28 noviembre 2007

ORACION: EL HOMBRE Y EL ESPLENDOR DE LA VIDA



Que la Tierra está en su mejor esplendor es un hecho. Que la vida como tal en ella lo ilumina todo es un hecho. Que el hombre observa y es parte primordial de ese esplendor es un hecho.

¿Han pensado alguna vez por qué la Tierra, ya no le demos la palabra esplendorosa, sino que la Tierra es hermosa, que la Tierra, el planeta, es armónico, que rebosa belleza por donde la mires? Y ¿han pensado para que y por qué? Porque todo tiene una función, un sentido, y todo está relacionado con todo y con todos.

Si guarda ese esplendor, esa armonía, es para deleitar al hombre. Si no existiese el hombre, el único ser en este planeta con conciencia, el único ser capaz de mostrar la belleza, quizás el planeta no estaría vibrando, no estaría iluminando como lo hace porque no habría nadie consciente para verlo y todo lo que existe aquí y en otros lugares es como una muestra, no olviden las anteriores oraciones, el hacer, el mostrar, la belleza se ha de mostrar, la armonía se ha de mostrar, todo es necesario darle forma y mostrarlo para que así cumpla la función que le fue encomendada.

El hombre tiene una función y brilla con luz propia. ¿Para qué brillará el hombre con luz propia? Si pensamos y sabemos que el hombre no habita en solitario en el planeta y que es el único ser consciente, debemos pensar igualmente que brilla con luz propia para mostrarse a sí mismo que eso es así, para mostrar la belleza y la armonía. En ese tiempo se encuentra el hombre actual, y en ese tiempo es en el que tiene que vibrar el hombre actual.

El hombre, hasta hoy, salvo excepciones, está latente, dormido, tiene todos sus dones dormidos. Como venimos diciendo, si el planeta ya tiene esa vibración el hombre tiene que despertar, y cuando el hombre despierta, habitualmente ha de modificar lo que le rodea para que pueda brillar con su propia luz y no con la de los demás. Ha de cambiar ciertas costumbres, ciertos hábitos, ciertas formas de pensar y de sentir para que comience a vibrar en el mismo unisono que la Tierra. Y,¿cómo puede hacer el hombre que esa vibración le resulte cómoda? Y usamos cómoda porque la comodidad en el hombre no es latente, es un hecho. El hombre lleva a cabo todo lo que le resulta cómodo, vaya en contra de ese despertar, vaya en contra de la armonía, le resulta cómodo y dentro de esa comodidad se deja vencer. La comodidad no pasa por estar sentado, no. Hay muchas personas, muchos seres humanos que están de un lado para otro constantemente, pero les resulta cómodo todo aquello que hacen.

Dentro de que entiendan, asimilen qué ha de hacer el hombre para entrar en esa nueva vibración sin perder de vista todo lo que hasta hoy han ido escuchando, porque no es otra cosa que repetir lo mismo que ya se les ha dicho de otra forma para que ustedes puedan tener muchos recursos por donde a cada uno le pueda resultar más cómodo.

Cuando escuchan la palabra cambio se retraen. Cuando escuchan la palabra hacer se retraen. Quizá no hayan pensado que no es que los cambios les disgusten, lo más normal que le ocurre al hombre es que los cambios le van grandes porque se ha ensimismado tanto en su propio yo que cualquier hecho que tenga que concretizar, automáticamente le lleva a un cambio. Cambios sencillos, naturales, coloquiales, del día a día, pero aun esos pequeños cambios que puede hacer cada uno en su lugar, no les resultan cómodos porque están acostumbrados a actuar de cierta forma que ya eso, para ustedes, es lo habitual. Dentro de tanta comodidad y tanto hábito el hombre se está encogiendo, envolviendo en sí mismo, incapaz de dar esa nueva vibración para armonizar, ver y mostrar la belleza del lugar.

Hemos hecho repetir la música porque es la viva imagen de lo que el hombre debería mostrar, de ahí que hemos dicho “con excepciones”. Hay cada vez mas excepciones entre los hombres, hay seres que quizá sin saberlo tienen esa vibración incorporada y lo muestran en su hacer como, por ejemplo, la música, y a ella vamos a cogernos para que observen algunos ejemplos. Hay músicas que nos gustan y las repetimos y repetimos y cada día nos gustan más, pero queremos hacer una reflexión. Dentro de la comodidad del hombre tenemos que saber muy bien si nos gusta porque nos resulta familiar, cómodo, o porque nos hace vibrar todo el cuerpo, todo, incluido el cuerpo. Y hacemos este pequeño apunte porque en la vida cotidiana del hombre ocurre lo mismo, repite y repite con hechos similares la misma intención que ya lleva grabada en lo más profundo, el mismo pensamiento que lleva grabado en lo más profundo, con lo cual siempre repite lo mismo. De hecho, la humanidad actual, salvo excepciones, está repitiendo lo mismo, unos de una forma, otros de otra, pero en realidad la vida individual de cada ser es igual, igual que el año pasado, igual que el anterior. Claro, hay pequeños cambios, a veces se ha cambiado de casa, otras se ha cambiado de amigos, otras tienen más hijos, pero realmente a nivel individual, unitario, ¿han cambiado la forma de ver, de comportarse, de imaginar, de hacer, la han cambiado, la han elevado? Porque el cambio, el cambio de casa, el cambio de amigos, eso ya es un cambio pero, ¿les lleva al mismo sitio? Cuando el ser, la persona, siente que ese cambio lo ha elevado, elevarlo nos referimos a una nueva forma de ver la vida, de vivirla, de pensar y actuar en ella, una nueva forma de inspiración, ¿han tenido a través de algún cambio de sus vidas la sensación de que a partir de ese instante del cambio realmente se han puesto en sincronía y concordancia con la vibración de la Tierra, o sencillamente han vivido el cambio como otra cosa?, “ahora toca otra cosa, ahora viene algo distinto”, sí, distinto pero de lo mismo.

Si no escuchan en su interior el instante a donde los haya llevado la música que acaban de escuchar, no van a comprender las palabras. Si intentan escuchar las palabras desde la misma óptica del pensamiento no van a entender dónde les queremos llevar. Tienen que sentir dónde les ha llevado la música. Y decimos la música porque ha sido el instante de unión con la vibración del planeta, hasta ahí de perfecto han logrado esa sintonía, a unificarse con la vibración del planeta.

El hombre tiene el deber, a través de todo su entorno, sin cambiarlo, de alcanzar esa sintonía, esa vibración. Y decimos sin cambiar para que de nuevo no se vayan por el cambio habitual que hasta hoy no les ha servido, les sirve momentáneamente, puntualmente, “que bonito, tengo una pareja, ahora me van a ir mejor las cosas”, “qué bien, he cambiado de piso, que ilusión, cambio muebles, cortinas…”, “me voy de la cuidad, me marcho a otra, qué maravillosa, qué esplendorosa”. Pero tú te vas con lo puesto, con tu forma de pensar, de sentir y de hacer, y al poquito tiempo vuelves a replicar de la misma forma. Por eso decimos sin cambiar nada.

En lo más profundo el hombre lo cambia todo, pero en lo más profundo, ya es un cambio profundo, desde lo más profundo del ser, y ahí no necesita cambio de lugar, no necesita cambio de entorno, tiene que elevar la vibración que hay en ese entorno. Y el hombre la puede cambiar, puede cambiarla partiendo de lo que es, no necesita más conocimientos, no necesita un cambio físico, no, necesita inspirarse en algo o alguien que le haga vibrar todo su ser, ahí entra el cambio, a ese cambio sí nos referimos, a ese cambio que sin haber cambiado nada, aparentemente, es un ser nuevo. Ahí es cuando el hombre toma su esplendor como ser de humanidad y en ese instante reconoce que la belleza de la Tierra, la armonía del planeta, esta únicamente dedicada a él. Así de grande es el hombre, así de maravilloso es cuando se hace consciente de lo que es, no de lo que le han contado.

El hombre, si recordamos que es parte de Dios, si recordamos que Dios está en él, si recordamos que ese Creador es perfecto, si lo vamos haciendo cada vez más pequeño, pequeño en cuanto a acoplarlo en la vida de cada uno, nos daremos cuenta que el hombre no está vibrando como le corresponde y de ahí, de esa mala combustión, vienen las enfermedades, las formas de pensar maliciosas, las envidias, los celos. Cuando el hombre replica con esa perfección como perfecto que es, ya no cabe nada de lo dicho, es un ser totalmente en armonía, sin enfermedades, con una mente sana y un hacer sublime.

Eleven todo lo que piensen y todo lo que sientan hasta rayar esa vibración sublime, que para ello, como ya les hemos dicho, tendrán que ir eligiendo, ¡eligiendo! Eso sí, como yo elijo una música para que me eleve, como elijo un lugar, como elijo a una o muchas personas. Elecciones, hay que elegir momentos, que esos momentos los pueden dar los seres humanos, los pueden dar los animales si eso es lo que les hace vibrar, la música...

Pero el hombre, habitualmente, se sumerge en la comodidad y dentro de esa comodidad quizás esté muy disperso, quizás haga muchas cosas, pero ¿puede contar una, una, que en un instante le haya hecho rozar el Cielo? –como expresión sublime, lo del Cielo-. Si a lo largo de la vida del hombre, de su día a día, hay hechos, personas o cosas que les hagan rozar ese Cielo, eso no lo cambien, avívenlo, y cuando ya el hombre se sienta fuerte, cuando ya ni de eso necesite, será cuando comience a brillar con luz propia y ahí, en ese momento, allá donde este, haga lo que haga, sentirá y sentirán los demás que están realmente ante la perfección consciente, personificada en un ser humano.

Si se hacen rodear de la vulgaridad, que también existe, lógicamente su densidad será cada vez mayor. Si por el contrario comienzan a buscar instantes que les hagan brillar, vibrar, irán elevando, irán abriendo esa conciencia y todo lo que han de cambiar lo verán tan natural que la palabra cambio no les afectara, no les retraerá. ¡Es tan natural todo lo que tienen que hacer, es tan natural! Quizá buscan grandezas, palabras elocuentísimas, y es todo tan sencillo y tan cercano al hombre, tan cercano…

Si lo que les retrae es la palabra cambio, no la usen, el cambio se producirá solo sin usar la palabra cambio. Si ustedes se cogen únicamente a instantes que les eleven, no se preocupen por la palabra, no cambien nada, cada cual con su forma, sus hijos, su familia, su trabajo… a ver si así les resulta más sencillo, no cambien nada, pero lo que tienen elévenlo, sublímenlo como si estuviesen ante la misma Divinidad. Sublimen a su pareja, a sus hijos, a sus amigos, a su entorno, a su trabajo, a su hacer. Den muestras de lo que son, que no haya en cada uno de ustedes ni la mas mínima duda de haber podido hacerlo mejor, que dentro de sus mentes se digan: “es perfecto, no puedo hacerlo mejor porque ya no sé hacerlo mejor, es perfecto”. Cuando el hombre se dice a sí mismo “es perfecto”, no tengan la mínima duda de que esa perfección la está rayando en ese instante, y si esos instantes se prolongan, no lo dejan puntualmente por un día que está uno efervescente o por dos porque está en las nubes, como suelen decir, si es ya incorporado, si es ya un hábito en el hombre, de ahí ya surge la luz, de ahí ya surge esa vibración que necesitan cada uno, de ahí ya surge la perfección.

Den curso a ese esplendor del hombre, denle curso, úsenlo. La Tierra, su planeta, lo está usando para ustedes, que sea reciproco. Abandonen esa vida mediocre que tienen la inmensa mayoría, abandónenla, usen lo mismo, partan de lo mismo que tienen, pero que ya la palabra mediocre no quepa, y cámbienla por decir “estoy haciendo que mi vida sea una vida sublime y esplendorosa”.

Amén.

21 noviembre 2007

ORACION: LA GRANDIOSIDAD DEL ALMA


Para que puedan vivir esta oración tienen que retroceder a algún instante de sus vidas en que un hecho, para ustedes, les haya sobrepasado hasta el punto de llamarlo grandioso. Remóntense a ese instante.
¿Qué hecho o circunstancia han vivido en su vida, que haya surgido del alma esa exclamación, grandioso? No es fácil que el hombre encuentre algo grandioso en su vida.
Poder expresar esta oración y hacer que lleguen a sus corazones estas palabras no resulta fácil, porque aquello que el hombre pueda llamar grandioso, aquel hecho o circunstancia que él pueda llamar grandioso se queda tan pequeñito en comparación a la grandiosidad del alma, que nos hemos atrevido a adentrarnos en ese nuevo mundo tangible para ustedes, sí, tangible, que van a poder sentirlo, tocarlo, lo que para la mayoría el alma es intangible, etérea.
Pero lógicamente les hemos hecho la sugerencia de que se remonten a algún momento puntual de sus vidas que hayan podido llamar grandioso, y les ha resultado difícil poder coger un momento en el que les haya sobrepasado. Es difícil, insistimos, que el hombre hoy que está tan materializado, tan seguro en esa materia, tan concretizado, pueda sentir a través de una oración esa exclamación porque, ¿dónde está mi alma?, ¿en qué lugar la ubico?, ¿qué es lo que conmueve al alma?, ¿qué hecho o hechos hacen, como decíamos la semana anterior, que el alma y el espíritu clamen? Porque hoy, hasta lo que ustedes llaman muerte, entristece al hombre, pero no le llega al alma. El hombre ha endurecido tanto su caparazón, ha materializado y concretizado tanto su cuerpo que tiene que encontrar el modo de saber, o sentir, o llegar a abrir las puertas del alma y ahí, cuando consiga entrar, realmente se asombrará de la magnitud.
Y ahí ya surge la exclamación, “¡qué grandiosidad!” Quizá lo mas parecido que nos lleve a sentir la necesidad de exclamar sea la naturaleza, cuando de pronto se mezclan olores, cuando de momento ves aparecer el arcoíris, cuando la brisa roza todo el cuerpo. Ahí quizá sea lo mas próximo a esa exclamación, ¡qué grandiosidad!
En los actos del hombre, en su hacer diario, ya no surge que algo grandioso nos invada. En las vidas cotidianas ¿qué de grandioso ocurre?, y ocurre ¿eh?, pero ¿qué de grandioso ven en sus vidas diarias, en el hacer cotidiano?
Queremos hacer hincapié y llevar a cada uno de ustedes a darse cuenta que los hechos grandiosos, maravillosos, ocurren en cada instante de la vida pero el hombre no los ve, se ha apartado voluntariamente de la grandiosidad de lo existente.
El hombre en sí es grandioso, y no lo tomen como normalmente. Hace tiempo les decíamos “aparten de sus mentes todo lo conocido”. Si parten de la base que todo lo saben y conocen, que es lo mismo de lo mismo, están equivocados y esa equivocación no va a dejar que entre otro sentir y otra visión de la vida. Cuando exclaman cotidianamente “eso es así en teoría, pero la realidad es la que es” -esa exclamación la tienen constantemente-, u otra exclamación que también usan mucho “todo eso es muy bonito pero luego la realidad es otra”, quiten esas exclamaciones de su mente, apártenlas del corazón, puede ser grandioso cada instante, cada instante puede y debe ser grandioso.
Olvídense totalmente de todo conocimiento que hasta hoy han adquirido, comiencen de nuevo porque todo, a partir de no hace mucho tiempo, es nuevo aunque ustedes no lo puedan ver, aunque ustedes no lo puedan sentir, aunque aparentemente estén en el momento mas caótico del planeta y su raza, aparentemente. Pero si sienten en lo mas profundo que todo tiene una causa, que todo tiene su principio y su culminación, que la casualidad no existe, que el Creador lo creó perfecto, podrán sentir que todo este proceso caótico en apariencia merece, escuchen, merece la exclamación ¡qué grandioso!
¿Cómo puede ser que ante la perdida de un ser querido el alma no se conmueva y ante este mundo, el cual el hombre ha ido tejiendo con su comportamiento, unos servidores le den la exclamación de grandioso ante todo lo que ustedes viven como caótico? ¿Qué les hace sentir lo que aparentemente esta tan alejado de sus ideas? Puede ser que digan “están locos, estos seres que nos hablan están locos”, puede ser que digan “¿cómo miro el mundo, cómo lo veo, que yo veo que todo lo que me rodea esta sin valores, llegando a la crueldad y estos seres digan que merece la exclamación de grandioso?, no lo veo”. Porque lo miran bajo unos conceptos totalmente olvidados, sí, olvidados, unos conceptos que ya no sirven y deberían estar olvidados, unos conceptos que para el momento de vida actual no sirven y no pueden ser puntos de referencia.
No tienen donde acogerse a sus recuerdos porque todo es novedoso. La Tierra tiene una vibración, tiene, no va a alcanzar ni está entrando, tiene, ya la ha alcanzado, una vibración tan grandiosa, tan sutil, que necesita renovar todo lo que en ella permanece, todo, incluido el ser humano. ¿Y el ser humano se renueva?, ¡claro que sí!, por eso damos la palabra de grandioso, por eso la exclamación es tan valida, porque el hombre se renueva, a través de lo que ustedes llaman muerte el hombre se renueva para que así el alma pueda retornar con otros conceptos, con otras necesidades.
Escuchen y presten atención, que estamos hablando del alma, y no del espíritu, no se confundan, el alma necesita renovarse para vivir su grandiosidad, para vivir tal y como es. Podríamos remontarnos a las grandezas del alma, a las grandezas del espíritu y a las grandezas del cuerpo, para que observaran que cada uno por separado necesita de ciertos alimentos para poder existir. El alma necesita del alimento que el cuerpo le tiene que dar de movimiento y asimilación para vivir su grandiosidad y hacerlo concreto, concretizar la grandiosidad del alma, que no es ni mas ni menos que expresarse el ser de humanidad, el hombre, con tal perfección que esa exclamación sea natural para cada ser humano, que no veamos, que no pensemos, que no sintamos como ahora la necesidad de decir “¡cómo está el mundo!, ¡dónde vamos a llegar!, ¿qué está ocurriendo?” Que sea todo lo contrario, que el hombre observe que el mismo hombre se ha regenerado hasta el punto de que todo su hacer, toda la expresión de su espíritu y de su alma, rebosa por el cuerpo hasta llegar a concretizar lo que piensa, lo que hace y lo que siente de una forma totalmente en armonía con el universo. Que esa exclamación de grandiosidad ya no esté latente en el alma, sea un hecho real.
Y eso, volvemos a repetir, no es algo que puedan decir “estará latente pero lo que se vive es otra cosa”. No lo pueden decir, no lo deben decir porque si se fijan está desapareciendo la mayor parte de la humanidad. Y no es una exageración, atentos al día de hoy, atentos a partir de hoy y cuéntenlo si quieren para reafirmarse. No nos importa que nos tengan siempre en tela de juicio, de si será, no será, no importa, cuéntenlos si eso les va a hacer vivir una oración, una oración de las que estos servidores quieren hacerles llegar. Si para que ustedes vivan una oración tiene que contar los seres, por ejemplo, a lo que hoy estamos haciendo alusión, los seres que están renovándose, sí, pasando por el trance que ustedes llaman muerte, se van a asustar. Muchos seres no tienen otra opción, no ven viable o no sienten que puedan ser viables para este nuevo latir de la vida.
Y es tan grandioso el Creador, que pone todos los medios a Su alcance para que ocurra lo que ustedes llaman muerte a través de lo que sea, y les da la oportunidad de volver a nacer, pero bajo otros patrones. Ya no tienen esa vibración densa, ese culto al cuerpo, ya no tienen esa densidad que tienen que ver, tocar, para creer. Son seres sutiles según a la vibración del planeta, seres que no les tienen que enseñar absolutamente nada, seres que traen recién aprendido que por ahí no puede vivir.
Enseguida, el hombre, a esos seres que nacen les da un nombre. No les importen los nombres, solo les debe importar que la tierra esta cambiando, que el hombre esta cambiando, sí, y sobre todo que no debe pasar por ese trance llamado muerte para hacer ese cambio, para vibrar a mayor frecuencia, no necesita pasar por la muerte, puede hacerlo con este cuerpo pero no puede hacerlo con la forma de pensar y con los conceptos erróneos que tiene ese cuerpo.
Y volvemos de nuevo al alma, la vibración del alma sí tiene la frecuencia correcta para estar en el planeta, la tiene, es la mente la que no le obedece y la que pone al hombre en esa tesitura de enfrentarse con otros hombres, de corromper su cuerpo hasta pasar por la muerte. Por eso el alma inmediatamente, inmediatamente vuelve a nacer.
¿Por qué?, se preguntarán, ¿por qué inmediatamente?, ¿por qué no sigue el curso que hasta hoy ha tenido?, ¿por qué el proceso es mas rápido?. Por lo mismo que les estamos diciendo, los conceptos de hoy no sirven, los conceptos de vida que tiene el hombre ya no sirven en su gran mayoría, por tanto el hombre tiene dos elecciones, sencillas las dos. Sentir que realmente, a pesar de todo lo que aparentemente se ponga en contra de él, apostar por dirigir su vida únicamente con lo que su corazón o su instinto le vaya marcando sin tener en cuenta nada de lo que el resto diga o haga, esa es una posibilidad que tiene el hombre dejarse guiar por su sentir y no mover absolutamente si no es guiado por ese sentir, ocurra lo que ocurra. Otra posibilidad que tiene es continuar como está. Cualquiera de las dos elecciones le va a llevar al mismo punto.
De nuevo, ahí, debemos usar esa admiración de grandiosidad, que haga lo que haga el hombre, tome la decisión que tome, al fin le lleva al mismo sitio, al mismo. En la primera opción el hombre es dueño de su vida y hace y se regocija a través de ese sentir y ese hacer. En la segunda el dueño son las circunstancias y pasará por lo que las circunstancias y los demás seres quieran que pase y ocurrirá lógicamente lo que llaman la muerte física, pero, repetimos, al fin llegará a la misma conclusión con una u otra opción.
¡El alma es tan grandiosa!, ¡el hombre es tan grandioso!, que haga lo que haga no existe equivocación. Puede tardar, puede retrasar, eso sí, puede retrasar el hecho, puede acortar el hecho, pero que el hombre tiene que ser y será lo que el Creador creó, ese ser de perfección, ese ser grandioso, lo quiera este cuerpo o no, será, porque la tierra ya ha alcanzado esa vibración para mantener seres perfectos.
Es lo mas parecido a eso que a ustedes les muestran a través de alguna película, de otros mundos en los cuales exclaman: “así debería vivir el hombre, así desearía vivir yo, en ese lugar, en ese planeta, con esos seres”. Pues bien, la tierra ya es ese planeta, ya lo tienen aquí. Lógicamente, bajo esa visión, si les estamos mostrando un planeta totalmente perfecto, en armonía con todo lo que existe, que puede recoger seres sutiles con sus grandes necesidades pero con esa vibración que no daña, con esa sutileza que engrandece todo lo que toca, lógicamente podrán observar que el hombre actual, con su forma de vivir, con su forma de hacer, de pensar y de sentir, lógicamente tiene que morir, ¿o no?, ¿no lo ven?
Si les hemos puesto el ejemplo de ese mundo que ven o han visto a través de películas, ese mundo donde todo es maravilloso, y ahí, lógicamente, no está la raza humana porque no podría sobrevivir dentro de esa vibración, si hoy se les dice que la tierra ya ha comenzado dentro de ese giro de armonía y está preparada para acoger seres con esa vibración y sutileza, si el hombre no equilibra su vibración, si no la hace sutil a través de dejar expresar al alma que es mas cercana que el espíritu –se lo estamos haciendo todo mas cercano para que les resulte mas fácil si optan por esa opción de no dejar el cuerpo y dar ese giro a través del cuerpo actual- lógicamente les puede surgir automáticamente el pensamiento de decir “tengo que cambiar, sí, porque yo vibro mucho mas denso, mis repuestas son mucho mas groseras, de densidad, son densas, como el pensamiento es denso mi hacer es denso y no corresponde, no van a dejar que lo haga, no tengo posibilidades”.
Todas esas preguntas tienen que surgirles. En la medida en que esas preguntas les surjan ustedes ya sabrán las respuestas, pero antes tienen surgir las preguntas, “yo tengo que cambiar, tengo que pensar de otra forma, tengo que dar menos importancia a esto que hoy es vital porque me han dicho –cójanlo así- que no me sirve, tengo que optar por la sencillez de vida que no me hace pasar por venderme ni vender a nadie, tengo que coger la sencillez mas pura que no me haga, en cada respuesta, sentirme mal, que cada respuesta me regocije el alma, me ponga en el lugar que me corresponde, ¡qué respuesta mas bonita he tenido!, ¡qué pensamiento mas grandioso he tenido!, ¡qué hermosa es mi vida!, ¡qué sensación de felicidad recorre mi cuerpo!”. Eso tiene que surgirles. En la medida que no les surja observen que es porque sus pensamientos están donde ya no corresponde.
Hasta que no les surjan todas estas exclamaciones de sus propias vidas y haceres es porque no están alcanzando la vibración para quedar en este planeta, para “servir” a esta nueva humanidad. Y esta es su elección porque están hoy aquí, porque están escuchando, porque están vivos.
Y olvídense, para poder cambiar la vibración que hoy tiene todo ser humano, no olviden cambiar las exclamaciones de todo lo que actualmente esta ocurriendo en el planeta, de todo lo que esta ocurriendo, todo, todas las catástrofes, todo el deterioro –entre comillas- del hombre, no usen las exclamaciones “qué lastima, cómo está el planeta, cómo está el hombre”, no, ¡qué grandiosidad!, ¡qué maravilla que el alma pueda expresarse a través de todo lo ocurrido con un nuevo cuerpo al instante, qué grandiosidad de Creador que pensó en lo mas insignificante para el hombre para ponérselo todo frente a él, que solamente el hombre tenga que elegir y hasta ahí, hasta esa elección es bien recibida y muy valorada, cualquier elección.
Pero sean ustedes los que se hagan ese auto examen, “mi alma esta constreñida, mi alma, que es lo mas grandioso de mí, no puede resurgir y me voy a tener que marchar, tengo que cambiar mi forma de ver la vida, mi forma de pensar en la vida, mi forma de actuar ante las circunstancias de la vida, y dar esa respuesta que yo mismo valore como grandiosidad”.
¡Qué grandiosidad, que me das a elegir, y acepte lo que acepte, decida lo que decida, aun estas ahí!
Dentro de esta oración sería bueno para cada uno valorar un mínimo sus vidas, un mínimo, para hacerles sentir cuanto y cómo pueden alcanzar, cuanto y cómo tienen que trabajar, cómo hacer para que sean ustedes mismos los que vayan poniendo ese listón para que nadie les mida, que sean ustedes mismos los que vayan observando en qué momento están en base a las respuestas que dan, no a las respuestas que piensan, a las respuestas que dan, no aquello que sienten sino aquello que hacen.
El sentir es autentico, porque son seres auténticos, pero el cuerpo, el sentir pasa por el cuerpo, muestra a través de sus manos, de su boca, muestra ese sentir, por eso les decimos que observen su hacer y no su sentir, observen el hecho concreto del pensamiento, el hecho concreto, una idea se piensa, ¿se ha concretizado?, ahí, así es donde tienen que hacer hincapié, el hombre debe mostrar aquello que esta en su interior, el hombre debe mostrar la grandeza del alma, de nada sirve que únicamente la sienta si no lo muestra.
El hombre es la muestra de la Divinidad, el hombre es la muestra de Dios, recuerden la oración de la semana anterior, el Dios Creador habita en el interior del hombre, el hombre es creador, crea, hace, no piensa, no únicamente siente, hace, por eso, repetimos, observen sus respuestas, no sus pensamientos, observen sus hechos y no solo su sentir, que vayan unidos. Muestren la perfección para que el alma realmente pueda habitar en ustedes y ser grandiosa.
Amén.

14 noviembre 2007

ORACION: LA IDEA CONFORMADA


Y en el principio surgió la Idea y la Idea tuvo su proceso hasta llegar a conformarse y se conformó en lo que hoy conocemos como universos, como mundos. Y cada mundo tuvo su tiempo, su proceso, sus cambios, hasta llegar a la actualidad. Y todo va siguiendo su propia pauta de tiempos, de cambios, de adaptación. Y así, ese es el proceso necesario para que se conforme la Idea.
Todo tiene su tiempo, sus pausas, pero en su culminación la Idea se concretiza. Y ahí aparecen los mundos con todos los seres que habitan en cada uno, y todos los seres que habitan el planeta se comportan de igual forma, van conformándose como animales, vegetales, minerales. Todos conforman creando esa armonía entre sí y todos palpitan y habitan en armonía.
Y cuando la Idea surgió, fue dando lo necesario en tiempo, en proceso, hasta llegar a la culminación. Los seres van dando su tiempo hasta llegar a la culminación y ahí, en ese tiempo, en esa Idea, surgió el hombre porque estaba dentro de la Idea. Y el hombre fué también adaptándose, conformándose en un ser cada vez más sutil hasta que llegó un momento en que se sintió superior a la Creación. Se sintió el propio creador de todo lo que le rodeó y le rodea. Cree ser dueño y señor de todo lo que alcanza a ver, tocar, sentir.
En ese instante en que el hombre creyó ser su propio creador, creyó ser él mismo el que surgió. Abandonó la idea de que una Idea superior a la del hombre lo creó, lo aceptó. Desechó rotundamente que fuese creado por alguien que no era él y ahí rompió ese proceso evolutivo de la Creación que todos hasta la actualidad, todo ser viviente que existe, menos el hombre, respetan con armonía.
El hombre cree ser capaz de adaptar el exterior para su propio hacer y su propia conveniencia cuando realmente, entre todo lo que existe, es el único ser al que colmaron de conciencia, el único que tiene conciencia de su individualidad, conciencia de si mismo. Lo dotaron de esa libertad de hacer, de cambiar a su voluntad su entorno, y ahí, en ese proceso que debió ser evolutivo, el hombre se lo apropió y a raíz de ese instante fue cuando convirtió en involución su especie.
¿Y por qué nos interesa cuándo o por qué el hombre cambió su proceso evolutivo?, ¿por qué nos importa o es tan importante retomar ese conocimiento?: para saber dónde el hombre retrocedió y recordar, como vamos a ir recordándoles, por qué y para qué fue creado el ser de humanidad.
Si el hombre ha dejado de recordar que se conformó como ser humano, que tomó este cuerpo con la conciencia de que a través de él podía aportar a la Idea principal, a la idea de la Creación, su experiencia plasmada, conformada igual que él mismo, darle forma, dar forma a una idea humana, el hombre ha perdido el sentido de para qué fue creado.
La Idea es una energía creadora que creó todo lo que existe, pero la Idea no se conformó, no tiene forma, no tiene cuerpo y ahí, en ese no cuerpo de la Idea, creó el cuerpo del hombre haciéndole o dotándole de conciencia para que no olvidara quien era y de dónde venia.
Imagínense y créanse que la Idea, lo que ustedes llaman Dios -Dios, Idea, Creación, Divinidad, todo es lo mismo-, es una energía capaz de crear, y creó, escuchen bien, no se pierdan ningún detalle, escuchen, fue el Creador de un cuerpo humano para conformar en su interior la Idea, que es lo mismo que decir: Dios tomó el cuerpo del hombre para conformar la Idea que Él tenía, y automáticamente podemos pensar: “entonces Dios está dentro del hombre, entonces yo no soy yo, yo soy Dios”.
La Idea creó un cuerpo para habitar en él y poderse materializar o dar forma. O sea, que Yo Soy Dios, Yo Soy Dios. Manténganlo, Yo Soy Dios. El hombre es Dios. El hombre está hecho porque Él quiso poder concretizar esa gran Idea y a través de lo que el hombre va concretizando y conformando, dando forma a sus ideas humanas, va culminando la gran obra del Creador. Repito, para que no se pierdan: cuando el hombre concretiza su idea humana, sus ideas, va culminando la Idea de Dios.
Pero, ¿qué ocurre en todo ese proceso? Cuando el hombre creyó que fue él mismo el que por obra de magia nació, por obra de magia le entró conciencia de ser, y los científicos, ustedes mismos, los científicos humanos avalan esa idea de que el hombre descendió del mono, ese proceso fue haciendo al hombre cada vez lo que hoy es. Y el hombre lo cree. Cuando alguna idea se cree, todas las demás se rechazan, pero no hace falta que crean en la que están escuchando hoy, lo que sí es necesario es que bajo su individualidad, bajo su conciencia experimenten cual de todas las teorías existentes puede ser la correcta, y es necesario que lleguen a esa conclusión y apuesten hacia las que ustedes den como buenas. Y decimos que es necesario que lleguen a sus conclusiones porque el hombre ha llegado a tal egocentrismo que si no es algo que él cree, que él ve, que él toca, no puede avanzar. Sus mentes necesitan tanto alimento de conocimiento, que como no den por buena por su propia experiencia una idea no pueden avanzar. Y la idea que hoy ustedes tienen como buena y correcta está equivocada y sólo aceptan la idea de que son Dioses o que son un reflejo de la Divinidad a través de lo que llaman religión, ahí lo han aceptado como algo religioso, pero lo han dejado ahí, y el hombre ha ido avanzando a través de su conocimiento olvidando la Idea principal o primaria de que son seres creados para que en su interior habite el mismo Creador.
Claro que pueden decir: “si somos millones de seres humanos, ¿qué ocurre, que hay millones de dioses?” ¿Son tontos? El ser humano no es tonto, es inteligente, y sabe que todo lo que existe es energía y la energía puede habitar en cada lugar, en cada ser que así lo necesite. Y esa energía, ese Dios, habita a través de cada uno. Y ¿hasta qué punto de olvido ha llegado el hombre, para ni tan siquiera sentir que él mismo es Dios, que él mismo es la Idea primaria, la Idea que creó todo lo que existe, incluido a mí, y a olvidar, al hacer vulgar ese cuerpo, de ser divino a ser vulgar, vulgar en cuanto a que esta vacío, vacío por olvido teniendo conciencia de que es divino? ¿Es vulgaridad o no? O sea, que al hombre lo dotan de una conciencia para que no olvide quien es y resulta que al paso del tiempo ha llegado a creerse su propio creador y a renunciar a esa parte divina, el ser muy vulgar, a esa vulgaridad nos referimos. Pudiendo ser creadores de lo existente nos conformamos, de conformismo, en ser seres vulgares, ¿por qué?, ¿hasta dónde tiene que llegar la Divinidad para hacerles entender que en su interior no es ninguna teoría, que en su interior habita la Divinidad? ¿Hasta qué punto tiene que llegar la Divinidad para hacerles sentir que está dentro de cada uno de ustedes?
Pero claro, por ahí es, sino imposible, difícil hacerles sentir lo suficientemente fuerte para que ustedes puedan hacer un cambio. Esto ustedes lo escuchan como algo bonito, puede ser como algo grandioso, pero se les queda en una escucha. Cuando salgan, cuando comiencen a moverse, ya caen en un olvido, ya no lo pueden hacer algo concreto y dar forma para que ustedes cambien. Pero esto es así, es necesario que lo escuchen y además no debería caer en el olvido. Poco a poco el hombre tiene que ir diciéndose: “Yo Soy Dios”, hasta que llegue a sentir que es Dios y que el otro es Dios y que todos los seres humanos son Dioses. Aunque se les den pautas que ustedes puedan hacer viables para poder hacer el cambio necesario para su propia evolución como especie, no tienen que perder ni olvidar que son Dios.
Retomando ahora, ¿cómo puede el hombre cambiar y ponerse en sintonía para reconocer quien es? Porque hoy lo han escuchado y antes también, por algún lugar han escuchado que el hombre es Dios, pero lo han escuchado, no lo han hecho propio. Pues hoy, una vez más, se les recuerda quienes son. Y para que puedan acercarse a sentir quienes son les vamos a ir dirigiendo, como hasta ahora, con soluciones –como ustedes dirían- sencillas y rápidas para que cada cual, cada quien, que quiera cogerlo.
Hemos llegado a la conclusión que el hombre se conformó, una Idea tomó forma de ser humano y en el interior está su espíritu, vamos a llamarlo así, y ahora lo que debe hacer el cuerpo es ponerse a las órdenes del espíritu. Eso es, van bien, ponerse el cuerpo a las órdenes del espíritu.
¿Cómo se puede ponerse el cuerpo a las órdenes del espíritu? Si el hombre no cree que tiene espíritu, al igual que no cree que es Dios, ¿cómo me voy a poner yo a las órdenes de nadie? Es muy sencillo: no se pongan, ¿les agrada cómo son?, ¿les agrada cómo se desarrollan sus días?, ¿les agrada cómo se están desarrollando sus ideas?, ¿cómo están a lo largo de sus años?, ¿cómo está pasando su vida?, porque si les agrada no se muevan, pero si, al contrario, hay una necesidad que no saben darle nombre, hay unas inquietudes que tampoco saben darles forma, hay unas ideas que no saben como desarrollarlas, pero que realmente sí quieren concretizarlas, moldearlas, ahí lógicamente tendrán que cambiar, cambiar sus hábitos, sí, cambiar los hábitos, tirarlos, y es muy fácil hacerlo, muy sencillo, pero incómodo, muy incómodo. Cada cual tiene unos hábitos, cada uno de ustedes tiene sus propios hábitos y día a día los repite, por eso son hábitos, día a día repiten lo mismo, les guste o no dan la misma respuesta ante la misma circunstancia. ¿Qué tiene que hacer el hombre para no repetir lo mismo una y otra vez? Ahí viene la incomodidad. Es que es tan sencillo… ¡dejar de hacerlo!, me pillo en algo y automáticamente dejo de hacerlo, paro en seco. Si están repitiendo lo mismo y sus vidas no les satisfacen, cambien esa rutina. ¡Claro que les será incomodo cambiarlo!, porque si la rutina es estar constantemente comiendo, por ejemplo, o acostándose, o bailando, y siempre, y siempre, y siempre la misma rutina y en general sus vidas al cabo de los años no les satisfacen, tendrán que romper esa rutina para que algo nuevo entre.
La semana anterior les decíamos que el alimento del espíritu lo recogen en la naturaleza, el alimento, el antídoto, todo lo que está relacionado con el espíritu lo recogen en la naturaleza, ¿se acuerdan? Bien, pues si ese ser va a la naturaleza todos los días y su vida no le satisface, cámbienlo, no vayan a la naturaleza. Y no es contradictorio, es un ejemplo para que observen que si día a día repiten las mismas cosas y a lo largo de sus edades su vida no les satisface, sienten que puede mejorar, cambiar, que necesitan un cambio, tendrán que romper las rutinas implantadas durante tantísimo tiempo, si les gusta levantarse tarde levántense pronto, si son pasivos hagan ese esfuerzo. Es incomodo, repetimos, pónganse activos. Si incurren en las mismas respuestas cambien las respuestas. Es tan sencillo que el hombre, como les decíamos la semana anterior, no quiere hacerlo, no quiere porque se siente dueño y señor y hace lo que le viene en gana constantemente, es una dejadez total, una inercia total la que tiene el hombre hacia lo que le han dicho que es la comodidad, hacia lo que le han dicho que es una vida cómoda, todos nos merecemos –dicen los seres humanos- una vida mejor y más cómoda. Y esa comodidad les está sumiendo en un gran deterioro como raza y como seres individuales, les está sumiendo en lo más profundo del deterioro y siendo como son, seres divinos, seres perfectos, no deberían permitir que ese deterioro fuese a más, no deberían permitir perderse en la oscuridad hasta el punto de no saber quien son.
Ahora lo atisban. Aunque no sepan darle nombre llevan años buscando, algo queda en su interior que les hace buscar y buscar nuevas respuestas. Algo queda en su interior de quienes son. Dejen poco a poco la comodidad, adéntrense en romper esa inercia y esa repetición y automáticamente irán conociendo quienes son ustedes, irán recordando para qué llegaron a este planeta, el por qué, el cuando, y realmente lo que ustedes cogen como metáforas o como algo superior que no les toca a ustedes, eso que les va tan grande como que son seres divinos, que pueden cambiar en un momento sus vidas porque realmente tienen todo lo necesario para poder hacerlo. Son los creadores de sus propias vidas y pueden cambiarlas pero claro, no lo creen, lo escuchan, les gustaría creerlo, lo ven bonito pero no lo creen, y hasta que el hombre no lo crea no podrá hacerlo. Para ellos no se puede hacer realidad porque al no creerlo no lo pueden concretizar, no pueden conformar ese ser de divinidad que hay en su interior, conformarlo en un cuerpo físico divino que respire la perfección por todo su cuerpo, en sus actos, en sus pensamientos, en sus sentimientos, en sus haceres. Hasta que no lo crean es como si para ustedes no existiera, hasta que el hombre no lo crea, no decimos hasta que el hombre no sea consciente, el hombre tiene consciencia pero no cree que él es el Creador de éste y de todo lo que existe, no lo cree, y ahora se conforma, de conformismo, con lo que los demás seres humanos quieren hacer de su vida. Se han puesto dentro de la vulgaridad del hombre y hacen lo que los demás quieren que hagan. Les guste o no les guste repiten lo que los demás quieren que repitan hasta que ustedes mismo digan:
“¡Basta, basta ya! Yo no soy eso, yo no soy lo que me habéis dicho que soy. Yo presté, di todo para conformar este mundo y todo lo que existe y soy parte de esa Idea, soy parte de esa Divinidad y quiero retomar ese recuerdo, quiero dar cauce a lo que un día sentí, a lo que un día fui, una idea culminadora de la perfección. Y quiero de nuevo retomar esa Idea y plasmarla con el cuerpo que tengo, y no voy a ir ni detrás ni delante de los demás seres, no me voy a dejar arrastrar por esa inercia y esa costumbre de creer que otros pueden hacer mi propia vida. Nadie puede hacer mi propia vida, soy yo, yo, el que debo cambiarla si quiero cambiarla, soy yo el que tengo que dedicar todo mi hacer para poder plasmar esa Idea en mi”.
Y recuerden, son los creadores de todo lo que existe.
Amén.

08 noviembre 2007

ORACION: EL VUELO DEL HOMBRE


¿Recuerdan la oración de la semana anterior que hablábamos de la continuidad? Y expresábamos que nada termina, que todo es una continuidad constante, una vida constante, en cualquiera de los planos es vida en ebullición permanentemente. El ser humano no lo vive como continuidad, lo vive como separación, hablábamos del compromiso que el hombre absorbe constantemente de todo lo que le rodea y lo hace propio. Hacíamos hincapié en que el hombre creó y mantiene sus propios barrotes que le hacen sentirse aparentemente seguro, pero que encierra ese vuelo del hombre, ese vuelo del espíritu hacia otras esferas.
Tengan en cuenta que el cuerpo humano lo adoptaron como propio para poder expresar todo el anhelo del espíritu. Ese espíritu adoptó una forma que llamamos humana para así poder expresarse y expresar la necesidad de amar y poder dar constantemente, a través de las expresiones que usa el cuerpo, lo mejor de ese espíritu. Y si adentramos un poco mas para que comprendan, para que les llene ese corazón vacio que tiene la humanidad, para poder llenar ese corazón tienen que comprender que este cuerpo que ustedes solicitaron está únicamente al servicio del espíritu y el espíritu necesita volar, necesita romper los barrotes que la mente ha confeccionado y ha hecho que todo lo que le rodea tanto a nivel de pensamiento como de estructura humana esté aprisionado.
¿Cómo puede expresarse el espíritu a través de este cuerpo si éste está enganchado sin poder expresar ese amor que irradia a los demás seres humanos y al planeta? Comprendan, háganlo propio. Y es sencillo hacerlo propio, observen que sus vidas están, no vamos a decir a mitad de evolución, es que ni tan siquiera están en el principio, y el ser humano se siente muy evolucionado; mentalmente quizás, físicamente quizás, cada vez dicen que vive el hombre mas años; si a lo que vive le llaman vida, quizás sí, pero el espíritu no entiende de esa vida, el espíritu no se relaciona a través de lo que el cuerpo dice que es vida, él está aprisionado y así lo siente, y el cuerpo también lo siente, por eso se duele y ¿qué hace el hombre cuando tiene un dolor?, lo soluciona de alguna forma, le duele la cabeza, el pecho, las piernas, coge una enfermedad y va donde tenga que ir, hace lo que tenga que hacer para resolver esa dolencia.
Si el espíritu está desconectado del cuerpo y el cuerpo, este cuerpo humano, no admite o no contempla o no advierte que es algo mas, el espíritu también está doliente. ¿Dónde vamos para solucionar la dolencia del espíritu?, ¿nos lo hemos planteado alguna vez? Porque es sencillo decir que vivimos y que sabemos ser seres espirituales y que contemplamos nuestra vida física bajo esas premisas de ser espiritual, pero cuando realmente nos duele una pierna vamos a resolver la dolencia, y cuando nos duele el espíritu, el alma, ¿dónde vamos?, ¿qué hacemos?, ¿por qué no contemplamos idénticamente igual a esa dolencia del espíritu o del alma como a la del cuerpo?, ¿por qué estamos haciendo esa separación, gran separación, entre el alma, el espíritu o el cuerpo?, ¿acaso no sabemos qué hacer para dar a esa dolencia una medicina?, ¿acaso no sabemos cómo calmar ese llanto constante del espíritu que quizás unos lo sientan como tristeza, otros como melancolía? Hay muchas formas de sentir las lágrimas del espíritu, pero se siente, y no duele el cuerpo. ¿Qué hace el hombre para calmar esa dolencia?: nada. Cuando es el cuerpo, sí.
Volvemos a insistir para hacerles ver, entender, comprender, asimilar que aun separan lo que es inseparable, aún en sus mentes y sus vidas viven la dualidad cuando no existe, ustedes son cuerpo porque anteriormente son espíritu. El cuerpo sin el espíritu ¿qué es el cuerpo sin el espíritu?: un trozo de carne podrida y cenizas, en ultima instancia. Pero aun insiste el hombre y aún vive con la referencia de que el cuerpo, el cuerpo, el cuerpo… y está bien, está bien, pero no olviden que en el interior existe lo que anima a ese cuerpo, lo que da vida y movimiento a ese cuerpo, y eso lo tienen olvidado. ¿Cómo, si ustedes- recuerden que decíamos la semana anterior- que pueden de la noche a la mañana cambiar sus vidas, vivir aquello que quieran vivir, cómo pueden hacer ese cambio, ese movimiento, si están dentro de esa gran dualidad del cuerpo y del espíritu? Primero tendrán que unir, y no con la mente, no solamente con conocer que son cuerpo y espíritu o espíritu y cuerpo, sino hacerlo propio.
Cuando en el hombre no existe esa separatividad, su vida es fiel reflejo de esa unidad, es fiel ejemplo de ese vuelo del hombre hacia su existencia divina y lo unifica tan natural, lo unifica tan sencillo como el escucharlo, lo hace propio, pero el hombre una vez mas hace punto a ese cuerpo y lo quieran o no lo quieran ver, constantemente el cuerpo duele cuando realmente, si el cuerpo estuviese vacio no tendría por qué doler, cuando el alma se va, cuando el espíritu lo deja, el cuerpo no duele. ¿Quién les ha contado a ustedes, algún desencarnado les ha contado a ustedes que el cuerpo, después de dejarlo, ese caparazón, le dolía? ¿Pueden entender con estos pequeños ejemplos que cualquier dolencia por física que sea, por pequeña que sea, por concreta que sea es una dolencia del alma?, ¿lo pueden entender, lo ven, lo sienten? Cualquier dolencia “¡mi dedo meñique, ay, se me ha doblado, me he dado con una piedra…!”, aparentemente te has dado con una piedra, ¿dónde estaba tu espíritu en ese instante para que tu cuerpo haya dado con esa piedra?
Por aparente que sea la dolencia, por puntual que sea el hecho del cuerpo, es una necesidad vital que está expresando ese espíritu a través de esa dolencia. Cuando el cuerpo entra en enfermedad ocurre lo mismo, el espíritu ya no soporta mas, ya necesita volar, es vital para él dejar esas rejas, muchos años, demasiados, está preso, y el hombre de nuevo deja que esa separación se haga cada vez mas y mas distante hasta el punto en que teóricamente el hombre lo sabe, teóricamente, pero a la hora de recomponer su vida no la recompone dentro de esa unidad y totalidad que le haga ver esa nueva vida como emprenderla, como ajustarse, como reajustar esa necesidad del momento con las necesidades sociales que el planeta ha hecho también propios.
Cuando un hombre, cuando una mujer no ve una salida a su vida, no sabe cómo, siente que no es correcto lo que hace, eso lo siente, siente que puede hacer mas, eso también lo siente pero no sabe cómo encauzar y dar vía a esas necesidades que tiene, es porque está totalmente separado, no está unitariamente conectado con esa sintonía armónica de alma, espíritu, cuerpo y está viendo ese hecho solo con su cuerpo y su mente se lo hace ver así, solo por el cuerpo, las necesidades corporales, las necesidades mentales, que a la postre es la misma. Y así, dentro de esa separatividad, no van a poder vivir la vida que ustedes internamente quieren vivir y no saben darle forma. Tienen que unificarse, tienen que sentir y vibrar que no existe separación en ustedes, no existe, en el momento en que actúen dentro de esa separación tendrán mas de lo mismo que tienen actualmente, de lo mismo.
No pueden desarrollar una idea que sea útil para el espíritu, no pueden desarrollar ninguna idea que se salga de los cánones humanos porque solo lo ven con este cuerpo humano cuando el espíritu no es humano, el espíritu es divino.
Si unifican, si se unifican y viven la vida dentro de esa unidad, tendrán el cuerpo para que el espíritu se exprese, pero la idea del espíritu será divina, puesta en palabras humanas será ingeniosa, tendrá magia, ¿eso lo entienden mas, verdad, que divino?. Cuando una idea no tiene magia, cuando una idea queda muy humana, es muy repetida, muy repetida y se podría decir inservible, hay demasiado de lo que hay y lo que hay no sirve. Para que surja una idea novedosa tiene que salir del espíritu, tienen que dejar que el espíritu se exprese a través del cuerpo unificándose, y ahora se preguntaran: “¿y cómo se hace eso?”, y nuestro deber es responder pero también nuestro deber es decirles que se les ha dicho muchas veces y no quieren escuchar, no quieren escuchar. Muchas veces, como a niños pequeños, se les ha ido guiando y expresándoles con todas las palabras claras: “recojan los instantes que les hacen estallar el corazón, recójanlos, recuérdenlos y prolónguenlos, prolonguen al máximo esos instantes, no los dejen en unos instantes. Cuando les duele el cuerpo van al doctor, cuando les duele el alma vayan a la naturaleza, tírense en la naturaleza, ábranse, dejen que el sol, dejen que los pájaros canten, dejen que la brisa del mar les roce el rostro, piérdanse”.
Si tuviesen, porque cuando van al medico sí les toman la tensión y les dicen “la tiene usted a tanto y a tanto”, o cuando tienen fiebre se ponen el termómetro y dicen “tiene 37, 38 ó 40”, cuando les duele el alma, si tuviesen un medidor que midiese la frecuencia en la que están se asustarían. Necesitan dejar que ese espíritu vuele, no lo encierren físicamente en los barrotes de sus hogares por muy a gusto que estén, váyanse, en solitario si es posible, para que nada, ninguna conversación, ningún ser humano les deje que esa vibración quede humana, vayan con la intención de sanarse dentro del propio planeta, vuelen y dejen volar ese espíritu a través de la imaginación del cuerpo, recojan o rayen esas esferas y manténganlas, que para eso está, para hacerles seres unitarios. Comprendan, cuando estén tumbados en el suelo, en la arena de la playa o en la plena montaña comprendan que dentro de esa estructura está lo que la anima y, ¿por qué han de dejarla encerrada?, ¿por qué se toman una aspirina para ese cuerpo que no es nada sin el alma y no le dan un remedio para que deje de llorar?
¿Por qué el hombre se empeña en saber, saber, saber, y no observa que en su vida de nada vale tanto conocimiento si no deja expresar al espíritu la sabiduría para que unifique de una vez por todas y sientan lo que es, un espíritu libre que vuela a través del sueño, que vuela a través de las palabras, a través de un encuentro con un ser querido, que vuela constantemente?, ¿por qué lo encierran en sus pequeños problemas?, grandes los hacen pero son pequeños, inútiles, ¿por qué no dan carpetazo a la vida que llevan y retoman lo que un día ustedes eligieron?, todo el ser que escuche esta oración, presentes u oyentes, en su día dijeron querer hacer -no querer pensar-, querer hacer un bien a esta humanidad, y se han perdido dentro de ese cuerpo encarcelado creyéndose que el conocimiento les va a llevar a donde ese espíritu anhela. Y no es así, el cuerpo no les va a llevar, el cuerpo se queda, recuérdenlo, el cuerpo se queda, es el espíritu el que lleva al cuerpo y es el espíritu el que lleva a la mente y es el espíritu el que lleva realmente la vida.
Vuelen, ya tienen la medicina, unifíquense y no den tanto culto al cuerpo porque de nada les va a servir, es el alma la que está llorando, es su espíritu el que les está reclamando. Dejaran de tener dolencias físicas si se unifican. Y no crean que están unificados, sólo que les duela una uña del pie, un pelo de la cabeza, revisen su espíritu, déjenlo volar para que no llegue nada mas. Un tiempo de tristeza es necesario para reconocerlo, pero un tiempo, no más; detrás de la tristeza vendrá la alegría y detrás de la alegría el regocijo y detrás del regocijo vendrá la divinidad.
No se den tanto culto al cuerpo, pero sí rindan un gran homenaje porque lo necesita, denle la oportunidad de volar, dénsela. Se les ha dicho muchas veces, esta aspirina para el espíritu se la han dado muchas veces pero no la quieren escuchar. En medida en que no quieran escucharlo, en la misma medida sus vidas continuaran siendo lo que hasta ahora son, en la medida en que no dejen volar su espíritu, su vida continuara siendo lo que es.
Y no olviden que ustedes están preparados para hacer que sus vidas sean fiel reflejo de una nueva humanidad, no lo olviden. Otra cosa es que ustedes quieran que eso sea, que se muestre, que se haga concreto en este momento y en este lugar o no, eso ya depende de cada cual, pero no se den esas excusas de que no están preparados, de que todavía no es momento. Es y fue ya momento y será y continuará siendo el momento. Solo depende de cada uno de ustedes querer hacerlo, querer cambiar sus vidas hasta el punto que sea el espíritu el que se exprese a través del cuerpo.
Como siempre, la decisión es de cada uno de ustedes, ya no hay nada mas que tengan que aprender. Se les puede y se les va a ir recordando de distintas formas lo mismo que han escuchado muchas veces, hasta el momento en que ustedes lo unifiquen y lo hagan, pero en su interior, si no lo viven como separación, en su interior tienen todo lo necesario para poder hacer. Que ustedes eligen mas documentación… de acuerdo; que ustedes necesitan mas reafirmación… de acuerdo; que ustedes quieren continuar como hasta hoy… de acuerdo. Si, pero no digan nunca que no pueden hacerlo porque no saben cómo hacerlo, que no pueden cambiar sus vidas porque no conocen la forma de hacerlo, sí la conocen, lo que no quieren es practicarla, lo que no quieren es hacerlo. No cambien las formas ni las palabras, no se auto mientan, saben cómo hacerlo porque hoy se les dice y anteriormente se les ha dicho con otras palabras, pero no quieren, eso sí, y está bien, todo está bien, todo se respeta, todo se valora, todo, pero si no dan ese giro a su vida, esa unidad para que se exprese el espíritu, es porque no quieren darla.
Con la misma claridad que se les está diciendo la forma que el espíritu tiene para que vuele, para que se unifique con la Divinidad y abra de una vez por todas las rejas del cuerpo, de la misma forma que se les dice: ¡tírense, ábranse a la naturaleza, es una necesidad que tiene el espíritu de entrar en sintonía con su propio elemento, no den tanto culto al cuerpo! De esa misma forma, con esa misma claridad se les está diciendo.
Si no lo quieren ver, si no lo quieren hacer, todo está bien, pero no se mientan, no se justifiquen.
Amén.

07 noviembre 2007

01 noviembre 2007

ORACION: LA CONTINUIDAD

¿Recuerdan la oración anterior que se les hablaba de la fidelidad hacia uno mismo y la fidelidad al Cielo? Es todo tan sencillo, tan natural… el hombre lo ha complicado todo en base a lo que años y años y años le han ido transmitiendo todas y cada una de las sociedades, hasta tal punto lo ha complicado, que ya el hombre no es capaz de vivir con naturalidad y sencillez cualquier acto o hecho de la vida y, automáticamente, todo lo que toca, cada vez ha de ser mas y mas complejo, complicado.
Parece la sencillez tan natural que hasta, no hasta, cualquier niño, ese niño que no esta programado, replica con esa fidelidad hacia él y hacia el universo porque no esta programado, no tiene que desprogramarse, esta virgen. ¿Recuerdan lo que tantas veces nos han dicho y hemos leído “dejad que los niños se acerquen a mi”? Muchos piensan que es por la sinceridad, por la inocencia que tiene el niño, y sí, pero sobre todo es porque el niño todavía no esta programado por los adultos. Tiene en su interior toda la naturalidad, toda la sencillez de vivir única y básicamente por sus necesidades, no le han dicho lo que esta bien, lo que esta mal, todavía no tiene ningún concepto en su cabeza ni en su corazón que no le haga replicar con la sencillez que replica el universo, pero en la medida en que el hombre se va adentrando en esa educación para ser un niño de bien, de provecho, ya comienzan a adulterar, a entrevesar todo lo natural, toda la sencillez.
¿Qué hacer, qué hacer para que el ser humano retome algo tan sencillo y natural que pueda replicar con la sencillez y naturalidad que replica el universo?: desprogramarse, no cabe otra medida, no cabe. Piensen ustedes, sientan de qué forma si el ser de humanidad es perfecto en sí, qué hacer para retomar esa perfección, qué hacer. No hay, no tiene otra salida el hombre sino desprogramarse. Y,¿cómo se puede desprogramar una persona ya adulta, venida una y mil veces a este lugar, a este planeta, cómo poder de la noche a la mañana decirse a si mismo: “empiezo de cero, como el niño”, pero con 50, con 60, con 70, con la edad que tenga, qué hacer para comenzar con esa naturalidad innata con la cual nacimos, que en mi mente no haya nada programado, que mi sentir sea realmente libre y autentico para poder replicar en base a esa fidelidad del cielo con el hombre?
Algo tan natural el hombre lo tiene complicado, lo tiene complicado porque así lo ve, lo siente y lo percibe. Cuando el hombre lo ve, lo siente, lo piensa, por mas que escuche realmente lo tendrá complicado, porque ¿por qué poro de su cuerpo le puede entrar que puede realmente desprogramarse en un instante?, ¿por donde introducir para que se les quede grabado en lo mas profundo de su ser que pueden desprogramarse, si así lo quieren, de todos los conceptos que llevan arrastrando millones de años?
Cuanto mas sencillo, en esta encarnación -hablamos en esta encarnación de 40, 50…-, no es nada, es un lapsus. Y el hombre puede, puede si así lo quiere, comenzar de cero. ¿Cómo hacerlo?: sintiéndose ese ser perfecto donde no cabe la equivocación, no cabe el egoísmo, no cabe el miedo, y eso es posible y no únicamente a ustedes o únicamente a los seres orantes, a todo ser humano que realmente quiera dar el sentido autentico de la vida porque perciba, porque sienta que las cosas son mas naturales, mas sencillas, que no necesitamos ni tan siquiera saber idiomas para poder relacionarnos con los demás seres de este y de cualquier planeta. Que no necesitamos de ese conocimiento donde hoy tanto hincapié se esta haciendo a los niños y adultos, que nada de todo eso, nada, ¡nada!, va a servir o esta sirviendo para que el hombre sea y replique como se le creó. Todo lo que esta haciendo el hombre es añadido, añadido, a esa Creación natural, a esa Creación sencilla, y ese añadido le esta haciendo cada vez mas opaco, le esta haciendo apartarse de lo que realmente va a hacer que el hombre vea su sentir en la vida, su sentir, ¿Qué siento?: hacia allí voy, ¿que no siento?: me quedo, espero.
Si no existe el miedo a que enjuicien, me van a decir o van a pensar que lo hago por mi propio bien, que soy un ser egoísta, me van a decir o pensar que soy torpe porque he puesto con “v” o con “b” aquello que se pone… y eso genera miedo, miedo a que a uno lo observen como un inculto, a que digan de él algo que el mismo es incapaz ni tan siquiera a sentir ni pensar. Pero ya ha entrado el miedo, ese miedo que paraliza, y al ser humano lo paraliza, ya ha entrado a ese juicio o auto juicio que se hace el propio ser a si mismo en tener que replicar en base a lo que los demás esperan o quieren que haga, y si no es así él mismo se siente egoísta, él mismo se siente mal.
Tanto y tanto nos han querido educar, tanto y tanto nos han querido presionar que realmente en la naturaleza del hombre libre, en la naturaleza del hombre sencillo, no queda ni tan siquiera un recuerdo de vivir la vida sin sentimiento de culpa, de vivir la vida igual que cuando se nace y en los primeros años, que es todo, todo, puesto a nuestro alcance para disfrute. No, ya enseguida empiezan las normas, el horario, y ¿a dónde lleva a la humanidad esa forma de ver y vivir lo que llaman vida?
Todo se lo tienen que replantear en lo mas profundo y sentir si realmente se sienten bien cumpliendo las normas marcadas por la sociedad, que entre la sociedad están todos los seres humanos, o lo que sería lo mismo, si se sienten bien marcándose cada cual a si mismo tantas limitaciones, tantas obligaciones, ¿les hace sentir bien?, bien en cuanto a que sienten que les están llevando a esa vida sencilla y plena donde el hombre debería de disfrutar todas las horas del día, todos los días de su vida. ¿Ven que sienten, que tiene un sentido, esta forma que cada cual se ha puesto, les llega algún sentido en su vida?
Porque no olviden, no lo olviden, lo crean o no lo crean, lo introduzcan en lo mas profundo de ustedes o no, la vida que el hombre vive, cada cual la ha hecho el mismo, la produce el mismo, él, no nos la produce la sociedad, no nos la producen los demás seres humanos. La vida que cada cual vive, le guste o no le guste, la ha creado él mismo y puede cambiarla cuando así lo quiera, puede cambiarla en el mismo instante que se de cuenta que puede crear otra realidad, y no es ninguna metáfora, no queda en una quimera o en un ideal, es mas real que la vida que ustedes están llevando, que la vida que lleva cada ser de humanidad.
Esa es la pura realidad, la vida que cada cual vive la ha creado dentro de esa continuidad, que todo continúa siempre, no existe nunca un final, no existe, es una continuidad tras otra, tras otra, sin fin. Esa continuidad de hechos, es lo que ha hecho que el hombre cree su propia realidad, no la crean los demás. Su forma de hacer, de pensar, de sentir y de actuar ha ido dentro de esa continuidad generando su propia vida, la que lleva cada cual. En el momento, en el instante que el hombre se de cuenta de que esa realidad la puede cambiar en un instante, de la noche a la mañana, sin esperar, sin ir poco a poco, de la noche a la mañana, la cambia sin mas y ahí ya no entra el sentimiento de culpabilidad, de miedo, de egoísmo, no entra, no existe.
Si el hombre, ustedes mismos lo dicen, es realmente hecho a la imagen y semejanza, pero a continuación suele decir el hombre: “sí, pero eso está latente, la realidad es lo que es, lo que hay, la realidad es que el hombre es egoísta, la realidad es que el hombre tiene miedo, la realidad es que el hombre es malicioso, la realidad, la realidad, la realidad…” Es que no estamos hablando de la misma realidad, no estamos hablando de la misma realidad. Ustedes, dentro del concepto que tienen de realidad, dentro de ese concepto, viven la realidad que los demás, que la humanidad quiere que vean y que vivan, pero no les estamos hablando de esa realidad, les estamos hablando de la realidad mas intima, de la realidad del universo, de la realidad del Creador que les creó puros, totalmente libres para poder crearse su propia realidad y replicar con la misma fidelidad que Él, aun hoy les esta replicando a ustedes, de esa realidad estamos hablando.
Fíjense si tienen que cambiar sus conceptos. En esa realidad que les hablamos ya no existe el egoísmo, ya no existe, repito, el miedo al juicio, ni propio ni de los demás, y a partir de ahí, a partir de ese instante, el hombre puede comenzar de cero, puede comenzar como el recién nacido y poco o nada le va a importar que los demás tengan otra opinión, otro punto de vista y otro estilo de vida, poco o nada, y no se van a salir de las normas, no, porque van a crear sus propias normas dentro de otro juicio mas en sintonía con la pura realidad. Pero si observan su realidad desde el concepto que tienen equivocado, siempre se ajustarán a las normas que ustedes mismos incluidos dentro de esa sociedad han creado y están creando y fomentando.
Si un ser, uno, que decida comenzar de cero y sea como el recién nacido, si un solo ser que decida actúa y vive cambiando esa realidad, creando su propia realidad, la gran mayoría observarán y se verán reflejados, porque el hombre necesita, no lo olviden, tener un reflejo al que seguir, ¿por qué creen ustedes que estos servidores pueden hacer este acercamiento hacia los seres orantes?, ¿por qué?, ¿qué vía se puede abrir para que podamos estar explicándoles nuevos conceptos de la vida? Sencillo, ¿no?: la que ustedes quieran abrir.
Así es todo, muy natural, muy sencillo, la vida es muy sencilla. Si todos los seres tuviesen una mínima necesidad de ver otras posibilidades estaríamos hablando, no para una minoría sino para esa mayoría, pero no es así, son seres que han optado por abrir una nueva o posible vía, y son esos seres los que pueden, porque escuchan, comenzar de cero, y es sencillo porque todo lo que existe es sencillo, la complicación está en su forma de ver y de hacer la vida.
Cuando no sea una teoría y ustedes realmente se dejen sentir por ese corazón o por esa sensación, verán que no es difícil y que todo se consigue y la vida se hace y uno disfruta de ella, y poco a poco van teniendo mas alcance a otras posibilidades. Pero si uno está en esa forma de pensar y dentro de ese concepto que tienen comienzan a estructurar “esto no puede ser porque me salgo de estas normas, esto no puede ser porque soy egoísta, esto no puede ser porque y qué pasará después…”, el miedo, no harán nada, continuarán pero no alcanzarán lo que quieren alcanzar.
Y ¿qué es lo que quieren alcanzar? Pregúntenselo, porque es muy sencillo. De nuevo la sencillez, es muy sencillo, ¿qué quiero alcanzar? En una palabra, aunque no les guste la palabra felicidad, el hombre la busca porque nace para ello, la busca porque nace para ser feliz. Pues en una sencilla palabra, si buscan la felicidad, la auténtica felicidad y no la felicidad a plazos que tiene el ser humano y se conforma con ella, si buscan la auténtica felicidad, esa plenitud constante, ese saber que en todo momento, en todo lugar está replicando, está siendo fiel a la Creación, si eso es lo que buscan lo tienen fácil, muy fácil.
Si lo que buscan es teoría también la tienen fácil, pero no continúen escuchando oraciones, no continúen buscando por ese camino o por esa vía. La teoría no va a servir, como no está sirviendo en esta humanidad, no les está haciendo ese cambio necesario de conciencia, le está engullendo la mente de conceptos erróneos, de prohibiciones, de reajustes mal entendidos que lo único que está reajustándose y bien reajustado son las rejas que cada cual se está auto imponiendo. Por allá por donde cada uno de ustedes mire están enrejados con problemas, están enrejados con formas de pensar caóticas y caducas, con miedos. Para eso sí, para eso sí que les están reprogramando y ustedes deben elegir el poder dar un giro y ser los dueños y señores de su propia vida y cambiarla si no en su totalidad hasta el punto que les haga estar plenos constantemente, plenos, sin ningún sentimiento de culpa, sin ningún juicio ni prejuicio hacia nada ni hacia nadie, lo crean o no es la única posibilidad que tiene el hombre para poder alinearse a la Creación, para poder sintonizar con la música que está sonando en el planeta Tierra, la única, el recoger sus propias vidas y hacer de ellas lo que realmente es la vida.
Quizás, con toda seguridad, pocos de ustedes se atrevan a vivir lo que es la vida, en mayúsculas, pero sólo que uno se atreva a vivir su auténtica vida arrastrará a todos los demás, y no hablamos de este pequeño grupo, hablamos de una humanidad, escuchen bien. ¿Cuántas veces no han pensado o sentido la necesidad de ayudar al hombre, cuántas? Muchas, muchísimas veces han tenido la tentación o la necesidad de ayudar a los seres humanos, y unos lo hacen a través de cuidar el cuerpo, a través del dialogo, a través de muchos sistemas establecidos por el hombre, pero mal equivocados, porque la única ayuda que ustedes pueden dar al hombre es enseñarle a vivir la autentica vida cuando ustedes mismos la vivan, eso es el reflejo que nunca desaparece, como el Creador que siempre, lo crean o no, está reflejando su perfección.
Esa es la auténtica forma de poder ayudar al ser humano, rehacer nuestra propia vida, vivirla en consonancia con el universo para ser una réplica donde los demás, si quieren, tengan la posibilidad de ver. Y recuerden, de la noche a la mañana, rehacer sus propias vidas, sin sentimiento de culpa, vivir alegremente, naturalmente, y tienen atisbos de cómo hacerlo, recuerden esos instantes y prolónguenlos. Si pueden elegirlo, si ustedes son los dueños y señores de sus vidas y pueden rehacer su propia vida teniendo el recuerdo de qué, de quien, de quienes les hacen alcanzar esa sensación de felicidad, de plenitud, que no quede en un instante, manténganlo y manténganselo aun estando solos, en todo lo que les rodea, para poder alcanzar ese estado que en la religión llaman “el Ser”. No, el sentir devocional, la religión ya no les llama, pero es el auténtico sentir devocional, sentir devoción por la vida, sentir devoción por los seres, todos los seres creados.
Amén.

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