelo, soy divino, y lo que vivo es gracias a esta sensación de divinidad que siento en mi interior, y a lo que aspiro es a lo más profundo y bello que jamás el hombre haya conocido, aspiro a esa fusión con el Divino, con la Divinidad, con los Seres de Divinidad como yo.

Y no me conformo con menos, no quieras confundirme con que soy como los demás. No soy de aquí, vivo aquí, respiro aquí, pero no soy de aquí y tengo que replicar como ese ser especial que soy, como ese ser de luz que ha venido a este mundo para reflejar ese destello de divinidad, y no me conformo con menos. Y tengo la necesidad, porque así me lo exijo, de hurgar en mi interior cada día para sentir y obligarme a sentir, cuando menos una vez al día, para sentirme distinto. No quiero pertenecer a esta raza humana, no quiero anclarme como la raza humana, quiero ser volátil como un haz de luz que soy, quiero recordarlo, quiero sentirlo, quiero obligarme a sentir por lo menos una vez al día que soy realmente un ser de luz y necesito, como el pan que como diariamente, sentir esa inspiración divina en mi, necesito como el agua que bebo, como el pan que me alimenta, sentir esa inspiración divina para que así mi hacer no sea vulgar, para que me aparte de todo lo vulgar que la humanidad ha hecho, porque soy distinto, especial, porque creo en mí como ser de luz creado.

En la medida en que yo crea en mí, voy a reflejar lo mejor. En la medida en que yo crea que soy ese ser de luz voy a dar muestras de ello y en esa medida reflejaré, y en esa medida me verán, y es importante que me vean, muy importante, como ser distinto, como ser especial y único, para así acentuar esa individualidad perfecta.

Sí, porque el hombre, con esa falsa modestia se ha fundido, no fusionado, fundido, con la vulgaridad más baja de la humanidad. Y así se siente y así actúa, sin dar importancia a su vida. La va llevando sin más hasta que se muere, y ¿dónde está ese ser especial que un día nació?, ¿dónde está lo que de él un día se esperó?, ¿dónde lo ha dejado? Se ha dejado arrastrar por el común de las personas, por lo más fácil, por lo más cómodo, por lo que se lleva, y tanto, tanto se ha fundido con esa necesidad de la humanidad, que ha perdido su propia individualidad de ser de luz único y especial. Y no es así, no es así.

Cuando el hombre reconoce que es algo mas porque así lo siente, aunque sea por instantes, pero siente que es algo mas, debe de retomarlo, debe salirse de esa rueda que le tira, de esa vulgaridad que lo absorbe, y vivir su propia individualidad y dar reflejo de lo que es. Y solo lo puede hacer uno, sin miedo.

No teman porque crean caer en el orgullo, no. Sean en ese sentido orgullosos, siéntanse con el orgullo de saberse distintos, de saber que están iluminando ese planeta en el que están, claro que sí.

Siéntanse, siéntanse seres especiales y distintos, porque en esa medida, justo en esa medida, reflejarán lo auténtico del ser de humanidad.

Amén.

14 septiembre 2008

La fusion


El hombre, hoy, no vive fusionado, vive disperso y parcelando su vida.

Desde su interior hasta su exterior no se ha preocupado, no ha necesitado hasta ahora llegar a sentir esa fusión, en principio desde su cuerpo, pasando por su entorno y mas allá con todo lo que existe, y hasta ahora, el hombre no le ha dado ninguna importancia ni valor y ha continuado con su vida sin ni tan siquiera pensar en que pudiese fusionarse con la totalidad. Es más, en los últimos tiempos, cada vez más el hombre ha ido aislándose de su entorno y de él mismo, por supuesto, ya no reconoce en su interior esa total fusión, cree que en momentos puntuales puede pensar, en momentos puntuales puede sentir, en momentos puntuales puede y puede y puede continuar parcelando sus sensaciones. Ni su espíritu, ni su corazón ni su mente van al unísono, por tanto sus sensaciones están dispersas y hasta ahora le ha ido bien, se ha manejado bien con esa forma de estar en el planeta, le ha ido como se ve, unos lo calificarían como bien, otros como muy bien, otros como mal, caótico, cada cual que le dé el nombre que así sienta en base a lo que su ser siente.

Pero independientemente de lo que cada ser de humanidad crea que está, independientemente si ven que la vida es maravillosa o no, lo cierto es que el hombre debe entrar de lleno a fusionarse, que su ser, su espíritu, su alma, su mente, su corazón sean uno, uno, que repliquen en su totalidad en cada instante unificados. En la medida que el hombre vaya unificando y así mostrando esa fusión, en esa medida tendrá lo que realmente en su momento decidió, que es la fusión con la Totalidad, que al fin es lo que el hombre persigue, lo que la raza humana persigue, la fusión con la Totalidad, la fusión con la naturaleza, con el universo, con los universos y con el Creador.

Y esa fusión entra desde la creencia y la sensación de estar. Cuando un ser humano está viviendo lo que realmente él cree, algo maravilloso, y así lo cree, así lo siente y así lo expresa, algo maravilloso, ese ser está puntual o constantemente fusionado, porque en la medida que el hombre se unifica e integra, todo lo que es, que es más que lo que ve, todo lo que es, sin saber ni darle nombre le entra por todos los poros de su cuerpo. Esa sensación de gratitud, de felicidad que solo se consigue cuando sin nombre se está fusionado con la Creación.

Pero para que el hombre deje de expresar únicamente con palabras y su cuerpo y su espíritu sientan esa fusión, es como el recién nacido, necesita del abrazo de la naturaleza, del abrazo de los seres que en ella habitan, del abrazo del universo, y ese abrazo se obtiene cuando comienza a unificarse, cuando comienza a sentir que su mente y su corazón están, quizás, al servicio o al unísono con el espíritu, con su espíritu. Y esa sensación de abrazo, de unificación, es lo que le hace ir mas allá de la palabra fusión, le hace sentir la fusión, se siente integrado con la totalidad, se siente fundido con la totalidad. Y eso, de nuevo es el hombre quien debe conseguirlo. Pero siempre ha estado ahí, siempre, siempre ha tenido la oportunidad de poder hacerlo, desde que el hombre es hombre, desde que el hombre nace, nace para ello, para fundirse con la totalidad.

Pero, ¿por qué en este momento es tan importante la fusión del hombre consigo mismo y con el entorno?, ¿por qué?: porque en la medida que el hombre despierta a ser un ser de luz, en esa medida siente la necesidad de un cambio total en su vida y de unificar pensamiento, palabra y obra a un unísono, unificar su hacer con su ideal, su ideal con el ideal del ser de humanidad. Es la fusión total de todos los ideales de la humanidad, o lo que es lo mismo, potenciar con el hacer de mi ideal, con el llevar a la práctica mi ideal, apuntar más alto para poder apoyar los ideales comunes.

Porque la fusión es consciente, y en la medida que el hombre se fusiona con su propio ideal, con el universo y el Creador, en esa medida siente más la necesidad de apoyar a toda la humanidad, ya no le sirve el hacer aislado, ya no le sirve el –como dice- “sálvese quien pueda”. El hombre siente la necesidad porque hay un sentir en él en la medida que va unificándose hacia esa luz, hacia esa perfección, siente cada vez más la necesidad de apoyar a otros seres que van por atrás.

Cuando se le da toda la importancia que tiene a esa fusión, cuando cada cual reconoce que por más que se afana en que su vida le sirva, en que se sienta mejor, en que se sienta más feliz, si únicamente es él el que le importa, en esa medida el hombre no va a encontrar esa satisfacción que anda buscando. Ahora, en la medida en que observe que con su estado anímico puede realmente apoyar a otros seres humanos, en esa medida ya comienza a comprender, porque así lo siente en lo más profundo, qué es la fusión, a qué fusión nos estamos refiriendo.

Como decíamos que el hombre entra en ese estado de luz en el que entró, en el que está, no puede continuar en él sin estar fusionado. Recuerden que en todos y cada uno de los encuentros les vamos dando pautas poco a poco en base a la energía vibracional del planeta y de cada grupo y ser humano.

En la medida en que el hombre vibra más intensamente, se pone en ese punto en el que la luz lo absorbe. Si vibra con densidad se aparta de la luz. Ya en un tiempo ha estado vibrando densamente y no por ello se les ha dejado de dar y dar y dar a cada cual aquello que necesitaba para su evolución, pero en este momento evolutivo del planeta, aquello les sirvió pero hoy ya no les sirve. Ahora, toda esa documentación, todo ese conocimiento que tienen en su interior, deben de tragarlo, asimilarlo y fusionarlo, que el conocimiento pase por la mente pero que su corazón lo integre en su sentir para que así su espíritu pueda tener esa libertad y ese alimento que en definitiva es lo que va a hacer que sus cuerpos vibren con esa sutileza para que sientan y se sientan fusionados dentro del haz de luz.

Sabemos que entienden cada una de las palabras que escuchan, que ya no les va grande, que pueden asimilarlo en su totalidad si así lo quisieran. En este momento puntual –decimos momento porque es el presente- desde la última fecha que se les dio, se les dijo que una gran ventana hacia los universos se abría y que esa ventana no se cerraba, no era un hecho puntual y se acabó, era un hecho importante porque quedaba abierta a la voluntad de cada ser, tanto para entrar como para salir.

Están absorbiendo constantemente esa fusión porque respiran, fusión por cada poro de sus cuerpos. Si sus átomos no estuviesen fusionados ustedes no vivirían, son ustedes los que inconscientemente hacen parcelas en su propio cuerpo, en su propia mente. Por eso no les debe resultar difícil dejar de hacerlo, porque son ustedes mismos quienes se han acotado, quienes se han separado de esa perfección y de esa luz. Recuerden que en su origen fueron y son seres de luz, que ahora pueden retornar, regresar voluntariamente ya que el universo se ha adecuado para que el planeta Tierra y otros puedan hacer conscientemente, físicamente, voluntariamente, ese cambio.

Es, aunque como ustedes están todavía en los albores del comienzo no lo sepan, no lo sientan, es una época para estar constantemente agradecidos por haber elegido estar en este momento viviendo lo que el hombre todavía no es consciente de vivir.

Están viendo realmente la fusión de la materia concreta a un espíritu, un espíritu de vida y de luz, y no es un momento puntual, recuérdenlo. Han entrado en ese espacio en que se les aconseja estén alertas, alertas a todo lo que ocurre alrededor y mas allá, alertas, porque tiempos como el que cada cual está viviendo no se han dado jamás desde que el mundo es mundo, es la fusión de la materia con el espíritu. Y esta fusión tiene un proceso. Así como la vida del hombre tiene el proceso de gestación, cada proceso tiene un tiempo de gestación, pero están en el comienzo de esta Nueva Era, lo están viviendo, ya no es algo que vendrá, es algo que ustedes pueden hacer ya, desde ya.

Ya no hay fechas clave, están en ellas. Ya nadie les va a contar cómo son los mundos y su creación, van tener la ocasión de vivirlo si así lo desean, si así lo necesitan, si así lo deciden, pero han de fusionarse, han de fusionar sus cuerpos, han de adecuarse para ser plenamente conscientes, porque el hecho ocurrirá igual, los hechos ocurrirán igual, igual, se alineen o no se alineen, se fusionen o no se fusionen.

Pero nuestro deber es decirles, avisarles: si ustedes eligieron este momento no se lo pierdan, estén alertas, muy alertas, tanto fuera como en su interior, qué piensan, qué sienten, cómo lo fusionan, qué hacen con ese pensar y ese sentir. Sin perder absolutamente ningún detalle de fuera, porque si viven la fusión lo de fuera se fusiona con ustedes y ustedes con lo de fuera.

Tienen realmente algo que contar, tienen realmente algo que vivir, tienen realmente algo que hacer. Reconózcanlo, fusiónenlo y reconózcanlo. Y denlo, muéstrenlo, regálenlo.

Como les decimos, no hay nada ya puntual, es una secuencia de hechos uno tras otro a los cuales ustedes pueden perfectamente tener acceso, para que así puedan contar a los que aun están más dormidos como una gran historia, una verídica historia que están ustedes viviendo.

Que así sea.

07 septiembre 2008

La confusion


Se está observando a todos los grupos de oración y se está sintiendo cómo van asimilando la nueva vibración de la Tierra, cómo van siguiendo -podríamos decir- esas pautas intuitivas y, sobre todo, lo que se viene observando son las decisiones que cada individuo está tomando y llevando a cabo, porque en base a esas observaciones podemos decir que la raza humana puede realmente asimilar y adecuar en su vida armónicamente toda esa nueva vibración de la Tierra.

Si el hombre orante puede, todos pueden. Si el hombre orante asimila, todo ser de humanidad puede asimilar, lo único que varía es que el ser de oración usa su conciencia y el no orante no lo percibe, pero asimilarlo lo asimilan los dos.

Pero realmente el hombre orante es el que está más receptivo a esa nueva vibración por su conocimiento y su estado, y es a él a quien mejor podemos llegar y con quien se puede entablar relación, con lo cual se dan las pautas que la nueva raza de humanidad está consiguiendo. Y a él, a ellos, es a quien se observa.

Y observamos una gran confusión. Recuerden que decíamos que todo conocimiento ha de seguirse de un hacer para que no dañe la mente ni el cuerpo. Cuando la persona asimila y da forma a ese nuevo conocimiento, no confunde a su mente, no confunde su vida y en definitiva al no ser un hombre confundido es un hombre, un ser de humanidad, en armonía.

Cuando el ser humano tiene una mente confusa genera desarmonía en el cuerpo y en su vida. Como está confundido no está receptivo, y deben comprender y recordar que se les van dando todas las pautas que, de seguirlas, su mente no debe generar confusión. Si esas pautas no las siguen, lógicamente están respirando, viviendo y relacionándose con todo el planeta y todos los seres que habitan este planeta, y sí pueden llegar a estar confundidos, es más, pueden incluso no encontrar su ubicación dentro de este mundo.

Queremos que entiendan, y vamos a ir lentamente y a dar todos los ejemplos y pautas que hasta ahora hemos ido trabajando, para que recuerden y retomen.

Cuando el hombre decide dar un paso más hacia un nuevo amanecer, un nuevo estado de conciencia o un mundo espiritual, llámenlo como quieran, cuando el hombre decide voluntariamente dar un paso más es porque la vida que él vive no le complace plenamente. Si la vida que vive el ser humano le complaciese no daría un paso más, estaría viviendo complacido con lo que hace, con lo que es.

Pero todo ese avance energético o despertar al cual el hombre tiene que adecuar su mente y su cuerpo, lógicamente le hace sentir o necesitar algo más de lo que su vida le trae o de lo que a él hasta ahora le ha servido, y ante ese algo mas es cuando el hombre busca y llega a encontrar, y es el paso en el que ustedes llevan tiempo sumergidos.

Pero claro, ustedes escuchan esas pautas y automáticamente creen que ya las tienen incorporadas, y las pautas, cuando se escuchan, se han de trabajar y no vale lo que el hombre está habituado a hacer, que es escuchar, creer que porque lo ha escuchado ya está en él y automáticamente continuar como siempre. ¿Qué ocurre?: entra esa confusión.

Como el hombre cree saber porque lo ha escuchado, y su vida no varía para nada, entra en una desazón, o en un inconformismo, o en un decaimiento importante, porque espera que las cosas varíen o cambien por el mero hecho que escuchó que eran así. Y ahí queremos hacer hincapié. Como otras veces les hemos explicado, cuando el hombre escucha asimila de todo lo escuchado una parte, o su totalidad, quizás. Todo lo que haya asimilado, automáticamente debe ponerlo en funcionamiento en su vida, en lo cotidianidad del momento. Todo lo que cada cual haya escuchado debe incorporarlo, añadirlo a sus vidas, y debe observar que eso que escuchó lo está incorporando desde ese instante, y cada día hacerse esa reflexión: “yo escuché tal y tal y tal y tal, pero he dado una respuesta donde no he incorporado nada de lo escuchado”, o “he dado la respuesta que me muestra que realmente he incorporado aquello que escuché, y a partir de ya es mío”. Porque así, el hombre va reflejando esa luz que inhala en su vida, y no le genera confusión.

Recuerden, en la medida que cada cual quiera pueden realmente ser esos servidores que estuvimos el día anterior hablando, servidores de la Gran Luz, en la medida que quieran. Pero para hacer, no deben entrar en confusión. Lógicamente la luz no se reflejara a través de ustedes si sus mentes están confundidas, y si sus mentes están confundidas sus vidas reflejan confusión.

Deben acostumbrarse, si así lo quieren, a finalizar el día con esa auto reflexión de su vida, de cómo es su vida, de cómo esa actitud es la que genera esa vida en la que están viviendo, cómo es esa actitud que tienen, en qué han cambiado sus actitudes de unos días aquí, de unas semanas aquí. Pero así diariamente, al terminar la jornada háganse esa auto reflexión, qué he hecho o qué estoy haciendo con mi vida. Sin olvidarse, y eso deben implantarlo en sus mentes y en sus corazones, que ese ser individual siempre está conectado con la totalidad de seres de humanidad y la totalidad del Cosmos. Son seres individuales pero a la vez unidos.

Cuando se hacen la reflexión de qué estoy haciendo con mi vida es lo mismo o igual que decir: qué estoy haciendo con la vida en general, en qué estoy participando, en qué estoy apoyando a esa vida, a esa nueva vida, con qué actitud observo yo este nuevo proceso de luz.

Porque aunque aparentemente en ustedes nada haya cambiado, aunque piensen y actúen de la misma forma, no se olviden que la totalidad de la humanidad, seres orantes o no, todos están sumergidos en un nuevo despertar, todos. Aunque en los inicios, como pasa con el bebé recién nacido, que aún esta aturdido y sin conciencia de que ha nacido, está, así el hombre aunque nada observe en su interior ni a su alrededor de que algo ha variado, ha variado, esperen. Pero dentro de esa espera vívanlo sin confusión, porque en la medida que estén confundidos en sus mentes, en esa misma medida no observarán ni se introducirán dentro de esa Luz y dentro de esa necesidad de cambio de humanidad, y lo vivirán mal.

Siempre les decimos: “está en las manos del hombre que su vida sea alegre, sana, que entre esa chispa, esa felicidad o esa alegría, llámenlo como quieran, depende de uno mismo, de cómo piense que es y de cómo piense que puede”.

Recuerden que la única barrera para el hombre es su mente, se pone todas las barreras, todas las trabas, todos los impedimentos, pero en la medida en que vayan haciendo todo aquello que escuchen, todo aquello que asimilen, y no le den más plazo, en esa medida encontraran satisfacción, y se encontraran que realmente están siguiendo ese sendero de luz, que perciben, que respiran, verán que sus vidas se alinean con esa armonía, que sus pensamientos comienzan a tener ese punto de equilibrio que tanto esperan o necesita la raza del hombre.

Comiencen a hacer, tienen demasiada documentación archivada y tienen que comenzar a darle forma en lo más cotidiano, en el día a día, en el instante, de una forma natural pero siempre que esa forma natural vaya tildada de esa armonía o luz en sus vidas, que cuando terminen de hacer algo se sientan satisfechos con lo que han hecho. A eso nos referimos al decir que vaya teñida o tildada de luz. Cuando el hombre se siente satisfecho con lo que acaba de hacer, sea lo que sea, pequeño o grande, importante o sin importancia, pero satisfecho de aquello que ha plasmado, automáticamente eso le genera bienestar, armonía, paz, y sobre todo le da empuje para continuar un nuevo hacer.

Cuando el hombre se sienta y espera que con lo que escuchó va a ser suficiente para que su vida se vuelva a gusto suyo, en esa medida va a entrar en contradicción y generará mucha confusión porque su vida no cambiará. Habrá escuchado que puede pero su realidad es que no puede, esa es su realidad y su realidad solo la va a cambiar él, sólo, y no la va a cambiar pensando que puede, sino cambiándola, haciéndolo, dando un giro a lo que hace hoy, o dejando de hacerlo. Es hacer, es plasmar, tengo que plasmar mi vida. Imagínense, como tantas veces hemos dicho, que están en un gran juego y les toca hacer un movimiento porque si no se acaba el juego, tienen que moverse, y a ese movimiento vendrá una experiencia y tras esa experiencia vendrá un nuevo movimiento. Y así sucesivamente, el hombre entra en esa dimensión de satisfacción, en esa dimensión de armonía como ser de humanidad, como ser de luz, es paso a paso que el hombre va generando su propia luz, genera su luz y deja esa estela para los que están en ese punto de vibración, y ya está, ya ha conseguido lo que en su momento se propuso este ser de humanidad, servir, servir en este planeta Tierra.

Así de sencillo. Un paso lleva a otro y ese paso lleva una experiencia, y esa experiencia a otra, y así es como el hombre asimila quien es, y así es como va a asimilar esta nueva entonación, esta nueva vibración.

Así únicamente, no la va a asimilar quedándose quieto o pensando, no la va a asimilar escuchando, la va a asimilar haciendo. Debe observar qué hace, aparte de su trabajo, aparte de su vida personal, aparte de su vida individual, aparte de los apartes, qué hace el hombre consigo mismo para que le ayude a ver con más claridad, qué hace con la vida, con su vida, sabiendo que ese hacer repercute en la totalidad del universo, qué hace.

Esa debería de ser la reflexión del hombre constantemente, aparte de haber respirado, de haber dado movimiento al cuerpo, a mi cuerpo, a mi mente, qué he hecho para que la totalidad como ser de totalidad se haya beneficiado, incluido yo, sabiendo de antemano que mi confusión no va a ayudar a nadie, ni a mí ni a nadie, sabiendo que la confusión la produzco o la provoco yo, sabiendo todo eso , en el día de hoy y así constantemente, qué he dado, qué he plasmado, qué cambio ha habido en mí que se haya podido reflejar en la totalidad.

Reflexionen sobre eso en la medida en que cada cual tenga la necesidad de avanzar más lento o más rápido. Tengan la seguridad de que el hombre entró en una nueva etapa, la cual depende de cada uno de ustedes el que sean conscientes o no, depende de cada uno de ustedes que esa nueva etapa la vivan dentro de una gran armonía, que sus vidas realmente sean satisfactorias para ustedes mismos o no lo sean, depende de cada uno de ustedes.

Y quizás el mensaje que hoy les podríamos dejar es que depende de ustedes el que ese conocimiento que ya tienen en su interior se plasme con total armonía, depende de cada uno de ustedes que todo el conocimiento que llevan en su interior se plasme en sus vidas con armonía.

Y ahora, como seres individuales, a cada ser individualmente se les dice: “obsérvense, sin comparaciones con nada, con nadie, obsérvense y solo háganse una pregunta, ¿se sienten satisfechos con su vida?, ¿se sienten satisfechos con ella?

Es importante que sean claros y justos con esa respuesta para ustedes mismos, porque esa es la que va a marcar todos los encuentros futuros, esa es.

Así sea.

Frases